Por amor a la física
Como cada primero de mes aquí estamos los intrépidos -y sufridos- miembros del club de tortura lectura. Y nuevamente con sufrimientos y decepciones.
Estamos gafados hasta límites difíciles de racionalizar. Y si no ya veréis...
Este libro lo escogí yo porque creía que podría ser interesante leer algo de divulgación de física, algo más cerca de mi campo de la ingeniería y que pudiera mostrar lo bonitas que son las ciencias naturales y las matemáticas. Algo así como los post de ingeniería para dummies pero en mejor. He de decir que yo no había oído hablar de este señor en mi vida, pero me pareció que podía servir para leer otras cosas y hablar un poco de ciencia en el club.
Pero se ve que Dios no juega a los dados y cuando el diablo se aburre mata moscas con el rabo.
Creo que al que más me ha gustado el libro ha sido a mí. Y es que es un libro fallido porque no es de divulgación para el que sepa un poco de física, sino que en algunos temas es bastante técnico, mientras que para los que sabemos tampoco descubre nada nuevo. Se queda en tierra de nadie y se le ve la emoción que a él le hace explicar todos estos fenómenos físicos, pero no lo transmite bien, creo yo.
No es lo que yo esperaba aunque a mí sí que me ha gustado, me ha refrescado partes de la física ya casi olvidada y me ha enseñado algunas cosas de astrofísica que es algo por lo que nunca me ha dado.
Pero lo más grave de todo y por lo que no podemos recomendar que leáis el libro de este señor es porque según parece acosó a estudiantes de su curso online y ha sido despedido, sus vídeos de sus clases en el MIT han sido retirados y le han retirado el título de profesor emérito. Parece bastante grave y, aunque parece algo extraño que acose online y puede que sea inocente, todo apunta a que algo ha pasado y que no hay una parte reprochable en el que hasta ahora parecía ser el profesor ideal. Si queréis informaros de algo más aquí podéis.
En fin, que si esto no es una maldición gitana, cerca le anda. ¿Qué posibilidades había que escoger un libro de divulgación científica que no cumpliera su propósito y que además mientras lo estábamos leyendo nos enteráramos de que el autor es un acosador sexual? Yo creo que pocas, pero nuevamente nos hemos superado. Que caiga sobre mí la culpa de que hayamos leído este libro, pero que conste que yo creía que iba a ser más ameno e interesante y que ni tenía ni idea de quién era este señor y por supuesto no tenía ni idea de que era un acosador, o presunto.
En fin, que pasamos página y que esperemos que esto remonte porque por lo que llevamos de año no podemos augurar nada bueno, salvo que hayamos dejado lo mejor para más adelante... De momento el próximo mes leeremos el Tiempo de los Regalos que es de otro señor paseando y ¡ya sabéis lo que nos gustan los señores paseando en el club de lectura!
Tenéis otras reseñas mucho más interesantes y seguramente más divertidas en los blogs de Paula, Carmen, Juanjo y Bichejo. ¡Corred a leerlas!
Ay, amado líder, estamos gafados... Yo me esperaba un libro soberbio que pudiera encantar a cualquiera con un mínimo de curiosidad y nada... y encima el tipo la lía parda a estas alturas de su vida... ¡Somos tan gafes que seremos leyenda!
ResponderEliminarEgo te absolvo! Sé que tus intenciones eran buenas pero no se puede luchar contra los elementos.
ResponderEliminarCoincido mucho en tu reseña, a fin de cuentas partimos de unos conocimientos de física previos bastante comunes, no llega a ser lo que prometía, sin ser un bodrio, que eso tampoco, pero es bastante irregular, con capítulos bastante simplones y otros en los que se le va la mano, dudo que sea capaz de enganchar a alguien que parta de un conocimiento básico, que es el objetivo que un libro de este estilo debería tener.
Lo otro... ay lo otro. Ya puedes ser patán o astrofísico que cuando las hormonas aprietan...
Está claro que algo de gafe hay, porque no es normal, Paula. Temo lo que pueda pasar a partir de aquí porque el listón ya lo estamos dejando muy alto.
ResponderEliminarJuanjo, mis intenciones eran buenas, pero eso no basta. Esto es como los melones, que hasta que no los catas no sabes si están buenos. Y lo de este señor, las hormonas y su abuso on line a mí me tiene desconcertado. Porque digo yo que después de 40 años que pase esto... no sé, leo a las hormonas más saltando en vivo más que en el internet...
Confirmo que no es capaz de enganchar a quien tiene un conocimiento básico. Todos sus cálculos son para morir del aburrimiento.
ResponderEliminarEn fin, hay cosas peores.
Yo no creo en la maldición del club. Y sobre quién lo ha elegido... yo misma he elegido cosas más insufribles, y leo cosas que abandono equivocándome yo sola.
Y sobre su episodio de acoso... en fin, al menos la chica no era una menor. Quiero decir, que también podía ser más asqueroso si cabe.
Borrón y cuenta nueva.
Newland, yo soy ese alguien de conocimiento básico. Y me va perdiendo a medida que avanza y complica los temas.
ResponderEliminarY lo dicho, al final he tenido ganas de abandonar pero no quiero abandonar más de un libro del club este año, y ese me parece que va a ser el del señor paseando.
Desde luego, Carmen, que nos ha mirado un tuerto. Pero bueno, pensemos que lo que tenemos por delante va a merecer la pena.
ResponderEliminarBichejo, creo que cuando le puede la pasión con la astrofísica pierde claridad.
Pues es verdad: en la portada el tío se está frotando la polla con la cuerda de la que está colgao.
ResponderEliminarO sea que tú ya veías ahí perversión, no, Martillo Pilón? Además tú de eso sabes mucho... XD
ResponderEliminarSí, es una maldición, no cabe la menor duda.
ResponderEliminarA mí lo que me duele, es que ¡¡creo que tengo ese libro!! Marditaseamiestampa!
Bueno, Loquemeahorro. A lo mejor es bueno saber lo que te espera si lo lees... La maldición del club de lectura es poderosa...
ResponderEliminarNo te preocupes que no leeremos tu libro en el club. Te queremos demasiado para hacerte eso.