Los sueños, sueños son
Hoy voy a contar algo excepcional, algo tal vez desconcertante. Puede que algunos de vosotros me retiréis la palabra, pero me debo a mis obligaciones y tal vez este post en un futuro, cuando vaya a la consulta del psiquiatra, pueda serme de utilidad.
He de empezar diciendo que yo prácticamente nunca recuerdo lo que he soñado. Hay gente que sí y gente que no. Yo soy de los que no. Por eso me resulta revelador acordarme de algún sueño, asomarme a ese totum revolutum que debe ser mi cerebro cuando yo mismo no estoy atento a sus evoluciones.
Lo que pasa que es que cuando consigo acordarme, como es el caso que nos ocupa, es casi para decidir que es mejor cubrir mis sueños con ese manto de misterio que provoca la ignorancia porque el sueño de hoy ha sido realmente extraño.
Para empezar he de decir que en el sueño era un director de orquesta. Estaba con una orquesta y con nuestro representante o manager o como quiera llamarse en Uzbequistán. ¿Quién no ha estado alguna vez en sueños en Uzbequistán? Eso ya empieza a sonar un poquito raro, ¿no?
El caso es que teníamos que tomar otro vuelo y yo llegué a Tayikistán, a su capital que sé que se llama Dusambé, pero en el sueño no tenía ni idea (la foto del post es un lago tayico que he buscado en google), y de allí me dirijo a una sala de conciertos y me pongo a dirigir a la orquesta mientras yo bailaba. Además cada uno iba vestido como Dios le daba a entender. El hecho de que fuera una orquesta diferente porque con los que yo iba no aparecían no me chocó como raro mientras soñaba. Llegué y me puse a tocar en un teatrillo blanco con molduras barrocas a una orquesta de unas veinte personas.
Cuando se terminó el concierto había como una recepción en el mismo escenario y había allí mismo una puerta a la calle. Yo me salí para ver si cenaba y me metí en un centro comercial que estaba cerrando y donde vendían quesos de bola grandes que estaban como en un corral, pero que no compré. Ya escamado llamé a mi mánager que me dijo que todos los demás estaban en Túnez y que cómo había ido a parar allí, que tenía que reunirme con el resto, pero que el vuelo Tayiquistán-Túnez iba a ser complicado. Que casi mejor que como tenía que ir a Estados Unidos a ver a mi madre, que ya si eso me iba desde allí directamente...
Y ahí me asaltó la duda de si sería más rápido viajar a Estados Unidos desde Tayiquistán hacia el Este o hacia el Oeste. En esas estaba cuando ha sonado la alarma del despertador de Anniehall.
A todo esto hay que sumarle una serie de visiones así tipo google earth en la que iba haciendo zoom por la ciudad, mis conversaciones con los taxistas, con la gente de la orquesta y una sensación de estar despierto y de que todo eso era totalmente cierto y factible.
No era una pesadilla, yo estaba algo nervioso porque no entendía cómo había llegado allí, pero no era agobiante. Simplemente pensaba en comer y en conseguir canjear mi billete de avión por otro. Además tenía unas panorámicas de la ciudad súpercurradas. Había edificios en obras, uno en particular que era grandísimo y con forma de espada, calles, cuestas, mercados, plazas... El sitio donde fui a tocar era algo parecido a la estación de Chamartín.
En fin, esta mañana estaba maravillado de acordarme de todo esto con total claridad. Es algo extraño y por eso lo pongo aquí. Sé que esto va a perjudicar la idea ya bastante lastimosa que tenéis de mí, pero creo que es un sueño que debe quedar aquí marcado para que mi yo futuro pueda entender de dónde le vienen los males.
Y terminaré con los versos de la Vida es Sueño que será lo más inteligente y grato de todo este post:
He de empezar diciendo que yo prácticamente nunca recuerdo lo que he soñado. Hay gente que sí y gente que no. Yo soy de los que no. Por eso me resulta revelador acordarme de algún sueño, asomarme a ese totum revolutum que debe ser mi cerebro cuando yo mismo no estoy atento a sus evoluciones.
Lo que pasa que es que cuando consigo acordarme, como es el caso que nos ocupa, es casi para decidir que es mejor cubrir mis sueños con ese manto de misterio que provoca la ignorancia porque el sueño de hoy ha sido realmente extraño.
Para empezar he de decir que en el sueño era un director de orquesta. Estaba con una orquesta y con nuestro representante o manager o como quiera llamarse en Uzbequistán. ¿Quién no ha estado alguna vez en sueños en Uzbequistán? Eso ya empieza a sonar un poquito raro, ¿no?
El caso es que teníamos que tomar otro vuelo y yo llegué a Tayikistán, a su capital que sé que se llama Dusambé, pero en el sueño no tenía ni idea (la foto del post es un lago tayico que he buscado en google), y de allí me dirijo a una sala de conciertos y me pongo a dirigir a la orquesta mientras yo bailaba. Además cada uno iba vestido como Dios le daba a entender. El hecho de que fuera una orquesta diferente porque con los que yo iba no aparecían no me chocó como raro mientras soñaba. Llegué y me puse a tocar en un teatrillo blanco con molduras barrocas a una orquesta de unas veinte personas.
Cuando se terminó el concierto había como una recepción en el mismo escenario y había allí mismo una puerta a la calle. Yo me salí para ver si cenaba y me metí en un centro comercial que estaba cerrando y donde vendían quesos de bola grandes que estaban como en un corral, pero que no compré. Ya escamado llamé a mi mánager que me dijo que todos los demás estaban en Túnez y que cómo había ido a parar allí, que tenía que reunirme con el resto, pero que el vuelo Tayiquistán-Túnez iba a ser complicado. Que casi mejor que como tenía que ir a Estados Unidos a ver a mi madre, que ya si eso me iba desde allí directamente...
Y ahí me asaltó la duda de si sería más rápido viajar a Estados Unidos desde Tayiquistán hacia el Este o hacia el Oeste. En esas estaba cuando ha sonado la alarma del despertador de Anniehall.
A todo esto hay que sumarle una serie de visiones así tipo google earth en la que iba haciendo zoom por la ciudad, mis conversaciones con los taxistas, con la gente de la orquesta y una sensación de estar despierto y de que todo eso era totalmente cierto y factible.
No era una pesadilla, yo estaba algo nervioso porque no entendía cómo había llegado allí, pero no era agobiante. Simplemente pensaba en comer y en conseguir canjear mi billete de avión por otro. Además tenía unas panorámicas de la ciudad súpercurradas. Había edificios en obras, uno en particular que era grandísimo y con forma de espada, calles, cuestas, mercados, plazas... El sitio donde fui a tocar era algo parecido a la estación de Chamartín.
En fin, esta mañana estaba maravillado de acordarme de todo esto con total claridad. Es algo extraño y por eso lo pongo aquí. Sé que esto va a perjudicar la idea ya bastante lastimosa que tenéis de mí, pero creo que es un sueño que debe quedar aquí marcado para que mi yo futuro pueda entender de dónde le vienen los males.
Y terminaré con los versos de la Vida es Sueño que será lo más inteligente y grato de todo este post:
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra una ficción
y el mayor bien es pequeño
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra una ficción
y el mayor bien es pequeño
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.
Yo, perdóneseme la osadía, añadiría un estrambote:
Y si estás en Tayikistán
acuérdate de llevar pan.
acuérdate de llevar pan.
Pues para no soler acordarte de los sueños con éste te has lucido, con todo lujo de detalles! Me ha encantado lo de pensar si para llegar a EEUU lo más rápido era por el este o el oeste :p
ResponderEliminarPor lo que yo se, sólo te acuerdas de los sueños si te despiertas en mitad de uno de ellos, cosa que no suele suceder porque los sueños se tienen al principio de la noche, cuando estas dormido más profundamente.
ResponderEliminarSiempre puede ocurrir que pase por la calle un subnormal el tubo de escape de la moto roto (o volver tu hija a las tantas haciendo ruido) pero no es lo habitual (o directamente no has podido dormirte). Como ves, puestos a compartir vivencias, hago referencia a mis experiencias personales.
Respecto al significado, ya me gustaría a mi saberlo y chantajearte con ello pero NPI, salvo la evidente conexión laboral (lo del edificio como Chamartín, es de libro)
Pues por eso lo escribo, miss Hurry, porque normalmente no me acuerdo de nada y este lo recuerdo con claridad cristalina! Por cierto, esa es una duda que no he resuelto... :P
ResponderEliminarHermano E, pues eso va a ser porque me desperté a las 4:30 y luego me volví a dormir y en ese rato hasta las 6 es cuando tuve el sueño.
Yo, lo de Chamartín no acabo de verlo. Lo que he pensado es que lo de Tajikistan y eso puede tener que ver con lo de Eurovisión, que tampoco lo vi, pero daban mucho la murga...
Eurovisión, eso es por Eurovisión. Nos creemos que no, pero estas cosas tan estrafalarias se nos quedan grabadas, incluso si no las hemos visto. Y da gracias a que no estuvieran las viejecitas rusas escondidas en el corral y no te hayan pegado un buen susto. Que no te despiste lo de irte con tu madre a EEUU, claramente te aterra tener noticias de Eurovisión 2013 y quieres poner océanos de por medio...
ResponderEliminarLa rima final es muy epic, he soltado la carcajada en el curro!!!
ResponderEliminarMe parece alucinante que recuerdes tantísimas cosas...
Eso supongo, Carmen. Si no de qué iba a soñar yo con Tayiquistán? :P
ResponderEliminarDe las viejecitas oí hablar pero no las vi. Solo vi a la francesa y a la italiana, creo.
La teoría de la repulsión y poner pies en polvorosa puede ser acertada también...
Bichejo, me alegra que te hiciera reír. A mí también me alucina y por eso lo he contado porque normalmente no me acuerdo de nada y cuando me acuerdo son retazos.