Un gramo de odio
"¿Qué es un secreto? Un secreto es algo que nos morimos de ganas de contar sin poder hacerlo. Un virus puesto en cuarentena. [...] Hay que saber lo que es un secreto para poder recibir uno. Uno no escucha cada día a alguien que le confiese un asesinato o un incesto. Como en todo lo que se refiere al ego, hay que asegurarse de que el otro no te va a decir: «Eso no es nada», para después contarte que se ha acostado con su madre. No es elegante. Un secreto no debe nunca cruzarse con otro".
Dany Laferrière, Je suis un écrivain japonais
He vuelto a picar. Los de Amazon me tienen echado el lazo y pico y pico y pico. Algunas veces es para bien y otras para mal. Me he leído este libro de Frantz Delplanque.
He de empezar diciendo que soy bastante prejuicioso respecto a la posibilidad de que un francés escriba una buena novela negra. No sé. Tienen algo de sucedáneo que no acaba de quedar natural. Este caso no me ha hecho desechar esa idea. Es un libro que a ratos se deja leer. Ha habido varias veces que he estado a punto de dejarlo, pero al final lo he terminado y no me arrepiento... o sí. No sé. Me ha ido enganchando, pero tampoco es nada del otro mundo. Se queda en tierra de nadie y eso no es bueno, aunque es mejor que que fuera una mierda.
El libro nos presenta a un asesino a sueldo retirado en un pueblo de la costa vasco-francesa. Su vida es apacible y tranquila como no lo había sido en su vida, pero —como todos sabíamos— las cosas se iban a complicar e iba a tener que volver a esa vida que había dejado atrás.
Hay algo que me exaspera y que es habitual en cierto tipo de novelas y es que nombran cientos de canciones y de artistas dándose una pose de superioridad moral que me repugna hasta casi vomitar. ¿Quieres fardar de gustos musicales? Pues vete a la radio o a contárselo a tus amigos, aunque yo creo que eso ya lo han intentado y no les queda más remedio que mostrar su pedantería en negro sobre blanco porque sus amigos ya no los aguantan. ¡Qué pesadez! no hay escena del libro que no tenga su canción de ipod: para la persecución, para dormirse, para ir a pasear, para hacer el amor... todo tiene su canción y sus discusiones sobre qué canción quedaría mejor en ese momento. Pesado hasta el horror.
Si hubiera quitado todo eso, hubiera quedado un libro mejor. Sin duda. Aunque tal vez yo no sea su público objetivo y vaya dirigido a jóvenes a los que quiere meter —with a spoonfull of sugar— su cancionero.
También, a la vez, mete citas de otros libros y se pavonea de sus lecturas de japoneses y de samuráis. Todo muy horroroso, la verdad.
En fin, que para haber sido la última lectura del tercer año kindle ha sido más bien decepcionante, ¿para qué decir lo contrario? Es entretenido a ratos, pero hay miles de libros mejores. ¡A por ellos!
Hay algo que me exaspera y que es habitual en cierto tipo de novelas y es que nombran cientos de canciones y de artistas dándose una pose de superioridad moral que me repugna hasta casi vomitar. ¿Quieres fardar de gustos musicales? Pues vete a la radio o a contárselo a tus amigos, aunque yo creo que eso ya lo han intentado y no les queda más remedio que mostrar su pedantería en negro sobre blanco porque sus amigos ya no los aguantan. ¡Qué pesadez! no hay escena del libro que no tenga su canción de ipod: para la persecución, para dormirse, para ir a pasear, para hacer el amor... todo tiene su canción y sus discusiones sobre qué canción quedaría mejor en ese momento. Pesado hasta el horror.
Si hubiera quitado todo eso, hubiera quedado un libro mejor. Sin duda. Aunque tal vez yo no sea su público objetivo y vaya dirigido a jóvenes a los que quiere meter —with a spoonfull of sugar— su cancionero.
También, a la vez, mete citas de otros libros y se pavonea de sus lecturas de japoneses y de samuráis. Todo muy horroroso, la verdad.
En fin, que para haber sido la última lectura del tercer año kindle ha sido más bien decepcionante, ¿para qué decir lo contrario? Es entretenido a ratos, pero hay miles de libros mejores. ¡A por ellos!
Vengo de comentar sobre Doña Perfecta.
ResponderEliminar¡qué bueno que leo esta reseña!
Ahora sé que no quiero leer este libro, definitivamente tampoco soy su público objetivo.
Me puse a examinar con más calma este blog y el de Carmen J. (a los dos los encontré en el blogroll de Paterfamilias) y veo que tienen un club de lectura, me pondré luego con más calma a leerlo.
Me gusta mucho Alice Munro, anoto para leer posteriormente qué opinan sobre Las lunas de Júpiter.
Q.Beta
Pues lo que dices no es exactamente quedarse en tierra de nadie. Parece más bien el horror.
ResponderEliminarPues bienvenida al blog, Q.Beta. Mejor leer otros libros, creo yo. Veremos qué tal Alice Munro, voy con muchas expectativas...
ResponderEliminarCarmen, a mí no me ha gustado, lo de quedarse en tierra de nadie es que tampoco lo he aborrecido, o no todo el rato XD
Ken Bruen habla de muchas canciones pero, aunque no me encanta, no me molesta mucho en el caso de sus libros, porque me gusta mucho ese autor, pero en general, no, no me gusta nada ese recurso.
ResponderEliminarAunque si es com tú dices, qué gran teoría, me alegra que hayan dejado de dar la chapa a sus amigos y compañeros de trabajo (sé de lo que hablo) y lo haya concentrado todo en un libro que puedes cerrar y salir huyendo.
Bueno, Loquemeahorro, lo que hay que conseguir es que que el que te de la chapa se ponga a escribir un libro. Claro, que si es conocido lo mismo te lo tienes que leer por compromiso...
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