Colinas que arden, lagos de fuego
"Me dicen que hay personas a las que los mapas les dejan fríos y me cuesta creerlo"
Robert Louis Stevenson
Robert Louis Stevenson
Pues otro libro más de Javier Reverte que me he leído y que me ha gustado. Creo que me he leído todos sus libros de viajes sin perdonar ninguno. Y me encantan. Me atrapa entre sus historias personales, la pasión por los viajes y las historias de exploradores que cuenta. También tengo que decir que este libro es algo más flojo que otros porque vuelve a donde ya había estado y ya nos lo había contado: a Kenia y Tanzania y un pequeño paso por Zambia para ver el lugar donde murió Livingstone. Es cierto que hay historias y personajes nuevos u otras anécdotas de exploradores que ya habían aparecido en El Sueño de África.
Antes de que se me olvide tengo que hacer una pequeña referencia respecto al libro en sí. Me lo compré en Amazon por 20 euros y me lo llevan a casa sin tener que moverme. Más barato que irme yo a la librería y comprarlo. Hay algo extraño en este proceso porque Amazon gana dinero y me lo manda personalmente a mí (no manda cajas con tres docenas de libros) por mensajero y me sale más barato que ir a comprarlo. No sé. Parece que algo no encaja y supongo que deben ser las editoriales, pero realmente hablo sin tener ni idea, así que lo dejo. Lo que también quiero mencionar es que el libro en ebook cuesta 15 eurazos, lo que a todas luces me parece un timo porque no me puedo creer que la diferencia entre editar, imprimir, almacenar y distribuir un libro respecto a un ebook sean solo 5€. Además este libro viene con fotos en color que encarecerán el precio y que si te lo compras para leer en el kindle no puedes verlas en color...
En fin, también hay buenas (o malas) noticias con ofertas como las que cada día tiene Amazon para el kindle. Un libro superrebajado solo durante un día, cuesta uno o dos euros, y yo caigo y caigo...
Esta semana me he comprado:
- Isabel la Católica de Cristina Hernando
- Impuestos, el club de los pringaos de Daniel Montero
- La casta autonómica de Sandra Mir y Gabriel Cruz
- Habíamos ganado la guerra de Esther Tusquets
- Recuerdos de la guerra de España de George Orwell
- Kolonie Waldner 555 de Felipe Botaya
- La gran aventura de los griegos de Javier Negrete
Una ruina, como podéis ver. Me he gastado 16 euros. Claro, que es casi lo mismo que si hubiera comprado la versión de ebook del de Reverte y si me los hubiera comprado en papel me hubieran costado... (un momento que hago unos números)... 112€ y el de George Orwell no lo hubiera podido comprar. Así visto... a lo mejor incluso he ahorrado!
Bueno, la verdad es que me ha salido esta diatriba que no tenía prevista y el libro de Reverte no se merece esta morcilla, pero así me ha dado y así lo voy a dejar.
Volviendo al libro, ya os he dicho que me ha gustado bastante. Y más si tengo en cuenta que es altamente improbable que alguna vez vaya a estar allí. Y, en caso de que vaya, estoy prácticamente seguro de que no lo disfrutaría de la misma manera que disfruto la lectura. No creo que estar en los sitios en los que se alojó a mi me produjera ninguna ilusión, la verdad. La descripción de mugre, calor, insectos, olores... creo que no es para mí, pero me muestra su ilusión y yo me traslado allí, pero cuando dejo de leer estoy en mi sofá con mi aire acondicionado y una cervecita fría en la nevera.
Ya lo he dicho más veces. Me encantan los libros de viajes, las narraciones de exploradores por África, las narraciones polares, de alpinismo y escalada, pero yo nunca estaré ahí. Por falta de dinero, por supuesto, pero también por falta de espíritu aventurero, la verdad. Así que seguramente esto será lo más cerca que esté del lago Tanganika, de Ujiji donde Stanley se encontró con Livingstone o de la isla de Zanzibar. No creo que vaya a visitar alguna vez el parque Selous, el más grande de África y segundo del mundo, o viaje en tren entre Dar es Salaam y Lusaka. Me encanta leerlo, me encantan los mapas y los atlas, pero no soy un hombre de acción o de aventuras más que subsidiarias.
Algunas de mis esquinitas dobladas:
Sobre el monte Kenia: "Por las quebradas de la montaña descienden doce glaciares de nieves eternas. Por ello, contemplado desde la lejanía, el macizo parece pintado en blanco y negro, a causa del color de la piedra basáltica y de la nieve. Y de ahí le viene su nombre original en una lengua local, del que deriva su nombre actual y del país donde se alza: Ke'Nyaa, que quiere decir «avestruz»."
Sobre Benuzzi: "¿Por qué se le ocurrió emprender la loca aventura del monte Kenia?, podríamos preguntarnos al conocer la peculiar historia de Benuzzi. La respuesta está en su libro: «La única manera de romper la monotonía de la vida es inventar y asumir riesgos», escribió. [...] Es la misma filosofía que animaba al explorador francés de los Polos Paul-Émile Victor en una frase que me gusta repetir cada vez que viene al pelo: «La aventura es la única manera de robarle tiempo a la muerte»."
Sobre Bror Blixen (el marido de Karen Blixen, la autora de Memorias de África): "Un sobrino de Bror, Anthony Dyer, escribió en cierta ocasión: «Disparaba, caminaba y bebía más que nadie. Y tenía más encanto que nadie con las mujeres. Aunque era primo de mi madre, mi padre nunca permitió que Bror Blixen estuviese un rato a solas con ella»."
Sobre África: "Caminar por África es, sobre todo, un ejercicio de sensualidad desbordada. Y a los pocos días de iniciar la marcha , perteneces a la Tierra como un animal más entre tantos otros y que el hecho de ser un hombre no te hace superior a las bestias que caminan cargadas a tu lado o a las que se ocultan en las arboledas y en los espesos matorrales que bordean los lugga. Andas prendido de los olores que exhala la tierra sudorosa y mecido por los sonidos que levanta la brisa al cruzar entre los bosques de acacias. Y tu piel, bajo el aire dulce de la sabana, parece que fuese acariciada por una delicada mano invisible."
"La conciencia quita el hambre cuando eres rico, quiero decir, cuando eres más rico que los muy pobres. En cambio, cuando has crecido pobre o estás acostumbrado a vivir rodeado de pobreza, comes lo que te pongan por delante.
Eso les sucedía a Carls, Patrick, Lawrence y David. Y no eran peores ni mejores que nosotros.
La vida humana crece entre perplejidades morales."
Sobre los interminables reportajes fotográficos post viaje: "Un consejo que viene al pelo: nunca invite a cenar a los amigos que no han viajado con usted para mostrarles a los postres las fotografías o vídeos de sus viajes, si es que los ha rodado. Invite mejor a los pesados y a la gente que no soporta; porque puede estar seguro de que jamás volverán a su casa y de que, incluso, algunos le retrarán la palabra para siempre."
Sobre el turismo y los dioses: "—¿Qué tal es la carretera que va hacia Kasanka? —le preguntó Juanra.
—¿Y qué demonios van a hacer allí?
—El corazón de Livingstone, ya sabe... —le dije.
—Bah, es un lugar sin interés ninguno. Allí no hay nada, allí no hay nadie. Cada año va menos gente. ¿A quién le importa Livingstone en nuestros días salvo a los historiadores? A la gente de hoy no le interesa la realidad. ¿Ha leído que hay gran cantidad de gente que va cada año a París, convencida de que recorre los escenarios reales de esa novelucha que se llama El Código da Vinci? Pues ya ve: a nadie e interesa hoy la realidad de uno de los hombres que lucharon con mayor empeño contra la esclavitud. Si Spielberg hubiera puesto a Indiana Jones a buscar el arca en Chitambo, tendríamos aquí cada año centenares de autobuses llenos de turistas. Y yo sería rico.
—Quizá la realidad se ha hecho demasiado dura —dije.
—La culpa es nuestra, porque hemos matado a los dioses y la realidad nos sobrepasa. Por eso necesitamos a Indiana Jones, al cómic, la mala literatura y los libros de autoayuda. Soy ateo, pero casi prefiero a Dios, visto el resultado.
De pronto me pareció interesante aquel tipo sin patria."
Bueno, no os aburro más. Si os gustan los libros de viajes o habéis leído algún libro de Reverte y os gustó, este también os gustará. Si no habéis leído ninguno, os recomiendo que empecéis por El Sueño de África. Ese fue el que me enganchó a mí, pero cuidado. Podéis terminar siendo unos yonquis de los libros. Y dentro de éstos, de los peores: los yonquis de libros de oferta!
Bueno, la verdad es que me ha salido esta diatriba que no tenía prevista y el libro de Reverte no se merece esta morcilla, pero así me ha dado y así lo voy a dejar.
Volviendo al libro, ya os he dicho que me ha gustado bastante. Y más si tengo en cuenta que es altamente improbable que alguna vez vaya a estar allí. Y, en caso de que vaya, estoy prácticamente seguro de que no lo disfrutaría de la misma manera que disfruto la lectura. No creo que estar en los sitios en los que se alojó a mi me produjera ninguna ilusión, la verdad. La descripción de mugre, calor, insectos, olores... creo que no es para mí, pero me muestra su ilusión y yo me traslado allí, pero cuando dejo de leer estoy en mi sofá con mi aire acondicionado y una cervecita fría en la nevera.
Ya lo he dicho más veces. Me encantan los libros de viajes, las narraciones de exploradores por África, las narraciones polares, de alpinismo y escalada, pero yo nunca estaré ahí. Por falta de dinero, por supuesto, pero también por falta de espíritu aventurero, la verdad. Así que seguramente esto será lo más cerca que esté del lago Tanganika, de Ujiji donde Stanley se encontró con Livingstone o de la isla de Zanzibar. No creo que vaya a visitar alguna vez el parque Selous, el más grande de África y segundo del mundo, o viaje en tren entre Dar es Salaam y Lusaka. Me encanta leerlo, me encantan los mapas y los atlas, pero no soy un hombre de acción o de aventuras más que subsidiarias.
Algunas de mis esquinitas dobladas:
Sobre el monte Kenia: "Por las quebradas de la montaña descienden doce glaciares de nieves eternas. Por ello, contemplado desde la lejanía, el macizo parece pintado en blanco y negro, a causa del color de la piedra basáltica y de la nieve. Y de ahí le viene su nombre original en una lengua local, del que deriva su nombre actual y del país donde se alza: Ke'Nyaa, que quiere decir «avestruz»."
Sobre Benuzzi: "¿Por qué se le ocurrió emprender la loca aventura del monte Kenia?, podríamos preguntarnos al conocer la peculiar historia de Benuzzi. La respuesta está en su libro: «La única manera de romper la monotonía de la vida es inventar y asumir riesgos», escribió. [...] Es la misma filosofía que animaba al explorador francés de los Polos Paul-Émile Victor en una frase que me gusta repetir cada vez que viene al pelo: «La aventura es la única manera de robarle tiempo a la muerte»."
Sobre Bror Blixen (el marido de Karen Blixen, la autora de Memorias de África): "Un sobrino de Bror, Anthony Dyer, escribió en cierta ocasión: «Disparaba, caminaba y bebía más que nadie. Y tenía más encanto que nadie con las mujeres. Aunque era primo de mi madre, mi padre nunca permitió que Bror Blixen estuviese un rato a solas con ella»."
Sobre África: "Caminar por África es, sobre todo, un ejercicio de sensualidad desbordada. Y a los pocos días de iniciar la marcha , perteneces a la Tierra como un animal más entre tantos otros y que el hecho de ser un hombre no te hace superior a las bestias que caminan cargadas a tu lado o a las que se ocultan en las arboledas y en los espesos matorrales que bordean los lugga. Andas prendido de los olores que exhala la tierra sudorosa y mecido por los sonidos que levanta la brisa al cruzar entre los bosques de acacias. Y tu piel, bajo el aire dulce de la sabana, parece que fuese acariciada por una delicada mano invisible."
"La conciencia quita el hambre cuando eres rico, quiero decir, cuando eres más rico que los muy pobres. En cambio, cuando has crecido pobre o estás acostumbrado a vivir rodeado de pobreza, comes lo que te pongan por delante.
Eso les sucedía a Carls, Patrick, Lawrence y David. Y no eran peores ni mejores que nosotros.
La vida humana crece entre perplejidades morales."
Sobre los interminables reportajes fotográficos post viaje: "Un consejo que viene al pelo: nunca invite a cenar a los amigos que no han viajado con usted para mostrarles a los postres las fotografías o vídeos de sus viajes, si es que los ha rodado. Invite mejor a los pesados y a la gente que no soporta; porque puede estar seguro de que jamás volverán a su casa y de que, incluso, algunos le retrarán la palabra para siempre."
Sobre el turismo y los dioses: "—¿Qué tal es la carretera que va hacia Kasanka? —le preguntó Juanra.
—¿Y qué demonios van a hacer allí?
—El corazón de Livingstone, ya sabe... —le dije.
—Bah, es un lugar sin interés ninguno. Allí no hay nada, allí no hay nadie. Cada año va menos gente. ¿A quién le importa Livingstone en nuestros días salvo a los historiadores? A la gente de hoy no le interesa la realidad. ¿Ha leído que hay gran cantidad de gente que va cada año a París, convencida de que recorre los escenarios reales de esa novelucha que se llama El Código da Vinci? Pues ya ve: a nadie e interesa hoy la realidad de uno de los hombres que lucharon con mayor empeño contra la esclavitud. Si Spielberg hubiera puesto a Indiana Jones a buscar el arca en Chitambo, tendríamos aquí cada año centenares de autobuses llenos de turistas. Y yo sería rico.
—Quizá la realidad se ha hecho demasiado dura —dije.
—La culpa es nuestra, porque hemos matado a los dioses y la realidad nos sobrepasa. Por eso necesitamos a Indiana Jones, al cómic, la mala literatura y los libros de autoayuda. Soy ateo, pero casi prefiero a Dios, visto el resultado.
De pronto me pareció interesante aquel tipo sin patria."
Bueno, no os aburro más. Si os gustan los libros de viajes o habéis leído algún libro de Reverte y os gustó, este también os gustará. Si no habéis leído ninguno, os recomiendo que empecéis por El Sueño de África. Ese fue el que me enganchó a mí, pero cuidado. Podéis terminar siendo unos yonquis de los libros. Y dentro de éstos, de los peores: los yonquis de libros de oferta!
De Javier Reverte de momento, y siguiendo tus recomendaciones,sólo he leído uno, En mares salvajes,sobre el viaje que hizo haciendo el paso del noroeste, "aprovechando" que ahora por el calentamiento global queda totalmente abierto en verano. Bueno para que lo voy a contar si tu ya lo hiciste. En general estoy de acuerdo que lo que indicaste: me gustó mas la descripción de las expediciones las diversas expediciones (Ross, Hudson, Franklin, Amundsen), que la de su propio viaje, que me pareció bastante deprimente.
ResponderEliminarLos de África, aunque se que son su especialidad, como que no me llaman, yo soy mas de frío que de calor. Estuve una vez por motivos laborales, en un país África ecuatorial, y la experiencia no fue nada agradable.
Ahora para las vacaciones, a ver si me hago con otro que hizo sobre el Yukón,El rio de la luz lo has leído?
Por cierto que hace poco leí Amundsen - Scott: Duelo en la Antartida de Javier Cacho, que está muy bien: menuda pieza era el Amundsen.
Conseguí "gratis" para el e-book una versión en ingles del de Huntford que me habías recomendado, pero no pude con él, mi inglés técnico es bueno, pero si me sacas de esa jerga, tengo que estar tirando todo el rato de diccionario, y se me iba el hilo.
El de Huntford está 'gratis' como dices en español. Busca un poco más... Amundsen era un tío que sabía dónde se metía y que ya de niño dormia con la ventana abierta en Noruega para hacerse más fuerte y resitente. Scott era un pobre diablo al que todo le vino grande. Echaré un vistazo a ver si lo tengo y te lo paso.
ResponderEliminarEl del Yukón me lo he leído, aunque debe ser anterior a lo de hacer reseñas... Está muy bien. Seguro que te gusta
¿Habéis leído a Bruce Chatwin, el gran viajero y mejor escritor británico? Incluso a mí, que no me interesan los libros de viajes, me apasiona.
ResponderEliminarAlgunas mañanas coincidimos J.M Reverte, el hermano de tu autor, y yo, y tomamos el vermú. Pero este Reverte te interesará menos.
En cuanto a los pecios de Amazon, te diré el secreto. Tuve una Editorial y descubrí que la distribución en España, una verdadera red de reinos de Tiafas (a veces, "taifitas), funciona con los criterios del siglo XIX; los Grandes Compradores (como los grandes almacenes) imponen su ley (a mí me cobraban 20 puntos por encima de lo habitual por venderlos... y eso sin exponerlos en mesas de novedades).
Supongo que Amazon hará lo mismo, pero a lo grande: los editores se conformarán con cubrir los gastos de producción y regalías al autor, y quedarse con un hipotético 5%).
Es lo que se llama el "sistema americano", que en las librerías convierte en dos meses la venta a prueba en venta real, de manera que los libreros funcionan "a novedades". Antes existía el "sistema inglés": una librería era apreciada por su "fondo".
Como aprox. el 85% de lo que leo es de "autores muertos por lo menos hace 50 años", para mí es una pequeña tragedia. Y en USA, a donde llegaremos pronto, tengo amigos que no han podido encontrar "libros fundamentales" de un año atrás en ciudades de 300.000 habitantes.
Para mí, que sostengo largas conversaciones con libreros acerca de los libros que quiero comprar o me aconsejan, es otra pequeña tragedia. Espero que se cree un Little Amazon para los libros de editoriales interesadas en la literatura exterior a las modas de consumo, porque si no, las grandes cadenas de venta y Amazon serán los que decidan qué libros se editan y cuáles no. Y los editores tendrán que aceptar.
No sé, NáN, no dudo de que sea así con las distribuidoras y los grandes consumidores y que las librerías estén llamadas a desaparecer o a sólo vender lo rentable, los best sellers como ya venden hasta en el Media Markt, pero la cantidad de títulos que hay a nuestro alcance en Amazon, por ejemplo, es impresionante. En España hay más de 250000 títulos disponibles y en EEUU hay 42000000 títulos distintos en libros... Me cuesta creer que no se encuentre algo que te pueda gustar...
ResponderEliminarDa pena, desde luego, pero no nos quedamos sin libros ni solo hay best sellers.
Además, con la digitalización esos títulos no serán descatalogados, creo.
No, si lo que hay, ya está y estará para siempre, pero perdido en un bosque. No hay nada como un librero-lectorVoraz para orientarte (4.200.000 títulos es un laberinto). El problema lo preveo para la edición futura: cuando un editor (dado que las librerías irán cerrando), tenga que consultar con Amazon y las grandes cadenas si lo van a tener en su catálogo. Cuando el catálogo tenga 10.000.000 de títulos, lo que no sea promocionado por los Medios, será inexistente, dada la desaparición de los "profesionales). Como te decía, en las ciudades medianas de EE.UU. ya pasa: no hay librerías que trabajen lo que no sea bestseller.
ResponderEliminarPero a lo mejor las recomendaciones vendrán por otro lado. A lo mejor no es el librero, pero puede ser un blog o un club de lectura o vete a saber...
ResponderEliminarCreo que estamos en el momento en el que más títulos están disponibles y creo que el estar digitalizados hará que no tengas que estar al acecho para comprar el libro en cuanto lo ves porque si no no vuelves a verlo.
En el mismo Londres, hay librerías Waterstone por todas partes como setas y todas con los mismos libros y con personal joven a los que tienes que deletrearles los nombres de los autores. También pasa aquí si vas a la fnac o a el corte inglés.
Yo, la verdad, es que nunca he sido mucho de pedir recomendaciones al librero. Suelo ir a tiro hecho o a ir mirando sin rumbo fijo. También es cierto que una librería digital no es ni remotamente como una librería auténtica, física, pero también tiene su lado positivo, creo.
Lo he pensado bien y mi nostalgia-forward es una imbecilidad absoluta. En realidad, lo que pase con la literatura, socialmente, me importa un pimiento, pues cada sociedad tiene lo que quiere tener o lo que le enseñan a que quiera: el resto es subjetivismo (racional, pero planteamiento subjetivo) que no debería salir de mi casa y de las conversaciones in presentia.
ResponderEliminarMe interesa mucho más recomendar el personaje Chatwin y sus libros (más ficción que realidad, pero "Como Nicholas Shakespeare, su biógrafo, decía: "No cuenta media verdad, sino verdad y media".)
La wiki empieza diciendo de él: "En 1958, Chatwin entró a trabajar para la compañía de subastas Sotheby's. Gracias a su agudeza visual, rápidamente se convirtió en el experto en impresionismo de Sotheby's. Más tarde llegó a ser director de la compañía."
Lo que no dice es que entró a trabajar allí como mozo de almacén.
"En la Patagonia" y "Los trazos de la canción" son dos libros que nadie debería perderse.
Jó, estábamos escribiendo al mismo tiempo, y te estaba dando la razón. Lo de la fnac es de traca y lo del corte inglés, en cuanto a libros, de final de fuegos artificiales.
ResponderEliminarPor cierto, mucho criticar pero he firmado el contrato para que me editen en una antología de 10 que inaugura una colección de poesía... en e-book. Espero que me "compres": el precio de la descarga será entre 1 y 2 euros, así que ahorra un poco en las vacaciones de agosto.
Por supuesto que lo compraré, NáN!
ResponderEliminarque es broma lo de que los compres, hombre. Solo si te interesa la poesía, porque mis 9 coautores son consagradillos.
EliminarLo compraré, solo tienes que decirme que el precio de 1 o 2 € dura un día nada más, entonces me lanzaré a por él!
EliminarJajajá, puedo permitirme pagar un par de euros por un libro y más sabiendo que eres uno de los participantes!!
La poesía me gusta bastante, aunque dedico menos tiempo del que debería a leerla.
Entonces sí. Es una idea de colección de la periodista y escritora Cristina Fallarás. Solo está por decidir el precio, entre esas dos cifras, pero será un precio muy bajo y permanente. La idea es muy buena, porque las ediciones de poesía son penosas (normalmente 300 ejemplares) a la par que ruinosas. ¿Cuántas personas leen poesía de modo habitual en España, 20.000? Y nos encontramos con ediciones dispersas, normalmente de editoriales que no son de Madrid y Barcelona, prácticamente inencontrables (de mis 9 compañeros, solo tenía libros de 4 de ellos y me ha sido imposible encontrar los de los otros 5).
EliminarEn casos así, y a esos precios (que en un gran porcentaje van a los autores), la edición digital es la solución: el día que esas 20.000 personas conozcan la editorial, la comunicación entre poetas y lectores de poesía se habrá facilitado.
Me gusta Reverte.
ResponderEliminarYo si he viajado por Dar.es.Salaam, Zanzíbar y Selous pero tenía otra edad.
Me has dado idea para entradas...África.
Pues yo te las leeré con mucho gusto, Pseudosocióloga. Me encanta leer sobre viajes!
ResponderEliminarBuena entrada, incluso con las morcillas, ja ja!
ResponderEliminarDe Reverte he leído El sueño de Africa, que me encantó y Corazón de Ulises, que también. Pero los libros de viajes me terminan aburriendo un poco. De todos modos, este hombre los hace muy amenos, pero porque , al menos en los dos que he leído, te cuenta otro viaje en paralelo, y el paralelo es apasionante.
Yo tampoco acabo de entender el modelo de negocio del digital, y escribí algo sobre esto. No suele haber diferencia de precio entre la librería, la compra por internet (que tienes que pagar gastos de envío normalmente). Pero es que en digital es de locos. Yo no entiendo que si se ahorran los mayores costes (producción, estocaje y distribución) no reduzcan el precio radicalmente. Creo que es el caldo de cultivo perfecto para el pirateo. Luego dicen que Steve Jobs fue un visionario con itunes y la música: yo creo que aplicó el sentido común...
Y luego está la derivada de la oferta. Se podría pensar que en digital vas a encontrar las rarezas, o incunables, o descatalogados, pero no, no es así. Yo creo que la librería de viejo y la especializada no morirá: la que va a morir a manos del libro digital es la librería de supermercado. Es mi teoría, y lo baso en que en digital, el dinero se hace por rotación, no por margen, así es que tienen que ir a libros masivos si quieren rentabilizar sus costes fijos. En todo caso la industria del libro no es comprensible hoy, no la entiendo.
(huy, qué largo me ha salido esto, perdón)
Nada, Carmen, nada largo y muy interesante.
ResponderEliminarYo creo que el libro y las librerías seguirán existiendo, aunque yo creo que sí que estarán más centrados en títulos rentables. Creo que es lo que pasa en Gran Bretaña y EEUU con Barnes & Noble o Waterstones. Grandes cadenas con precios que pueden competir con Amazon y para el libro especializado quedarán reductos en las grandes ciudades y también por internet.