En paz

El otro día Luis Alberto de Cuenca leyó este poema de Amando Nervo al final del programa de Cowboys de medianoche y me gustó mucho. Espero que a vosotros también:

Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;

porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;

que si extraje las mieles o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales, coseché siempre rosas.

...Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!

Hallé sin duda largas las noches de mis penas;
mas no me prometiste tan sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas...

Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!

Comentarios

  1. Amado Nervo ha tenido muchos detractores. Se le considera -en ambientes supuestamente de alto nivel intelectual- un poeta menor.
    Solo por este poema debería ser considerado un grande.

    ResponderEliminar
  2. Yo no soy muy de poesía, creo que ya lo he dicho más veces, tengo la sensibilidad de una patata...pero me ha gustado mucho.

    ResponderEliminar
  3. Pues me alegra que os haya gustado. Me parece un poema muy bueno.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares