Viajando con la imaginación
El otro día os hablé del viaje a ninguna parte en el que se estaba convirtiendo un trabajo que parecía que íbamos a tener que realizar allende nuestras fronteras y a raíz de los comentarios parece que alguno de vosotros se tomó en serio lo de que no se puedan llevar ordenadores y esas cosas. Por supuesto que ni me creo por un momento que no pueda ir con un portátil al extranjero, pero en la mente enfebrecida del Malabarista toda exageración es poca.
Por eso no le hacemos más caso que el justo para no complicarnos la vida. Para que os hagáis una idea ahora mismo tenemos pendiente el viaje a Turquía, la semana pasada me preguntó si no me importaría irme a Brasil después de Semana Santa, dentro de una semana nos vamos a Málaga y me ha ofrecido a una empresa de ingeniería como jefe de proyecto para un proyecto en Argelia.
Si no supiéramos cómo es él es posible que estuviera de los nervios intentando cuadrar fechas, haciéndome un seguro de viaje o despidiéndome de mis familiares con una lagrimita cayéndome por la mejilla. Pero es que hay una manera de vivir que es estar siempre liando a la gente e induciéndoles temor. Al final, como realmente no terminan cumpliéndose más que una o dos de sus profecías apocalípticas, pues la cosa pierde fuerza. Un poco lo de Pedro y el lobo.
Nosotros ya no hacemos caso más que un poco para saber por donde nos andamos y si oímos algo saber por donde sopla el viento, pero poco más. La última vez que dijo que me iba a Brasil fue hace un par de años y fue en una reunión de la que no sabía nada y a la que me llevó para rellenar avisándome cinco minutos antes. En medio de la reunión me ofreció en plan sacrificio a los dioses (en este caso los clientes) y dijo que Desgraciaíto podía estar la semana siguiente en Brasil. Entonces era más ingenuo y me lo creí, pero luego no pasó nada.
Y es que del dicho al hecho hay mucho trecho y ya nos vamos conociendo. Además mi jefe tiende a somatizar y relacionar cosas que se le van viniendo a la cabeza. No sé si he contado que una vez me mandó a Copenague a una reunión en su lugar. El caso es que tiempo después, en otro proyecto, me encuentro con un español que me pregunta por mi jefe y por cómo estaba del lumbago que se pilló en el viaje a Copenague... me quedé speechless porque el único que fue para allí fui yo... claro, puede ser que él también fuera y estuviera agachado todo el viaje para que yo no lo viera y de ahí viene lo del lumbago...
Otra vez me mandó en su lugar a Seúl y estando yo a su lado una vez de vuelta decía por teléfono que no podía haber entregado el documento x porque la semana anterior había estado en Corea...
Y es que hay que decir que mi jefe necesita padecer en extremo. Necesita situaciones donde lucir su desgracia o su desventura. Él no puede pillar lumbago cogiendo las bolsas del Mercadona, como nos pasa al común de los mortales, no. Tiene que ser volando mientras va a una reunión.
Ya digo que nos afecta poco y que ya no hacemos caso, pero de alguna manera sí que te va cargando y es por eso, entre otras razones, por lo que estoy buscando trabajo en algún sitio donde no tenga que estar pensando en qué le habrá contado a los demás mi jefe para intentar no hacerle quedar mal. En esa búsqueda sigo y de momento mis pasos parecen encaminarse hacia Bélgica, pero ya os contaré... siempre que no pille lumbago...
Tu jefe es hermano de mi jefe de la empresa patera. Un tío capaz de tener en la empresa una línea de teléfono secreta a la que mandaba a nuestros clientes a hacer reclamaciones que nos hacía atender a nosotros. Pongo un ejemplo.
ResponderEliminarLlama la empresa A porque no hemos entregado el tanque de acero al que nos habíamos comprometido. Él le echa la culpa a los talleres B que a pesar de estar a corriente de pago no ha cumplido con nuestro pedido. Es más, les da el teléfono de los talleres B para que hagan más fuerza en nuestra reclamación. El teléfono en cuestión es nuestra línea secreta. La gente que es muy cándida llama y como estamos todos avisados uno de mis compañeros descuelga con un "Talleres B buenos días". Y asunto solucionado.
Y de esas las que quieras, recuerdo que era un caos y que me avergonzaba de mi trabajo. Bueno, ya vendrán tiempos mejores, ánimo.
Nosotros no hemos llegado a tener una línea fija secreta, ahora, que llamadas fantasmas al móvil para desaparecer de las reuniones de esas sí que hay...
ResponderEliminarDe hecho cuando tenía un Nokia sospechaba que se autollamaba y ahora que tiene un móvil listo no tengo ninguna duda de que el Fake Call fue su primera aplicación ;)
ResponderEliminarHe de añadir que a veces viene el lobo, de ahí nuestra gira exprés por México y alguna cosa más, pero en general llevas razón, es mejor pasar y no hacerse ilusiones.
Cuando aquella oferta a Argelia recuerdo a todo el mundo "cómo van a poner tu nombre, si eres mujer!!!". Y yo pensando... si sale, si nos lo dan, si lo cogemos, y si alguien va... pues eso, que estoy en Alemania ;)
Madredelamorhermoso, qué cosas se ven por ahí!! Bastante centrado estás si todos tus días son así...los vuelos baratos a Bélgica ya los voy mirando...
ResponderEliminarIgual que los de París y Florencia? :P
ResponderEliminarNo te ha dicho AnnieHall que esta vez no vamos a precipitar acontecimientos? Pura contención y mesura, las dos XDDD
ResponderEliminarEliahh, tú ya tienes tus experiencias y además sabes otras que no puedo contar porque serían únicas y rastreables, aunque como cambie de curro... XD
ResponderEliminarYa se ve, ya se ve... XD
ResponderEliminarAndaaa, vienes a Málaga??. No creo que sea a mi empresa, pero si quieres, te pasas. :-)
ResponderEliminarPues no creo, salvo que trabajes en la estación de Los Prados... :-)
ResponderEliminarPuedes contar también lo de los pdf corruptos...un clásico!
ResponderEliminarPues antes de que te vayas (o no) a Bélgica (o Brasil, o Argelia...), yo insisto: ¡Quiero tu receta de patatas con setas y bacon!
ResponderEliminarSí, bueno, Bitapeador, esto iba de los viajes y no he contado la de su hijo casi en coma... falso.
ResponderEliminarSara, la receta no tiene mucho misterio. La pondré, no te preocupes. A ver si la hago un día y la acompaño de una foto...
Lo que ocurre es que sabe repartir el trabajo: tú haces el viaje, y él se pone enfermo en tu viaje ¿?
ResponderEliminarSospecho que esa una especie de variante de este tipo que , antes de que te quejes tú, se queja él de lo que sea.
Ese que tú te quedas a trabajar hasta las 9 de la noche, y él al saberlo, te cuenta lo cansadísimo que está y lo mal que vive y lo poco que se apaña con ese sueldo que triplica el tuyo.
Sí, algo de eso hay, Loquemeahorro. Pero, claro, que se te venga a quejar a ti de su sueldo... no tiene mucho sentido. Al menos no tiene sentido de la vergüenza!
ResponderEliminarQué tio tan raro.
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