Algún día este dolor te será útil
Me he terminado de leer este libro de Peter Cameron. Este libro me lo han regalado a condición de que hiciera en el blog una reseña del mismo y eso es algo que un yonki de los libros como yo no puede dejar pasar. La idea es que en cada blog de libros (y este ya casi lo es) se haga un post del libro que has elegido y luego haya votaciones para elegir el mejor libro del año 2012. Entre los títulos que daban a elegir me quedé con este confiando ciegamente en Libros del Asteroide que es una editorial que me encanta. Si tenéis cuenta en twitter podéis buscar el hashtag #unblogunlibro e indagar.
Es una novela tirando a corta (250 páginas) sobre un adolescente en el verano en que termina el bachillerato y no sabe muy bien qué hacer con su vida. No quiere ir a la Universidad porque piensa que es una pérdida de tiempo y dinero y querría aprender él mismo leyendo libros vivendo en una casa que compraría en algún punto de la América profunda con el dinero de no ir a la Universidad.
Además es un solitario con problemas para relacionarse con los demás, sobre todo con la gente de su edad. Sus padres están divorciados, su madre se ha casado varias veces y la situación familiar es un tanto caótica. La acción sucede en Nueva York y no te cuesta nada pensar que los personajes son reales de haber visto ese tipo de personajes ricos e infelices que van al psiquiatra y le dan vueltas en la cabeza a todo. Un poco tipo Woody Allen o Seinfeld, aunque con algo más de seriedad. Es ese tipo de humor inteligente que desvela los absurdos de la vida cotidiana y que cuando lo lees dices: ¡es verdad!
El relato es en primera persona y nos presenta a un adolescente muy listo que no encaja en su mundo ni quiere encajar. Quiere quedarse en su esquinita sin molestar y, lo que para él es más importante, sin que le molesten.
Puede parecer por todo lo que he dicho que es un libro sesudo y pesado, pero ni por asomo. Es muy entretenido. Se lee con una sonrisa y a ratos me ha hecho reír. Los sentimientos y problemas con los que se enfrenta son fácilmente identificables y hace un dibujo de lo que es ser adolescente, la presión de la familia y sus expectativas reflejadas en ti, la confusión a la hora de tomar unas decisiones que te van a marcar de por vida, el creerte que sabes más del mundo y de la vida de lo que realmente sabes... todo eso está maravillosamente contado.
Por ponerle una pega diré que no acaba de rematar ni como libro de humor, que lo es, ni como libro de reflexiones, de las que hay muchas, ni como gran novela, los personajes son un tanto arquetípicos salvo el protagonista, lo que hace —por otro lado— que sea con el que más te identificas, pero el conjunto es mucho más que recomendable.
Os pongo unos parrafitos de las partes que más me han llamado la atención:
"Ninguno de los demás estudiantes parecía percatarse de que estábamos cruzando las fronteras estatales, lo cual creo que constituye un delito federal. Todos parecían integradísimos y simpáticos, y charlaban sobre su procedencia, la universidad a la que irían y lo mucho que les entusiasmaba encontrarse en Washington D.C. (brevemente, pues la habíamos dejado atrás) para asistir al seminario «El aula norteamericana». «Es lo más interesante que he hecho en la vida», dijo una chica, pero era de Dakota del Norte, por lo que esa afirmación tenía bastante sentido".
"Además de la mesa y la silla de la doctora, había un diván, otra silla, un ficus y unos tejidos folclóricos colgados de la pared. Y una estantería de libros sombríos. Observé que ninguno era de prosa literaria porque todos tenían los títulos divididos por el signo de dos puntos: Bla bla bla: El bla bla bla de bla bla bla"·.
"Poco después de las once oí que mi madre y Gillian volvían a casa. Habían ido a ver Larga jornada hacia la noche, un regalo a Gillian por su vigesimoprimer aniversario. Ninguna de las dos parecía pensar que ver una tragedia de cuatro horas de duración sobre la familia más dramática y disfuncional que ha existido jamás era una extraña manera de celebrar un cumpleaños, pero tal es la dinámica de mi familia".
"—¿Fuiste a una clase de escritura memorialística? ¿Barnard ofrede esa clase de cursos?
—Sí, y deja de interrumpirme. Si vas a cuestionar todo lo que digo, olvídalo.
—De acuerdo, pero me parece un poco raro escribir tus memorias antes de que te hayas graduado".
"Me puse de pie y miré la mesa, buscando qué podría llevarme a casa. En las películas, cuando despiden a uno, siempre mete sus cosas en una caja de cartón y se la lleva con aire entristecido. Normalmente hay una planta alta y débil, una taza de café con la inscripción EL MEJOR (llénese el espacio en blanco) DEL MUNDO y una foto enmarcada de unos feos seres queridos. Sobre mi mesa no hay nada de eso. Es cierto que solo trabajaba en la galería desde hace unos meses, pero no dejaba de ser deprimente pensar que mi paso por allí no había dejado el menor rastro".
El libro me ha gustado bastante y me parece un buen regalo para estas Navidades. Lectura entretenida y con cierto humor y profundidad. Lo tenéis, por si lo queréis comprar, en esta página de Price Minister a los que les agradezco la iniciativa.
Por ponerle una pega diré que no acaba de rematar ni como libro de humor, que lo es, ni como libro de reflexiones, de las que hay muchas, ni como gran novela, los personajes son un tanto arquetípicos salvo el protagonista, lo que hace —por otro lado— que sea con el que más te identificas, pero el conjunto es mucho más que recomendable.
Os pongo unos parrafitos de las partes que más me han llamado la atención:
"Ninguno de los demás estudiantes parecía percatarse de que estábamos cruzando las fronteras estatales, lo cual creo que constituye un delito federal. Todos parecían integradísimos y simpáticos, y charlaban sobre su procedencia, la universidad a la que irían y lo mucho que les entusiasmaba encontrarse en Washington D.C. (brevemente, pues la habíamos dejado atrás) para asistir al seminario «El aula norteamericana». «Es lo más interesante que he hecho en la vida», dijo una chica, pero era de Dakota del Norte, por lo que esa afirmación tenía bastante sentido".
"Además de la mesa y la silla de la doctora, había un diván, otra silla, un ficus y unos tejidos folclóricos colgados de la pared. Y una estantería de libros sombríos. Observé que ninguno era de prosa literaria porque todos tenían los títulos divididos por el signo de dos puntos: Bla bla bla: El bla bla bla de bla bla bla"·.
"Poco después de las once oí que mi madre y Gillian volvían a casa. Habían ido a ver Larga jornada hacia la noche, un regalo a Gillian por su vigesimoprimer aniversario. Ninguna de las dos parecía pensar que ver una tragedia de cuatro horas de duración sobre la familia más dramática y disfuncional que ha existido jamás era una extraña manera de celebrar un cumpleaños, pero tal es la dinámica de mi familia".
"—¿Fuiste a una clase de escritura memorialística? ¿Barnard ofrede esa clase de cursos?
—Sí, y deja de interrumpirme. Si vas a cuestionar todo lo que digo, olvídalo.
—De acuerdo, pero me parece un poco raro escribir tus memorias antes de que te hayas graduado".
"Me puse de pie y miré la mesa, buscando qué podría llevarme a casa. En las películas, cuando despiden a uno, siempre mete sus cosas en una caja de cartón y se la lleva con aire entristecido. Normalmente hay una planta alta y débil, una taza de café con la inscripción EL MEJOR (llénese el espacio en blanco) DEL MUNDO y una foto enmarcada de unos feos seres queridos. Sobre mi mesa no hay nada de eso. Es cierto que solo trabajaba en la galería desde hace unos meses, pero no dejaba de ser deprimente pensar que mi paso por allí no había dejado el menor rastro".
El libro me ha gustado bastante y me parece un buen regalo para estas Navidades. Lectura entretenida y con cierto humor y profundidad. Lo tenéis, por si lo queréis comprar, en esta página de Price Minister a los que les agradezco la iniciativa.
Yo también me apunté al concurso, concretamente solicité el libro Cuando todo cambió, de Donna Milner, pero todavía no lo he recibido. Como no se den prisa, teniendo en cuenta mi rapidez lectora, se van a quedar sin mi inestimable colaboración.
ResponderEliminarPues a mi me da la sensación de que es un poco la versión humorística de El guardián entre el centeno, ¿no? A pesar de todo me apetece.
ResponderEliminarPues sí, como no se apresuren no llega a tiempo, pero de todas formas haz la reseña, que al menos yo estoy interesado.
ResponderEliminarAnniehall, tiene algo de el Guardián, esa forma de enfrentarse al mundo, pero este libro es mucho más amable y divertido. Te lo recomiendo ;-)
Uff, por un momento he pasado miedo porque a mí "El Guardián entre el centeno" se me hizo muy Demian y un poco pesado.
EliminarLa verdad es que lo de la caja cuando te vas me ha recordado totalmente a mi marcha del circo. Creo que yo tenía una figurita de Android y un cacharro para los post-its. Vamos, que si llego a coger una caja hubiera sido de risa ;)
Pues a mí tampoco me ha llegado... Y leo rápido, pero también tengo vida... así que no sé.. como tarden mucho más... jajajaja.
ResponderEliminarEste libro me apetece mucho!
Besos!
Eliahh, hay por ahí un vagón de tren que creo que era tuyo con el que quiere hacerse el malabarista...
ResponderEliminarSaramaga, ¿qué libro pediste tú? Curiosidad, nada menos! :-)
Pedí "Entra en mi vida" de Clara Sánchez. Iba a pedir éste que reseñas, pero me lo prestan.. así que me decidí por el otro. :-) Aunque no tengo muy claro que vaya a llegar...
ResponderEliminarLlego a este blog de la mano virtual de Saramaga, que me ha dicho: "¡mira!la reseña del libro que te habías pedido y que todavía no te ha llegado", así que ya de paso, por aqui me quedo. Si se parece en algo a "el guardian entre el centeno", contenta me quedo. Besitos!
ResponderEliminarhttp://auroralejana.blogspot.com.es/
¡Bienvenida!
EliminarPues ya nos contarás, Saramaga!
ResponderEliminarAurora Lejana, bienvenida! El parecido con El Guardián es relativa. Es un adolescente y está contado en primera persona, pero este es más divertido y ligero. Ya leeré tu reseña.
A ver, por partes:
ResponderEliminar1. quiero, quiero, quiero!!! A que me lo prestas?? Salvo que se parezca a El guardián, que es uno de mis libros más odiados del mundo.
2. por qué no me ha llegado el libro?? Que me he pedido el tocho de Ken Follet!! Aunque soy tan absurda que me lo he empezado en digital, que si no no me da tiempo. Por fin vuelvo a leer sin sufrir XD
1. No es como el Guardián. Te recuerda algo porque es un chaval con problemas y está contado en primera persona.
ResponderEliminar2. Te lo dejo cuando quieras siempre que no lo empiece Anniehall que ha dicho que le interesa. En ese caso estarás la segunda de la lista.
3. Leer sin sufrir es bien.
4. Yo no sé cuándo te va a llegar el libro.
Jo, si Anniehall va antes no me lo voy a leer en la vida!! XD
ResponderEliminarSi no fuera por este malvado comentario te cedería mi puesto en la lista de espera del libro... ahora me lo voy a pensar ;P
EliminarCuqui, sòlo te diré dos palabras: Paul Newman XD
ResponderEliminarSabía que te lo había puesto en bandeja.
EliminarMe ha encantado!! Pero muchísimo. Muy fan. Mañana te lo devuelvo.
ResponderEliminarPues me alegro mucho! Es un libro que está muy bien, la verdad.
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