El libro de Moli, o sea, Una madre sin superpoderes
¡Ay! Esto es muy difícil. No he hecho nunca (creo) una reseña en el blog, bueno ni en ninguna parte. Además sé que no lo voy a hacer bien no soy capaz de esos análisis tan sesudos que hacéis los demás. A mí los libros me gustan o no, sin muchas más profundidades. Así de simple soy. O sea que no esperéis mucho de aquí. Lo siento por la autora sobre todo.
Dicho lo cual, como lo prometido es deuda, aquí va mi reseña del libro de Moli.
No creo que haga falta que os presente a Molinos porque prácticamente todos los que nos leéis también la leéis a ella. Y si no lo hacéis no sé a qué esperáis.
Tampoco creo que os tenga que explicar que el libro de Molinos es una recopilación de sus entradas etiquetadas como Maternity en el blog. Por supuesto no están puestas sin más ni más, no. Las ha corregido, ordenado por tema y adaptado teniendo en cuenta que, lógicamente, un libro no es un blog. Y precisamente esto último es lo que más me chocaba al empezar a leerlo. Acostumbrada a leerla en el blog y siendo como soy una boca chanclas, se me hacía muy raro no tener la opción de comentar. Supongo que a lector que llega al libro sin conocer al blog esto no le pasa, claro.
El libro concentra todo eso que me enganchó de Moli cuando me la recomendó Sheldon. Porque sí, Molinos es más, mucho más que sus maternities pero yo me enganché a su blog por ellos. Recuerdo perfectamente uno de los primeros posts que leí cuando la descubrí, antes incluso de la saga MAK y de leerme todo el blog. Fue este. Esa mezcla de ternura, mala baba y sensatez me enganchó. Me gustó mucho la ausencia de cursilería, su manera de explicar las cosas como son. Nada de maternidades edulcoradas donde todo es perfecto y sientes una conexión con la naturaleza desde el momento en que 'el predictor se tiñe de rosa en el cuarto de bañooooo' (ella diría 'A Rizzo le han hecho un bombo' pero yo me moría por colar este horror de verso).
Porque cuando empecé a leer a Moli C tenía tres años y J dos, empezábamos (ND y yo) a levantar cabeza después de una temporada horrorosa en la que no dormíamos prácticamente nada y la paternidad absorbía cada neurona y cada segundo. Cuando ir a la oficina era una bendición porque podíamos descansar. Y cuando me sentía un bicho raro por no sentirme permanente y absolutamente feliz y completa con la maternidad que sí, tenía cosas estupendas pero también un lado oculto del que nadie te hablaba nunca. Otros padres, solo algunos, de soslayo y las publicaciones del ramo ni por asomo.
Así estaba yo cuando me encontré a la tal Molinos que hablaba de esto, que era sensata y pensaba que educar educan los padres, que hay veces que la tarea es un coñazo y parece que nunca dé satisfacciones, que hemos perdido el norte en muchas cosas, que ser padre no significa cambiar radicalmente de vida y olvidar tu pasado para siempre. Todo con mucho sentido del humor y también mucha vehemencia. Es la marca de la casa. Si quieres mesura y contemporización busca en otro sitio.
El libro concentra todo eso que me enganchó de Moli cuando me la recomendó Sheldon. Porque sí, Molinos es más, mucho más que sus maternities pero yo me enganché a su blog por ellos. Recuerdo perfectamente uno de los primeros posts que leí cuando la descubrí, antes incluso de la saga MAK y de leerme todo el blog. Fue este. Esa mezcla de ternura, mala baba y sensatez me enganchó. Me gustó mucho la ausencia de cursilería, su manera de explicar las cosas como son. Nada de maternidades edulcoradas donde todo es perfecto y sientes una conexión con la naturaleza desde el momento en que 'el predictor se tiñe de rosa en el cuarto de bañooooo' (ella diría 'A Rizzo le han hecho un bombo' pero yo me moría por colar este horror de verso).
Porque cuando empecé a leer a Moli C tenía tres años y J dos, empezábamos (ND y yo) a levantar cabeza después de una temporada horrorosa en la que no dormíamos prácticamente nada y la paternidad absorbía cada neurona y cada segundo. Cuando ir a la oficina era una bendición porque podíamos descansar. Y cuando me sentía un bicho raro por no sentirme permanente y absolutamente feliz y completa con la maternidad que sí, tenía cosas estupendas pero también un lado oculto del que nadie te hablaba nunca. Otros padres, solo algunos, de soslayo y las publicaciones del ramo ni por asomo.
Así estaba yo cuando me encontré a la tal Molinos que hablaba de esto, que era sensata y pensaba que educar educan los padres, que hay veces que la tarea es un coñazo y parece que nunca dé satisfacciones, que hemos perdido el norte en muchas cosas, que ser padre no significa cambiar radicalmente de vida y olvidar tu pasado para siempre. Todo con mucho sentido del humor y también mucha vehemencia. Es la marca de la casa. Si quieres mesura y contemporización busca en otro sitio.
Pues eso es lo que vais a encontrar en el libro y además algunas historias de las princezaz, la propia Molinos, el Ingeniero y Molimadre que siempre son divertidísimas. A mí me gusta especialmente ese capítulo en el que el Ingeniero se queja de que no le dejen opinar. Ojalá fuera yo capaz de hacer algo semejante llegado el caso.
Si le tengo que poner alguna pega... bueno, venga, una, la idea 'antes de ser padre no tienes ni idea de lo que será' se repite muchas veces formulada de diferentes formas. Creo que habría que haberla eliminado de alguno de los sitios en los que aparece.
Espera, no, dos pegas. ¡Controlar esfínteres! ¿Por qué, eh? Con lo sensata y poco dada a los lugares comunes y los eufemismos, por qué usar esta chorrada que se han inventado los dueños de las guarderias (ahora escuelas infantiles, claro) para no decir lo que es, nada más y nada menos que quitar el pañal. Y ya que no queda más remedio por qué no añadir un artículito de nada, ¿eh? o una preposición al menos: 'controlar los esfínteres' o 'control de esfínteres'. Sí, lo sé, se nota que esto lo llevo guardado desde hace tiempo, siempre que lo veo en un post, sí. Cada vez que me lo encontraba en el libro me decía 'esto va de cabeza al post' (y casi se me olvida).
Como ya he dicho antes Molinos no son solo sus maternities así que espero que este solo sea el primero de muchos más libros, recopilatorios, originales, no ficción, ficción... Lo que sea.
Y cuando vengan más espero vivirlos igual. Porque además he tenido la suerte de vivir esto desde el principio gracias a que tras los comentarios en los blogs vinieron las cenas, las cañas, los GTs, los correos electrónicos... y ha sido muy emocionante que compartiera las distintas etapas, las ilusiones, alguna decepción, el curro tremendo que se ha tomado en la selección, ordenación, correcciones sucesivas... ¡Lo que me ha costado guardar el secreto! Gracias por compartirlo conmigo.
Y ahora lo estoy disfrutando a lo grande. En modo fan fatal además. Cualquier día me retira el saludo por loca pero siempre podré decir eso de '¡ah! sí, Molinos, yo ya la leía en 2009'.
Yo todavía no lo he podido empezar: el martes me lo quitó de las manos mi Santa al llegar a casa y esta a punto de acabarselo. Lo más gracioso es que se ríe sola y continuamente me dice "Mira, lee esto". Dentro de nada tenemos otra descerebrada. ¡Ya puedo cuidar mis palabras!
ResponderEliminarNo eres el primero al que le pasa eso, creo.
EliminarPues te ha salido bastante bien la reseña...y MAK es mi más favorito de todos los tiempos.
ResponderEliminarGracias. MAK fue total pero el otro que he enlazado me gusta más, será que le tengo cariño.
EliminarMe he explicado fatal porque me refería a MAK como personaje, el post del sofá mola mucho.
EliminarMil gracias...lagrimones de Candy Candy...mil gracias de verdad. Ya te invitaré a un GT la próxima vez, y además me has hecho releer el post del sofá..a mi también me gusta aunque lo encuentro un poco "moñas".
ResponderEliminarGracias y desde luego eres mi groupie más groupie...XDD
Me alegro de que te guste, al final estoy bastante contenta del resultado.
EliminarLo bueno del post del sofá es que es muy tú sin serlo... yo me entiendo. Es un poco moñas pero en pequeñas dosis no está mal.
Me encanta..Yo tb llegué a Moli por un Maternity, (desde "Un hombre sentado en una silla", Sr. de Portorosa) y luego fui descubriendo las otras (muchas) caras..me leí todo el blog..y me enganchó..¡Cómo nos alegramos por tí! (me apunto lo de fan fatal;)
ResponderEliminarHombre, un libro de las docenas no puede faltar. La teoría del empotrador se merece un señor capítulo :)
ResponderEliminarEnhorabuena Anniehall por tu primera reseña, por una vez he pensado que era un post de ND y nos estaba tomando a todos el pelo...
Desde ayer para comentarte. Mira, no quise ser la primera, por no faltar a ser la última.
ResponderEliminarMuy buena reseña. Hecha con la cabeza y con el corazón, como debe ser.
Gracias Alma, Eliahh y Carmen.
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