El debut (y II): Oscuro no, oscurísimo
Como os decía, ninguno de esos momentos vergonzosos se me vino a la cabeza el día de octubre que recibí un correo inocente de la madre de un compañero de C: 'hola chicas, a S y a mí se nos ha ocurrido que podíamos hacer algo sobre el plan SI en la clase de los niños ¿os apuntáis?'. Inconsciente y cándida respondí presta que sí. Total, nos juntamos cinco.
A la primera cita solo acudimos cuatro. La idea era revisar los libros que recomienda el programa y ver qué podíamos hacer. Hablamos de Jamie Oliver, que tiene un programa para intentar que los niños coman verduras.
Y, no sé cómo, en algún momento, alguien dijo 'Podíamos disfrazarnos de verduras'. Miré al resto tragando saliva, acojonada. Era la única. A mí alrededor solo veía entusiasmo. 'Sííí, y una podía vestirse de Cardio' (Cardio es la mascota del programa, es un corazón). Por qué en ese momento no dije 'ni de coña, yo no me visto de verdura, qué vergüenza' nunca lo sabré. Por qué no me levanté y me fui. Pues tampoco. 'Bueeeeno... vaaale... no sé... estoooooo' 'Mirad, aquí hay un disfraz de zanahoria muy chulo y muy fácil de hacer' 'mmm, sí...' (hilo de voz). Lo sé, estáis pensando que cualquier persona en su sano juicio debería salir corriendo en semejante situación y que soy una cobarde o, peor, una loca por no haberlo hecho. Pues ¿sabéis que os digo? Que no me arrepiento de haberme quedado.
Porque yo pensaba: estas chicas son gente normal, me caen bien, tienen unos hijos bien educados... ¿qué demonios? ¿zanahoria? Pues zanahoria. Con un par. Bien es verdad que seguía algo acojonada y que me reconfortó mucho el correo de la quinta (la que no fue) cuando se enteró del disfraz. Sin querer llamarnos locas abiertamente quedó bastante claro que a ella aquello le parecía un desatino.
Así que nos hemos pasado dos meses largos quedando casi un día a la semana, preparando el guión, los disfraces, un tren con cajas de cartón (chulísimo por cierto), una cesta de frutas y verduras... Y merendando. Y riéndonos mucho. Y con los niños moscas pero sin saber muy bien qué pasaba y por qué nos juntabamos tanto para jugar. El último miércoles nos interrumpían constantemente, está claro que algo se olían.
El jueves 'estrenamos'. Aunque el ensayo general fue un despropósito nos lo pasamos en grande. Eso sí, el estreno ha sido un éxito total (¿no hay un dicho sobre los buenos augurios de los malos ensayos generales?). Los niños se lo han pasado pipa, las profes nos han felicitado, no nos hemos equivocado mucho y ha habido momentos de caos completo. Hasta nos están intentando convencer para que repitamos para todo el cole.
Pues eso, cuatro tías frisando los cuarenta vestidas de zanahoria (y no os he contado que llevábamos un ¡tocado con hojas verdes!) y otra más metida dentro de un corazón/burka de gomaespuma con tela roja brillante. Probablemente la vez que más vergüenza debería haber pasado y, sin embargo, la que menos me ha importado. Y la que más he disfrutado. Aunque creo que no tanto como C y sus compañeros.
Aquí tenéis a una zanahoria. Le falta el tocado, claro, pero después de tanto tiempo intentando mantener el anonimato no la vamos a cagar ahora ¿no?
A la primera cita solo acudimos cuatro. La idea era revisar los libros que recomienda el programa y ver qué podíamos hacer. Hablamos de Jamie Oliver, que tiene un programa para intentar que los niños coman verduras.
Y, no sé cómo, en algún momento, alguien dijo 'Podíamos disfrazarnos de verduras'. Miré al resto tragando saliva, acojonada. Era la única. A mí alrededor solo veía entusiasmo. 'Sííí, y una podía vestirse de Cardio' (Cardio es la mascota del programa, es un corazón). Por qué en ese momento no dije 'ni de coña, yo no me visto de verdura, qué vergüenza' nunca lo sabré. Por qué no me levanté y me fui. Pues tampoco. 'Bueeeeno... vaaale... no sé... estoooooo' 'Mirad, aquí hay un disfraz de zanahoria muy chulo y muy fácil de hacer' 'mmm, sí...' (hilo de voz). Lo sé, estáis pensando que cualquier persona en su sano juicio debería salir corriendo en semejante situación y que soy una cobarde o, peor, una loca por no haberlo hecho. Pues ¿sabéis que os digo? Que no me arrepiento de haberme quedado.
Porque yo pensaba: estas chicas son gente normal, me caen bien, tienen unos hijos bien educados... ¿qué demonios? ¿zanahoria? Pues zanahoria. Con un par. Bien es verdad que seguía algo acojonada y que me reconfortó mucho el correo de la quinta (la que no fue) cuando se enteró del disfraz. Sin querer llamarnos locas abiertamente quedó bastante claro que a ella aquello le parecía un desatino.
Así que nos hemos pasado dos meses largos quedando casi un día a la semana, preparando el guión, los disfraces, un tren con cajas de cartón (chulísimo por cierto), una cesta de frutas y verduras... Y merendando. Y riéndonos mucho. Y con los niños moscas pero sin saber muy bien qué pasaba y por qué nos juntabamos tanto para jugar. El último miércoles nos interrumpían constantemente, está claro que algo se olían.
El jueves 'estrenamos'. Aunque el ensayo general fue un despropósito nos lo pasamos en grande. Eso sí, el estreno ha sido un éxito total (¿no hay un dicho sobre los buenos augurios de los malos ensayos generales?). Los niños se lo han pasado pipa, las profes nos han felicitado, no nos hemos equivocado mucho y ha habido momentos de caos completo. Hasta nos están intentando convencer para que repitamos para todo el cole.
Pues eso, cuatro tías frisando los cuarenta vestidas de zanahoria (y no os he contado que llevábamos un ¡tocado con hojas verdes!) y otra más metida dentro de un corazón/burka de gomaespuma con tela roja brillante. Probablemente la vez que más vergüenza debería haber pasado y, sin embargo, la que menos me ha importado. Y la que más he disfrutado. Aunque creo que no tanto como C y sus compañeros.
Aquí tenéis a una zanahoria. Le falta el tocado, claro, pero después de tanto tiempo intentando mantener el anonimato no la vamos a cagar ahora ¿no?
Pero qué total!!
ResponderEliminarY yo haciéndome pelis sobre si te había dado por el teatro...
¡Dios mío, es más grave de lo que creía! Cuidado que se empieza así, haciendo de verdura para los niños y no se sabe cómo puedes acabar ;-)
ResponderEliminarAhora en serio, me alegro que te lo pasaras bien y admiro tu valentía (o inconsciencia)
yo quiero tu foto vestida de zanahoria con un toca de hojas verdesssss.... por favooorrrr
ResponderEliminarElegante pero informal....en serio, no esta mal el traje, según iba leyendo pensaba que sería mucho peor.
ResponderEliminarYa hubiese querido yo tener un disfraz tan mono cuando hice La Venganza de Don Mendo en la mili, que ibamos con los pantalones del chandal apretados que se usaban en los años 70 y un calzoncillo por fuera, para simular las calzas; y el bigote y barba pintados con betún.
Además por lo que se ve te lo has pasado genial. Eso si borra las fotos de la memoria del móvil, no vaya a ser que lo pierdas. No te puedes fiar de nadie. Fijate en lo que le pasó a la Scarlett Johansson.
Don Mendo en la mili?? en la mili se hacía teatro?? Qué raro tooodo
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
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ResponderEliminarYo es que hice la mili en los cuerpos especiales.
ResponderEliminarTengo fotos, si quieres hacemos quid pro quo.
Cómo mola el disfraz! y qué buena idea la del teatrillo, seguro así se les queda mucho mejor el mensaje :)
ResponderEliminar¡¡¡Qué bueno!!! ¡¡¡Propongo tourné por toda España, especialmente por ciudades de blogueros!!! XD.
ResponderEliminarDentro de lo malo, la zanahoria es una de las verduras más elegantes y estilosas. Imagínate que te hubieras tenido que vestir de col...
ResponderEliminarXD
Ha nacido una estrella: Annie Carrot. ¡Y tengo que conseguir un autógrafo!
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