Breve elogio del odio
Acabo de leerme este libro de Nathalie Kuperman. He de decir que seguramente es un libro que no me hubiera leído nunca, pero que he terminado comprando. ¿Por qué? Pues porque soy fácil. Todos los días Amazon pone a la venta un libro para kindle a un precio superreducido. Solo ese día. Y yo caigo (si alguien quiere caer puede ver las ofertas aquí). Me conocen y saben que pico porque pocas veces soy capaz de decir que no a un libro que cuesta 1 o 2 euros. Además el título me encantó. Me imaginaba una reivindicación del odio y la venganza como hizo Molinos aquí y aquí, por ejemplo (tiene más ;-)).
El odio es un sentimiento y tiene sus cosas buenas, sin duda. Yo me esperaba un libro de cuentos en los que el odio diera sus frutos. Supongo que por eso lo elogias, ¿no? Porque sirve a tus propósitos o a los del protagonismo o no sirve, pero se entienden las motivaciones... no sé, es lo que me esperaba...
El caso es que es un libro en el que el odio no sale muy bien parado. Son cuentos buenos, en los que el odio o la animadversión están presentes, pero el odio no triunfa, no es un bien en sí mismo como parece dar a entender el título del libro.
Es un libro muy corto, con cuentos cortos menos uno que es un poco más largo y que suelen acabar mal o suele pasar algo siniestro. Es odio, el rencor, la envidia están presentes, pero no como para elogiarlos.
Parece ser que el origen del libro está en una serie de Gallimard en el que todos empiezan por pequeño elogio (Petit éloge) y los hay de varias cosas: del exceso, del catolicismo, de la bicicleta, de la vida diaria, de un solitario... en español el único traducido es este.
Eso es lo que le reprocho al libro, que engaña. También puede ser que la escritora no conozca el odio o piense que sus cuentos loen al odio, cosa que... no.
Dejando aparte eso, el libro está bastante bien, es entretenido, es cortito, se lee rápido y solo por un par de euros. Ya os digo que estos de Amazon me conocen muy bien... creo que en las últimas dos semanas he comprado cuatro o cinco... Lo sé, soy un adicto, un enfermo...
Os dejo unos extractos:
"Descolgué el abrigo entre los gritos de Laurence –«Pero ¡qué haces! ¡Deja ese abrigo en su sitio, te has vuelvo completamente loca!»– y me aferré a él porque ella me lo quería arrancar de las manos.
Laurence soltó su presa y se alejó dándome la espalda, pero cambió de idea y se abalanzó sobre mí con la cabeza agachada, para cogerme por sorpresa. Yo la esquivé, ella se resbaló con los tacones, perdió el equilibrio y se dio en la cabeza con la esquina de la encimera.
Se desplomó como una muñeca –tan bonita– de trapo. Por un momento pensé que se había muerto. Vi que se había muerto.
Yo seguía con el abrigo de piel vuelta de cordero en las manos."
"Se escondía, el desgraciado, el asqueroso bichejo. Fingí ternura para engatusarlo.
–Ratoncito, ratoncito, dame una sonrisita, por favor –le cantaba a gatas delante de la cómoda.
Traté de apelar a su razón.
–Ratón, ven, no quiero hacerte daño. Un ratón no pinta nada en una casa. Te llevaré al campo.
Después probé con amenazas.
–Como te coja, te quemo las patitas de atrás y luego te ahogo.
Pero, como es bien sabido, las amenazas jamás funcionan."
"Me tomo la molestia de tomar medidas. Me concentro para evitar que el celo se retuerza. Le hablo y, también, le pido que me ayude, ¡necesito ayuda, coño, ahora o nunca! A mis espaldas, porque las tengo detrás, las cajas asienten. Oigo su silencio alentador y eso me anima. Si el papel celo y las cajas se alían, puedo llegar a conseguirlo. A veces, sobrevivir depende de poca cosa; se suele pensar en la amistad, el amor o la familia, cuando lo que nos salva son simplemente objetos."
"Se lo pregunté con toda amabilidad, porque de repente me acordé de que a veces los hombres y las mujeres se equivocan cuando se hablan mal, tienen la cabeza en otro sitio, se les ha olvidado que su amor está justo delante y lo pisotean sin darse cuenta, y luego les da pena, pero eso no cambia nada, están perdidos, completamente solos, y a veces lo están para siempre cuando son demasiado viejos para conocer a otros hombres o a otras mujeres."
Un buen libro que recomiendo, pero con un título equivocado. Ahora también estoy con otro libro sobre el odio: "Patriotas de la muerte" sobre los asesinos de ETA. También lo venden en Amazon a un precio bastante baratito, claro que este, desgraciadamente, no es ficción...
El odio es un sentimiento y tiene sus cosas buenas, sin duda. Yo me esperaba un libro de cuentos en los que el odio diera sus frutos. Supongo que por eso lo elogias, ¿no? Porque sirve a tus propósitos o a los del protagonismo o no sirve, pero se entienden las motivaciones... no sé, es lo que me esperaba...
El caso es que es un libro en el que el odio no sale muy bien parado. Son cuentos buenos, en los que el odio o la animadversión están presentes, pero el odio no triunfa, no es un bien en sí mismo como parece dar a entender el título del libro.
Es un libro muy corto, con cuentos cortos menos uno que es un poco más largo y que suelen acabar mal o suele pasar algo siniestro. Es odio, el rencor, la envidia están presentes, pero no como para elogiarlos.
Parece ser que el origen del libro está en una serie de Gallimard en el que todos empiezan por pequeño elogio (Petit éloge) y los hay de varias cosas: del exceso, del catolicismo, de la bicicleta, de la vida diaria, de un solitario... en español el único traducido es este.
Eso es lo que le reprocho al libro, que engaña. También puede ser que la escritora no conozca el odio o piense que sus cuentos loen al odio, cosa que... no.
Dejando aparte eso, el libro está bastante bien, es entretenido, es cortito, se lee rápido y solo por un par de euros. Ya os digo que estos de Amazon me conocen muy bien... creo que en las últimas dos semanas he comprado cuatro o cinco... Lo sé, soy un adicto, un enfermo...
Os dejo unos extractos:
"Descolgué el abrigo entre los gritos de Laurence –«Pero ¡qué haces! ¡Deja ese abrigo en su sitio, te has vuelvo completamente loca!»– y me aferré a él porque ella me lo quería arrancar de las manos.
Laurence soltó su presa y se alejó dándome la espalda, pero cambió de idea y se abalanzó sobre mí con la cabeza agachada, para cogerme por sorpresa. Yo la esquivé, ella se resbaló con los tacones, perdió el equilibrio y se dio en la cabeza con la esquina de la encimera.
Se desplomó como una muñeca –tan bonita– de trapo. Por un momento pensé que se había muerto. Vi que se había muerto.
Yo seguía con el abrigo de piel vuelta de cordero en las manos."
"Se escondía, el desgraciado, el asqueroso bichejo. Fingí ternura para engatusarlo.
–Ratoncito, ratoncito, dame una sonrisita, por favor –le cantaba a gatas delante de la cómoda.
Traté de apelar a su razón.
–Ratón, ven, no quiero hacerte daño. Un ratón no pinta nada en una casa. Te llevaré al campo.
Después probé con amenazas.
–Como te coja, te quemo las patitas de atrás y luego te ahogo.
Pero, como es bien sabido, las amenazas jamás funcionan."
"Me tomo la molestia de tomar medidas. Me concentro para evitar que el celo se retuerza. Le hablo y, también, le pido que me ayude, ¡necesito ayuda, coño, ahora o nunca! A mis espaldas, porque las tengo detrás, las cajas asienten. Oigo su silencio alentador y eso me anima. Si el papel celo y las cajas se alían, puedo llegar a conseguirlo. A veces, sobrevivir depende de poca cosa; se suele pensar en la amistad, el amor o la familia, cuando lo que nos salva son simplemente objetos."
"Se lo pregunté con toda amabilidad, porque de repente me acordé de que a veces los hombres y las mujeres se equivocan cuando se hablan mal, tienen la cabeza en otro sitio, se les ha olvidado que su amor está justo delante y lo pisotean sin darse cuenta, y luego les da pena, pero eso no cambia nada, están perdidos, completamente solos, y a veces lo están para siempre cuando son demasiado viejos para conocer a otros hombres o a otras mujeres."
Un buen libro que recomiendo, pero con un título equivocado. Ahora también estoy con otro libro sobre el odio: "Patriotas de la muerte" sobre los asesinos de ETA. También lo venden en Amazon a un precio bastante baratito, claro que este, desgraciadamente, no es ficción...
Asi que eras tu?? Ayer vi en el contador alguien que buscaba odio y venganza...XD.
ResponderEliminarYa te lo pediré cuando me haga con mi Kindle ;)
Me has pillado!
ResponderEliminarMe acordé de tus enseñanzas sobre los valores positivos del odio y la venganza y, de hecho, cuando me compré el libro pensaba que iría por ahí!
Cuando quieras te lo paso ;-)
No creo que el odio sea un sentimiento que tenga cosas buenas. Otra cosa es la ira, que puede desahogar, pero el odio, no sé, no sé.
ResponderEliminarCreo que voy a mirar en Amazon cualquier día de estos.
Bueno, seguramente tengas razón, pocas cosas buenas pueden venir del odio, pero eso es lo que me intrigó de este libro y por eso lo compré, aunque luego de elogio poco...
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