De exposición
Desde que se enteró de su existencia, hace ya un tiempo, llevaba ND queriendo ir a esta exposición. Normalmente aprovechamos para hacer estos planes cuando estamos sin niños pero esta vez pensamos que ya van siendo mayores y que era el momento de estrenarse con ellos en estas lides. No es que no les hubiésemos llevado nunca a un museo, pero había sido a museos digamos más... (apropiados no es la palabra) más ajustados a los intereses de los niños. Como el museo de ciencias naturales o el del ferrocarril.
Por otro lado con el colegio llevan yendo a museos de arte desde los tres años así que no iba a ser tampoco una novedad. Sin embargo todos sabemos de la fuerza del grupo y la autoridad de la profesora (hablando de niños de cinco y seis años, no de preadolescentes) así que tampoco las tenía todas conmigo y suponía que no iba a ser un camino de rosas. Por ello decidí preparar un poco la excursión ¿Cómo? Pues recurriendo a los expertos. Mi experta favorita para estas cosas ocio-educativas es Moli, y en esta entrada explica maravillosamente cómo hacerlo.
Paso primero: elegir algo entretenido, variado y adecuado. Está claro que los impresionistas y postimpresionistas dan suficiente variedad y son entretenidos y adecuados siempre que obviemos la parte de Van Gogh y su oreja. Las putas de Tolouse Lautrec, la verdad, viéndose lo que se ve ahora por ahí son más bien pacatas.
Paso segundo: adecuar las expectativas a la situación actual. Bien, aquí hubo un pequeño problema de planificación completamente ajeno a los niños. No es que fuéramos a una hora incómoda para ellos, que no, a las diez y media de la mañana ellos están frescos como una lechuga.
Paso tercero: vender la moto. Aquí lo mismo nos excedimos un poco. Yo creo que ND recurrió a las mismas fuentes que yo así que para cuando el viernes por la tarde les empecé a vender el plan molón que teníamos para el día siguiente me respondieron con ese tonillo: 'sí, a un museo, ya nos lo ha dicho papáaaaaa' (tuvieron el detalle de no añadir 'pesados, que sois unos pesados').
Paso cuarto: tener un plan para cumplir las expectativas. Cogimos folletos, les dijimos que buscaran a ver si cada cuadro salía en el folleto y que eligieran cuál era su favorito para pintarlo después. C 'yo no quiero esto, toma'.
Paso quinto: pasearse orgullosa de que su plan está funcionando. Empezamos bien orgullosos, La gente nos miraba con sonrisas comprensivas y un poco... ¿cómo se llama lo contrario a la vergüenza ajena? ¿orgullo ajeno? Pues eso, esas miradas de 'no todo está perdido cuando todavía quedan padres de estos'.
J iba buscando aplicado cada cuadro en el folleto, sí, y se ponía contento si lo encontraba. Fenomenal. La parte mala es que si no estaba en el folleto, pasaba del cuadro.
C, por su parte, decidió su cuadro preferido en la primera sala. Bien si no fuera porque su interés empezó a decaer bastante a partir de entonces.
Nuestro orgullo paterno de todos modos perdió muchos enteros en cuanto nos dimos cuenta de que J estaba más preocupado por leer los carteles con el título y el autor que por ver los propios cuadros. Y cayó al subsuelo cuando le tuvieron que reñir por tocar las letras de los carteles (menos mal que no fue un cuadro).
Paso sexto: no entretenerse. Comprenderéis que a partir de entonces le cogimos fuerte de la mano y no nos entretuvimos lo suficiente como para despistarnos y que se acercara a tocar nada más.
Paso séptimo: fijarse en el cuadro que han elegido los churumbeles. Esto lo hicimos fenomenal y hasta ellos se acordaban. Bueno J... 'A ver, ¿te acuerdas del cuadro que más te ha gustado?' 'Sí.... ese de... ese que viste tú' Ejem.
Paso octavo: babear de orgullo maternal cuando su hija haga esto. Este lo cumplo a rajatabla. Mirad, mirad lo que hizo C el domingo:
Mi balance es que estuvo muy bien para ser la primera vez. Mantuvieron el interés un rato, se fijaron en las cosas que les explicábamos mientras estuvieron atentos y luego tampoco se pusieron pesados cuando se cansaron. Eso sí, por mucho que nos esforzamos en que apreciaran lo que tenían delante lo que más les gustó con diferencia fue la tienda, en particular los caleidoscopios... supongo que será cuestión de tiempo.
¿Y a mí qué me pareció? Pues me gustó mucho. Es muy grande y por ir con los niños no me pude entretener lo que me hubiera gustado. Así que os recomiendo que vayais si no lo habéis hecho aún.
Dejo para otro día otros grandes momentos de este mismo sábado, que los hubo, pero serán objeto de otro post. Y le agradezco a Moli la preparación de la visita y también que gracias a ella la entrada ha salido sola.
Paso primero: elegir algo entretenido, variado y adecuado. Está claro que los impresionistas y postimpresionistas dan suficiente variedad y son entretenidos y adecuados siempre que obviemos la parte de Van Gogh y su oreja. Las putas de Tolouse Lautrec, la verdad, viéndose lo que se ve ahora por ahí son más bien pacatas.
Paso segundo: adecuar las expectativas a la situación actual. Bien, aquí hubo un pequeño problema de planificación completamente ajeno a los niños. No es que fuéramos a una hora incómoda para ellos, que no, a las diez y media de la mañana ellos están frescos como una lechuga.
Paso tercero: vender la moto. Aquí lo mismo nos excedimos un poco. Yo creo que ND recurrió a las mismas fuentes que yo así que para cuando el viernes por la tarde les empecé a vender el plan molón que teníamos para el día siguiente me respondieron con ese tonillo: 'sí, a un museo, ya nos lo ha dicho papáaaaaa' (tuvieron el detalle de no añadir 'pesados, que sois unos pesados').
Paso cuarto: tener un plan para cumplir las expectativas. Cogimos folletos, les dijimos que buscaran a ver si cada cuadro salía en el folleto y que eligieran cuál era su favorito para pintarlo después. C 'yo no quiero esto, toma'.
Paso quinto: pasearse orgullosa de que su plan está funcionando. Empezamos bien orgullosos, La gente nos miraba con sonrisas comprensivas y un poco... ¿cómo se llama lo contrario a la vergüenza ajena? ¿orgullo ajeno? Pues eso, esas miradas de 'no todo está perdido cuando todavía quedan padres de estos'.
J iba buscando aplicado cada cuadro en el folleto, sí, y se ponía contento si lo encontraba. Fenomenal. La parte mala es que si no estaba en el folleto, pasaba del cuadro.
C, por su parte, decidió su cuadro preferido en la primera sala. Bien si no fuera porque su interés empezó a decaer bastante a partir de entonces.
Nuestro orgullo paterno de todos modos perdió muchos enteros en cuanto nos dimos cuenta de que J estaba más preocupado por leer los carteles con el título y el autor que por ver los propios cuadros. Y cayó al subsuelo cuando le tuvieron que reñir por tocar las letras de los carteles (menos mal que no fue un cuadro).
Paso sexto: no entretenerse. Comprenderéis que a partir de entonces le cogimos fuerte de la mano y no nos entretuvimos lo suficiente como para despistarnos y que se acercara a tocar nada más.
Paso séptimo: fijarse en el cuadro que han elegido los churumbeles. Esto lo hicimos fenomenal y hasta ellos se acordaban. Bueno J... 'A ver, ¿te acuerdas del cuadro que más te ha gustado?' 'Sí.... ese de... ese que viste tú' Ejem.
Paso octavo: babear de orgullo maternal cuando su hija haga esto. Este lo cumplo a rajatabla. Mirad, mirad lo que hizo C el domingo:
Mi balance es que estuvo muy bien para ser la primera vez. Mantuvieron el interés un rato, se fijaron en las cosas que les explicábamos mientras estuvieron atentos y luego tampoco se pusieron pesados cuando se cansaron. Eso sí, por mucho que nos esforzamos en que apreciaran lo que tenían delante lo que más les gustó con diferencia fue la tienda, en particular los caleidoscopios... supongo que será cuestión de tiempo.
¿Y a mí qué me pareció? Pues me gustó mucho. Es muy grande y por ir con los niños no me pude entretener lo que me hubiera gustado. Así que os recomiendo que vayais si no lo habéis hecho aún.
Dejo para otro día otros grandes momentos de este mismo sábado, que los hubo, pero serán objeto de otro post. Y le agradezco a Moli la preparación de la visita y también que gracias a ella la entrada ha salido sola.
Que gustito da leer cosas como esta.
ResponderEliminarCon gente como vosotros, es verdad que no todo está perdido.
Enhorabuena. PLAS PLAS PLAS
Bueno phaskyy, tampoco es para tanto. Si no nos gustara a nosotros no creo que les lleváramos haciendo un esfuerzo, la verdad. Pero gracias.
ResponderEliminarHas puesto como imagen el cuadro que más me gustó de la exposición, cuqui.
ResponderEliminarY el paso cinco? Nadie va a decir nada del paso cinco? Pobre paso cinco, ninguneado totalmente...
Jodo, me lo he saltado tienes razón... Voy a ver si lo puedo corregir.
ResponderEliminarCorregido, en realidad faltaba el paso seis, al cinco lo había llamado seis. La imagen que he puesto es del cuadro que eligió C, ¿no has visto que bien lo pintó?
ResponderEliminarC y yo tenemos un gusto exquisito...
ResponderEliminarY yo, tengo una lámina en casa de ese cuadro, el original impresiona. Los niños son un amor, por cierto.
ResponderEliminarPerdona que te diga que SÍ tocó un cuadro y es cuando le reñí y casi se puso a llorar... Por fortuna nadie lo vio más que yo...
ResponderEliminarOhhhh muy bien, y sí, nos dais orgullo ajeno y esperanza ;)
ResponderEliminarSoy un gurú...XDDDD
ResponderEliminarMe alegro de que funcionará mi estrategia..pero la verdad es que mola poder ir con ellos a estas cosas. Por experiencia te digo que poco a poco van aguantando más. La última que fuimos nosotros con las princezaz..nos acabaron echando por pesados...XD.
y de que la hora no fuera la adecuada..también es culpa mia..pero corramos un tupido velo. XD
Jo ese cuadro es el que tengo en el pasillo de mi casa (bueno yo tengo una lámina enmarcada, que todo hay que decirlo).
ResponderEliminarY no es por epatar pero el año de México, para compensar tanta ausencia, me lleve a toda la familia una semana a París y estuvimos en el Louvre y en el d'Orsay. En el d'Orsay a A. le dijeron que era igualita a la que salía en un cuadro y quedo encantada. Y en Louvre vimos las momias y se lo pasaron en grande.¡Igualito que si les digo ahora que se vengan a ver esta exposición!
Me apunto el plan para cuando "mis hooligans" de 3.5 y 2 años dejen de romperlo absolutamente todo,...
ResponderEliminarMater amantíssima, con los impresionistas para empezar. Je, me parece un plato fuerte, enhorabuena, aunque sé que la pregunta es por dónde sugiero yo empezar...con el mayor empecé con paisajes ingleses y me la pegué. Así que no sugiero ná, pero el impresionismo me deja fría como una trucha, eso sí. Saludos.
ResponderEliminarDos cosas. Os admiro. Yo no soy capaz de pintar ese cuadro.
ResponderEliminarYo tampoco lo soy, no me admires ;)
ResponderEliminarEn serio, si no nos gustara a nosotros no los llevaríamos, no creo que sea para tanto y para ellos tampoco fue una tortura, la verdad. Lo admirable es cómo aguantaron el día entero. Pero es para admirarles a ellos, no a nosotros.
Yo también he ido a esa exposición, y me fascina porque hacia mucho que no iba a una. A mí tambiém me gustó, por cirto, bastante más que la de la Casa de Alba, que la vi un poco bluf.
ResponderEliminarYo también siento "orgullo ajeno" por muchos motivos, pero sobre todo para que el mundo deje de estar lleno de gente que te dice
- Un museo? Nunca he ido a ninguno. Bueno sí, una vez con el colegio. Un rollo
Y claro, como no he ido cuando era pequeño no voy de mayor.