Se acabó
Al fin. Al menos por ahora. Llevo meses casi desaparecida de aquí. La culpa la tiene el trabajo. La mayoría de los posts los escribo desde aquí, no os voy a engañar.
Al principio, con la emoción de la novedad escribía también desde casa. Luego llegó tuiter y casi nunca escribo ya fuera del trabajo.
Pero llevo unos meses que en las horas de trabajo no tengo tiempo ni de levantarme más que a reuniones (absurdas la mayoría). Durmiendo fatal y desvelándome por culpa del trabajo. Unos meses de mucha presión, no solo de mucho trabajo, porque se supone que este era un proyecto estratégico y además tenía que salir barato, cómo no. Sí, un proyecto estratégico que no han dudado en arrancar y parar ochenta veces para, cuando finalmente se han decidido, tener que hacerlo todo a toda prisa. Pero eso sí, bien y barato.
Y, claro, yo no puedo alargar la jornada sin más ni más, así que tengo que concentrar lo que tengo que hacer en las horas que tengo para irme después con la losa de los pendientes encima y con la losa todavía más grande de los marrones inaplazables que voy dejando a los que sí están por la tarde. Creo que no saben cuánto se lo agradezco.
Y sí, me parece que lo he hecho bastante bien. Incluso me han felicitado. Pero, qué queréis, yo prefiero menos felicitaciones y un poco más de calma, mesura y orden. Pasar desapercibida haciendo mis cosas pero vivir tranquila.
Lo triste es que, si todo va bien, lo que debería pasar es que esto nos vuelva y nos dé más trabajo. Espero que entonces nos lo planteemos mejor.
En fin, no os quiero aburrir. Solo quería dejar dicho que tengo intención de volver por aquí más a menudo. Y para que me tiréis de las orejas si sigo remolona (lo mismo ya ni me echáis de menos).
Este fin de semana espero descansar lo que no he descansado desde mayo. Me voy sin dejarle marrones a nadie ni deberle nada a nadie. Qué tranquilidad.
Y cómo se acabó pues quien mejor que María Jimenez para ilustrarlo. Ale, ahí la tenéis.
Al principio, con la emoción de la novedad escribía también desde casa. Luego llegó tuiter y casi nunca escribo ya fuera del trabajo.
Pero llevo unos meses que en las horas de trabajo no tengo tiempo ni de levantarme más que a reuniones (absurdas la mayoría). Durmiendo fatal y desvelándome por culpa del trabajo. Unos meses de mucha presión, no solo de mucho trabajo, porque se supone que este era un proyecto estratégico y además tenía que salir barato, cómo no. Sí, un proyecto estratégico que no han dudado en arrancar y parar ochenta veces para, cuando finalmente se han decidido, tener que hacerlo todo a toda prisa. Pero eso sí, bien y barato.
Y, claro, yo no puedo alargar la jornada sin más ni más, así que tengo que concentrar lo que tengo que hacer en las horas que tengo para irme después con la losa de los pendientes encima y con la losa todavía más grande de los marrones inaplazables que voy dejando a los que sí están por la tarde. Creo que no saben cuánto se lo agradezco.
Y sí, me parece que lo he hecho bastante bien. Incluso me han felicitado. Pero, qué queréis, yo prefiero menos felicitaciones y un poco más de calma, mesura y orden. Pasar desapercibida haciendo mis cosas pero vivir tranquila.
Lo triste es que, si todo va bien, lo que debería pasar es que esto nos vuelva y nos dé más trabajo. Espero que entonces nos lo planteemos mejor.
En fin, no os quiero aburrir. Solo quería dejar dicho que tengo intención de volver por aquí más a menudo. Y para que me tiréis de las orejas si sigo remolona (lo mismo ya ni me echáis de menos).
Este fin de semana espero descansar lo que no he descansado desde mayo. Me voy sin dejarle marrones a nadie ni deberle nada a nadie. Qué tranquilidad.
Y cómo se acabó pues quien mejor que María Jimenez para ilustrarlo. Ale, ahí la tenéis.
Pues yo te lo agradezco, que cualquier día ya iba a empezar a hablar de cómo colecciono monedas sin coleccionarlas o estrujarme el seso con algo sesudo o, peor, con algo de política!
ResponderEliminarQué quieres que te diga...
ResponderEliminarMejor nada, solo que me alegro de que vuelvas a escribir, no doy para más.
Ánimo...estrujate las meninges y piensa en algo...que siempre sale.
ResponderEliminarLa intención ya es muchísimo. Te estabas conviertiendo en el "and also starring". :-)
ResponderEliminarA ver si cumplo las expectativas... Carmen, lo del 'also starring' no sería la primera vez que me pasara.
ResponderEliminarYa era hora, cuqui...cómo no te vamos a echar de menos?? Anda que...qué cosas tienes.
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