I tried to run a railway

"Poco a poco fui adquiriendo los tres principios del trabajo ferroviario: sentido del orden, sentido del tiempo y sentido del dinero".
G. F. Fiennes. I tried to run a railway.

Con el retraso que llevo, hace un par de semanas que tenía que haberos hablado de este libro. Es el último del quinto año de kindle y es un libro de ferrocarriles.

Gracias a Wikipedia he podido saber que este señor Fiennes es familia de los otros Fiennes, pero no he podido saber en qué grado de cercanía.

Este señor terminó la carrera (en Oxford, claro, los Fiennes son gente de posibles) y se metió en el mundo del ferrocarril. Allí fue pasando por un montón de puestos hasta que llego a dirigir los ferrocarriles británicos.

Le echaron precisamente por escribir este libro. O más exactamente por no dejar que supervisaran y revisaran la edición de este libro ya hace más de cuarenta años.

Y ya hablando del libro os puedo decir que es un libro difícil de leer porque utiliza muchísimas siglas que no explica en ninguna parte y porque hace referencia a todas las personas con las que trabajó en su vida y eso muchas veces no aporta nada y es un poco pesado. Yo me lo compré pensando que iba a ser más un libro de ferrocarriles que una biografía y me equivoqué. El libro es una autobiografía que sucede entre trenes. Así nos lo recuerda el autor: "Once again let me make it clear that this book and my career are nothing to do with how to run a railway but everything to do with what fun it is to be a railwayman" (una vez más déjenme aclarar que este libro y mi trayectoria no tienen nada que ver con cómo gestionar un ferrocarril y sí con lo divertido que es ser ferroviario).

Aún así me ha gustado, aunque debe ser un libro que, fuera de los que estamos en el mundo del tren, puede causar poco o ningún interés.

Describe a personas o tipos de personas con los que yo me he encontrado, algunas de las cuales querría llegar a ser. Por ejemplo habla de un jefe suyo que "cuando iba a verlo yo era la única persona que él quería ver, el asunto del que quería hablar era el único que le interesaba; y tenía todo el tiempo del mundo. Todas esas afirmaciones eran falsas, pero reconfortantes". Mi jefe es así y yo también querría tener siempre tiempo para los demás que vienen a preguntarme algo o a contarme los problemas que tienen. También comenta que "es por esto por lo que ningún sistema de gestión debe intentar convertir a un ejecutor en un consultor. Ni tiene la paciencia ni el talento para ser la persona que convenza sino que más bien va dando vueltas aporreando puertas y lanzando insultos a la gente que se encuentra dentro".

Termino con esta otra que también es aplicable a muchas situaciones: "‘cuando te reorganizas, sangras' nos dijo un orador invitado a nuestro colegio profesional. Durante muchos meses las pocas personas en las alturas que mantienen todo funcionando están distraídas de su propio trabajo. La puntualidad se va al carajo. La seguridad empieza a perderse. No os reorganicéis. No. No. No".


Comentarios

  1. Vaya, pues no me lo apunto para nada, excepto si un día me da por buscar acrónimos en la red (que mira que lo dudo).

    Yo he tenido varios jefes que NUNCA tenían tiempo para mí, para mis dudas o para mi trabajo. Suelen ser esa misma gente que - cuando las cosas salen mal - se queja de que no hayas ido a preguntarles cómo hacerlo.

    Me pregunto qué tren preferiría que les atropellara.

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