Viaje a la libertad económica
"¿Por qué perdemos nuestra libertad? ¿Cuándo decidimos que es una buena idea entregar a otros nuestras decisiones, nuestro futuro y el de nuestros hijos? ¿Cuándo tiramos la toalla y entregamos libertad por una supuesta seguridad que nunca llega? ¿Cómo un país que ha vivido cotas inimaginables de prosperidad y libertad puede siquiera discutir la posibilidad de copiar a regímenes totalitarios? ¿Cómo llegan a convencernos de que nosotros somos incapaces?"
Daniel Lacalle. Viaje a la libertad económica.
Buenas, al final con esto del club y sus servidumbres (una buena palabra para el libro de este mes) se me agolpan los libros sobre los que hablar. Este libro me lo dejó Carmen sabiendo que me iba a gustar. Y ha acertado, claro. También me dejó el año pasado el de nosotros, los mercados. Tuve que dejar de leerlo para que me diera tiempo a terminar el libro del mes del club y luego lo retomé y me ha dado tiempo finalmente a leerme los dos.
La verdad es que no sé qué reseña hacer, porque yo ya soy público convencido. Básicamente indica que la solución de la crisis está en menos impuestos, no subvencionar actividades y empresas inefiicientes y deficitarias, facilitar la creación de empresas y adelgazar la Administración. Menos Estado, más libertad. Antes de que venga alguien a decir lo de siempre, Daniel Lacalle no propone que desaparezca el Estado. No es una analogía que se pueda llevar ad absurdum y decir que entonces sin Estado todos libres. Lo que dice es que sin innovación, riesgo y ánimo de mejora no se va a ningún sitio.
Muestra claramente como la espiral de deuda y gasto absurdo en la que estamos metidos ya ha pasado muchas veces en muchos sitios y muestra como salir y como no. Y da mucho vértigo ver cómo nosotros nos empeñamos en seguir el camino equivocado. ¿Por qué? pues porque estamos acostumbrados (y cada vez más) a que sea otro el que nos saque las castañas del fuego. Frases como 'el Estado tiene que garantizar...' esto y lo otro se oyen a todas horas, pero el pagar con dinero que no se tiene y no de manera excepcional, sino rutinaria, ha hecho que ya cada uno de nuestros hijos nazca con más de veintemil euros de deuda a sus espaldas. Y no solo ellos, cada español actualmente tiene esa deuda. Y ya si quitamos a la población no activa, la carga por contribuyente es totalmente inasumible.
También hay que indicar que este señor apela por no ayudar a los bancos, pero que del casi billón de euros que debemos las ayudas a la banca son algo más de cien mil millones, estamos emitiendo deuda para pagar el funcionamiento habitual del Estado y eso no puede ser. También indica dónde se puede adelgazar el presupuesto y hay muchas partes. Y también nos indica que eso de 'no, si quitando ese gasto tampoco se arregla, eso es el chocolate del loro' es otra falacia. El ahorro viene de muchas partes y cada gasto superfluo que se quita es un ahorro actual y futuro.
Con todo, lo que más me ha horripilado es la descripción de la intervención política de los bancos centrales y la espiral de deuda y manipulación del precio del dinero que se está produciendo. Muestra como al no costar las cosas se pierde la posibilidad de saber qué es arriesgado y qué no y como en cualquier momento se puede producir algún descalabro importante.
Es un libro bastante entretenido. Tal vez un poco repetitivo a veces. Y en el que va mostrándonos los problemas y las soluciones a lo largo del mundo. O las que se han tomado ahora o las del pasado. Desmonta el mito de Islandia, valora lo que han conseguido las repúblicas bálticas, nos muestra en toda su crudeza los desatinos de Venezuela o Argentina, el caso sueco... en fin, que yo os recomiendo que os lo leáis porque como él dice, en el debate es enriquecedor.
Podría poner cientos de párrafos, pero solo os pondré dos o tres:
"En la primera entrevista de trabajo que tuve, en una consultora, la persona que me recibió me dijo: «Los de tu generación tenéis muy mala suerte, porque nunca vais a conseguir llegar adonde llegamos los que tenemos sólo unos años más, porque de esta crisis no nos saca este gobierno». Otro listo. Nunca se ha salido de la crisis de la mano del sector que la ha creado, y desde finales de los noventa, eso es precisamente lo que hemos repetido una y otra vez. Queremos solucionar el problema con más intervención por parte del que ha generado el problema".
"En nuestra vida cotidiana solemos criticar a las empresas privadas o a los individuos por sus gastos excesivos. Si vemos que nuestro vecino se endeuda para comprar cosas que no le sirven o que no puede permitirse, intentamos aconsejarle y alertarle de que va camino a la ruina. Sin embargo, no exigimos esa responsabilidad si los gastos inútiles o imposibles de financiar son del Estado. Siempre se le perdonan porque pensamos que es «por el bienestar social»".
"Si les digo: «Hay que bajar tipos de interés e imprimir moneda para que suban las bolsas, los bancos ganen más dinero y los mercados se enriquezcan», ustedes se indignarían, ¿verdad? ¿Y si les digo que hay que hacer todas esas cosas «para que baje el desempleo»? Pues se quedarán tan contentos. Aunque en los últimos doce años, la relación entre estímulos y empleo haya probado ser inexistente. ¿Cómo justifico que esas medidas excepcionales tienen que seguir llevándose a cabo cuando los niveles de paro se mantienen? Es la excusa perfecta".
"Sin libertad económica no hay libertad. Sólo vasallaje ante un señor feudal, el Estado, que simplemente no puede ser asistencialista, porque es la política más antisocial de todas, pedir prestado de nuestros hijos y nietos, que no tienen la culpa de nuestros excesos".
En fin, como ya os he dicho, yo era público entregado, así que solo os puedo decir que me parece bastante sensato y escalofriante todo lo que escribe este señor. Y también su proceso vital de transición desde el socialismo a la escuela austriaca es similar al que yo mismo he recorrido. A mí lo que dice me parece sensato y coherente. Habrá quien opine lo contrario, sin duda. Y eso es bueno.
"En la primera entrevista de trabajo que tuve, en una consultora, la persona que me recibió me dijo: «Los de tu generación tenéis muy mala suerte, porque nunca vais a conseguir llegar adonde llegamos los que tenemos sólo unos años más, porque de esta crisis no nos saca este gobierno». Otro listo. Nunca se ha salido de la crisis de la mano del sector que la ha creado, y desde finales de los noventa, eso es precisamente lo que hemos repetido una y otra vez. Queremos solucionar el problema con más intervención por parte del que ha generado el problema".
"En nuestra vida cotidiana solemos criticar a las empresas privadas o a los individuos por sus gastos excesivos. Si vemos que nuestro vecino se endeuda para comprar cosas que no le sirven o que no puede permitirse, intentamos aconsejarle y alertarle de que va camino a la ruina. Sin embargo, no exigimos esa responsabilidad si los gastos inútiles o imposibles de financiar son del Estado. Siempre se le perdonan porque pensamos que es «por el bienestar social»".
"Si les digo: «Hay que bajar tipos de interés e imprimir moneda para que suban las bolsas, los bancos ganen más dinero y los mercados se enriquezcan», ustedes se indignarían, ¿verdad? ¿Y si les digo que hay que hacer todas esas cosas «para que baje el desempleo»? Pues se quedarán tan contentos. Aunque en los últimos doce años, la relación entre estímulos y empleo haya probado ser inexistente. ¿Cómo justifico que esas medidas excepcionales tienen que seguir llevándose a cabo cuando los niveles de paro se mantienen? Es la excusa perfecta".
"Sin libertad económica no hay libertad. Sólo vasallaje ante un señor feudal, el Estado, que simplemente no puede ser asistencialista, porque es la política más antisocial de todas, pedir prestado de nuestros hijos y nietos, que no tienen la culpa de nuestros excesos".
En fin, como ya os he dicho, yo era público entregado, así que solo os puedo decir que me parece bastante sensato y escalofriante todo lo que escribe este señor. Y también su proceso vital de transición desde el socialismo a la escuela austriaca es similar al que yo mismo he recorrido. A mí lo que dice me parece sensato y coherente. Habrá quien opine lo contrario, sin duda. Y eso es bueno.
¿Qué es la escuela austriaca?
ResponderEliminar¿Qué es la escuela austriaca?
ResponderEliminarAna, la escuela austriaca es una rama de la economía que explica las crisis como resultado de los bancos centrales y de la distorsión que crean en el mercado manipulando el precio del dinero.
ResponderEliminarAbogan por la no ingerencia del Estado en el mercado y la vuelta al patrón oro. Hayek y Von Mises son dos de sus economistas más famosos.
Pues me interesa la escuela austriaca..
ResponderEliminarSi estás interesado, jordim, te recomiendo que leas Camino de Servidumbre de Hayek
ResponderEliminarMe alegro que hayas disfrutado con el libro. Es verdad que es un poco repetitivo a veces, pero el recorrido que hace por los países me pareció muy interesante.
ResponderEliminarMuy buena reseña, como siempre.
Gracias a ti, Carmen, por dejármelo. El ir viendo cómo se han afrontado las crisis en otros lugares y cómo estamos tomando las peores decisiones da mucho miedo, la verdad.
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