La noche en que Frankenstein leyó el Quijote

Durante las medidas de la semana pasada me terminé de leer el libro del imperio del sol y este libro de Santiago Posteguillo. Este libro lo he comprado para regalárselo a mi padre estas navidades y la verdad es  que está bastante bien, aunque es un poco irregular. Parece ser que el libro tiene como base una serie de artículos que publicó Santiago Posteguillo en Las Provincias. Estos artículos se refieren a curiosidades o misterios en la redacción o publicación de los libros.

Es bastante entretenido. Yo no me he leído ningún libro de los suyos de romanos, pero aventuro que también tienen que enganchar. Lo que no me ha terminado de encajar es que en algunos casos cuenta un hecho real y otras veces se lo inventa y dice que es como se imagina que sucedió como cuando indica que Marlowe podría haber escrito las obras de Shakespeare, teoría que existe, pero que hasta el final no te indica que es una mera conjetura.

Trata sobre muchos temas y yo creo que es un regalo socorrido para estas fiestas. Es cierto que no entra en profundidad, pero, quizás gracias a eso, es bastante entretenido. Habla de Dostoievsky, de Mary Shelley, de Dickens, de Galdós, Cervantes, Chandler... son capítulos cortitos. Es cierto que en muchos casos ya sabes lo que va a contar porque son anécdotas muy conocidas. Otras veces vas haciendo suposiciones mientras lees sobre de quién puede estar hablando.

En fin, un libro entretenido y que se lee en un suspiro y te deja con ganas de más. Unos parrafitos:

"Como no podía ser de otra forma, otra escritora dublinesa, Anne Enright, nos explica muy bien este matrimonio indisoluble (estamos en Irlanda) entre literatura y Dublín: «En otras ciudades, la gente inteligente sale y hace dinero. En Dublín, la gente inteligente se queda en casa y escribe libros.»"

"Dumas, por su parte, fue, cuando menos, parcialmente «honesto» al reconocer que tenía colaboradores; sin embargo, creo que habría sido más justo que en sus novelas, especialmente en aquellas en las que colaboró tan estrechamente con Maquet, los editores hubieran puesto como autores a Alejandro Dumas y a Auguste Maquet. Es cierto que cuando Maquet se separó de Dumas e intentó una carrera en solitario sus novelas no llegaron muy lejos, pero también es cierto que la mejor época de Dumas se corresponde con aquellos años en los que colaboraba con Maquet, así que algo especial tendría también Maquet, o la chispa que atraía a tantos surgía quizá precisamente de esa colaboración Dumas-Maquet. En cualquier caso, si leen o releen Los tres mosqueteros o El conde de Montecristo, disfrútenlos y, ya puestos, no se olviden del bueno de Auguste Maquet, que algo tuvo que ver en todo el asunto. Lo que nunca sabremos es cuánto".

"Dostoievski no se arredró. Había superado cinco años en un campo de Siberia. Había sido la condena por tener ideas propias, por pensar. Pero si había podido con eso, podía con todo".

"Un día un periodista le preguntó a Manfredi, hablando, cómo no, de novela histórica:
—¿Qué fue primero, don Valerio, el cuento o la historia?
Manfredi sonrió.
—No lo dude: el cuento.
La historia es memoria y tenemos memoria colectiva desde que anotamos lo que nos sucede, pero más allá de la historia, mucho antes, seguramente en alguna cueva del paleolítico, un hombre dejó perplejos a los miembros de su tribu con un relato sobre una cacería; o quizá fue una mujer con un cuento que se inventó sobre las nubes y las estrellas para calmar el miedo de un niño.
Allí empezó todo".


Comentarios

  1. Pues me ha llamado la atención, y sí que me parece un buen regalo.

    Eso sí, me tienes que jurar solemnemente que no se dice nada malo de Galdós, porque se me hincha la vena del cuello y ya no respondo.

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  2. No, por supuesto que no dice nada malo de Galdós, loquemeahorro. Habla de su candidatura al Nobel.

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  3. Y de cómo se lo robaron de la manera más veronzonsa ¿no?

    Bien, bien, tarde o temprano se hará justicia.

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  4. "de la manera más vergonzosa" quería decir.

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  5. Bueno, tampoco quiero destripar más el libro...

    Veronzosa es una palabra muy bonita. Merece existir!

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  6. Tenéis nieve en el blog!! El libro no me llama nada, pero la nieve...cómo mola!!

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  7. ¡¡Nieva en el blog!! Diría en nuestro blog pero va a ser mucho decir :( Mola mucho.

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  8. Ja, hace tres años casi dije que no me llamaba nada y luego me ha gustado. Y hemos marcado lo mismo de Dublín...

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