La pequeña Dorrit

"Pasó las cuentas infalibles del rosario de la urbanidad: papá, pera, pollo, prisma y patatas".
La pequeña Dorrit. Charles Dickens.

Empezamos el año del club de lectura con este libro que elegí yo llevado por mi amor a Dickens. Es un libro fantástico y folletinesco como debe ser cualquiera que se precie de este periodo. Son historias largas que se vendían por fascículos y que tenían enganchada a muchísima gente esperando la siguiente entrega.

El libro tiene un montón de personajes, quizás demasiados, que hacen que pienses que los melones que abre no se van a cerrar nunca, pero en general es un libro muy bueno.

El libro empieza en una cárcel de Marsella y yo no he podido evitar acordarme del Conde de Montecristo. No sé si es una referencia velada o inspirada por el libro que escribió Dumas diez años antes de que Dickens publicara esta novela.

El libro está dividido en dos grandes etapas: pobreza y riqueza y nos lleva a mostrarnos la vida de los dos personajes principales: Clennan y la pequeña Dorrit. La pequeña Dorrit es una joven que ha nacido en la cárcel y que no conoce otra vida que ayudar a su padre preso incluso quitándose de comer ella para dárselo a él. Clennan es un hijo de familia más o menos acomodada que decide abandonar el negocio familiar porque cree que hay algo en la historia de su familia que su padre intentó solucionar antes de morir.

Como podéis ver todo es bastante folletinesco. Y es como debe ser. Hay buenos buenísimos, malos malísimos, buenos que se vuelven malos, malos que se vuelven buenos, personajes que despistan, historias secundarias que no sabes muy bien a dónde te llevarán y un final en el que se cierran casi todas las ramas de una manera bastante emocionante (y previsible). Esa es la magia de Dickens: que nos creamos a sus personajes, que los sintamos vivos y cercanos.

El principal problema que puede hacer que sea la única persona del club que se lo haya leído a tiempo es que son casi 1000 páginas de libro y a mí me ha costado leérmelo mes y medio. Cuando se disfruta se quiere que no se acabe, pero en este caso creo que ha sido demasiado para el club. Espero que los demás lo hayan disfrutado o lo estén disfrutando.

No es el libro de Dickens que más me ha gustado, pero sí que me ha gustado mucho. Si os gusta el folletín romántico este es vuestro libro: tenéis amores, desamores, pobreza, riqueza, secretos familiares, personajes secundarios fantásticos como los del Negociado de Circunloquios o la Generala.

Tengo que decir que la edición de Alba Editorial tiene bastantes errores tipográficos que he ido anotando. Me parece bastante triste que se reedite un libro como este de forma lujosa y que cuesta un dinero comprarse para que luego no haya pasado el filtro de un revisor. Se puede leer, por ejemplo "iba amentando" o ese "anciando" le dio un golpecito en el hombro. No es de recibo.

Algún párrafo, estos sí bien escritos: 
"La miseria de estos servidores de la miseria y la pobreza de estos insolventes asistentes de la insolvencia eran dignas de verse. En ningún mercadillo de ropa usada se veían abrigos y pantalones más gastados, vestidos y chales más mohosos, sombreros y capotas más deformes, botas y zapatos, paraguas y bastones como aquéllos. Todos llevaban ropas desechadas por otros hombres y mujeres; su aspecto se componía de retales y fragmentos de otros individuos y carecían de existencia sartorial propia. Sus pasos eran los pasos de otra raza. Se escabullían de un modo peculiar por las esquinas, como si estuvieran siempre de camino a la casa de empeños. Tosían como personas acostumbradas a que las olvidaran en umbrales y callejones barridos por el viento, esperando respuesta a cartas escritas con tinta desvaída que procuraban a sus destinatarios grandes inquietudes y escasas satisfacciones. Cuando miraban a algún desconocido al pasar, era con ojos pedigüeños: hambrientos, ansiosos, especulando sobre su amabilidad –si de algún modo podían aspirar a ella– y sobre la probabilidad de que se mostrara generoso. La mendicidad a comisión se encorvaba con sus hombros encogidos, tropezaba con sus piernas inestables, abrochaba, sujetaba con alfileres, zurcía y arrastraba su ropa, deshilachaba sus ojales, se desprendía de sus siluetas con trocitos de cinta sucia y salía de sus bocas en alientos alcohólicos". 
"Con una ignorancia característica, esa potencia actuaba siguiendo las ideas más enérgicas y decididas sobre «cómo hacer las cosas», y jamás mostraba el menor respeto ni concedía el menor valor a la gran ciencia política de «cómo no hacer las cosas». Es más, en ella se practicaba la costumbre salvaje de suprimir ese misterioso arte cuando una persona de ideas avanzadas quería implantarlo. Así pues, buscaban y encontraban a los hombres que les hacían falta, procedimiento sumamente incivilizado e irregular. Cuando los encontraban, los trataban con mucha confianza y respeto (lo que, de nuevo, demostraba una profunda ignorancia política), y los invitaban a acudir inmediatamente a desempeñar su tarea. En resumidas cuentas, los consideraban hombres que iban a cumplir un cometido y que se relacionaban con otros hombres que querían ver cumplido ese cometido".
Espero que le deis una oportunidad, la merece.

Tenéis o tendréis otras reseñas en los blogs de MG, Carmen, Paula y Juanjo (seguramente en el del club).


Comentarios

  1. Tengo también la edición de Alba, pero en rústica, y no he percibido errores de edición, lo que no significa que no haya alguno. Pero cuando se perciben es porque hay muchos y, sí, es imperdonable. He mirado y la edición mía es de 2017, mientras que la de tapa dura es de 2012. ¿Habré tenido más suerte y he leído una edición corregida?

    Sobre el libro, yo he llegado sobre la campana y sí, es largo, pero no cuesta leerlo. Y para personajes memorables, el de Flora, que es como la Práxedes de Eloisa está debajo de un almendro. Yo me lo imagino muerto de risa escribiendo sus monólogos. Me ha gustado mucho y creo que cada año deberíamos leer un Dickens. Ea.

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