El Cuaderno Gris de Josep Pla
Una vez terminado el libro, toca hablar de él. Hay varias cosas que quiero comentar. En primer lugar tengo que decir que es un libro buenísimo. Es grandísima literatura. Es un dietario, como él lo llama en el que va escribiendo sentimientos, descripciones, conversaciones, pensamientos. Lo escribió durante dos años, 1918 y 1919, con 21 y 22 años. Esa es una de las cosas que maravillan. ¿Cómo con 21 años se puede escribir tan tan bien y tener una visión del mundo tan firme, ese espíritu crítico y es gusto por el detalle. Sus descripciones del Empordà, de Palafrugell, de la costa, son de una potencia evocadora magnífica (un adjetivo que usa mucho).
Creo recordar que empieza en su 21 cumpleaños, o cerca, y termina cuando se va de corresponsal a París.
Por lo que había leído y por lo que pone en la cubierta del libro, parece ser que es una de las obras cumbres de la literatura en catalán. Y eso también me ha dado que pensar. Es curioso lo ininteligible que me han resultado las partes del libro que no están traducidas: canciones, algún verso, pequeñas frases de las que no soy capaz de intuir su significado. Me ha hecho pensar. Por supuesto que entiendo cosas del catalán, pero creo que hubiera sido incapaz de leerme este libro en catalán, cosa que sí hubiera podido hacer en inglés. Tengo un par de libros en portugues (de Pessoa y de Camões) que me resultan mucho más fáciles de entender. En fin, que me ha dado que pensar. Es algo del tipo tan lejos y tan cerca, o más bien al revés: tan cerca y tan lejos.
Por el libro desfilan un montón de personajes y oyendo los apellidos, parece que Cataluña, al menos la Cataluña burguesa, no ha cambiado en 100 años, que siguen siendo los mismos, o los herederos de los mismos, los que siguen ahí. Así aparece Roca de la Unió Catalanista, Trías de Bes, Rahola... da que pensar, parece que por allí en lugar de pensar por sí mismos heredan las ideas...
También aparecen Pompeu Fabra, Eugeni D'Ors, Cambó, pero a mí los que más me han llamado la atención son los amigos y paisanos de Pla en Palafrugell, Hermós, el pescador, Frigola, Gori, Gallart... y esas frases sentenciosas que tienen, esos maximalismos.
Aunque no todo es del país de la piruleta: la edición es horrorosa y eso me fastidia mucho. La traducción es de Dionisio Ridruejo de los años 70 y está bastante bien, lo que no acabo de entender es como tras casi cuarenta años de editar el libro sigue habiendo palabras pegadas (sin separación) y no una ni dos, sino decenas de casos; palabras cortadas con guión por ser el final de línea, pero que aquí están en mitad de la frase o palabras en las que se le ha dormido el dedo al transcriptor sobre el teclado. Me encontré una palabra con tres ççç en medio y sin ser parte de la palabra. En fin, un desastre. Visto la contestación del señor de RBA con el libro de Aron, supongo que es que se publica sin revisarlo y eso me da mucha rabia. Podría volver a hablar del negocio del libro, pero lo voy a dejar porque no me apetece enfadarme.
Es un libro buenísimo. Leeré más de Pla, me gustaría leer algunas crónicas periodísticas, pero creo que ahora voy a dedicarme a algo más ligero. Todavía no lo he decidido. Tal vez el libro de fantasmas de Dickens que gané en twitter, u otro libro de Harry Hole, o uno que tengo empezado de Paul Johnson... dudas.
Os pongo algunos párrafos que me han llamado la atención:
"El drama literario es siempre el mismo: es mucho más difícil describir que opinar. Infinitamente más. En vista de lo cual todo el mundo opina."
"A veces hablamos de todo esto y le digo:
-Vuestra lucha fue contra los carcas y la gente de derechas...
-Claro -me responde-. Son los que tienen la tierra. Pero tengo la impresión de que si la lucha se hubiese entablado contra la gente de izquierdas, la situación hubiera sido la misma.
-¿Tú crees?
-Naturalmente. Piensa que, en este país, lo que se parece más a un hombre de izquierdas es un hombre de derechas. Son iguales, intercambiables, han mamado la misma leche. Pero ¿cómo podría ser de otro modo? No lo dudes: esta división es inservible.
-Pero ¿es que hay alguna otra división?
-Claro que sí. A mi entender hay una divisón mucho más profunda y exacta que esa. La que se establece entre personas inteligentes y puros idiotas, entre buenas personas y malnacidos...
-Si las cosas son así -le digo después de una pausa-, ¿tú qué me aconsejas?
-¡Yo no aconsejo nada!
-Pero ¿es posible que no me aconsejes nada? -¡Yo no aconsejo nada!
-¿Me aconsejas la astucia o la buena fe?
Mi padre se queda parado un momento. Me mira fijamente. Después mira al suelo. Me dice finalmente, con una concentración intensa en la voz:
-No se lo digas a nadie: te aconsejo la astucia y no hablemos más..."
"25 de diiembre - Navidad. Llega un momento, cuando se ha llevado muchas horas el traje de las fiestas y se han dicho las cosas correspondientes a la indumentaria de esta categoría, que el embarazo de todo ello cansa un poco. La combinación de pollo asado con los champañas del país no es realizable en un cuerpo humano normal. Los champañas franceses -que años atrás había bebido con Josep Sagrera- han pasado a la historia, han desaparecido. Los de aquí no valen nada; los simplemente potables tienen un regusto a tierra y un dulzor insoportable. Quizá la tierra de aquí es demasiado fuerte, se acusa demasiado para llegar a dar un vino tan ligero y alado. La combinación de los productos de la confitería y el vino dulce es empalagosa para toda la eternidad. Después de cenar ligeramente, voy a dormir. Leo a Stendhal -que es seco y desintoxicante."
"Tengo ventiún años y aún no he comido ninguna ostra. Soy un desgraciado.
Cuando rueda la puerta giratoria de la calle, parece que toda la Rambla entra en tumulto dentro del café. Esta entrada ilusoria de las cosas, deshace constantemente las formas y los colores del establecimiento, pero este desdibujamiento es una momentánea ilusión del espíritu. Es el mismo efecto que hace la lectura de un libro vital -de una gran novela, por ejemplo-. El libro os entra en la carne y en el espíritu como una ola de vida impetuosa. Pero hay una diferencia entre una cosa y otra: el libro os transforma -más o menos-, deja una huella, os inocula una sustancia que un día -más o menos lejano- aflorará a la superficie y se manifestará."
"Lo que escribí (26 de enero) sobre el planteamiento del problema literario quizá podría sintetizarse en menos palabras. Debe consistir en limitar, concretar, precisar. Lo que los carpinteros llaman obrar. Extraer del espesor de la vida informe la línea graciosa o dramática de una melodía, el perfil viviente de una vida humana, una forma. En definitiva, es una lucha contra la desmesura -contra el infinito. Lucha que da fiebre."
"Escribir. Generalmente he oído decir que cuando uno se pone a escribir, las blancas cuartillas pierden la virginidad. La virginidad de las cuartillas, sin embargo, no tiene ninguna importancia. [...] Lo que, al ponernos a escribir pierde notablemente la virginidad es el pensamiento que hipotéticamente pensábamos tener y los medios de expresión de que ilusoriamente pensábamos disponer. Estas son pérdidas de virginidad irreparables. No hay nadie que no piense ser un gran escritor antes de ponerse a escribir."
"Don Pelegrí es un hombre de una altura tan minúscula que para poder realizar sus trabajos de erudición y llegar a la mesa se hace poner sobre la silla un montón de libros voluminosos. Estos libros contienen las obras más considerables que ha producido el espíritu humano: la Sagrada Biblia, la Patrología de los Santos Padres, las Decretales. Es muy posible que hayan pasado por su culo libros mucho más importantes que por sus manos."
Creo recordar que empieza en su 21 cumpleaños, o cerca, y termina cuando se va de corresponsal a París.
Por lo que había leído y por lo que pone en la cubierta del libro, parece ser que es una de las obras cumbres de la literatura en catalán. Y eso también me ha dado que pensar. Es curioso lo ininteligible que me han resultado las partes del libro que no están traducidas: canciones, algún verso, pequeñas frases de las que no soy capaz de intuir su significado. Me ha hecho pensar. Por supuesto que entiendo cosas del catalán, pero creo que hubiera sido incapaz de leerme este libro en catalán, cosa que sí hubiera podido hacer en inglés. Tengo un par de libros en portugues (de Pessoa y de Camões) que me resultan mucho más fáciles de entender. En fin, que me ha dado que pensar. Es algo del tipo tan lejos y tan cerca, o más bien al revés: tan cerca y tan lejos.
Por el libro desfilan un montón de personajes y oyendo los apellidos, parece que Cataluña, al menos la Cataluña burguesa, no ha cambiado en 100 años, que siguen siendo los mismos, o los herederos de los mismos, los que siguen ahí. Así aparece Roca de la Unió Catalanista, Trías de Bes, Rahola... da que pensar, parece que por allí en lugar de pensar por sí mismos heredan las ideas...
También aparecen Pompeu Fabra, Eugeni D'Ors, Cambó, pero a mí los que más me han llamado la atención son los amigos y paisanos de Pla en Palafrugell, Hermós, el pescador, Frigola, Gori, Gallart... y esas frases sentenciosas que tienen, esos maximalismos.
Aunque no todo es del país de la piruleta: la edición es horrorosa y eso me fastidia mucho. La traducción es de Dionisio Ridruejo de los años 70 y está bastante bien, lo que no acabo de entender es como tras casi cuarenta años de editar el libro sigue habiendo palabras pegadas (sin separación) y no una ni dos, sino decenas de casos; palabras cortadas con guión por ser el final de línea, pero que aquí están en mitad de la frase o palabras en las que se le ha dormido el dedo al transcriptor sobre el teclado. Me encontré una palabra con tres ççç en medio y sin ser parte de la palabra. En fin, un desastre. Visto la contestación del señor de RBA con el libro de Aron, supongo que es que se publica sin revisarlo y eso me da mucha rabia. Podría volver a hablar del negocio del libro, pero lo voy a dejar porque no me apetece enfadarme.
Es un libro buenísimo. Leeré más de Pla, me gustaría leer algunas crónicas periodísticas, pero creo que ahora voy a dedicarme a algo más ligero. Todavía no lo he decidido. Tal vez el libro de fantasmas de Dickens que gané en twitter, u otro libro de Harry Hole, o uno que tengo empezado de Paul Johnson... dudas.
Os pongo algunos párrafos que me han llamado la atención:
"El drama literario es siempre el mismo: es mucho más difícil describir que opinar. Infinitamente más. En vista de lo cual todo el mundo opina."
"A veces hablamos de todo esto y le digo:
-Vuestra lucha fue contra los carcas y la gente de derechas...
-Claro -me responde-. Son los que tienen la tierra. Pero tengo la impresión de que si la lucha se hubiese entablado contra la gente de izquierdas, la situación hubiera sido la misma.
-¿Tú crees?
-Naturalmente. Piensa que, en este país, lo que se parece más a un hombre de izquierdas es un hombre de derechas. Son iguales, intercambiables, han mamado la misma leche. Pero ¿cómo podría ser de otro modo? No lo dudes: esta división es inservible.
-Pero ¿es que hay alguna otra división?
-Claro que sí. A mi entender hay una divisón mucho más profunda y exacta que esa. La que se establece entre personas inteligentes y puros idiotas, entre buenas personas y malnacidos...
-Si las cosas son así -le digo después de una pausa-, ¿tú qué me aconsejas?
-¡Yo no aconsejo nada!
-Pero ¿es posible que no me aconsejes nada? -¡Yo no aconsejo nada!
-¿Me aconsejas la astucia o la buena fe?
Mi padre se queda parado un momento. Me mira fijamente. Después mira al suelo. Me dice finalmente, con una concentración intensa en la voz:
-No se lo digas a nadie: te aconsejo la astucia y no hablemos más..."
"25 de diiembre - Navidad. Llega un momento, cuando se ha llevado muchas horas el traje de las fiestas y se han dicho las cosas correspondientes a la indumentaria de esta categoría, que el embarazo de todo ello cansa un poco. La combinación de pollo asado con los champañas del país no es realizable en un cuerpo humano normal. Los champañas franceses -que años atrás había bebido con Josep Sagrera- han pasado a la historia, han desaparecido. Los de aquí no valen nada; los simplemente potables tienen un regusto a tierra y un dulzor insoportable. Quizá la tierra de aquí es demasiado fuerte, se acusa demasiado para llegar a dar un vino tan ligero y alado. La combinación de los productos de la confitería y el vino dulce es empalagosa para toda la eternidad. Después de cenar ligeramente, voy a dormir. Leo a Stendhal -que es seco y desintoxicante."
"Tengo ventiún años y aún no he comido ninguna ostra. Soy un desgraciado.
Cuando rueda la puerta giratoria de la calle, parece que toda la Rambla entra en tumulto dentro del café. Esta entrada ilusoria de las cosas, deshace constantemente las formas y los colores del establecimiento, pero este desdibujamiento es una momentánea ilusión del espíritu. Es el mismo efecto que hace la lectura de un libro vital -de una gran novela, por ejemplo-. El libro os entra en la carne y en el espíritu como una ola de vida impetuosa. Pero hay una diferencia entre una cosa y otra: el libro os transforma -más o menos-, deja una huella, os inocula una sustancia que un día -más o menos lejano- aflorará a la superficie y se manifestará."
"Lo que escribí (26 de enero) sobre el planteamiento del problema literario quizá podría sintetizarse en menos palabras. Debe consistir en limitar, concretar, precisar. Lo que los carpinteros llaman obrar. Extraer del espesor de la vida informe la línea graciosa o dramática de una melodía, el perfil viviente de una vida humana, una forma. En definitiva, es una lucha contra la desmesura -contra el infinito. Lucha que da fiebre."
"Escribir. Generalmente he oído decir que cuando uno se pone a escribir, las blancas cuartillas pierden la virginidad. La virginidad de las cuartillas, sin embargo, no tiene ninguna importancia. [...] Lo que, al ponernos a escribir pierde notablemente la virginidad es el pensamiento que hipotéticamente pensábamos tener y los medios de expresión de que ilusoriamente pensábamos disponer. Estas son pérdidas de virginidad irreparables. No hay nadie que no piense ser un gran escritor antes de ponerse a escribir."
"Don Pelegrí es un hombre de una altura tan minúscula que para poder realizar sus trabajos de erudición y llegar a la mesa se hace poner sobre la silla un montón de libros voluminosos. Estos libros contienen las obras más considerables que ha producido el espíritu humano: la Sagrada Biblia, la Patrología de los Santos Padres, las Decretales. Es muy posible que hayan pasado por su culo libros mucho más importantes que por sus manos."
Es que ahora los 40 son los nuevos 20, hace unos años eran los 30, pero vamos como los cangrejos, dentro de poco nuestros hijos parecerán nuestros nietos.
ResponderEliminarTiene muy buena pinta el libro, y me fio de tu criterio así que voy a intentar leerlo. Me ha gustado mucho el párrafo que has marcado sobre la verdadera distinción de las personas y me ha recordado a muchas de nuestras conversaciones, ya sabes, nosotros que somos malvados e idiotas :)
Y respecto al catalán, ¿por qué se debería entender mejor que, por ejemplo el portugués? Yo llevo tiempo pensando en dedicarle un poco de tiempo, y es que tengo que elegir mi idioma para los 40 que ya casi llegan, ¿por qué no?
El que se entienda mejor o peor que el portugués es meramente anecdótico, la cosa es que entiendo infinitamente mejor el inglés que el catalán. Claro que el inglés lo he estudiado muchos años y el catalán ninguno, pero el portugués tampoco y lo entiendo mejor. Qué se sacar de este pensamiento? Pues nada...
ResponderEliminarA lo mejor a ti que has estudiado francés te resulta más fácil.
Ya sabes que los canallas nos aguantamos mejor nuestras tonterías! XD
Sin duda, un gran escritor.
ResponderEliminarY yo sí quiero hablar, brevemente, de las grandes editoriales: son unos farsantes sin el menos aprecio por el producto que fabrican. En el otro lado de la cesta, hay infinidad de pequeñas editoriales independientes que son maestros de la edición y del buen gusto en el hacer.
Si el libro que te ha tocado está en español, existe una pequeña posibilidad de que sea yo el traductor.
Por suerte para nosotros, después de la entrada del dietario sobre escribir y opinar aparecieron los que cambiaron la escritura: Kafka, Joyce, Proust... No es necesario leerlos, porque los escritores los han leído por nosotros.
Sigue habiendo muchos escritorzuelos que opinan, pero tenemos una cantidad enorme, como nunca la ha habido en la Historia, de autores que escriben muy bien y no opinan nada. El secreto para elegirlos es que el libro no tenga un tema definible: si te presentan un libro con un resumen ("es la historia de una mujer abandonada que cambia y..."), apuesto a que es un mal libro. Personalmente, los divido entre los que cuentan historias y los que tienen como tema el lenguaje (pero no todo es negro o blanco: importa mucho la escala de grises).
Porque los escritores buenos presentan la vida, y esta no tiene tema (en todo caso, sentido y significado entre toda su plenitud y variabilidad).
Por supuesto que no estoy nada de acuerdo con el consejo del padre, que lo único que pretende es que su hijo no sufra. Por eso da dos parejas, no solo una, con lo que la solución de la propuesta es imposible: solo los tontos pueden pensar que por un lado están "los inteligentes y buenas personas", y por otro los "idiotas y malnacidos". Más bien sucede que la relación se da entre "inteligentes y malnacidos".
En todo caso, la propuesta es cutre y deja sin tocar, además, las soluciones a las cuestiones sociales. Siempre hay alguien que decide cómo se solucionan y si no participas en ello te impondrán las soluciones de otros. Es una pena que sea así, pero así es.
Creo que el padre le daba una guía sobre los amigos.
Lo que sí está claro es que es muy necesario que haya escritores que se queden fuera de las divisiones, para ver el mundo sin anteojeras.
Un abrazo y perdón por la plastez.
De plastez nada, NáN, muy interesante. Yo creo que cuando Pla habla de opinar o describir plantea la gran cuestión de la literatura y eso es lo que le hace universal. Opinar es muy fácil porque son pensamientos ya elaborados. Planteamiento, nudo y desenlace todo en uno. En cambio ser capaz de verbalizar pensamientos inconexos, deslavazados, impresiones... Eso ya es otra cosa.
ResponderEliminarRespecto al consejo de su padre lo que a mí me parece interesante es que querría decirle que es mejor tener buena fe, pero por amor a su hijo, por su experiencia, le dice que es mejor ser astuto.
El libro de Dickens se llama Para leer al anochecer de la editorial Impedimenta.
Entonces, no. Traduje "El guardavías", para Valdemar.
ResponderEliminarEn la vida pasa como en las pelis, que abren la Biblia por cualquier lado y tiene que ver con lo que está pasando.
Todas las semanas voy a leer poesía a un sobrino mío, pobretico, que se ha quedado paralítico. Hoy me he llevado las obras completas de Gabriel Ferrater, un tipo bastante raro y enorme poeta, que nació como Ferraté pero firmó como Ferrater, descatalanizándose, toda su obra (que escribió exclusivamente en catalán).
Y en el metro he ido leyendo el prólogo, donde estaba lo siguiente:
"Toda palabra entraña, si se quiere viva, su contestación a la recibida y tajante, y por ello habla el poeta de "revolución" y “contrarrevolución”, vistas ambas como obstáculo para averiguarse en su identidad profunda que es la de alguien, joven, que no entiende el odio. La clave de esa búsqueda, nada paradójica una vez entendida como iniciación a la vida, supone reconocer el "egoísmo" como derecho a la felicidad que para todos recaba el poeta. (Y que habrá de merecerle. dicho sea de paso, el recelo de cualquier poder con mando). Ser feliz es la sola alternativa en lucha contra las cenizas y el desaliento."
Y enseguida pensé que esto tenía mucho que ver con tu entrada.
No había oído hablar de Ferrater, pero me lo apunto.
ResponderEliminarGracias por compartir ese párrafo. Había escrito un comentario que he perdido. Estos smartphones serán muy listos, pero me hacen perder la mitad de los comentarios que escribo.
Decía algo así como que describe bastante bien lo que debe ser la tarea del escritor y especialmente la del poeta: moldelar las palabras y con ello cambiar el mundo del lector, ensancharlo.
Como bien sabes, seguro que mucho mejor que yo, tiene mucho que ver con Wittgenstein y su " los límites de mi lenguaje son los límites de mi conocimiento". Y la buena literatura es la que aumenta esos límites, me parece.
También me apunto lo de El Guardavías. En el libro también está incluido, por si quieres comparar resultados.
Es una pena que no lo conozcas.En mi otro blog, que tengo casi olvidado, dediqué una entrada al libro "F", de Justo Navarro, que es algo más que una biografía de un autor. Puedes leer la entrada en
ResponderEliminarhttp://lotronan-1224.blogspot.com/search/label/Gabriel%20Ferrater
Ahora tengo la idea de pasarme por una librería catalana de Madrid para comprar su obra en catalán, para leerla ayudándome de la versión española.
Un abrazo
¿Te puedes creer que no recuerdo haber leido nada de Pla?.Y seguro que en el "insti" nos obligarían.
ResponderEliminarMe lo anoto.
Merece la pena, pseudosocióloga. Aunque deprime un poco ver que un chaval de 21 años escribe así de bien y tiene ideas tan formadas...
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