Inapetencia lecturil
Hay gente que tiene astenia primaveral, o
sudor de bigote o alergia al níquel. Yo, en estos momentos, tengo
inapetencia lecturil. Ya ves tú que cosa...
Llevo como cinco o seis días sin leer ni una página del libro que estoy leyendo. No he cambiado la imagen del libro que ND se está leyendo mientras come pispitos... hasta ahora. En fin, un desastre. Pero es que es cierto que no me apetece leer. No es un problema de que el libro sea un rollo, ni mucho menos. Estoy leyéndome a Vasili Grossman y sus crónicas de la segunda guerra mundial. Bueno, habría que decir mejor que me las estaba leyendo porque ahora no leo.
No me apetece. Habrá alguna malpensada que crea que es una manera como otra cualquiera de cumplir mi absurda intención de leer menos, pero no hay nada de eso. Simplemente no me apetece leer. Por supuesto que me volverá a apetecer. A lo mejor es una especie de resaca o el hecho de que en el trabajo estoy todo el rato generando documentos y escribiendo (¿para cuando un premio literario a la mejor oferta? ¿acaso no es eso escribir ficción?).
Es un poco como cuando Forrest Gump deja de correr de repente y todo el mundo se queda extrañado y él dice que así, sin más, mis días de correr se terminaron.
Y es curioso porque ha coincidido con mi vuelta al transporte público que en teoría me daría más tiempo para leer en los viajes de ida y vuelta.
Yo
leo porque me gusta, y si no me apetece... no creo que tenga ningún
sentido forzarme a leer de nuevo, cuando me apetezca me volveré a poner a
ello.
Yo, de hecho, soy un lector tardío. La mayor parte de mi vida he estado sin leer. Siempre recuerdo a mi madre leyendo y que a mí nunca me dió por ahí. Me hace gracia cuando dicen que los niños leen porque te ven leyendo a ti. Me parece algo bastante absurdo, como si dijeran que los niños hacen la declaración de la renta porque te ven a ti hacerla. Uno lee porque quiere leer. No hay más. Eso de hábitos y de imitaciones... no me lo creo. Yo he tenido una casa llena de libros y solo leía a Mortadelo y Filemón. Mis hijos tienen la casa llena de libros y a su padre leyendo todo el rato y no cogen uno ni por equivocación.
En fin, tendrán que venirme otra vez las ganas porque tengo que ponerme con Jane Eyre para el club de lectura y ese libro no se va a leer solo. Imaginaos que no me lo leo... ahora que ya no soy ni CEO ni tengo cargo nada, ¿con qué cara me presento diciendo que no me lo he leído?
En fin, what easy comes easy goes... y espero que vuelva de nuevo porque si no ¿de qué iba a escribir en el blog? ¿de mi vida? ¡NI DE COÑA!
P.D: No sé si tiene algo que ver, pero esta es la entrada 666 publicada en esta mesa. ¿Casualidad?
A mi eso no me ha pasado nunca....asi que no sé de que hablas..pero vengo a discutir.
ResponderEliminarSi tus hijos ven que lees, pueden leer o no obvio. No es una regla matemática. Lo que no harán jamás es leer si jamás te han visto a ti leer o no han visto un libro en su vida. Vamos, a lo mejor se da algun caso...como un campeón de esqui de Almería por poner un ejemplo.
Y no es "que te vean leer"...es que te vean disfrutar de lo que lees. Por eso la comparación con hacer la renta no me vale.
Pero vamos que seguro que te vuelven las ganas...imagina el pollo que te pueden meter los del club de tortura.
No sé a quién intentas engañar, pero no cuela…lo haces solamente para salirte con la tuya en lo de leer menos…vamos, no cuela.
ResponderEliminarAhora en serio, si no te apetece, no leas, no son deberes…además, creo que eres el único que todavía no se ha rendido con un libro del club de tortura, CEO.
Me enfrento con miedo a Jane Eyre, pero como he aprendido a defenderme hablando de libros que no he leído en el libro de este mes, y además he visto la peli…
No sé, Molinos. Es cierto que el ejemplo es importante, pero al final los libros tienen que llamarte. A mí no me llamaron hasta muy mayor, y parece que mis hijos van por el mismo camino.
ResponderEliminarBichejo, ya sabía que a ti no te la pegaba...
ResponderEliminarY ves lo bien que te viene haber leído al señor Bayard? Para que luego te quejes.
Estoy con Moli. Yo empecé a leer porque veía a mi hermana mayor literalmente con la nariz metida en un libro. La veía reírse a carcajada limpia, estar horas y horas leyendo... eso, y que la admiraba (la admiro todavía, eh? xD) y quería ser como ella hizo que cogiera un libro y me esforzara en leer. Eso y su infinita paciencia explicándome significados de palabras xD
ResponderEliminarAsí me hice lectora voraz xD
Yo estoy con ND en que pueden verte leer y que no te llame nada. A mi hermano le pasó. Mi padre leía muchísimo, yo también y él nada hasta ya mayor.
ResponderEliminarLo cual no quiere decir que la contraria no sea cierta, o sea, que si no te ven leer es mucho más difícil que lean. Eso sí es verdad.
Parece lo mismo pero no lo es.
Mi teoría es que el 90% que hemos pasado por el sistema educativo somo lectores tardíos..
ResponderEliminarNo sé si montaremos el pollo o desharemos el club, con una profunda tristeza y con un gran sentimiento de culpabilidad, pensando, oh, que hemos terminado con tus ganas de leer. Porque tú eres nuestro CEO in péctore, nuestro líder, nuestra luz al final del túnel, nuestra contraportada inalcanzable, nuestro 100% del reader anhelado, nuestro... Oye ¿Y no será que ya te has leído todo lo que tienes en casa?
ResponderEliminarNo te preocupes, son rachas. Yo he tenido muchas en mi vida, y luego vuelve solo.
Yo debe ser que todavía no me he hecho mayor... :-(
ResponderEliminarCreo que algo raro te pasa, estas dejado en todas tus aficiones, no te veo fluido en eso de contestarme en el @ruzzlegame.
¿No será que ahora trabajas, en vez de ir al trabajo?
Voy a tener que hablar con tu responsable en MOCEA.
Como diría Speedymum, no es que no te crea, es que me cuesta muchísimo creerte. (Lo de no leer, digo) ;P
ResponderEliminarYo, desde luego, soy un lector tardío, jordim.
ResponderEliminarSí, son rachas, Carmen. Seguro que me vuelven antes de llenarme de oprobio lecturil.
Puede ser, a lo mejor me estoy vaciando en el trabajo... El Ruzzle puede que no esté bien visto en la oficina, Dr Fiestas... XD
Pues ya ves, Speedy, ahí estoy, sin leer nada de nada.
Por supuesto que ahora no es lo mismo en la oficia. Pero tampoco estás muy animado fuera de ella. ¡Ojo!, que no te lo reprocho tampoco, pero me parece raro.
EliminarY dale narices con que no eres el CEO... qué obsesión ¡tu dimisión NO fue aceptada!
ResponderEliminarBich, te ha llamado absurda jijijiji
Y el apunte intelestuá: me vas a perdonar, pero leer mortadelos ES leer, yo también lo hacía hasta que cogí un libro "de mayores"(así se llamaban en mi casa) y si estuviste con los mortadelos hasta la adolescencia, lo sineto, pero eso también es leer (espero que no hasta la adultez, que son un rollo repollooooo)
¿Qué dices? Yo todavía me río con los Mortadelos!
ResponderEliminarRespecto a lo de CEO es cierto que no se aceptó mi dimisión, pero yo tampoco acepté el cargo, así que estamos como al principio, sin cargo.
Ah, y yo no he llamado absurda a nadie!