David Copperfield
"No puedo cerrar este volumen de un modo más grato para mí que con una mirada esperanzadora al día en que vuelvan a publicarse mis dos hojas verdes una vez al mes, y con un recuerdo agradecido al sol y a la lluvia que han caído sobre estas páginas de David Copperfield, llenándome de felicidad".
Charles Dickens. Prólogo a la edición de 1850 de David Copperfield.
No hay por qué ocultar que este libro me ha encantado. Nunca había leído David Copperfield. Dickens tiene en su contra la cantidad de películas y series que se han hecho de sus obras y el tamaño de sus libros. Eran libros por entregas que le llegaban a durar, como en este caso, casi dos años.
En una de esas agradecidas casualidades apareció este libro en la oferta del día de Amazon y lo compré por menos de dos euros. La versión en papel son más de mil páginas y también la hay gratuita en Amazon, pero desconfío de esas versiones porque normalmente son escaneadas o con las referencias mal puestas. Merece la pena rascarse el bolsillo.
Antes que nada tengo que decir que la traducción es estupenda, cosa rara hoy en día y aprovecho para recomendar el trabajo de Marta Salís. Además este libro viene con las ilustraciones originales de H. K. Browne, 'Phiz', que son fantásticas. Browne fue elegido como ilustrador por el propio Dickens a partir de los papeles póstumos del club Pickwick y trabajaron juntos en diez libros. Así que recomiendo esta versión de Alba Editorial. Buen trabajo.
Los libros de Dickens, o al menos los que me he leído, son bastante moralistas. Los malos son muy malos y terminan pagando por sus maldades y los buenos normalmente terminan recibiendo justicia. Creo que el éxito está en que ni todos los malos terminan mal ni todos los buenos terminan bien, aunque sí la mayoría. Él no garantiza que todo te vaya a ir bien siendo bueno, pero te dice que seguramente sea más fácil y, desde luego, mejor para ti y tu conciencia. En este libro, por ejemplo, los Murdstone no terminan malamente, aunque a todos nos gustaría. Y Ham no termina casándose con Emily que también es lo que todos, o al menos yo, querríamos.
Y está bien que tengan esa parte pedagógica. Puede que sea necesaria, incluso; tanto en su tiempo como ahora. Pero eso para mí no es lo mejor de este libro. Lo mejor es que te crees que es el propio Copperfield quien está contando su vida. Crees que todos los personajes son reales. Y esa es su magia. Son personas reales por las que puedes sentir simpatía o animadversión. Y además tiene un sentido del humor fantástico.
Me atrevería a decir que si alguien lee este libro y no le dice nada es que está, si no muerto por dentro, al menos un poco estropeado... así, de primeras.
Es un libro fantástico que me ha hecho pasar dos semanas maravillosas. Me ha llevado al hiperespacio en numerosas ocasiones y os lo recomiendo fervientemente. Aunque depués del post anterior en el que puse un extracto pude comprobar que muchos ya os lo habéis leído.
Alguno de lo párrafos que he subrayado:
"Pero las modas son como los seres humanos. Llegan, nadie sabe cuándo, ni por qué, ni cómo; y se van, nadie sabe cuándo, ni por qué, ni cómo. En mi opinión, si se miran las cosas desde ese punto de vista, todo es como la vida".
"–Era tan cierto como que el sol sale por las mañanas –afirmó el señor Barkis, moviendo su gorro de dormir (lo único que podía hacer para dar mayor énfasis a sus palabras)–. Tan cierto como que existen los impuestos... Y ¿qué puede haber más real que los impuestos?"
"–Pisotearía a toda su familia –contestó ella–. Derribaría su casa. Marcaría el rostro de esa muchacha con un hierro candente, la cubriría de harapos y la arrojaría a la calle para que se muriera de hambre. Si tuviera poder para juzgarla, eso es lo que haría. ¡Y además personalmente! ¡La odio! Si algún día pudiera reprocharle su infamia, sería capaz de ir hasta el fin del mundo para hacerlo. Si pudiera llevarla a la tumba, no lo dudaría. Si hubiese una palabra que pudiera consolarla en su lecho de muerte, y sólo yo la conociera, preferiría morir antes que decírsela".
"había observado (como he seguido haciendo a lo largo de mi vida) que las frases convencionales son una especie de fuegos de artificio, fáciles de lanzar y susceptibles de adoptar infinidad de formas y de colores que no guardan el menor parecido con su forma original".
"Ahora me doy cuenta de que mis reglas de oro han sido no hacer nada a medias y no menospreciar ninguna de mis tareas, cualesquiera que fueran".
"Tengo razones para creer que todos aquellos fracasos nos ocasionaban muchos más gastos que si hubieran sido éxitos. Cuando revisaba las cuentas de nuestros proveedores, tenía la impresión de que habríamos podido pavimentar el suelo del sótano con manteca, tan grande era el consumo que hacíamos de ese artículo. No sé si la recaudación de impuestos de aquel período reflejó algún aumento en el consumo de la pimienta; pero, si nuestras adquisiciones no afectaron el mercado, sin duda fue porque varias familias dejaron de emplearla. Y lo más asombroso de todo era que nunca teníamos nada en casa".
Bueno, podría seguir, pero no quiero atosigaros. Os pongo también una ilustración:
Bueno, poco más me queda por decir.Maravilloso.
Qué gran libro, de verdad. Yo solo le pondría un par de peros, como que Emily no se case y lleve una vida poco menos que de santa, como para expiar su culpa (creo yo).
ResponderEliminarPero eso es ya buscando errores en plan jurado del "Bocuse d'or", vamos, por fastidiar.
Por lo demás (como ya he dicho aquí muchas veces) es uno de mis libros favoritos y Pegoty, sin duda, el personaje qué más cariño y ternura me ha inspirado jamás.
¡Ahora, Grandes Esperanzas!
Hace un montón que no leo nada de Dickens, pero sí recuerdo las buenas experiencias con Oliver Twist y The Old Cabinet Shop. Yo creo que me gustaba porque como bien dices te hace vivir otra vida, una en la que pasan cosas emocionantes, inusuales, que te permite soñar y desear que no tuvieras la vida rutinaria y llena de responsabilidades.
ResponderEliminarAhora confiesa, ese libro que por lo que entiendo, descargaste electrónicamente, además de bien traducido ¿tiene esas ilustraciones fantásticas?
¿Será que soy lenta y necesito un kindle?
Leí también tu entrada sobre Stephen King, yo coincido contigo en casi todo, me parece buen ambientalista pero sus personajes no me los creo y sus libros al final me desesperan, porque paso miedo pero me siento tonta por sentirlo.
Saludos
Q.Beta
Loquemeahorro, es cierto que el final de Emily no es el que nos hubiera gustado, pero creo que es también la grandeza de Dickens. Como he dicho no da un futuro excelente a los que son excelentes, pero en líneas generales dice que nos irá mejor siendo buenos. De igual manera, los malos suelen pagar por sus crímenes, pero también más o menos. Pegoty es fantástica. Cómo quiere a David y a su madre, cómo no se queja de sus sufrimientos y cómo no se calla delante de la señorita Murdstone. A mí me gusta mucho Betsey Trotwood y el señor Dick.
ResponderEliminarQ.Beta, más que que me permita vivir otra vida (cosa que también), es que te crees esa vida que te está contando. Es que te crees que es Copperfield el que está contando su vida. El libro es electrónico, sí; las ilustraciones vienen en el libro, sí y necesitas un kindle, sí! ;-)
Lo del libro de Stephen King... bueno, a mí me decepcionó mucho porque creía que me iba a gustar, pero me aburrió mucho.
¡Quiero un kindle!
Eliminar¿Marcas?
Pues hay muchas. Está el propio kindle que es de Amazon y que está muy bien de precio y te descarga los libros auntomáticamente de Amazon al comprarlos y luego hay muchos otros. El sony, por ejemplo.
ResponderEliminarLa verdad es que hace tiempo que no miro como está el mercado.