Fouché
"De repente, entró el vicio apoyado en la traición".
François-René de Chateaubriand. Memorias de Ultratumba.
Esta frase de Chateubriand ha pasado a la historia como la descripción de dos personajes que dominaron la política francesa durante cuarenta años: Tayllerand y Fouché.
Me he leído el libro de Zweig sobre Fouché y me ha gustado bastante. Es un poco rancio, como casi todos los libros de Zweig que parecen un poco apolillados, pero es muy interesante y ayuda a conocer un poco más a un personaje digno de biografías y de estudio.
Fouché fue un hombre hecho a sí mismo. De extracción humilde llegó a lo más alto, o casi, en uno de los momentos más convulsos de la historia de Francia. Pero eso no es lo más extraordinario. Lo extraordinario es cómo sobrevivió, cómo traicionó a todos y cómo todos lo necesitaron.
Fue sacerdote sin llegar a profesar los votos. Durante la revolución se puso del lado de la República y los Girondinos y posteriormente del Terror. Ordenó matanzas a cañonazos en Lyon. Consiguió que condenaran a Rosbespierre a la guillotina para librarse él de ella. Luego se volvió moderado denunciando los abusos (que él mismo había cometido). Fue ministro de Napoleón durante casi toda su carrera política y terminó como ministro del rey Luis XVIII, hermano del rey que mandó a la guillotina.
En fin, todo un currículum. Es un libro de tamaño medio (casi 300 páginas) que nos acerca a este personaje. Yo he aprendido y me he entretenido. Puede ser una buena lectura de verano por si estáis buscando algo para la playa.
Unos párrafos:
"Con la misma repugnancia vuelve a tomar Napoleón a su servicio a Fouché. Hace diez años que conoce a este carácter de reptil y sabe que no sirve a nadie en el fondo y que sólo se deja arrastrar por su pasión del juego político. Sabe que este hombre le verá caer con la más glacial indiferencia y le abandonará en el momento más peligroso, exactamente igual que abandonó a los girondinos, a los terroristas, a Robespierre y a los termidoristas; exactamente igual que abandonó y traiciono a Barras ‑su salvador‑, al Directorio, a la República y al Consulado. Pero le necesita, o cree necesitarle. Así como Napoleón fascina a Fouché con su genio, igualmente, reiteradamente, fascina Fouché a Napoleón con su actitud"."Por desgracia, no es siempre la Historia, como nos la cuentan, historia del valor humano; es también historia de la cobardía humana. Y la política no es, como se quiere hacer creer a todo trance, guía de la opinión pública, sino inclinación humillante de los caudillos precisamente ante la instancia que ellos mismos han creado e influenciado. Así nacen siempre las guerras: de un juego con palabras peligrosas, de una superexcitación de las pasiones nacionales; y así también los crímenes políticos; ningún vicio y ninguna brutalidad en la tierra han vertido tanta sangre como la cobardía humana"."Este aguardar en la oscuridad es la actitud de José Fouché durante toda su vida. No ser nunca el objeto visible del Poder y sujetarlo, sin embargo, por completo; tirar de todos los hilos eludiendo siempre la responsabilidad. Colocarse, parapetado, detrás de una figura principal, y empujarla hacia delante; y en cuanto esta avance excesivamente, en el instante decisivo, traicionarla de manera rotunda. Éste es su papel preferido. Lo interpreta como el más perfecto intrigante de la escena política, en veinte disfraces, en innumerables episodios bajo los republicanos, los reyes o los emperadores, siempre con el mismo virtuosismo".
Quizá se podría subtitular "Memorias de un reptil" pero con lo de político ya está dicho.
ResponderEliminarA mi me gusta mucho Zweig, jajajaja ¿rancio y apolillado? Las biografías no las he trabajado mucho pero tengo una sobre Maria Antonieta que tengo ganas de leer.
ResponderEliminarSaludos!!
Desde luego este es el paradigma de político preocupado sólo por el poder y por sus intereses, Loquemeahorro.
ResponderEliminarU-topia, a mí Zweig me gusta mucho, pero hay veces que el estilo (a lo mejor son las traducciones) es muy viejo. Piensa que es coetáneo de Proust o de Joyce.