Sorpresas te da la vida
La vida te da sorpresas. Eso es indudable. Las hay buenas y las hay malas. Las hay alegres y tristes. Y también las hay intrascendentes. De esas es de las que voy a hablar, de las que son casualidades que tampoco quieren decir nada, pero que te hacen pensar en tu situación y en la que podrías estar.
El caso es que cuando estuve buscando trabajo antes de que me echaran tuve varias entrevistas en lo que podríamos llamar ETTs camufladas. Ellos dicen que no son ETT, sino empresas de consultoría en la que subcontratan tus servicios a otras empresas y tú vas saltando de una a otra o estás un tiempo más o menos largo con el cliente.
Bueno, nada nuevo. Hay mucha gente en esa situación. A mí no me parece óptima, pero entiendo que puede ser una salida. Y es una manera de trabajar más insegura, pero es trabajo especializado en lo tuyo.
Me disipo. Lo que decía es que en una de esas entrevistas el que me entrevistó era un espantajo de tío que me tuvo esperando un montón de tiempo (estuve tentado de irme, pero aguanté) y luego en la reunión me dejó tirado mientras hablaba un cuarto de hora por teléfono con otra persona. Entra en lo que yo llamaría un indeseable. Finalmente, a la hora de hablar de dinero me dijo que lo que yo pedía estaba totalmente fuera del mercado y me ofreció 6.000 € menos al año. Al final me fui a la empresa en la que estoy, me pagaron lo que pedía y hablé con este señor diciéndole que me pagaban lo que él decía que estaba fuera del mercado y que me iba a aprovechar de ellos.
Me dijo que eso era para ese puesto de trabajo en concreto, pero que para otros podría haber estado en el rango en el que estoy. Pensé que era estupendo, me ofrece trabajar por menos de lo que valgo y luego que podría ganar más dándome trabajos para los que daba mejor el perfil... en fin, una joya de tío. Un caradura, seguramente hijo de papá, que mostraba poco respeto. Al menos a mí me lo pareció.
Pues de esto me he acordado cuando la semana pasada me dijo mi jefe que me tenía que reunir esta semana con estos tíos que venían a ofrecernos sus servicios. No es que se cambiaran las tornas porque en este caso, aunque ellos buscaban que les contratáramos, no era una situación algo angustiosa como en la que yo estuve buscando trabajo pensando que me podían despedir en cualquier momento. Pero de alguna manera me pareció que algo tendría que ver con el karma.
Tampoco soy rencoroso, pero sí que me divertí un poco oyendo cómo exponían lo que ofrecían y nuestras supuestas necesidades y cómo no daban casi ni una y luego cuando hablaba yo y les corregía rápidamente decían 'no, claro, si eso es lo que decíamos, que hacemos lo que tú dices, no lo que nosotros decimos que hacemos'.
Además me parecieron un poco... no sé, malos vendedores. No hacían más que decir que tenían los mejores profesionales, de reconocido prestigio, con referencias en todos los circos de los alrededores y allí estaba yo escuchándoles decirlo sin empacho cuando a mí me menospreciaron. Lo que parecían decir es que yo no era un buen profesional, ni tenía prestigio, ni referencias... me pareció de poca inteligencia. Tampoco es que me crea el lápiz más afilado de la caja, pero creo que si estás vendiendo algo tienes que tratar de... no diré halagar, pero sí dorar la píldora. Me dieron un poco de pena, aunque como dice Bitapeador: "que no te la den porque tú no se la diste a ellos e intentaron aprovecharse de ti y de tu situación". Mucha razón.
En fin, que me pareció algo curioso y es que, como decía el tío este, el mundo del circo es muy pequeño y nos conocemos todos. Así que más vale que lo hagas bien y trates a la gente como lo que son, personas. Personas que intentan ganarse la vida trabajando. ¿Qué más, Nicolás?
Me disipo. Lo que decía es que en una de esas entrevistas el que me entrevistó era un espantajo de tío que me tuvo esperando un montón de tiempo (estuve tentado de irme, pero aguanté) y luego en la reunión me dejó tirado mientras hablaba un cuarto de hora por teléfono con otra persona. Entra en lo que yo llamaría un indeseable. Finalmente, a la hora de hablar de dinero me dijo que lo que yo pedía estaba totalmente fuera del mercado y me ofreció 6.000 € menos al año. Al final me fui a la empresa en la que estoy, me pagaron lo que pedía y hablé con este señor diciéndole que me pagaban lo que él decía que estaba fuera del mercado y que me iba a aprovechar de ellos.
Me dijo que eso era para ese puesto de trabajo en concreto, pero que para otros podría haber estado en el rango en el que estoy. Pensé que era estupendo, me ofrece trabajar por menos de lo que valgo y luego que podría ganar más dándome trabajos para los que daba mejor el perfil... en fin, una joya de tío. Un caradura, seguramente hijo de papá, que mostraba poco respeto. Al menos a mí me lo pareció.
Pues de esto me he acordado cuando la semana pasada me dijo mi jefe que me tenía que reunir esta semana con estos tíos que venían a ofrecernos sus servicios. No es que se cambiaran las tornas porque en este caso, aunque ellos buscaban que les contratáramos, no era una situación algo angustiosa como en la que yo estuve buscando trabajo pensando que me podían despedir en cualquier momento. Pero de alguna manera me pareció que algo tendría que ver con el karma.
Tampoco soy rencoroso, pero sí que me divertí un poco oyendo cómo exponían lo que ofrecían y nuestras supuestas necesidades y cómo no daban casi ni una y luego cuando hablaba yo y les corregía rápidamente decían 'no, claro, si eso es lo que decíamos, que hacemos lo que tú dices, no lo que nosotros decimos que hacemos'.
Además me parecieron un poco... no sé, malos vendedores. No hacían más que decir que tenían los mejores profesionales, de reconocido prestigio, con referencias en todos los circos de los alrededores y allí estaba yo escuchándoles decirlo sin empacho cuando a mí me menospreciaron. Lo que parecían decir es que yo no era un buen profesional, ni tenía prestigio, ni referencias... me pareció de poca inteligencia. Tampoco es que me crea el lápiz más afilado de la caja, pero creo que si estás vendiendo algo tienes que tratar de... no diré halagar, pero sí dorar la píldora. Me dieron un poco de pena, aunque como dice Bitapeador: "que no te la den porque tú no se la diste a ellos e intentaron aprovecharse de ti y de tu situación". Mucha razón.
En fin, que me pareció algo curioso y es que, como decía el tío este, el mundo del circo es muy pequeño y nos conocemos todos. Así que más vale que lo hagas bien y trates a la gente como lo que son, personas. Personas que intentan ganarse la vida trabajando. ¿Qué más, Nicolás?
Es como la satisfacción esa tonta de cuándo te llega un curriculum de alguien que te ha hecho la vida imposible en otro sitio y lo pones en la pila de los no aptos.
ResponderEliminarA mí me ha pasado varias veces y, oye, será infantil y rastrero pero se queda una más a gusto que un arbusto.
¿Y se acordaba de ti? Yo, desgraciadamente conozco muy bien esas empresas (y lo que me queda) y algunos de los que te entrevistan son auténticas sabandijas, ademas (como tú has dicho) muy malos entrevistadores y vendedores y ... todo.
ResponderEliminarEn fin, que me alegro mucho de que te hayas visto al otro lado y te hayas resarcido, sin saberlo, un poquito en mi nombre.
Gordi, sí que es satisfactorio. Cierto que puede ser infantil o poco profesional, pero te quedas bien.
ResponderEliminarLoquemeahorro, de saber que me estaba resarciendo en tu nombre le habría hecho que lo pasara peor. Y sí que se acordaba de mí, sí.
Hay empresas que se hacen valer, y otras que no, como parecen ser éstos. Que no tienen criterio, ni opinión, ni calidad propia, sino que son mercenarios de quien sea tan ingenuo de contratarles.
ResponderEliminarPorque a tí te ofrecieron lo que le dijo "el cliente" de entonces, y ellos quisieron pasarse de listos tratando de reclutarte barato.
Y puedes conseguir mano de obra al peso, o la puedes conseguir de calidad. Si ellos venden eso...bueno, habrá quien lo compre, porque hay que ver como va todo...
¡¡¡Pero lo del karma tuvo que ser la leche!!!
Lo del lapiz más afilado de la caja me ha encantado.
ResponderEliminarLa vida da muchas vueltas, sí. Pero muchas.
Tita, habrá de todo y empresas mejores y peores. A mí estos no me gustan. Entre otras cosas porque los conozco por el otro lado. Aún así espero que no nos crucemos muchas más veces.
ResponderEliminarCarmen, es una expresión que yo aprendí de Bitapeador. Realmente es el lápiz más afilado del estuche, pero puede valer.
Como cuando te vas a comprar una crema para la cara y la casi-adolescente que te atiende te dice "Uy, tienes mogollón de arrugas, necesitas una crema anti-arrugas". Que sí, que te voy a comprar la crema igual, pero no hace falta que me insultes, no?
ResponderEliminar- Igual el ejemplo es muy superficial, pero me lo ha recordado con eso de que el que vende debería siempre intentar caer bien al que compra, no machacarlo-
Así es, Nisi. Es un ejemplo perfecto. Si eres el cliente y has estado intentando que te contratara el que tienes delante no puedes decir que tienen a los mejores profesionales. Puedes decirlo, claro, pero creo yo que costaba poco disimular.
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