De nuevo en Turín

La pasada semana estuve de nuevo en Turín. Seguramente haya sido la última vez que vaya a ir debido al proyecto en el que estoy trabajando. Nuevamente tuve poco tiempo para ver cosas, pero tampoco me quejo. Me queda pendiente subir a la basílica de Superga, visitar el museo egipcio, ir a la ópera, visitar la mole Antonelliana, el palacio real, Stuupinigi, en fin, que parece que me queda todo por visitar...

Y es verdad, porque allí voy principalmente a trabajar y el tiempo libre es escaso. En esta ocasión visité la iglesia de San Lorenzo que es una iglesia barroca preciosa y pequeña en donde estuvo guardada la Sábana Santa durante mucho tiempo hasta que se la llevaron a la catedral. La primera imagen del post es de esta iglesia. Por fuera es como una casa con sus ventanas y su fachada iguales a las del resto de la plaza.

Esta vez no estaba expuesta la Síndone, así que no se me perdonaron todos mis pecados por el hecho de verla como la última vez que estuve, pero tampoco he pecado tanto desde entonces!

Paseé por las orillas del Po que es un sitio maravilloso para pasear, por cierto. Además estaba todo verde y frondoso. A fin de cuentas, Turín está rodeada de montañas y hace que el verdor aguante hasta el otoño. Me acerqué hasta el palazzo Valentino que es la escuela de arquitectura del Politécnico de Turín. Nada que ver con las otras escuelas del politécnico que eran de hormigón feo, además supongo que diseñado por alguno de los arquitectos que estudiaron en el palacio... en fin, no es el momento de meterme con los arquitectos. De todo tiene que haber en la viña del Señor, incluso arquitectos buenos... Os pongo otra foto para que veáis de qué hablo. No os hubiera gustado estudiar en un sitio así?


Una panorámica del Po para que me envidiéis más:


Toda la ciudad, y toda Italia, está engalanada de banderas y adornos porque están celebrando el 150 aniversario de la reunificación italiana. Sentí envidia. Estar orgulloso de tus raíces, de tu pasado, de las generaciones que trabajaron y se dejaron los cuernos para vivir o sobrevivir y te permiten disfrutar de tantas cosas inimaginables hace tan solo unas pocas décadas o siglos es algo que envidio. En nuestro país estar orgulloso de España es sinónimo de ser un facha. Así nos va. Perdón por la digresión, pero me dejo llevar y pasa lo que pasa...

También pasé por delante de la biblioteca nacional italiana y por el palacio Carignano donde nació Vittorio Emanuele II y donde se reunió el primer parlamento italiano tras la reunificación. Muy bonito. Fue también obra de Guarini, el mismo arquitecto que el de la iglesia de San Lorenzo. Os pongo una foto:


De comer... bueno, es Italia. Yo creo que es imposible comer mal en Italia. Caso aparte son los helados. No debería usarse la misma palabra para referirse a los helados italianos y a los que tenemos en España, incluso cuando dicen que son italianos. Y no es el precio, porque cuestan lo mismo que en España o más baratos, pero son de un sabor, de una cremosidad, de un rico que hace que sean otra cosa. Yo me tomé tres en esta heladería, todos de fior di latte, que creí que eran de nata, pero es de un queso. En cualquier caso, riquísimos. También puedes decir que te pongan encima del todo un cucharón de nata montada. Eso ya no lo probé porque me parecía un exceso de nata, incluso para mí! Esto es lo que digo cuando hablo de helados italianos:

Por supuesto, hice acopio de giandujotti, los bombones de chocolate y avellana. Ellos dicen que son los inventores del chocolate, desde luego no lo hacen mal. Y también me traje un kilo de grissini, que también son típicos de Turín.

Tengo ganas de pasar unas vacaciones en Turín, desde luego muchas más ganas que cuando no lo conocía. ¿Os apuntáis?

Comentarios

  1. Oye pues Turín parece que tiene lugares chulos y se supone que tiene fama de ciudad fea, no? Claro, será comparada con el resto de maravillas que hay en ese país.
    Yo tengo muchas ganas de ir a Italia, a ver si puedo prontito!

    Te doy la enhorabuena porque se ve que has aprovechado el tiempo libre al máximo aunque no haya sido mucho!

    Un beso

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  2. Sí, Turín tiene fama de ciudad industrial y comparada con otras ciudades italianas sale perdiendo, pero tiene muchas cosas muy bonitas y pasear por sus calles es una maravilla.

    Si a eso se une todas las pastelerías y cafés y heladerías... Nos queda un sitio muy recomendable!

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  3. A mí los pasteles no me tiran tanto pero los helados...ÑAMMM (habrá que ir jajaja)

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  4. Yo sí quiero, lo mismo hasta se puede ir con niños...

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  5. Italia es un museo de cabo a rabo, yo me apunto!!!

    Además yendo contigo será mejor.

    Y por si te hace dormir mejor, cada vez más rojos estamos orgullosos de nuestra bandera

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  6. Pues, Juanjo, que cada uno se identifique con lo que quiera. No soy yo quién para decirle a uno lo que debe sentir al ver la bandera de su país. Pero, al menos para mí, la bandera es un punto de unión con personas que ya murieron y que me hacen tener presente que nada se consigue sin esfuerzo y gracias a ese esfuerzo estamos nosotros aquí (en una posición privilegiada respecto al resto del mundo y respecto a tiempos pasados).

    Por eso me gusta ver sitios donde la bandera es motivo de alegría y no de enfrentamientos.

    Me alegra que te unas a la expedición italiana. Hay que empezar a prepararla!

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  7. A mí Turín me gustó mucho, sólo había estado en Bolonia y de visita exprés en Florencia (3 horas) y me pareció una ciudad bonita, muy señorial, y donde se vive muy bien.
    También me dio mucha envidia lo del 150º Aniversario, más aún que ver el 14 de julio en París, que al fin y al cabo es la fiesta nacional, porque aquí llevan así todo el año y no les da ná. Ya me gustaría que se dejara de asociar lo de los colores con el cariz político de las personas, siempre que llega el 14 de abril me quejo del apego a unos colores que ni vivimos ni podemos recordar, y luego me llaman de todo.
    Ah, y nunca digas nunca (ja)más ;)

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  8. ¡¡¡¡¡Chocolate con avellanas!!!!!! ¡¡¡La combinación perfecta!!! Madre mía, ahora tendré que volver a mirar las fotos, has conseguido que se me vaya el santo al cielo XD.

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  9. Eliahh, Turín está muy bien, pero desde el punto de vista monumental, no tiene nada que hacer frente a Venecia, Roma o Florencia, por ejemplo, aunque es una ciudad maravillosa.

    Respecto a lo de las banderas, pues tú lo has dicho, da envidia.

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  10. Yo estuve yendo dos veces por semana durante un año(hasta que se diseñó cierto modelo de coche) y jamás visité nada de día.
    El mejor restaurante de comida casera del mundo mundial" da Michelle" en Piazza Vit t.Veneto, 4.Espectacular la tarta de manzana.

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  11. Lo que pasa de noche es que la gente se recoge pronto a casa, o al menos eso me pareció a mí.

    Apunto la recomendación por si vuelvo, gracias.

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