La isla de los pingüinos
"—Vengo, señor mío —le dije—, a solicitar un consejo de su experiencia. Me propongo escribir historia y no consigo documentarla. Encogióse de hombros y respondió:
—¿Por qué se preocupa de buscar documentos para componer su historia y no copia la más conocida, como es costumbre? Si ofrece usted un punto de vista nuevo, una idea original, si presenta hombres y sucesos a una luz desconocida, sorprenderá usted al lector, y al lector no le agradan las sorpresas, busca sólo en la Historia las tonterías que ya conoce. Si trata usted de instruirle, sólo conseguirá humillarle y desagradarle; si contradice usted sus engaños, dirá que insulta sus creencias".
Anatole France. La isla de los pingüinos.
Uno de mes y ya estamos los pesados del club de lectura. Este mes nos ha tocado un libro que parecía que sí, pero que no. Y eso que ¡es Anatole!
Informándome en el internete me he enterado de que el señor Anatole escribió este libro para satirizar de alguna manera el caso Dreyfuss.
El arranque de la novela es muy original y para mí lo mejor. El libro parte de la historia de San Mael que por una serie de circunstancias y ceguera momentánea bautiza a unos pingüinos y Dios se ve obligado a convertirlos en humanos. A partir de ahí se cuenta la historia de la Pingüinia que es, básicamente, una sátira de la historia europea.
La idea es bastante buena. Para mí tiene dos problemas:
- Se alarga como un chicle.
- Lo que quería contar inicialmente no necesita de toda la parte inicial, o no tan larga.
Según parece Anatole France quería criticar la posición de los poderes del Estado en el caso Dreyfuss y toda la corrupción, sobre todo moral, que había en Francia. Cuenta el caso caricaturizado detrás de la máscara de la Pingüinia para tomar partido por los dreyfussistas o, en el libro, pyrotinos. Todo esto no tiene absolutamente nada que ver con la historia que nos había contado hasta entonces de novelas medievales, creación de mitos, descubrimiento de la organización social , etc.
Y eso es lo que no me gusta. Primero, aquí se hace patente el dicho de que lo poco agrada y lo mucho enfada. Lo que podría haber sido un libro divertido que llegara, por ejemplo, hasta la edad media sobre una civilización de pingüinos se alarga innecesariamente aburriendo al más pintado. Y por otro lado, la parte del caso Dreyfuss podría haber sido otro libro si la intención del autor (¡es Anatole!) fuera mostrar su posición respecto a ese caso.
En fin, es literatura, de eso no hay duda. El señor Anatole fue premio Nobel. Y viendo las mierdas que nos leemos este libro está bastante por encima de la media del club. El problema no es de actitud como dice Paula porque a mí empezó gustándome bastante, pero al final me ha parecido un puro importante. Un ladrillo aburrido y difícil de tragar.
Un par de párrafos:
"Las amañadas son las mejores, las más útiles. Las pruebas falsas, en general valen más que las verdaderas, porque se hicieron ex profeso para la causa y tienen la medida y la exactitud convenientes. Son preferibles también porque transportan los espíritus a un mundo ideal, los apartan de la realidad, que en este mísero mundo siempre es engañosa… De todos modos, preferiría que no hubiera pruebas"."En todo Estado bien regido la riqueza es cosa sagrada y en las democracias es la única cosa sagrada. El Estado pingüino era democrático: tres o cuatro Empresas monopolizadoras ejercían un poder más amplio y, sobre todo, más efectivo y constante que los ministros de la República, a los cuales manejaban secretamente y les obligaban, por intimidación o por corrupción, a favorecerles en perjuicio del Estado, y cuando algún ministro se resistió le inutilizaron con miserables calumnias en la Prensa".
Ahora, aviso que a otros miembros del club (as usual) les ha encantado. Podéis leer otras reseñas más entusiastas en los blogs de Paula y Newland y otras más desencantadas en los de Bichejo y Carmen.
Es divertido pensar que lo escogí pensando en ti y, sobre todo, en Carmen, nuestra francófila de guardia... en fin, es la maldición y no hay exorcismo que nos libere de ella.
ResponderEliminarEstoy bastante de acuerdo contigo. Sin ser un mal libro para nada, se hace pesaaaaaadoooooo.
ResponderEliminarTenemos que asumir nuestro sino, que es sufrir o dejar libros inacabados XDDD
Pues te agradezco el gesto, Paula. A mí me ha aburrido. No es malo, está bien en general, pero se me ha hecho pesado. Me parece mal estructurado.
ResponderEliminarBichejo, estamos cercanos en la desdicha. Inacabenos libros como si nos fuera la vida en ello.
Pues sí, empieza bien pero luego se alarga como un chicle. Y sobre Dreyfus, no entiendo a qué tanta vuelta.
ResponderEliminarEfectivamente, Carmen. Es darle cuerda a una historia que no da para tanto. Y lo de Dreyfuss... no pega con el resto.
ResponderEliminarEn fin, flojillo.