
No creáis que es cosa baladí. Tampoco es que lo haya intentado todos los días durante dos meses, eso sería exagerar y ya sabéis que yo soy una persona moderada y tendiente a la ecuanimidad. Para entrar en harina os diré que Anniehall no ha tenido ninguna culpa en este retraso. Culparla sería lo fácil y no sería nada elegante. Podría decir que se me colaba siempre en lo de ir a la peluquería (dos veces en los últimos dos meses) o podría decir que me encalomó el cambio de ruedas del coche, el arreglo de un chinazo en la luna delantera, el darnos de baja en el club de deportes, el hacer la revisión de los 60000 kilómetros (del coche, yo todavía estoy en garantía). Podría decir que me dejó aquí con los dos niños mientras ella se volvía de rodríguez a Madrid a pasearse por exposiciones y palacios rococó con goteras. Podría decir que me hizo llevarle el coche una vez reparado a Madrid casi en plan paseando a Miss Daisy, pero no lo voy a hacer.
Es cierto que hubo fines de semana de compras y de intentos, bastante lamentables en general, de divertir a nuestros vástagos e, incluso, culturizarlos un poquito.
Otra posible causa en el retraso de mi disminución capilar pudiera ser el hecho de que no me corto el pelo en Madrid, sino en Ávila. Ya os he dicho que no me siento madrileño, aunque eso no sé si tiene mucho que ver, pero el hecho es que normalmente me lo corto en Ávila (al igual que Anniehall, que conste). Es más barato y contamos con la ayuda de los abuelos que siempre es más relajado. Además, al no tener padres ni suegros en Madrid, aprovechamos un poco para que viertan mimos sobre sus nietos cuando los visitamos. Como además hemos pasado a ser also starring también con nuestros propios padres que sólo tienen ojos en primer lugar para sus nietos, aprovechamos el anonimato para comprar en el Carrefour (aunque no uvas con oro), ir a cenar o al cine. Annie aprovecha especialmente para ir de compras. Está encantada con el comercio abulense y supongo que el comercio abulense con ella, pero ese es otro tema.
Intenté ir a cortarme el pelo el miércoles, pero no pudo ser, había mucha gente y finalmente el jueves fue el dia. El caso es que me tomaron el pelo pero bien... me han dado un rape que se me transparentan las ideas. Incluso se me queda de punta el pelo. Eso nunca me ha gustado, pero como dice el dicho: burro mal esquilado, a los dos días igualado. Ahora me doy un aire a Loquillo una vez enmochado (creo que utilizo bien el concepto de Molinos), por el pelo y por el enmochado, pero con el pelo de arriba de la cabeza más corto, de hecho creo que tengo un aire similar al Loco de la foto. No me echo gomina ni me gusta que se me quede de punta, sobre todo en las zonas de transición hacia el pelo cortito de los laterales. Cuando me despierto parece que me asoman un par de cuernos.
Ya he conseguido que mi madre no me llame gitano (dicho con todo el respeto), como ha hecho en alguna ocasión. Cosa rara porque yo soy rubio (más o menos) y con ojos azules (esos sí que 100% azules). Ya puedo dar la bienvenida al año 2011 en condiciones.
Así que aprovecho este post, junto con Anniehall, para desearos un
MUY FELIZ AÑO 2011