El país imaginado

En el sprint final de este verano de lecturas sin fin hoy nos toca hablar de este libro que propuso Carmen. Yo no había oído hablar del autor ni del libro, pero estar editado por Impedimenta era un augurio prometedor.

El libro nos cuenta la historia de una niña china y de su familia. Está situado a principios del siglo pasado (o a lo mejor mediados). Está contado a través de los ojos de su protagonista ya mayor recordando su adolescencia y juventud y sobre todo su amistad con Xiaomei, la hija de un pajarero ciego y la relación con su abuela que se le aparece en sueños.

El libro se lee con gusto. Está bien escrito y no es muy largo. Yo echo en falta algo de interés en la historia, algo distintivo. Porque creo que es un libro del que no recordaré nada dentro de no mucho. No hay nada malo que se pueda decir de él, pero (y esto también es un drama) nada especialmente bueno fuera de que no es un bodrio.

A través de la lectura conocemos un poco más esa sociedad china llena de tradiciones, muchas de las cuales se nos hacen incomprensibles. Las relaciones, la delicadeza estética, la brutalidad aceptada de las bodas concertadas, los esperpentos aceptados por todo el mundo se muestran con un toque... digamos occidental. Al menos eso es lo que he percibido yo. Los pensamientos de la protagonista, llenos de ideas propias y algo modernas no parecen cuadrar con la idea que tenemos de China.

El autor es argentino y creo que ha tenido que estudiar y leer bastante sobre China y la época.

Después de todo no sé si es un libro para recomendar o no. No hace daño, desde luego, pero a mí me ha dejado un regusto a pan sin sal.

Tendréis reseñas de mucha más enjundia en los blogs de Paula, Carmen, Juanjo y Bichejo y si los hados son propicios dentro de poco tendremos nueva entrega de ese podcast de moda del club de lectura.

 

Comentarios

  1. Yo creo que te tienen que gustar este tipo de historias. A mí no me ha parecido un pan sin sal, como dices, aunque entiendo bien la crítica. No es una historia de grandes giros ni sorpresas, la historia más que sorprender se hace curiosa por la ambientación en China. Y estoy de acuerdo en que en unos meses se te olvida, pero deja un buen regusto. Al menos es lo que me ha parecido a mí.

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  2. Aporto poco a lo que dice Carmen y ya he dicho. No es memorable, pero sí un libro agradable, para los peñazos que leemos está muy bien. Claro que eso no es especialmente difícil.

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