Haciendo de República
"Después de todo, amigo lector, yo soy un hombre moderno. Soy un hombre de mi época, aunque, la verdad, preferiría serlo de cualquier otra".
Julio Camba
Julio Camba es uno de los mejores escritores españoles. O periodistas. Creo que es el tercer o cuarto libro de artículos suyos que me leo y no me canso. Este es, de alguna manera, el más político de los que me metido p'al cuerpo. Trata sobre la República, sobre la guerra civil y sobre esa situación de enfrentamiento permanente.
Camba era una persona de derechas convencida y este libro recoge principalmente sus ataques a los socialistas y a los republicanos. Por otra parte (o por la misma) era una persona muy inteligente y divertida y muchas de sus columnas están llenas de ironía, humor y mala leche.
Tiene un humor que yo comparo con el de Mark Twain, aunque con un regusto amargo, y más en este libro. Por ejemplo, hay un capítulo en el que se incluyen algunas columnas de la guerra civil en las que se percibe el odio hacia el otro bando. Esa media España que odia a la otra media y donde la racionalidad, la urbanidad y la convivencia han desaparecido. Y en eso yo veo que no somos muy distintos hoy en día.
Hay un sentimiento de odio constante contra "los otros". Los otros son malos, son bobos, son dañinos, no tienen sentimientos, son mezquinos y mas simples que un palo. Nosotros, por contra, somos cosmopolitas, inteligentes, generosos, confiados y magnánimos. Y, claro, duele ver que seguimos igual, que no aprendemos. O, lo que es peor, que aprendemos justamente eso, a odiarnos. Es triste, pero debe ser así porque no creo que seamos genéticamente distintos a otros países y si en esos países no se odian o han aprendido a respetarse debe ser un conocimiento adquirido, no innato. Y si ellos lo tienen y nosotros no, debe ser que nos lo vamos inoculando de generación en generación. Un drama, claro.
En fin, el libro es muy, muy recomendable. Cualquier libro de Camba lo es y yo echo en falta que no haya unas obras completas suyas porque al final los libros que hay son recopilación de artículos suyos en los que se repiten algunos en cada uno de ellos.
Un par de párrafos:
Un par de párrafos:
"Bajo la República, como bajo la Monarquía, la sopa del español sigue estando fría y el gazpacho templado, y quien habla de la sopa fría y del gazpacho templado habla de una Constitución liberal con una apostilla dictatorial y de tantas otras cosas por el estilo. En el restaurante, donde nadie, ni los camareros ni el público, tiene un verdadero concepto de su función, mi amigo, que es el único que reclama cuando no le sirven las cosas al punto está clasificado como un señor muy chinche; pero yo he comido muchas veces con él, y, con frecuencia, después de haber mandado recalentar su sopa, le he visto esperar a que se le enfriase un poco para poder tomarla. Es decir, que, si mi amigo insiste en que la sopa esté bien caliente, no lo hace para procurarse una satisfacción gastronómica, sino más bien una satisfacción moral".
"Cualquier error se hubiera disculpado y justificado entonces; pero lo que no se admitía de ninguna manera era este hecho absurdo: unos señores que promueven nada menos que un cambio de régimen para apoderarse de los ministerios y que luego, ya dentro de ellos, tienen que llamar a los empleados de plantilla para preguntarles qué es lo que se puede hacer allí".
En fin, una buena lectura, sin duda. Leer a Camba siempre es un acierto, aunque te quede un poso triste viendo lo iguales que seguimos siendo respecto a ese momento de odio máximo entre "las dos Españas".
"Cualquier error se hubiera disculpado y justificado entonces; pero lo que no se admitía de ninguna manera era este hecho absurdo: unos señores que promueven nada menos que un cambio de régimen para apoderarse de los ministerios y que luego, ya dentro de ellos, tienen que llamar a los empleados de plantilla para preguntarles qué es lo que se puede hacer allí".
En fin, una buena lectura, sin duda. Leer a Camba siempre es un acierto, aunque te quede un poso triste viendo lo iguales que seguimos siendo respecto a ese momento de odio máximo entre "las dos Españas".
Uno de los grandes problemas es que nos gobiernan (o han gobernado) los mismos. Y a parte de que nosotros,los españoles, tengamos ese temperamento de tomarnos las cosas con más visceralidad, desde arriba nos siguen azuzando los unos contra los otros. Y eso es así.
ResponderEliminarMe conformaría con que la religión católica no influyese como está influyendo en nuestro destino, porque me parece algo retrógrado, pero eso es otra historia.
Me parece que tanto tú como Saramaga tenéis razón.
ResponderEliminarPor poner una nota más alegre diré que me compré un libro de Camba siguiendo tus indicaciones, pero todavía no lo he leído.
Puede que sea así, Saramaga. Pero el caso es que funciona. Yo estoy convencido de que en la mayoría de cosas casi todos estamos de acuerdo, aunque parece que seamos enemigos irreconciliables. Una pena, desde luego.
ResponderEliminarLoquemeahorro, a mí me encanta, aunque a lo mejor es solo a mí... Espero que te guste y si no ya sabes a quién echarle la culpa!
A mí lo que me gusta de Camba es el humor que le pone, y que hace que sea muy divertido leerlo. Y en realidad, que fuera de derechas, en sus artículos de costumbres es irrelevante. Y supongo que en los políticos también, porque hay cosas que trascienden a la política, si se leen sin prejuicios.
ResponderEliminarBuena reseña, as usual.
A mí también me gusta mucho Camba y me parece muy divertido y muchas veces muy acertado. Es como comentas, Carmen. Muchas veces trasciende más allá de lo que es la anécdota que le sirve de excusa para hablar de otras cosas.
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