Mis problemas en la cama
Antes que nada os digo que este post no va a ir sobre disfunciones ni eyaculaciones que sé que sois muy mal pensados y eso es lo que vais buscando, carnaza, que sois muy de carnaza.
Además voy a aclarar que por prescripción facultativa de mi santa esposa no voy a poner más post políticos. No puedo prometer que no entre al trapo en otros blogs, porque yo enseguida me meto en todos los fregaos... pero lo voy a intentar.
De lo que quiero hablar es de mis problemas no sexuales en la cama. Para empezar os diré que mi principal problema es ese ángel que tengo como esposa, Anniehall. Annie tiene sangre fría como los reptiles y bastantes mujeres (no digo que ella lo sea, reptil, quiero decir...). Yo digo que Annie es temperaturística, esto es que no conserva su propia temperatura, sino que se aclimata a la que tenga a su alrededor. En términos ingenieriles podríamos decir que tiene poco calor específico. Yo entiendo que eso es un fastidio, pero a mí también me toca mi parte.
Un caso típico es que yo me acueste antes, incluso cuando nos vamos a la vez a la cama, porque Annie siempre tarda más en acicalarse o desacicalarse (cosas de mujeres). Yo me pongo en mi ladito de la cama y me echo el edredón por encima. En esas llega Annie y me planta sus pinreles helados encima e intenta no tocarme con sus manos que en esos momentos podrían ser perfectamente de un muerto. Además lo adereza de comentarios tipo 'qué calor tienes!', 'si es que a ti te sobra calor', 'hay que saber compartir', 'si lo hago por tu bien para regularte la temperatura', etc. (sé que aquí caerán chistes zafios, pero lo asumo)
Ahí no acaba la cosa porque como es temperaturística enseguida se cuece de calor y quita el edredón, no solo su parte, no, quita todo el edredón. Ahí empiezo a entonar el 'apurar, cielos, pretendo, ya que me tratáis así...', pero lo dejo pasar y me echo a dormir. Ahí es donde veo la utilidad a esos edredones enanos de los hoteles alemanes que me causan tanto asombro. Los alemanes que son gente práctica han encontrado la solución. Cada uno tiene su edredón y está jodido porque se le salen los pies por todos los lados, pero está contento.
El caso es que Annie no se queda a gusto y espera a que me duerma (cosa que suele suceder a los pocos minutos) y entonces empieza a golpearme con algún palo o instrumento contundente (yo creo que es el tubo del aspirador) porque si no no me explico como es posible que me levante con las piernas destrozadas. Annie lo niega, pero yo no encuentro otra explicación.
En verano pasamos calor los dos, eso no nos lo quita nadie, pero ahí también consigue quitarme parte de mi fresco natural y se lo apropia.
Al final todo lo bueno compensa y con innúmeras creces la parte mala de Anniehall y ya sabéis que no hay pie frío que cien años dure (espero).
Compañero, siempre tienes mi blog para que disfrutemos como gorrinillos en un charco.
ResponderEliminarLa cama es chula. Somos da la cofradía de Los Blancos.
A mí, lo que de verdad me extraña es que siendo hombres y mujeres cada uno de su propia especie, claramente diferenciada, seamos capaces de reproducirnos.
Yo defiendo a Annie; bastante sufrimos las mujeres con las manos y los pies helados continuamente como para que no querías compartir vuestra alta temperatura corporal con nosotras -_-.Y créeme que podría ser peor, yo hablo de noche y muchas veces a grito pelado.
ResponderEliminarNo será que roncas y ella "suavemente" intenta que dejes de hacerlo???
ResponderEliminarMe he reido mucho, a ver si hoy puedo poner comentarios que ayer no te pude llamar "canalla provocador"
Pues o te vuelves adiabático o estás perdido.
ResponderEliminary yo quiero más post políticos, y cuanto más tendenciosos mejor. No a un blog castrado.
pies fríos, corazón caliente, ése es nuestro secreto.
ResponderEliminarNáN, no faltaré. El último que pusiste ya estaba bastante empezado después de mis medidas y ausencias blogueantes. Lo de que somos dos especies distintas es cierto. Sheldon tendría que hacer un post sobre sus investigaciones al respecto que son bastante aclaradoras y sensatas.
ResponderEliminarDoctora, no esperaba menos que que defendieras a Annie. Y que al final compartimos, eh! Pero dejadnos el derecho al pataleo por lo menos...
Tochi, ronco, pero no soy el único que ronca en esa casa y hasta ahí puedo leer. Canalla? no sé de qué hablas!
Sólo por no tener que volver a leerme mis apuntes de termodinámica no me compensa volverme adiabático.
Peque, gracias por compartir el secreto. Si yo es por quejarme, pero no se me ocurre mejor forma de dormir.
Los pies fríos son señal de clase.
ResponderEliminarNo hay duda.
No lo he puesto en duda, moli, pero están fríos.
ResponderEliminarJajajaja. Conozco a un matrimonio que tras años de desavenencias en la cama como las descritas en el post, decidieron comprarse una cama para cada uno...
ResponderEliminarPor cierto, los posts políticos me parecían muy interesantes. Estas mujeres nos quitan todo lo bueno.
ResponderEliminarNo creo que vayamos a dormir en camas separadas, una de las mejores cosas de estar casado (bueno, de dormir acompañado) es darte la vuelta medio dormido y sentir que tienes a alguien al lado, a alguien maravilloso.
ResponderEliminarQuiero dejar claro que Anniehall no me ha prohibido escribir sobre nada, pero tiene razón en que me pongo un poco nervioso, así que he decidido tranquilizarme un poco y le he dicho que no voy a escribir más sobre el tema (al menos de momento)
Menos mal que lo has aclarado porque ya parecía yo (que además no he podido defenderme hasta ahora) una castradora ligarta de pies fríos que te roba el calor y no te deja escribir sobre lo que quieres.
ResponderEliminarQue yo solo he dicho que es dar vueltas en círculos.
ah! Pues si te pone nervioso, que no se escriba más del asunto. A mí es que me da energía y me lo paso chanchi piruli, sin inmiscuirme nunca personalmente aunque lo parezca, porque hay que hacer que lo parezca. Es un deporte que desengrasa ideas. Más que un deporte, una tanda de ejercicios de gimnasio.
ResponderEliminarLo que no quiere decir que las ideas que defiendo no sean realmente las que quiero defender. Pero eso se hace cuando realmente tienes que defenderlas y contra quien debes defenderlas. En el caso de los blogs, discutir por la pasión de discutir.
Hale, no me enrollo más.
NáN en el fondo le gusta, aunque se ponga nervioso. Además, incluso nervioso, ND es bastante tranquilo.
ResponderEliminarSi es que discutir es muy sano cuando lo haces sin jugarte nada. Otra cosa es en el mundo real, en el que la discusión tiene un objetivo. Cuando de ella depende la toma de decisiones reales; por ejemplo en un grupo que actúa. Ahí es donde he coleccionado bonitos apelativos, como el de Puto Exjesuita. Esas discusiones te las llevabas a la calle, a casa, se metían en la cama contigo. Buff! qué mal rollo.
ResponderEliminarSí me lo imagino como un quiet man.
Besos
Pero volviendo al tema central, confirmo:
a) Las chicas tenéis una temperatura corporal bufonesca.
b) Movéis el edredón de forma que os lo lleváis todo cuando hace frío y lo vertéis entero sobre el chico cuando hace calor.
c) Roncáis a ratos, como todo hijo de dios. Pero jamás lo admitís.
Si me meto porque me gusta, pero luego sigo con ello en la cabeza y hay veces que me exalto un poco y le doy la chapa a Anniehall que tampoco tiene ninguna culpa.
ResponderEliminarSalvo lo de los pies fríos y las maniobras con el edredón.
ResponderEliminarY su absurda noción de qué colores pegan con qué colores.
Y la manía de que hay que peinarse.
Por no hablar de la absurdez de que haya que comer pescado dos veces por semana.
Me paro, que me estoy encendiendo.
Que tampoco vamos a ser tan buenazos que se lo perdonemos todo a las chicas.
Si claaaaro, el señor no va a escribir de politica, claaaaro y ahora resulta que las mujeres tienen los pies frios es un tema para un post, claaaro....De eso nada, no cuela.
ResponderEliminarSi te metiste (en politica o en la cama con unos pies frios) pues te aguantas...
Hombre, Gonzalo, nunca he dicho que fuera un valiente. Yo me achanto enseguida.
ResponderEliminarNo malmeeeetas, Gonzalo. Porque, por ejemplo, con lo de los pies, salvo los fetichistas ninguno nos enamoramos por la temperatura de los pies.
ResponderEliminarEs más, es un descubrimiento que se produce cuando ya se ha avanzado un buen trecho.
Otrosí, en los primeros meses, todo resulta deliciosamente gracioso por ambas partes.
De lo otro no hablo porque Annie me lo ha prohibido.
¡ Que tema de altura para un jueves por la mañana!
ResponderEliminar¿ He comentado que tengo unos pies preciosos?..frios, pero preciosos...
..siempre es buen momento para el autobombo.
Gonzalo, a mí me ha dado para un post, los pobres blogueros sin fama es lo que tenemos, nos conformamos con escribir cuatro bobadas.
ResponderEliminarBueno, se está montando un chat cunado ya he puesto otro post...
ResponderEliminarYo ya lo daba por amortizado, pero parece que tenía que haberlo dejado más tiempo.
Fijo que ésta entrada tendrá más comentarios que la de política.
ResponderEliminarDe toda la vida de Dios los hombres han calentado los pies, y por eso una menda les aguanta los ronquidos, de qué si no.
Abajo el edredón, viva la manta zamorana.