La Feria Medieval, esa gran desconocida

Realmente, a esta altura de la película, hablar de ferias medievales como de grandes desconocidos es una osadía, pero hubo un tiempo en que en las ciudades y pueblos de España no había fiestas medievales. No me hagáis mucho caso, pero creo que esto era así desde... la edad media!

Ahora no hay pueblo por industrial y por moderno que sea que no tenga su mercado medieval. El mercado medieval se distingue del mercado de toda la vida en que los vendedores van disfrazados, los puestos tiene en vez del típico plástico blanco una manta o algún adorno en cuerda con espigas y, sobre todo, en que te clavan lo que no está escrito. Esto es así en gran medida porque no ponen los precios y tú no estás muy alerta y crees que comprar unas magdalenas o un trozo de queso tendrá un precio razonable, pero es de escándalo y, francamente, ese sobreprecio por ir con mallas y un gorro de bufón me parece excesivo.

El caso es que a la gente nos gusta que nos timen con estas tonterías. Sin ir más lejos, cuando buscaba el cartel de las jornadas medievales de Ávila de este año me he encontrado con una noticia que decía que se esperaban 50.000 visitantes durante este fin de semana. Eso es duplicar la gente que tiene Ávila habitualmente.

Tampoco voy a despotricar contra la fiesta porque realmente queda bonito. Esta fiesta de Ávila tiene una característica que creo que las diferencia, al menos de momento, de las múltiples que adornan con sus chirimías y fanfarrias toda España y es que aquí la gente se disfraza. No me refiero a los vendedores ni acróbatas que esos siempre van disfrazados, sino a la gente que pasea por la calle. Los oriundos se compran y lucen disfraces bastante elaborados. Hay caballeros con espadas, curas, momjas, damas de la alta sociedad, etc. que le dan un tono festivo a toda la ciudad que no he visto en otras partes.

Este fin de semana mi madre le ha preparado un disfraz a C. que seguro que se lo pasará bomba recorriendo los puestos. J. irá con el disfraz de rey mago de la fiesta de navidad del cole del año pasado y supongo que el próximo año le tocará a él estrenar disfraz.

En fin, que si alguno no tiene nada que hacer puede pasarse por Ávila, pero que vigile las puñaladas traperas. Mejor que no pique en los puestos y que se vaya de pinchos por la parte nueva en el sur de la ciudad.

En lo que pone el cartel de la fiesta de las tres culturas no voy a entrar porque no me apetece amargarme, pero baste decir que esas edulcoraciones de qué amiguitos éramos todos y qué chachi guay no me parecen acertadas. Es como esas versiones de cuentos actuales en la que el lobo es un incomprendido y sólo quiere jugar con los cerditos o los cabritillos que habían malinterpretado sus intenciones y terminan todos jugando al corro de la patata. Así nos va, como decía Basajaun.

Comentarios

  1. ¿Sabes dónde se disfrazan también todos? En Teruel...yo lo flipé cuando estuve alli en su feria medieval..la gente hasta llevaba a los niños en carritos de bebe de madera!

    Pasadlo bien en Ávila..a ver si puedo volver pronto.

    ResponderEliminar
  2. Gracias, seguro que nos lo pasamos bien. En Ávila se lo tienen muy currado, aunque creo que no llegan a ese extremo. Coches de bebé de madera!!

    ResponderEliminar
  3. Con lo chulos y buenos para la salud de los niños que son los cuentos clásicos. En los niños en Fase Épica, interesa no confundirlos con lobitos buenos (eso estaba muy bien en la época franquista, para los mayores, cuando el Régimen pintaba de lobos desalmados a los que no lo eran).

    Pero a los niños no hay que confundirlos: tienen que aprender a vencer a los malos.

    Pásalo bien, anda. Que en esas ferias he encontrado dulces muy buenos.

    ResponderEliminar
  4. Sí, al mal hay que ir conociéndolo porque existe y tienes que saber cómo actuar.

    Los dulces buenos... ¿eran caros? Es que a mí me parece que te clavan más de lo necesario.

    En Ávila ya tenemos las yemas que son auténtica comida de astronauta. Con un par de ellas tienes alimento para una semana!

    ResponderEliminar
  5. Yo pazo de dulces. A mi de Ávila me gustan las pipas Calvo.

    ResponderEliminar
  6. Están proliferando estas ferias, sí. En Astorga lo hacen ambientado en otra época (periodo romano). La gente también se disfraza, y puedes elegir hacerlo de astur o de romano (en ambos casos, suelen ser disfraces muy currados). Incluso en muchos bares puedes pagar, durante esos días, en moneda romana.

    Pero, salvo eso, en lo demás coinciden: estocadas de impresión y los romanos y los astures que ahora resulta que eran amigos de toda la vida.

    Pasadlo muy bien.

    ResponderEliminar
  7. mmmmm... lo mismo intento engañar a mi santo, que se sentirá culpable porque hoy se va de copas, para pasarnos... mmmm...

    Tochi

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares