La urna rota
"Pese a que estamos en un entorno plural y los fenómenos son complejos, ni todos los enfoques ni todas las soluciones son equivalentes. Nuestra sugerencia es doble: fomentar la participación en política y, al mismo tiempo, tratar de que esta esté bien informada a la hora de tomar decisiones. Hace falta participación porque hay mucho que hacer. [...] Estas instituciones pueden cambiarse si los ciudadanos así lo queremos. Podemos, por tanto, tener líderes distintos, con competencias y comportamientos diferentes".
La urna rota.
Me he leído este libro aprovechando, una vez más, la oferta del día de Amazon. No sé qué va a ser de mí cuando sea viejo, pero ya me veo recortando los cupones de las revistas y terminando en algo parecido a extreme couponing con la casa llena de rollos de papel higiénico o tubos de pasta de dientes. Es ver una oferta y allá que voy...
Bueno, tampoco es tan así. Tiene que llamarme por algo porque si no no suelo caer.
Este libro es de politikon, que es un grupo de gente a los que alguna vez he leído en su blog y a veces he intentado seguir en twitter, pero he tenido que desistir. Todo lo que cuentan me aburre sobremanera y los considero unas personas bastante 'ombliguistas' y maximalistas. De todo saben y para todo tienen solución. La socialdemocracia es el remedio de todos los males. Bueno, es simplificar un poco, pero tampoco tanto.
Así que por un lado cogí el libro con ganas y por otro con recelo. Y he de decir que es un libro bastante bueno. Presenta los problemas que tenemos o que pueden presentar los distintos tipos de representación, de modelos electorales, de partidos políticos y de métodos de elección de líderes.
Es muy interesante ver cómo afectan unas partes a otras. Cómo el tipo de circunscripción o forma de elección configura el modelo representativo. También opinan, como yo, que una sociedad enferma tendrá representantes que sean su reflejo.
Es de imaginar que España no sale muy bien parada. Lo que se refiere a partidos políticos y cargos políticos asociados en caso de victoria es el gran problema. No así a su parecer el funcionariado que es en general bastante honrado. Puedo compartir en parte lo que dicen y es cierto que aquí los funcionarios no te piden sobornos o coimas por adelantarte en una cola o proporcionarte un servicio. También abogan por un funcionariado que tenga incentivos en función de la eficiencia. Aparece el 15M y su parte positiva y negativa.
Os pongo algunos párrafos:
Esta última parte de la evidencia me ha gustado bastante. Proponen para cuando se pueda tomar decisiones basadas en experiencias a pequeña escala. Experimentos en los que se comparen la bondad de una alternativa frente a otra así como los distintos resultados previstos e imprevistos.
Por hablar de lo que no me ha gustado, creo que, como es habitual, no ha habido correctores editoriales y eso se nota: frases como "El mecanismo debería ser tan automático (y a prueba de interferencias):" , "saber si el préstamos que financió", "la gran flexibilidad de la que gozan los políticos en para nombrar y despedir", "Desde el primer momento, casi como declaración de principios, es que no existe algo así como un interés general identificable. Hemos asumido como punto de partida que la sociedad es plural, compleja y conflictual". Eso me pone de muy mala leche, pero es algo habitual y este libro, con no estar revisado, no es una excepción en cuanto a errores de edición.
Yo lo recomiendo para tener una visión de los pros y contras de los distintos sistemas electorales y de la situación española.
Os pongo algunos párrafos:
"Necesitamos mejorar nuestros mecanismos de toma de decisiones, pero estas mejoras no pueden bajo ningún concepto pasar por alto el hecho de que es imposible encontrar una solución totalmente consensuada a cualquier problema que se le plantee al conjunto de la sociedad. Y es imposible independientemente del medio que intentemos emplear para ello, técnico o deliberativo. Esta es la idea capital de la cual se deriva la imposibilidad de encontrar una alternativa a la democracia. Si además queremos que en esta democracia las minorías organizadas no tengan más fuerza que las mayorías difusas, el sistema representativo es superior al directo"
"Nosotros abogamos por un debate mejor informado, una forma de debate basado en la evidencia, que evite las discusiones en torno a intuiciones u opiniones, que como comprobamos a diario, son discusiones que no van a ninguna parte. Es imposible. Un debate sin evidencias jamás se resuelve; lo normal es converger hacia un punto en el que dos intuiciones plausibles arrojan conclusiones opuestas. En ese punto los debates se encallan. Las ciencias pueden facilitar el debate público y mejorarlo por distintas vías. Por un lado, pueden proporcionar información veraz y centrar la discusión en aquellos puntos donde existe verdadero conflicto o incertidumbre, que es donde los criterios personales tienen sentido y valor. Al mismo tiempo, las ciencias pueden proporcionar las herramientas, las reglas y el lenguaje necesarios para un debate constructivo distinguiendo hechos e hipótesis, razonamientos lógicos y falaces, y en definitiva, haciendo posible que atribuyamos a cada argumento el valor que merece a tenor de la evidencia disponible".
Esta última parte de la evidencia me ha gustado bastante. Proponen para cuando se pueda tomar decisiones basadas en experiencias a pequeña escala. Experimentos en los que se comparen la bondad de una alternativa frente a otra así como los distintos resultados previstos e imprevistos.
Por hablar de lo que no me ha gustado, creo que, como es habitual, no ha habido correctores editoriales y eso se nota: frases como "El mecanismo debería ser tan automático (y a prueba de interferencias):" , "saber si el préstamos que financió", "la gran flexibilidad de la que gozan los políticos en para nombrar y despedir", "Desde el primer momento, casi como declaración de principios, es que no existe algo así como un interés general identificable. Hemos asumido como punto de partida que la sociedad es plural, compleja y conflictual". Eso me pone de muy mala leche, pero es algo habitual y este libro, con no estar revisado, no es una excepción en cuanto a errores de edición.
Yo lo recomiendo para tener una visión de los pros y contras de los distintos sistemas electorales y de la situación española.
A mí me gustó mucho, ya sabes que soy muy fan de esta gente, y me gusta mucho Politikon en general por el análisis, o por lo que señalan, que por lo que propongan a modo de solución (aunque suelo coincidir... bah, mentira, la verdad es que suelen convencerme en sus propuestas)
ResponderEliminarBienvenido al lado oscuro (politikonero) de la vida XDDD
A mí me aburren, me horroriza, me da envidia su clarividencia y me fascinan a partes iguales.
ResponderEliminarNo he debido explicarme muy bien, Paula. He dicho que me ha gustado el análisis del libro, pero que a ellos no los soporto a pesar de haberlo intentado. Me parece más interesante ver la hierba crecer que una de sus tertulias. Quizá porque este libro se basa solo en el sistema de representación sea por lo que me ha interesado.
ResponderEliminarGordiPé, a mí me pasa algo parecido. Me aburren y esa clarividencia de saberlo todo me asusta.
Si te he entendido, pero por ahí se empieza XDD
EliminarAhora en serio, sobre sistemas de representación, sistemas electoras et al no sé si conoces la serie que hace años (al menos cuatro) hizo Nada es gratis... maravillosa
"Hacer que todo cambie, para que todo... "
ResponderEliminarYa lo había puesto en mi carta a los Reyes Magos. Tengo muchas ganas de leerlo
ResponderEliminarMartillo Pilón, no es de lo que habla el libro, pero ya sé por dónde vas.
ResponderEliminarSpeedy, pues ánimo y cuéntanos qué te parece.
Dealer!! Quiero! Me has creado interés...
ResponderEliminarNo lo digas muy alto que Pau se mosquea... XD
ResponderEliminarCreo que es muy positivo que por fin se esté hablando de que existen otros sistemas electorales, porque hace unos pocos años, existía una total desinformación sobre este tema, y si se te ocurría comentárselo a la gente, la mayoría se notaba que era la primera vez que lo escuchaban.
ResponderEliminarLo que no me convence es lo de la productividad, ni de los funcionarios ni de nadie ¿por qué? porque llevo los suficientes años en el mundo laboral para saber cómo se reparten estas cosas, por no hablar del hecho de que más, no significa mejor casi nunca (por no decir nunca)