En tierra inhumana
"Mientras, de regreso del comedor a mi cálida habitación del National, pisaba la alfombra mullida que cubría la escalinata, recordé mi expedición análoga de hacía ventitrés años. Solo que entonces buscaba a cinco soldados polacos desaparecidos y no a quince mil"
Józef Czapski. En tierra inhumana.
Me he leído durante las vacaciones de Navidad este libro de Jósef Czapski que fue un regalo que recibí de Newland de amigo invisible en la comida de fin de año del Club de Lectura. Era un libro que estaba en mi lista de libros que ardo en deseos de leer, así que me lancé a él enseguida. Gracias a Juanjo por regalármelo.
Creía que el libro estaba centrado más en la matanza de Katyń en la que los rusos mataron a unos 15.000 soldados y oficiales polacos. De hecho, el autor es uno de los poco más de 400 de esos 15.000 que vivieron para contarlo. O eso es lo que yo creía porque él no llegó a ir a Katyń, sino que se separó del grupo antes salvando la vida.
Durante gran parte de su periplo por la URSS estuvo buscando información sobre sus compañeros desaparecidos y entrevistándose con la gente que tenía poder para conseguir liberarlos o saber algo sobre su paradero. Al poco de perpetrarse la matanza de Katyń Alemania invadió la Unión Soviética y los polacos pasaron a ser aliados de los Soviéticos. Se organizó un ejército polaco en la URSS que reclutó a militares y a polacos que habían estado en campos de concentración o en koljoces (o como se escriba, que hay variantes para todos los gustos). Según se iban agrupando iban llegando rumores de que si había muchos polacos en los campos de trabajo de Siberia, de Nueva Zembla, del archipiélago de Francisco José... en fin, muchos rumores y ninguna certeza.
Se hicieron listas de desaparecidos, pero los soviéticos nunca quisieron aclarar nada porque, naturalmente, eran ellos los que los habían matado. De hecho, intentaron echarle la culpa a los alemanes diciendo que habían sido ellos los que al conquistar esa parte habían matado a todos los polacos que los rusos tenían en campos de concentración. Increíblemente hubo gente que creyó esa versión durante mucho tiempo.
Bueno, todo esto aparece en el libro, pero poco. La mayor parte del libro no versa sobre Katyń, sino sobre las aventuras y penalidades de este señor a lo largo de la URSS buscando información sobre sus compañeros y trabajando para el ejército polaco. La mayor parte del libro es una descripción de esa "tierra inhumana" que era la URSS donde todo atropello y barbaridad tenía cabida y donde la gente estaba acostumbrada a las arbitrariedades e injusticias que se cometían por doquier.
Es un libro duro, aunque los hay más duros. Pero a la vez es un libro muy interesante por lo que cuenta sobre esa parte de la guerra mundial de la que no hay mucha información. Grossman, por ejemplo, contaba en sus artículos las hazañas del Ejército Rojo, pero no las hambrunas. Más tarde sí que lo hizo, pero no durante la guerra ni en la década de los 30.
Respecto a la traducción he de decir que es muy buena. Solo hay una cosa que chirría y es la traducción de las poesías a las que creo que hacen un flaco favor. Entiendo que algo hay que traducir porque no habrá muchos que sepan polaco, pero quedaría mejor no intentar que rimara porque queda mal:
Pues eso, un libro muy bueno que os recomiendo, aunque más a los que ya estén un poco al tanto de la segunda guerra mundial, los pactos Molotov - Ribbentrop y las hambrunas y matanzas del régimen soviético.
Durante gran parte de su periplo por la URSS estuvo buscando información sobre sus compañeros desaparecidos y entrevistándose con la gente que tenía poder para conseguir liberarlos o saber algo sobre su paradero. Al poco de perpetrarse la matanza de Katyń Alemania invadió la Unión Soviética y los polacos pasaron a ser aliados de los Soviéticos. Se organizó un ejército polaco en la URSS que reclutó a militares y a polacos que habían estado en campos de concentración o en koljoces (o como se escriba, que hay variantes para todos los gustos). Según se iban agrupando iban llegando rumores de que si había muchos polacos en los campos de trabajo de Siberia, de Nueva Zembla, del archipiélago de Francisco José... en fin, muchos rumores y ninguna certeza.
Se hicieron listas de desaparecidos, pero los soviéticos nunca quisieron aclarar nada porque, naturalmente, eran ellos los que los habían matado. De hecho, intentaron echarle la culpa a los alemanes diciendo que habían sido ellos los que al conquistar esa parte habían matado a todos los polacos que los rusos tenían en campos de concentración. Increíblemente hubo gente que creyó esa versión durante mucho tiempo.
Bueno, todo esto aparece en el libro, pero poco. La mayor parte del libro no versa sobre Katyń, sino sobre las aventuras y penalidades de este señor a lo largo de la URSS buscando información sobre sus compañeros y trabajando para el ejército polaco. La mayor parte del libro es una descripción de esa "tierra inhumana" que era la URSS donde todo atropello y barbaridad tenía cabida y donde la gente estaba acostumbrada a las arbitrariedades e injusticias que se cometían por doquier.
Es un libro duro, aunque los hay más duros. Pero a la vez es un libro muy interesante por lo que cuenta sobre esa parte de la guerra mundial de la que no hay mucha información. Grossman, por ejemplo, contaba en sus artículos las hazañas del Ejército Rojo, pero no las hambrunas. Más tarde sí que lo hizo, pero no durante la guerra ni en la década de los 30.
Respecto a la traducción he de decir que es muy buena. Solo hay una cosa que chirría y es la traducción de las poesías a las que creo que hacen un flaco favor. Entiendo que algo hay que traducir porque no habrá muchos que sepan polaco, pero quedaría mejor no intentar que rimara porque queda mal:
Pasó la infancia el niño de Nazaret oriundo,Esos ripios no me parecen muy acertados, aunque he descubierto que trebejos son piezas de azedrez o juguetes en general. También he descubierto que escultismo es la forma en la que se denomina en español al movimiento scout. Así que sí que me he culturizado.
Jugando con la cruz con que salvaría el mundo.
Oh, Madre Polaca, de corazón te aconsejo
Que tus hijos jueguen con sus futuros trebejos.
¡Ponles los hierros en los pies y un dogal al cuello,
Y estámpales en la frente de esclavos el sello!
Que no les haga temblar del verdugo el montante
Ni palidezcan al mirar la soga colgante.
Pues eso, un libro muy bueno que os recomiendo, aunque más a los que ya estén un poco al tanto de la segunda guerra mundial, los pactos Molotov - Ribbentrop y las hambrunas y matanzas del régimen soviético.
Si tú eres feliz leyendo este libro yo soy feliz, aunque creo que mi nivel principiante en guerras mundiales no me permite lanzarme a leerlo.
ResponderEliminarEso sí, vuestro proselitismo no es en vano, me estoy leyendo un libro sobre la primera guerra mundial y tengo uno calentando en la banda sobre la segunda. Pero poco a poco que yo soy de romanos.
No sé si conoces Mi siglo, de Alexander Wat, que cuenta el periplo (autobiográfico) de un comunista que se cae del guindo, también en Polonia, tal vez más político (y seguramente más aburrido). A mí lo que me resulta difícil de estos libros son los nombrs y la geografía, que me resultan muy lejanas. Me lo apunto, sunque me saltaré los poemas: dan escalofríos!
ResponderEliminarHola, espero que hayan disfrutado la Navidad a su gusto y que el Año traiga cosas maravillosas para su familia.
ResponderEliminarHace años que no leo un libro polaco, no estoy segura de que quiera leer éste, en general los libros sobre guerras me deprimen muchísimo, y la situacion que vive mi país no me induce a tomar alguno, mejor me escapo con algo más alegre o menos triste.
Tengo un amigo polaco, la mayor parte de su vida la ha pasado en países hispanohablantes, él comenta lo que tú, que es muy difícil traducir el idioma al español pues desmerece bastante y si hay que sacrificar la rima al concepto mejor la rima (esa es su opinión y la comparto, en todo caso, cuando se traduce un poema éste acaba perdiendo).
Él recomienda a Stanislaw Lem, Jacek Dukaj y Henryk Sienkiewicz, ojalá no me equivoque al anotarlos.
Yo no he leído a ninguno de los tres, pero me gustaría...
Q.Beta
Muchas gracias, Juanjo. Me ha gustado bastante. Poco a poco irás cayendo. Es un vicio como otro cualquiera. Este año, en verano, se cumple el centenario del inicio de la primera guerra mundial, así que está bien informarse. Yo me leí un libro que se llama la belleza y el dolor de la batalla que me encantó sobre la 1ª guerra mundial. Si te animas te lo paso.
ResponderEliminarCarmen, no me suena. Y sí, la geografía y los nombres son demenciales. Echo de menos en este libro un mapa con los lugares por los que va viajando y donde está el cuartel general del ejército polaco.
Q.Beta, Sienkiewicz es un icono polaco y su trilogía es lectura obligatoria para los polacos. De Lem he leído algún libro y me ha gustado, aunque no soy un experto. Dukaj no me suena. Por cierto, Sienkiewicz es el autor también de Quo Vadis?