Pensar el siglo XX
"La lección berliniana más pertinente al análisis y el debate político cotidiano consiste en el recordatorio de que todas las opciones políticas llevan asociadas unos costes reales e inevitables. La cuestión no es si hay una decisión correcta o equivocada que tomar, ni siquiera cuando uno se enfrenta a una elección en la que la decisión «correcta» consiste en evitar los peores errores. Cualquier decisión —incluyendo cualquier decisión correcta— implica sacrificar ciertas opciones: privarse del poder de hacer ciertas cosas, algunas de las cuales bien podrían haber merecido la pena. En resumen, hay elecciones que tenemos razones para hacer pero que implícitamente implican rechazar otras cuyas virtudes sería un error negar. En el mundo de la política, como en casi todos los ámbitos de la vida, todas las decisiones que merecen la pena conllevan pérdidas y ganancias importantes".
Tony Judt, Pensar el Siglo XX.
Pues ya me he leído este libro de Tony Judt y Timothy Snyder. Es un libro muy muy bueno que os recomiendo que os leáis cuanto antes. De Tony Judt ya os he comentado Postguerra (aquí y aquí) y El Refugio de la Memoria y de Timothy Snyder os había hablado de su libro Tierras de Sangre.
Este libro está a medio camino entre el Refugio de la memoria y Postguerra. Yo, como me empecé leyendo Postguerra, pues luego ya el resto me parece ligerito. Este libro se realizó cuando Judt ya sabía que tenía ELA. El formato es de charlas grabadas entre los dos y luego transcritas. Al principio de cada capítulo hay una especie de recuerdos o memorias de Judt de una parte de su vida y a partir de ahí van profundizando en los diversos temas sobre la historia del siglo y sus ideas personales al respecto.
El libro me lo compré en ebook y me costó unos 10 €, mientras que en papel cuesta veinte y pico. Además, no tiene fotos ni imágenes ni gráficos con lo que pienso que merece la pena tenerlo en digital.
Leer a Judt siempre hace pensar y eso es muy bueno. Tiene una mente muy aguda y sabe plantearte cosas en las que tú no habías pensado o no habías llegado a expresarlas de esa manera tan clara. Además su vida es bastante interesante en sí. Criado en una familia del este de Europa en Londres creció rodeado por las ideas marxistas, creo que dice en el libro que se había leído el Capital a los catorce años o algo así. Luego se hizo sionista y estuvo trabajando en kibutz en Israel e incluso se alistó como conductor de camiones, aunque luego tuvo que ser traductor, en los altos del Golán en la guerra de los seis días. Vivió en Francia mucho tiempo y escribió varios libros sobre los intelectuales franceses y en especial sobre el socialismo francés. Ha estado casado tres veces (creo). En un determinado momento se cansa de Francia y se dedica a estudiar checo y a interesarse por la historia de la Europa del este. Se hizo ciudadano americano y protagonizó una fuerte oposición a la guerra de Iraq. Todo esto aparece en el libro y también aparece en otros libros como en el refugio de la memoria.
Lo que más me gusta de él es su respeto por las ideas y su análisis de las mismas. Él tiene claras sus preferencias: las socialdemocrácias del norte de Europa. Y también se ve su admiración por Keynes, ahí es donde no estoy casi nada de acuerdo con él. Tampoco soy economista (Dios me libre), pero hay algo en eso de gastar lo que no tienes que no acabo de ver nada claro. En este libro, como he puesto en la cita del principio, cuenta algo que me parece muy interesante y es que todas las opciones tienen pérdidas y ganancias, no hay una ideología o una decisión política sin contrapartidas y en ambos bandos (básicamente liberalismo y socialdemocrácia) hay soluciones imperfectas a los problemas. No se puede nadar y guardar la ropa; aunque eso ya lo sabíamos, está bien verlo escrito. Es ese aspecto también comenta: "Si no existe un bien único, entonces es probable que no exista una forma de análisis única, que capte todas las diversas formas de bien, ni una lógica política única, que pueda abarcar todas la éticas. Esta no era una conclusión fácilmente accesible a través de las categorías o métodos del pensamiento político contemporáneo. En esta tradición, el concepto dominante era el de unos beneficios absolutos y unos costes asumibles: el debate político, en esta clave, equivalía a un resultado de suma cero. Había sistemas y objetivos buenos y malos, elecciones correctas y equivocadas derivadas de sus premisas no menos correctas o equivocadas. Según esta forma de pensar, reforzada en el pasado reciente por la experiencia de la guerra total, la política se describía y trataba en realidad como un juego de todo o nada, de ganar o perder, de vida o muerte. El pluralismo constituía por definición un error categórico, un engaño deliberado o una vana y trágica ilusión".
Ese pluralismo que defienda a ultranza es en el que yo me siento también representado: "Pese a mi rigurosa atención a un momento y lugar histórico determinados, mi argumento era esencialmente conceptual e incluso ético: la incorrección intelectual y la imprudencia política de asignar a ninguna institución, a ningún relato histórico monopolista, a ningún partido político o persona en concreto, la autoridad y los recursos para regular y determinar todas las normas y formas de una vida pública bien ordenada. La buena sociedad, como la bondad misma, no puede reducirse a una sola fuente; el pluralismo ético es la condición previa y necesaria para una democracia abierta".
También hay una parte en la que hablan sobre la democracia que es bastante interesante. Porque la democracia es el resultado de una serie de requisitos previos. Es un resultado, no una causa: "Si uno se para a pensar en la historia de las naciones que maximizaron las virtudes de lo que nosotros asociamos con la democracia, se da cuenta de que primero vino la constitucionalidad, el Estado de derecho y la separación de poderes. La democracia casi siempre llegó lo último. Si por democracia entendemos el derecho de todos los mayores de edad a tomar parte en la elección del gobierno que va a dirigirles, eso llegó muy tarde".
Algunos otros párrafos, aunque tendría para llenar varios posts:
"La democracia de masas en la era de los medios de comunicación de masas hace que, por un lado, se pueda poner al descubierto de inmediato que Bush robó las elecciones pero, por otro, que a gran parte de la población no le importe. En una sociedad liberal con un sufragio más restringido, como las viejas sociedades del siglo XIX, le habría sido más difícil robar las elecciones: a las relativamente pocas personas verdaderamente implicadas les habría preocupado mucho más. De modo que debemos entender que la masificación de nuestro liberalismo conlleva un precio. Con ello no quiero decir que debamos volver al sufragio restringido, o a dos clases de votantes, los informados o los desinformados, ni mucho menos. Pero el argumento sirve para comprender por qué la democracia no es la solución al problema de las sociedades que no son libres".
"La máxima de Churchill de que la democracia es el menos malo de los sistemas posibles alude a una cierta verdad, aunque limitada. La democracia ha sido la mejor defensa a corto plazo contra las alternativas no democráticas, pero no constituye una defensa frente a sus propias taras congénitas. Los griegos sabían que no es probable que la democracia sucumba a los encantos del totalitarismo, el autoritarismo o la oligarquía; es mucho más probable que lo haga ante una versión corrupta de sí misma. Las democracias se corroen muy rápidamente, se corroen lingüísticamente, o retóricamente si lo prefieres, eso es lo que Orwell quería señalar respecto al lenguaje. Se corroen porque la mayoría de la gente no se preocupa mucho de ellas. [...] La democracia no es condición necesaria ni suficiente para una sociedad buena y abierta. No quiero parecer excesivamente escéptico respecto a la democracia, como si en realidad prefiriera las sociedades aristocráticas, liberales, del siglo XIX. Pero sí quiero hacer una observación en la línea de lo que decía Isaiah Berlin. Simplemente tenemos que reconocer que algunas sociedades anteriores no democráticas fueron en ciertos aspectos mejores que democracias posteriores".
"Kraus ya supo ver esto hace un siglo. Cuanto más democrática es una sociedad, más limitada es la influencia de los verdaderos intelectuales. La crítica inteligente, literaria o impresa, de los que ostentan la autoridad funciona mejor cuando la influencia y el poder son gestionados dentro de un círculo restringido".
"El Estado del bienestar no es fundamentalmente, excepto en Escandinavia, obra de los socialdemócratas".
"Y me pregunto si hoy en día no se ha perdido esa misma voluntad o capacidad de los intelectuales para formular qué es lo que realmente va mal en la economía y en la sociedad. Esa capacidad se ha perdido en dos etapas. La primera, que data de finales de la década de 1950, fue el autodistanciamiento de los intelectuales con respecto a la preocupación por las injusticias claras y observables de la vida económica. [...] En época más reciente, yo creo que en realidad hemos sido víctimas de un giro discursivo, desde finales de la década de 1970, hacia la economía. Los intelectuales no se preguntan si algo está bien o mal, sino si una política es eficaz o ineficaz. No se preguntan si una medida es buena o mala, sino si mejora o no la productividad. La razón por la que lo hacen no es necesariamente porque no estén interesados en la sociedad, sino porque han llegado a asumir, de forma bastante acrítica, que el sentido de la política económica es generar recursos. Hasta que no se hayan generado recursos, viene a decir el estribillo, no tiene sentido hablar de distribuirlos. Desde mi punto de vista, esto se acerca mucho a una especie de chantaje: ¿no vas a ser tan poco realista o tan espiritual o idealista como para establecer los objetivos antes que los medios, no? Por tanto, se nos recomienda que todo parta de la economía. Pero esto reduce a los intelectuales —no menos que a los trabajadores de los que están tratando— a ratones que corren sobre una rueda que no para de girar".
En fin, un libro muy bueno que os recomiendo si os interesa la historia y, sobre todo, pensar.
En fin, un libro muy bueno que os recomiendo si os interesa la historia y, sobre todo, pensar.
He visto el post pero no lo he leido..hasta que no lea el libro nada...pero JUdt es siempre garantia de buena lectura.
ResponderEliminarTe puede pasar una entrevista que le hicieron 2 semanas antes de nacer y que es increible.
Sí que debe ser increíble... ¡2 Semanas antes de nacer! Creo que ya me la pasaste, gracias.
ResponderEliminarEl verano pasado leí, mientras estaba en la playa (que es el mejor sitio con diferencia para leer este tipo de cosas), "El refugio de la memoria" y me gustó bastante. Éste que comentas no tiene mala pinta, pero me llama más "Algo va mal" que creo que teneis programado para el mes que viene en el Club de la Tortura. Me lo estaba reservando para el verano, pero si acabo a tiempo el que me estoy leyendo ahora (En casa de Bill Bryson, como ves no hago más que seguir vuestras recomendaciones) a lo mejor me animo (lo cual no quiere decir que me atreva a comentarlo, que es algo para lo que no me considero cualificado).
ResponderEliminarNo digas tonterías, Hermano E. ¿Cómo no vas a estar cualificado para comentar un libro? Anímate!
ResponderEliminarEste otro, sí te animas a leerlo, te lo puedo pasar por email.
Teniendo en cuenta que mi lema familiar es "A lo que es gratis hay que ir, cueste lo que cueste", no puedo decir que no a tu ofrecimiento. ;)
EliminarNo sé si me interesa pensar...
ResponderEliminarDe Judt he leído E refugio de la memoria y dejé Postguerra, porque en la página 100 ya me había cansado de ver cifras y datos. Es verdad que es un tipo que escribe muy bien y que es sensato, lo que no es poco!
Pues este que comentats lo pillle en la biblio por la pasion que pone moli... lamentablemente llegue al 25% y lo dejé, no me enganchó.
ResponderEliminarSorry.
Paula también lo ha leido la nuera de la consuelo... ya le preguntaré para que aporte!
Qué le vamos a hacer! No coincidimos ni con Pinker ni con Judt...
ResponderEliminarPídele su opinión, por supuesto!