Eureka!
Pues me he leído este libro que está bastante bien. Es uno de esos libros baratos de Amazon a los que me he vuelto adicto. Este me ha costado dos euros y pico y me lo he leído con mucho interés. La estructura del libro es muy simple. Son pequeñas biografías de científicos contando qué es lo que descubrieron. Son unos trescientos según dice en la página, yo no los he contado. Son muchísimos, y muchos de ellos totalmente desconocidos para mí.
La relación comienza en la grecia antigua y llega hasta nuestros días terminando con el matemático ruso Grigori Perelman que demostró la conjetura de Poincaré.
Así aparecen Hiparco de Nicea, Pitágoras, Aristóteles, Tales de Mileto... luego unos pocos romanos, entre ellos Galeno que fue médico de Marco Aurelio, un par de musulmanes entre los que echo en falta a Avicena, y luego ya más y más según avanzamos hasta el presente. Dentro de los musulmanes aparece Al Juarismi del que proviene la palabra algoritmo, guarismo y la palabra álgebra de un libro que publicó sobre la resolución de ecuaciones.
Aparecen Newton, Faraday, Leibnitz, Lagrange, Vesalio, Bacon -que es considerado el padre del pensamiento científico moderno: "If a man will begin with certainties, he shall end in doubts; but if he will be content to begin with doubts, he shall end in certainties", Pascal, Darwin... ningún español, por cierto, aunque sobre eso volveré más tarde.
Hay gente de la que no había oído hablar nunca como Thomas Young que descubrió que los nervios del ojo humano son sensibles al rojo, verde y azul (el RGB de los televisores), Luther Burbank que creó patatas resistentes y no sé cuantas cosas más...
Por ejemplo, esta es la primera radiografía que se hizo en la historia:
Es la mano de Bertha Röntgen, esposa de Wilhem Röntgen descubridor de los rayos X, se puede ver la mano y el anillo que llevaba.
Me he enterado de que la hija de los Curie (Irène Joliot-Curie) también ganó el premio nobel.
Hay momentos divertidos porque uno puede ser científico o ingeniero y también ser divertido. Por ejemplo:
Mi traducción libre: pobre Sir Watson-Watt, extraño blanco de este radar y así, junto a otros que puedo nombrar, la víctima de su propio invento. Su ojo mágico que todo lo ve permitió a los aviones volar entre las nubes, aunque ahora mediante un giro irónico, detecta al motorista veloz y muerde, sin duda con validez legal, la mano que lo creó. Es un poema que escribió el inventor del radar cuando la policía le puso una multa gracias a su propio invento, el radar.
También hay un extracto del discurso de aceptación del nobel de Barry James Marshall, un investigador australiano que descubrió la helicobacter pilori que provoca gastritis y úlcera de estómago que dice así: Aunque es cierto que MacFarlane Burnet se inyectó a sí mismo con el virus de la mixomatosis y que yo me infecté a propósito con Helicobacter pilori, no creo que esto les vaya a garantizar un premio Nobel a otros aspirantes australianos. A la gente joven que está escuchándome esta noche les recomendaría, encontrad pasión en vuestro trabajo - sea el que sea... trabajad duro, mantened una vida equilibrada y, por si acaso, siempre sed amables con los suecos (traducción mía).
Es muy interesante y cada biografía es muy breve, una o dos páginas, por lo que se lee muy bien. Está en inglés, eso sí, pero creo que se lee fácilmente y merece la pena. Es un gran regalo para ingenieros y para gente que quiere saber un poco sobre el mundo de la ciencia y cómo eran las personas que hicieron esos descubrimientos.
La relación comienza en la grecia antigua y llega hasta nuestros días terminando con el matemático ruso Grigori Perelman que demostró la conjetura de Poincaré.
Así aparecen Hiparco de Nicea, Pitágoras, Aristóteles, Tales de Mileto... luego unos pocos romanos, entre ellos Galeno que fue médico de Marco Aurelio, un par de musulmanes entre los que echo en falta a Avicena, y luego ya más y más según avanzamos hasta el presente. Dentro de los musulmanes aparece Al Juarismi del que proviene la palabra algoritmo, guarismo y la palabra álgebra de un libro que publicó sobre la resolución de ecuaciones.
Aparecen Newton, Faraday, Leibnitz, Lagrange, Vesalio, Bacon -que es considerado el padre del pensamiento científico moderno: "If a man will begin with certainties, he shall end in doubts; but if he will be content to begin with doubts, he shall end in certainties", Pascal, Darwin... ningún español, por cierto, aunque sobre eso volveré más tarde.
Hay gente de la que no había oído hablar nunca como Thomas Young que descubrió que los nervios del ojo humano son sensibles al rojo, verde y azul (el RGB de los televisores), Luther Burbank que creó patatas resistentes y no sé cuantas cosas más...
Por ejemplo, esta es la primera radiografía que se hizo en la historia:
Es la mano de Bertha Röntgen, esposa de Wilhem Röntgen descubridor de los rayos X, se puede ver la mano y el anillo que llevaba.
Me he enterado de que la hija de los Curie (Irène Joliot-Curie) también ganó el premio nobel.
Hay momentos divertidos porque uno puede ser científico o ingeniero y también ser divertido. Por ejemplo:
"Pity Sir Robert Watson-Watt,
strange target of this radar plot
And thus, with others I can mention,
the victim of his own invention.
His magical all-seeing eye
enabled cloud-bound planes to fly
but now by some ironic twist
it spots the speeding motorist and bites,
no doubt with legal wit,
the hand that once created it."
strange target of this radar plot
And thus, with others I can mention,
the victim of his own invention.
His magical all-seeing eye
enabled cloud-bound planes to fly
but now by some ironic twist
it spots the speeding motorist and bites,
no doubt with legal wit,
the hand that once created it."
Mi traducción libre: pobre Sir Watson-Watt, extraño blanco de este radar y así, junto a otros que puedo nombrar, la víctima de su propio invento. Su ojo mágico que todo lo ve permitió a los aviones volar entre las nubes, aunque ahora mediante un giro irónico, detecta al motorista veloz y muerde, sin duda con validez legal, la mano que lo creó. Es un poema que escribió el inventor del radar cuando la policía le puso una multa gracias a su propio invento, el radar.
También hay un extracto del discurso de aceptación del nobel de Barry James Marshall, un investigador australiano que descubrió la helicobacter pilori que provoca gastritis y úlcera de estómago que dice así: Aunque es cierto que MacFarlane Burnet se inyectó a sí mismo con el virus de la mixomatosis y que yo me infecté a propósito con Helicobacter pilori, no creo que esto les vaya a garantizar un premio Nobel a otros aspirantes australianos. A la gente joven que está escuchándome esta noche les recomendaría, encontrad pasión en vuestro trabajo - sea el que sea... trabajad duro, mantened una vida equilibrada y, por si acaso, siempre sed amables con los suecos (traducción mía).
Es muy interesante y cada biografía es muy breve, una o dos páginas, por lo que se lee muy bien. Está en inglés, eso sí, pero creo que se lee fácilmente y merece la pena. Es un gran regalo para ingenieros y para gente que quiere saber un poco sobre el mundo de la ciencia y cómo eran las personas que hicieron esos descubrimientos.
Puff! Estoy medio tonto. Al final quería hablar de una cosa y se me ha olvidado. Leyendo todas estas biografías hay un patrón que prácticamente cumplen todos estos científicos e inventores: Estudian la carrera en varias universidades en varios países o en sitios alejados entre sí y casi siempre lejos de su hogar, o del hogar familiar. Cuando ya son doctores y profesores también cambian mucho de universidad, viajan y se relacionan con un montón de científicos y comparten las ideas y el conocimiento y muchos de ellos estudian más de una carrera de distintas áreas del conocimiento.
Decía antes que no hay ningún español. Podrían haber aparecido los de siempre: Ramón y Cajal, Miguel Servet, Severo Ochoa... pero no aparecen. Y lo más triste es que desde mi experiencia relativa a la Universidad española, no aparecerán en mucho tiempo. La estructura de la Universidad española fomenta exactamente lo contrario de lo que estos ejemplos parecen sugerir como el camino para investigar: uno no tiene que moverse de su casa para estudiar cualquier cosa. Como mucho va a la provincia de al lado. Las carreras son estancas y rivales entre sí de manera que estudiar dos de ellas es casi un logro heroico. Los departamentos de las Universidades son estructuras casi pétreas en las que la única manera de entrar es llevar allí toda la vida. Los créditos de lo investigado se lo llevan las personas que en absoluto están relacionadas con las líneas de investigación. Y no voy a entrar en el nivel de exigencia porque eso lo dejaré para otro post. Y, claro, así nos va... una vez más...
Decía antes que no hay ningún español. Podrían haber aparecido los de siempre: Ramón y Cajal, Miguel Servet, Severo Ochoa... pero no aparecen. Y lo más triste es que desde mi experiencia relativa a la Universidad española, no aparecerán en mucho tiempo. La estructura de la Universidad española fomenta exactamente lo contrario de lo que estos ejemplos parecen sugerir como el camino para investigar: uno no tiene que moverse de su casa para estudiar cualquier cosa. Como mucho va a la provincia de al lado. Las carreras son estancas y rivales entre sí de manera que estudiar dos de ellas es casi un logro heroico. Los departamentos de las Universidades son estructuras casi pétreas en las que la única manera de entrar es llevar allí toda la vida. Los créditos de lo investigado se lo llevan las personas que en absoluto están relacionadas con las líneas de investigación. Y no voy a entrar en el nivel de exigencia porque eso lo dejaré para otro post. Y, claro, así nos va... una vez más...
De pequeña cuando me preguntaban qué quería ser de mayor siempre decía inventora, pero viendo que la gente me miraba con condescendencia y diciendo "ohh, qué mona", imaginándome en un desván muerta de hambre, lo cambié por barrendera.
ResponderEliminarAhí descubrí la de prejuicios que tiene la gente,pero al menos me dejaban en paz. Fue parecido a cuando empecé a decir que quería ser ingeniera, pero de minas (estás loca! no tiene futuro!).
Al final me metí a industrial, que visto lo visto es lo más cercano a ser inventor hoy dia, aunque aún queda mucho para que invente algo...
Uy, acabo de darme cuenta de que el otro día cambié la cuenta del Kindle para bajarme un libro de oferta de la alemana. Un día me las cancelan todas...
ResponderEliminarPor cierto, que al final se me ha olvidado hablar de lo que quería hablar. Voy a reeditar el post!!
ResponderEliminarDos cosicas:
ResponderEliminarAl descubridor del Helicobácter, todo honor y toda gloria. Once años me pasé con tremendos dolores de estómago, con una úlcera incurable del tamaño de una pelota de tenis, hasta que vino este señor, descubrió que era una bacteria, tomé antíbióticos específicos y aquí paz y después gloria.
En las carreras científicas (no de ciencia aplicada), el panorama es un poquitín más esperanzador. Mi heredero, siguiendo la guía de su padre científico (que no soy yo), lleva más de dos años dando tumbos y pronunciando conferencias por el mundo. Solo pisa España en vacaciones. Y aún le quedan dos o tres años antes de volver. Y tú dirás: "caso raro". Pues no, porque todos los amigos científicos de mi heredero hace tiempo que recorren los caminos de la investigación en el mundo.
No niego que no exista lo que tú dices, los que no se enfrentan a las cuestiones cabronas de los compañeros del mundo (no se cortan un pelo en las críticas, ni en las conferencias ni en las respuestas a los papers). Se quedan aquí en su cubículo, agazapados; no les vayan a decir algo que les haga daño. Pero la diáspora de la ciencia española es una realidad que empezó antes de la crisis y nos dará muchas alegrías, ya verás como sí.
Claro que es un movimiento espontáneo: ningún gobierno se puede poner la medalla, porque cuando envían a alguien con beca, esta vale para vivir en Burgos, pero en el resto de Europa solo da para desayunar.
Honremos a Barry James Marshall
Pues me alegro de que en otras partes esté mejor, desde luego que ese es el camino para tener ideas innovadoras y creativas, NáN. Lo que yo conozco es justo lo contrario.
ResponderEliminarAdemás, Barry James Marshall también parece un tipo simpático!
ResponderEliminarVaya, has empezado el post de lo más festivo, y lo has terminado con un punto desolador. Menudo giro!
ResponderEliminarMe encanta Al Juarismi. Es como del barrio (El Luismi). He mirado en la Wiki a ver si por casualidad era uno de los que entró por Tarifa, pero nada, no ha habido suerte. Nos tendremos que conformar con los españoles que descubrieron el Perú y el Pacífico, y con los creadores de buena literatura, que tambien es invención.
Tienes mucha razón en que el intercambio con otras culturas provoca una apertura de mente y una capacidad creativa muy provechosa, más que estar sentado en una mesa sólo intercambiando con un colega del norte del pueblo (esa penuria tambien se da entre los políticos), pero hay algo cultural y no se cambia de un día para otro. Por eso hay que sembrar, y quiero creer a Nan, aunque sólo sea porque, como yo, sabe lo que puede llegar a fastidiar un Helicobacter.
Muy buen post (as usual).
Carmen J. (escribo desde el móvil y no se si sabré logarme)
Es cierto, Carmen, que hay muchos españoles de los que estar orgullosos, pero en el campo científico no estamos para tirar cohetes, nunca lo hemos estado.
ResponderEliminarGracias, te has logueado perfectamente!
Cuando llevaba diez años de dolor leí en El País (en aquel tiempo alguien como yo todavía podía leer el país sin avergonzarse) un extracto de The Lancet donde se anunciaba la noticia. Me tocaba revisión semestral y llegué entusiasmado, contándoselo a la médica. Su respuesta fue: "Lo que tienes que hacer es quitarte el estrés, que crea la úlcera, comer mucha patata y dejar de leer cosas que no son de tu profesión". Hasta ese momento, había pasado por varios médicos que se dividían en dos grupos, los "come mucha patata" y los "no comas patata".
ResponderEliminarSeis meses después, me recibió con un "Tengo un a noticia excelente, la úlcera la provoca una bacteria en un 99,99% de los casos. Te voy a hacer un sondeo y si da positivo te la quito para siempre con 10 días de antibióticos".
Le di las gracias y me curé. Quizás una paliza hubiera sido más justo, porque los seis últimos meses de dolor fueron debidos a que no se tomó la molestia de verificar lo que le había dicho.
En cuanto a la ciencia española, conozco por nombres y apellidos a amigos españoles que, aunque vayan de primer autor en un paper publicado en una revista científica importante, están haciendo ciencia francesa, ciencia holandesa, ciencia británica, ciencia alemana, ciencia austriaca, ciencia estadounidense, ciencia canadiense y ciencia australiana.
Pero como me dijo mi hijo, hablando de este tema, cuando pasó por Madrid para coger el avión en Barajas y cenamos juntos, lo de la ciencia-nacional es solo una estructura burocrática (y es un a pena que en España no exista y la que existía se la han cargado en los últimos seis meses, porque los que habíamos salido antes habíamos hecho méritos aquí, para poder llegar a los centros decisivos de fuera: los recién doctorados no tendrán esa oportunidad de hacer méritos aquí, así que si salen será para encontrar cualquier “trabajo”, no para profundizar en “su trabajo”), pero los científicos, individualmente, nos consideramos internacionales y jugamos partidos de la champions.
Al menos, sí importa que las ciencias aplicadas nacionales sienten las bases para crear invenciones y patentes. Me temo que tampoco tienen mucha ayuda.
Sí, NáN, yo me refiero a la estructura de la Universidad española, al menos la parte que yo conozco. Desde luego que no somos más tontos ni más listos que otros, pero parece que la estructura, la multiplicidad de cátedras, de universidades, de departamentos con intereses comunes, la dificultad para entrar en un departamento si eres de otra Universidad... todo eso está mal planteado. O eso es lo que yo veo.
ResponderEliminarLo de mover al personal está más que estudiado, todas las multinacionales americanas lo hacen.
ResponderEliminarSi tú separas a un sujeto de su entorno emocional lo dará todo por sus estudios o trabajo, le dedicará muchísimas horas pero carecerá de un entorno familiar y amistoso al uso, y son muy poquitos los grandes científicos cuya vida fuera de su trabajo sea envidiable.Todo no se puede tener y hay que escoger y solo tenemos una vida ¿prefieres ser recordado en los anales de la historia por un descubrimiento al cual has llegado siendo un obsesivo-compulsivo o ser medianamente feliz con los tuyos cerca y pudiendo dedicarles tiempo?.Es lo mismo que los atletas de elite, les admiramos pero ¿de verdad les envidiamos?
Bueno, creo que son dos cosas distintas. La mayoría de los científicos e inventores de los que se habla aquí no aparecen como infelices, al menos no lo comenta la autora, cosa que sí que hace con los infelices o depresivos o esquizofrénicos. No creo que haya mucha diferencia en cuanto a felicidad entre esta representación y otra de gente 'normal'.
ResponderEliminarRespecto a los viajes, estos se producen normalmente al principio de su vida de estudios y vida académica, luego pasan periodos de tiempo grandes en sus cátedras o universidades. El caso es que es cierto que estar fuera de tu ambiente emocional puede ser más productivo, pero no creo que en este caso fuera algo promovido desde fuera, sino querido por los investigadores, lo cual creo que no es lo mismo.
Los investigadores jóvenes se "pirran" por ir a trabajar junto a los que consideran sus grandes maestros en su disciplina. No hay otro modo de avanzar.
ResponderEliminarEn cuanto a la compulsión por el trabajo, mis grupos sociales están compuestos por científicos, artistas y personas divertidad. Bueno, los científicos se han pirado en un 80%. Científicos y artistas comparten esa plenitud de la entrega al trabajo. Quizá por eso viven profesionalmente hasta edades muy avanzada.
Envidio esa capacidad de disfrutar con tanta plenitud del "trabajo", pseudosocióloga. Pero tienes razón: es muy difícil vivir con un científico o una científica; o con un escritor o escritora; o con un pintor, músico, etc. No solo por los horarios abusivos, o porque hasta que cumplen 40 años no se "establecen", sino también porque cuando han salido del trabajo, su cabeza sigue anclada en su tema durante bastante tiempo.
Hay una anécdota estupenda de Martin Amis en una conversación con otro escritor, referida a esa fijación: "Me subo por la mañana al ático y paso 10 horas o más en otro mundo, el de la novela que estoy escribiendo. Cuando bajo y me encuentro con mi mujer, como soy una persona civilizada le pregunto ¿qué tal el día, cariño?, pero una voz interior me dice: me importa una mierda".
Por suerte, el mundo no necesita un número de científicos y artistas porcentualmente apreciable.
Es que yo creo que una cosa es hacerlo de forma voluntaria, por la pasión por tu trabajo y otra que te obliguen para no quedarte sin trabajo. Son cosas distintas.
ResponderEliminarTomo nota de este libro, porque este tipo de biografías me suelen gustar mucho, e incluso resultar inspiradoras.
ResponderEliminarRespecto a que no aparezcan más científicos españoles, creo que en gran medida es culpa de España y su particular idiosincrasia por la que nuestros méritos -que ojo son menores que en el -ambito anglosajón, por poner un ejemplo- son olvidados. Nadie es profeta en su tierra, pero menos en España.
Puede que tengas razón, Archivista, y los méritos hayan sido olvidados, pero no solo para nosotros porque ya he comentado que en este libro no aparece ni un español entre estos trescientos o más minirretratos.
ResponderEliminarGracias por comentar en nuestro blog!
Buena reflexión sobre investigar y la universidad española.
ResponderEliminarYo siempre le pregunto a la gente:
- "Dime 10 nombres de futbolstas españoles de todos los tiempos"
a lo cual me contestan de carrerilla.
Luego pregunto "Dame ahora 10 nombres de científicos españoles de todos los tiempos".
Y todavía nadie ha logrado darme una lista de 10. Se quedan en 5 o tal vez 6.