Vidas para leerlas
"Para mí vivir y escribir son una sola cosa. A aquellos interrogadores que eran jóvenes pero no demasiado (nunca se es demasiado joven) podía decirles: ¿Vale la pena la vida? A algunos que querían continuar escribiendo podría haberles preguntado: ¿Vale la pena vivir más allá de la vida?, y responderles todavía que sí, que la vida, aun continuándose tediosa a sí misma, vale la pena. Todas las opciones de la vida son válidas, desde el amor hasta morir de amor — y aun el suicidio"
Guillermo Cabrera Infante. Vidas para leerlas.
Me he leído este libro de Guillermo Cabrera Infante. En teoría estaba seleccionado para que lo leyéramos en el club de lectura, pero como votamos cambiar los libros de la segunda parte del año pues ya no va a ser.
He pensado que como cada vez vamos a peor y a leer novelillas que no aportan mucho y cada vez elegimos libros peores para el club, este que hemos rechazado tenía muchas posibilidades de ser un libro bueno y de mérito.
No me he equivocado. Es un libro buenísimo en el que Cabrera Infante retrata pequeños perfiles biográficos de personajes de alguna manera relacionados con Cuba. La mayoría son cubanos como Lezama Lima, Virgilio Pinera o Alejo Carpentier (aunque este último con sorpresa). También aparecen Capablanca, el ajedrecista, Néstor Almendros, Lorca, Montenegro, Reinaldo Arenas...
Es un libro que es posible además que ya hubiera leído, aunque creo que es más que es una recopilación de artículos y biografías breves que estarán en más de una recopilación como en Cine o Sardina o Puro Humo o Cuerpos Divinos o alguno otro que me haya leído.
El estilo de Cabrera Infante es muy fácil de reconocer y a mí me gusta mucho. Es un enamorado de los juegos de palabras y busca siempre ese toque de humor contraponiendo palabras de sonido parecido, pero con significado distinto.
Además narra una Cuba que ya no existe y que muestra como un paraíso perdido. Para él lo fue, sin duda, dado que tuvo que exiliarse después de haber estado del lado de la revolución y ver en lo que terminó convirtiéndose. Esa denuncia del terror en Cuba, de la libertad que había anteriormente, esa defensa de la amistad y ese ensalce de sus amigos y maestros mezclado con sus recuerdos y referencias cinematográficas y musicales hacen que que a pesar de ser libros de no ficción estén envueltos en un marco totalmente reconocible.
En el libro hay al final una serie de artículos sobre el español, sobre Colón y sobre el exilio. Lo único que le puedo achacar al libro es que hay veces que, al aparecer todos estos ensayos juntos, se repite un poco porque vuelve a presentar a las mismas personas que ya había mencionado en el ensayo anterior. Esos relatos no se escribieron para aparecer juntos en una recopilación y hay veces que tienes un cierto sentimiento de repetición.
Unos párrafos:
"(Pero antes debo decir que Virgilio detestaba la idea de tener comercio —la palabra nunca fue más adecuada— carnal con cualquiera siquiera levemente en contacto con la cultura y así el día en que un amante inminente le confesó in passim que le gustaba leer libros, Virgilio abandonó airado el cuarto, todavía a medio vestir y desapareció ante el asombro de su amante por venir. “Los hombres de verdad no leen libros”, explicaba Virgilio. “La literatura es mariconería y para maricón, yo.”)"
"“No, no”, me dijo. “Nunca escribas con todos los dedos. Los periodistas nada más escriben con dos dedos. Si escribes con todos los dedos no serás nunca periodista, serás mecanógrafo”. Esta lección, la única que aprendí para aprender a escribir, no la he olvidado. Cada vez que alguien, al verme escribir, con el dedo del medio derecho y el índice izquierdo, trata de que escriba con los diez dedos sé que me está reduciendo a mecanógrafo".
"Pero el fax, como el teléfono, a veces produce mensajes cruzados y la máquina recibe un fax ajeno o anónimo. He recibido cartas equivocadas del mayor Ferguson, padre de la Duquesa de York, asegurándome que vendrá a un tea party que yo no daré. Una editora de Vogue me recomienda a una modelo (que puede ser estupenda o estúpida) para una ocasión de alta costura, con poca asistencia. (Por lo menos la señora a que iba dirigido el fax nunca recibió su invitación.) También un carnicero conocido me hizo llegar una lista de carnes en venta que ní yo ni el verdadero destinatario comeremos. Estas equivocaciones, debidas al teléfono con mensaje escrito, me hacen preguntarme a mi vez dónde irá a parar mi fax que no da en la diana. ¿Tal vez a la princesa Diana?"
"Borges, además, es el único escritor que ha escrito en español en el siglo XX que será leído seguro en el siglo XXI".
"“No, no”, me dijo. “Nunca escribas con todos los dedos. Los periodistas nada más escriben con dos dedos. Si escribes con todos los dedos no serás nunca periodista, serás mecanógrafo”. Esta lección, la única que aprendí para aprender a escribir, no la he olvidado. Cada vez que alguien, al verme escribir, con el dedo del medio derecho y el índice izquierdo, trata de que escriba con los diez dedos sé que me está reduciendo a mecanógrafo".
"Pero el fax, como el teléfono, a veces produce mensajes cruzados y la máquina recibe un fax ajeno o anónimo. He recibido cartas equivocadas del mayor Ferguson, padre de la Duquesa de York, asegurándome que vendrá a un tea party que yo no daré. Una editora de Vogue me recomienda a una modelo (que puede ser estupenda o estúpida) para una ocasión de alta costura, con poca asistencia. (Por lo menos la señora a que iba dirigido el fax nunca recibió su invitación.) También un carnicero conocido me hizo llegar una lista de carnes en venta que ní yo ni el verdadero destinatario comeremos. Estas equivocaciones, debidas al teléfono con mensaje escrito, me hacen preguntarme a mi vez dónde irá a parar mi fax que no da en la diana. ¿Tal vez a la princesa Diana?"
"Borges, además, es el único escritor que ha escrito en español en el siglo XX que será leído seguro en el siglo XXI".
En fin, un libro muy interesante, entretenido y divertido. Creo que voy a seguir expurgando en lo que descartamos del club porque creo que deberíamos leernos los libros que descartamos. Y como esto siga así no descarto leerme a Murakami. ¡Que estoy mu loco!
Pues yo este me lo pensaba leer, y después de lo que cuentas, con más razón. Yo creo que no he leído nada de este señor.
ResponderEliminarY Mukarami creo que sejaría el lomón desierto para ganar el premio tomate. O algo así.
Jolines con el predictivo
ResponderEliminarEse y Murakami creo que sejaria el lomón desierto me ha llegado XD
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