Jane Eyre
"Hasta en una vida tan triste como la mía no faltaba alguna vez un rayo de sol"
Charlotte Brönte, Jane Eyre.
Pues este mes en el Club de Lectura 2.0 hemos tenido novelón decimonónico elegido por Carmen. Yo soy muy de novelones y el libro tenía todas las papeletas para gustarme. Pero vayamos por el principio.
En un principio elegí leerme una de esas versiones escaneadas gratuitas que hay por ahí. Mala elección. Los libros escaneados suelen ser un desastre y necesitan muchas correcciones y eso es exactamente lo que pasó con este. Tenía muchos errores de OCR y decidí comprar una versión electrónica y cuando vi que por dos euros y medio podía tener la versión electrónica de Austral, me lancé a por ella henchido de felicidad. Nuevamente me equivoqué. Pocas veces he visto una traducción tan mala. El laísmo que supura hiere a la vista. También tiene leísmo, por supuesto, eso casi viene de fábrica en España, pero ver una traducción TAN horrorosa en Austral me ha quitado la fe en la especie humana. Para que sepáis de qué hablo os pongo algunas frases. Empecé subrayándolas todas, pero lo dejé por imposible:
"—Ha gritado a propósito —opinó Abbot—. Si la hubiese ocurrido algo, podía disculparse ese modo de gritar, pero lo ha hecho para que viniéramos. Conozco sus mañas".
"—Bueno, pero usted acuérdese de ser una niña muy buena y de no tener miedo de mí. No se sobresalte cuando yo empiece a hablarla: es una cosa que me ataca los nervios".
Doble combo: "Yo me entretuve algunos minutos más con la niña y el perro, y corrí y jugué con ellos. Cuando volvimos a casa y la quité el sombrero y el abrigo, la hice sentar en mis rodillas y durante una hora charlé con ella de las cosas que le complacían".
"...si usted se oponía, la dijese que él tenía particular interés, agregando que, si aun así se negaba usted, vendría en persona a buscarla".
En fin, podría seguir y seguir. También hay palabros extrañísimos. Me parece fatal que una colección de cierto prestigio pueda ofrecer traducciones tan malas. Pero, bueno, vamos a la historia en sí.
A mí me han encantado las historias de Jane. Todas las desgracias que tiene que superar en la vida, como se resigna y se vuelve a ilusionar para volver a llevarse palos y así una y otra vez hasta que finalmente tiene que tomar una decisión. No os voy a contar el final por si acaso...
Este es el tipo de novela que el señor innombrable (creo que Anniehall ya va a pensar que me pone) indica como las que han hecho aumentar los círculos de empatía de la humanidad. Leer este tipo de novelas en las que te identificas con los protagonistas ha hecho que nos sintamos más unidos al prójimo. Y no es coña. Hemos pasado de quemar gatos para divertir a la gente o de realizar ejecuciones públicas a este momento en el que empieza a hablarse de no hacer daño a las plantas. Esa ampliación de empatía se debe en parte, lo creáis o no, a este tipo de novelas.
Y lo entiendo, yo me la leí en dos días y poco. Me sentí dentro de la historia y compartía sus sentimientos. Sus alegrías y sus angustias. Es cierto que es otro mundo alejado del nuestro y esa manera de afrontar los problemas nos puede parecer un poco lejana, pero a mí, a pesar de esa distancia, los personajes se me han hecho muy cercanos y sufría y me alegraba con ellos, sobre todo con Jane que es la protagonista absoluta. Y eso es algo difícil de conseguir. A lo mejor por eso es considerada una obra maestra de la literatura.
Unos párrafos:
"¿Piensa que me es posible vivir a su lado sin ser nada para usted? ¿Cree que soy una autómata, una máquina sin sentimientos humanos? ¿Piensa que porque soy pobre y oscura carezco de alma y de corazón? ¡Se equivoca! ¡Tengo tanto corazón y tanta alma como usted! Y si Dios me hubiese dado belleza y riquezas, le sería a usted tan amargo separarse de mí como lo es a mí separarme de usted".
"Amable lector: ¡ojalá no sientas nunca lo que yo sentí entonces! ¡Ojalá no llores nunca las ardientes y tumultuosas lágrimas que yo lloré en aquella ocasión! ¡Ojalá no eleves nunca al cielo una plegaria tan desesperada y angustiosa como la que entonces brotó de mis labios! ¡Ojalá no te veas nunca en el caso de ser instrumento del dolor de aquel a quien amas, como me sucedía a mí!"
"A medida que crecía, una sana educación inglesa corrigió en gran parte sus defectos franceses".
Me ha gustado y os lo recomiendo. Eso sí, intentad encontrar otra traducción y no la de Juan G. de Luaces.
Me encanta esta novela, la leí hace más de diez años y sigo recordándola con mucho cariño. Es uno de los pocos libros que me han hecho llorar. Tengo que volver a leerla pronto.
ResponderEliminarA mí me ha encantado, Nisi. Ahora, búscate otra traducción si puedes!
ResponderEliminarYo también tengo muy malas experiencias con los libros escaneados, incluso con los de pago, que suelen tener una maquetación "creativa", o lo que es lo mismo: también han sido escaneados y nadie los ha corregido.
ResponderEliminarYo soy laísta y ahora que me dices que se ve hasta en Austral, tengo la excusa de que son libros que he leído mil veces en mi infancia.
Respecto a Jane E. lo leí hace por lo menos 25 años y en su momento me encantó, pero si me animo a la relectura, está claro que tendré que tener mucho cuidado con la edición.
El párrafo que empieza por amable lector: podría haberlo escrito Bichejo XDD ¡Qué contención!, ¡qué mesura!
ResponderEliminarSi la traducción de Austral es un horror, la de Planeta (que es el libro que tengo en casa) es para tirarlo por la ventana. Con decirte que yo me he leído tu versión al final y no me ha parecido tan mala, con eso te digo todo.
ResponderEliminarA mí me ha gustado mucho. Me gustan los novelones, aunque este es un poco excesivo. Ya no se escriben libros así.
Es muy molesta la lectura de un libro en la que se van encontrando repetidos errores de traducción o peor aún una gramática tan terrible. Se acaba por no prestar atención al contenido y sin disfrutar de la novela. Siempre que sea posible versiones originales o en su defecto buenas traducciones. Lo de Austral es grave.
ResponderEliminarHace unos años que la leí, y con vuestras reseñas me está apeteciendo de nuevo. No recuerdo qué edición ni de qué editorial es el libro que yo tengo, pero no me parece que percibiera todos esos fallos que comentáis, porque a mi el laísmo me rechina también.
ResponderEliminarDe todas formas, ahora me ha dado por lo digital, así que buscaré alguno, y seguro que estará mal traducido....
Sí, esa contención alejada del dramatismo es muy en la línea de Bichejo. XD
ResponderEliminarLoquemeahorro, una cosa es ser laísta y otra ya decir la hablé en una traducción. Otra cosa es que la señora Brönte fuera laísta...
Carmen, no me puedo imaginar cómo sería para que prefirieras esta traducción a la tuya. A mí el libro también me ha gustado mucho. Gracias por la elección porque si no no me lo habría leído.
Teresa, siempre mejor la versión original, cierto. A lo mejor Jane Eyre es un poco difícil, pero ni siquiera lo intenté.
María José, si lees una traducción mejor háznoslo saber!
ResponderEliminarTú, primera dama, no me desprestigies!! Orlanda!!
ResponderEliminarRespecto al libro, a mí me ha encantado...eso sí, todos coincidimos en lo de la traducción. Mi edición era también digital, pero creo que distinta de la vuestra, pero veo que todas por el estilo, qué maravilla.
Así sí se lee a gusto en el club de tortura.
No sé yo si Livia estaría de acuerdo en que así se lee a gusto... :P
ResponderEliminarNo sólo no estoy de acuerdo sino que encima no me siento nada empática en estos momentos... Sufro!!
ResponderEliminarPues trata de serlo, Livia. La empatía es buena, sobre todo cuando tus compañeros del club se lo han pasado bien leyendo el libro.
ResponderEliminarLa quité el sombrero suena a algo verdaderamente perturbador. Como si jugara con una muñeca. El laismo cosifica absurdamente, es peor que el leismo que personifica pero tiene más gracia. Bueno, es que yo soy leista. Gracias por la reseña. Pues voy a leerla.
ResponderEliminarXD
ResponderEliminarNo había pensado en lo de cosificar, aunque está bien visto, DM.
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