Superficiales

"Lo que nos hace más humanos, había acabado creyendo Weizenbaum, es lo que menos tenemos de computable: las conexiones entre nuestra mente y nuestro cuerpo, las experiencias que conforman nuestra memoria y nuestro pensamiento, nuestra capacidad para las emociones y la empatía. El gran riesgo al que nos enfrentamos al implicarnos más íntimamente con nuestros ordenadores —al pasar por cada vez más experiencias vitales a través de los incorpóreos símbolos que parpadean, vacilantes, en nuestra pantalla— es el de empezar a perder nuestra humanidad, a sacrificar las cualidades que nos separan de las máquinas".
Nicholas Carr. Superficiales.

Hace unos días me terminé de leer este libro que salió de oferta del día en Amazon. Y ya sabéis... libro barato, sobre el cerebro... a la cartera sin dudarlo.

El libro es bastante interesante. Parte de la premisa de que nuestro cerebro es capaz de cambiar según para qué lo utilicemos y que la manera en que lo estamos utilizando con internet no es la mejor porque ese bombardeo constante de información hace que no pensemos en profundidad ni analicemos lo que leemos y que esa lectura en profundidad es la que permite el pensamiento intelectual.

Es un libro un tanto pesimista. Es cierto que internet es una gran distracción, pero también una ayuda y aunque nos vaya a reducir el número de intelectuales... en fin, creo que ahora hay más de los que ha habido nunca.

La parte en la que describe la evolución del pensamiento y como esos descubrimientos tecnológicos como el reloj, el mapa o el libro cambiaron la forma en la que pensábamos es muy interesante. Aparece el efecto Flynn y cómo sin ser genéticamente muy distintos de nuestros antepasados somos más listos, sobre todo en pensamiento abstracto y relacional.

Nos habla sobre la plasticidad del cerebro y cómo se produce el aprendizaje y el olvido. También sobre el paso de memoria a corto plazo a memoria a largo plazo. Todo eso, como os comento, a mí me parece muy interesante. Lo que no acabo de ver tan claro como este señor es que internet nos esté llevando a una época de oscuridad intelectual. Es cierto que afecta a nuestra manera de pensar y es cierto que hace que el pensamiento superficial prime sobre el profundo por la profusión de medios, hipervínculos y demás, pero también hay que saber para qué se utiliza internet. Nadie creo que se enfrente a internet para escribir la Divina Comedia. El tanto por ciento de intelectuales o eruditos o sesudopensantes no debe ser muy alto y yo creo que de manera global internet no tiene ese efecto tan negativo sobre la producción intelectual que el señor Carr indica. Puedo estar equivocado, sin duda, pero yo creo que en nuestra época se lee bastante y se ejercita el cerebro también bastante.

¿Que nos enfrentamos a una época en la que los jóvenes no profundizan y se dejan llevar por las redes sociales y los hipervínculos? Pues en mi época eran las máquinas recreativas y los billares o futbolines y antes que eso serían otras cosas.

Algunos párrafos:

"La cultura es algo más que el agregado de lo que Google describe como «la información del mundo». Es más de lo que se puede reducir a código binario y subir a la Red. Para seguir siendo fundamental, la cultura debe seguir renovándose en las mentes de los miembros de cada generación".

"¿Qué determina lo que recordamos y lo que olvidamos? La clave de la consolidación de la memoria es la atención. Almacenar recuerdos explícitos y, lo que no es menos importante, establecer conexiones entre ellos, requiere gran concentración mental, amplificada por la repetición o por un intenso compromiso intelectual o emocional. A mayor agudeza de la atención, más nítida será la memoria. «Para que un recuerdo se pueda conservar —escribe Kandel—, la información de entrada debe transformarse a fondo, profundamente. Esto se logra prestando atención a la información y asociándola de manera significativa y sistemática al conocimiento ya bien establecido en la memoria»".

"Lo que estamos experimentando es, en sentido metafórico, lo opuesto a la trayectoria que seguimos a principios de la civilización: estamos evolucionando de ser cultivadores de conocimiento personal a cazadores recolectores en un bosque de datos electrónicos".

Un libro interesante por si os interesa el funcionamiento del cerebro y por qué somos como somos.


Comentarios

  1. Hombre.... pues yo sí creo que Internet nos hace más "tontos". Hay taaaaaaaaaaaaaaanto que leer, tanta información compartida, tantos datos, que al final leemos en diagonal, por encima, solo los titulares... todo nos suena pero no nos hemos enterado de nada en realidad. Y después nos da cada vez más pereza leer algo que nos suponga más tiempo y más atención. La gente en general, digo. A los que iban a escribir La Divina Comedia igual Internet no les afecta... ;P

    ResponderEliminar
  2. Vamos a ver, Speedy. Internet nos hace más tontos que qué? Que si en vez de estar en tuiter estuviéramos leyendo un libro? Pues seguramente sí, pero cuanta gente ha cambiado la intelectualidad por tuiter? Seguramente una o ninguna. Qué hemos sacrificado intelectualmente por internet? Me da a mí que poco en términos generales.

    ResponderEliminar
  3. Me parece interesante. Yo estoy de acuerdo en que no necesariamente debe llevar internet a la oscuridad, pero que nos cambiará (o nos está cambiando) el cerebro y la forma de pensar, eso seguro. De. Todos modos, la ignorancia rampante no es culpa de internet.... Masa y chusma ha habido toda la vida, y gente borrica ya ni te cuento.

    Igual te lo pido prestado.

    ResponderEliminar
  4. Sí que nos cambia, Carmen. El cerebro se va modificando en función del uso que le damos. Otra cosa es que eso sea bueno o malo o indiferente. Y siempre habrá gente más dada a pensar en profundidad que otros.

    Cuando quieras te lo paso.

    ResponderEliminar
  5. Pienso que, si hay que preocuparse por alguien, no es por los que hemos aprendido a recibir información a través de las fuentes clásicas, los libros de texto o de Petete, la tele, la zapatilla de la madre, sino por los que tienen el cerebro más plástico y sensible a las influencias: por los críos. Están mamando ese tipo de aprendizaje diagonal, como dice Speedy, la saturación de información inmediata y cambiante. Ningún intelectual va a cambiar la lectura atenta por Tuiter, pero si has aprendido a leer a golpe de pantallas, lo mismo te cuesta un poquito más pasarte a La Divina Comedia. O a Harry Potter, vamos.

    ResponderEliminar
  6. Donde se ponga el placer orgánico de una buena cagada... ¡que se quite internet!

    ResponderEliminar
  7. Silvia, si yo no niego eso, ni que a nosotros mismos también nos afecte. Lo que yo digo es que lo que proponemos el 99% de nosotros es poco original y que si no fuéramos a estar con Internet estaríamos viendo la tele.

    Martillo Pilón, lo tuyo con la escatología es de estudio...

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares