Macbeth (revisited)
SEYTON: Señor, la reina ha muerto.
MACBETH: Tenía que morir, más tarde o más temprano.
Siempre acaba llegando esa noticia.
El mañana, el mañana y el mañana
se arrastra paso a paso, día a día,
hasta la última sílaba del tiempo, y todos nuestros
ayeres iluminan la senda que conduce
al polvo de la muerte. ¡Fuera, efímera llama!
La vida es una sombra que pasa, un pobre cómico
que se luce y se agita por un rato en escena
y no vuelve a salir; es un cuento contado
por un idiota, lleno de sonido y furia,
que nada significa.
Hace ya bastante tiempo hice otra entrada sobre Macbeth. Y en ella os contaba que Luis Alberto de Cuenca estaba haciendo una nueva traducción que le iba a llevar bastante tiempo. Bueno, pues, como el tiempo pasa, aquí estoy después de haber disfrutado de este libro fantástico.
Es una edición maravillosa ilustrada por Raúl Arias y traducida por Luis Alberto de Cuenca y José Fernández Bueno. La verdad es que necesitaba algo así después de esto de lo que os hablé.
Macbeth es una obra estupenda, de lo mejor que se puede ver en el teatro. Toda la historia, la ambición, las profecías, la traición, la venganza y el destino están ahí. Todo agitado con chorros de sangre por todas partes. Todo esto está ahora en este libro ilustrado fantásticamente, al menos a mí me lo parece. Las ilustraciones rezuman oscuridad, violencia y fealdad para describir a los seres humanos que forman parte de la obra.
A todo eso se junta la magnífica traducción (por fin en verso) y que es una edición bilingüe que te permite pasar de un idioma a otro y captar matices. También tiene notas de los traductores que, contratiamente a lo habitual, son muy de agradecer y ayudan bastante a interpretar el texto.
Con todo, lo mejor va a ser que esta obra se va a representar en Madrid, o al menos eso ha contado el señor de Cuenca y será una ocasión maravillosa para acercarse a una de esas historias que llegan y que siempre te emocionan y te hablan del alma humana. Espero que el elenco de actores y la dirección estén a la altura del libro que os reseño.
Otro extracto:
LADY MACBETH: Hasta el cuervo enronqueceal graznar la fatídica entrada en mi castillode Duncan. ¡Acudid, espíritus aliadosdel crimen, borrad mi esencia femeninay haced que en mí desborde la crueldad más atroz!¡Espesadme la sangre, cerrad entrada y pasoa la piedad, para que no haya escrúpulopropio del ser humano que turbe mi designiosangriento o entorpezca su ejecución! ¡Venid,fantasmas de la muerte, dondequiera que estéisbajo la forma invisible sirviendo a la maldad,y convertid la leche de mis pechos de hembraen hiel! Ven, noche espesa, envuélvemeen la oscura humareda del infiernopara que mi puñal no distinga la heridaque abre, ni el cielo asome por tu llanto de sombrasy me grite: ¡Detente!
En fin, ya veis que da miedo solo leerlo. Verlo en el teatro tiene que ser algo fantástico. Este libro es un regalo fantástico. Os lo digo yo que me lo he autoregalado y no me arrepiento en absoluto. Termino con otra ilustración del libro aparte de la de la portada:
¡Cuánto tiempo hace que me leí este libro! Por supuesto en una traducción digamos "normal y corriente".
ResponderEliminarLa pregunta sería: Cuando lo veamos en el teatro ¿Será en una versión tan respetuosa? ¿O volverán las oscuras golondrinas de los textos mutilados, las chicas desnudas que no vienen a cuento, y hasta unos tocando la "air guitar" disfrazados de rockeros de chiste?
pd. Todo esto lo hemos visto yo, y mis sufridos ojitos, en la Compañía Nacional de Teatro Clásico
Para un libro que me he leído entero en inglés....vas tú y recomiendas traducción.....
ResponderEliminarHay que volver a Macbeth cada cierto tiempo. Es más barato que el psicoanalista.
ResponderEliminarEspero que sea una versión íntegra y respetando el texto y la época, Loquemeahorro. Confío en Luis Alberto de Cuenca. No creo que sea la Compañía Nacional de Teatro Clásico, pero vete a saber...
ResponderEliminarPseudosocióloga, esta edición es bilingüe y creo que la traducción merece la pena. Además de las ilustraciones.
Hombre Revenido, totalmente de acuerdo. Macbeth es una lección sobre los hombres y, tal vez, también sobre los monos.