No escribiendo. Sobreviviendo

En noviembre de 2009, cuando Sheldon abrió este nuestro (ejem) blog, C tenía tres años y J no había cumplido dos. Mi vida social era un desastre o, más bien, apenas tenía vida social debido, supongo, a los devastadores efectos de la maternidad sobre mi sueño en particular y mi salud en general. (Gente pensando en reproducirse en un futuro próximo: no es buena idea tener dos hijos que se lleven solo quince meses entre sí. De nada.)

A lo que iba, que cuando empezamos con el blog casi no dormía, iba de casa al trabajo y del trabajo a casa (como mucho, además, al parque) y prácticamente no hablaba con nadie en todo el día. Bueno, alguna palabra de supervivencia con ND y muchos correos terapéuticos con Tochi (mucho mejor, y más barato, que un psicólogo). Es decir que se supone que tenía pocas o ninguna fuentes de inspiración.

Tres años y pico después tengo mucha más vida social. Gran parte de ella gracias al blog de hecho (desde aquí os doy gracias a los que me sacáis de paseo de vez en cuando, vuestra labor social debería estar remunerada). Duermo mucho mejor y los niños no son tan absorbentes, así que tengo más vida aparte de los niños. Me he dado a la reposterexia y me he iniciado en las redes sociales (ese mundo). Es decir que, aparentemente, tengo muchos más frentes a los que dedicarme y de los que podrían surgir temas interesantes.

Pues no. La lógica, también en este campo (qué lástima lo mío), está peleada con mi cabeza. Resulta que entonces se me ocurrían constantemente cosas para contar y creo que hasta las contaba con cierta gracia. Ahora, sin embargo, no se me ocurre nada y, cuando se me ocurre, no encuentro el momento de escribirlo o no sé por dónde empezar.

¿Cómo es posible que entonces escribiera casi cada día? ¿cómo es posible que ahora no escriba nada? Acabo de mirar y ha pasado ¡más de un mes! desde mi última entrada. Y porque era el cumpleaños de ND porque si no…

¿Voy a tener que dejar las salidas terapéuticas? ¿twitter? ¿la repostería? No, está claro.

Si lo pienso, salvo alguna entrada escrita con nocturnidad, siempre escribo desde el trabajo. Está claro, ese es el problema. Tengo mucho más trabajo ahora que entonces. Eso es un hecho. Es más, llevo un principio de año (¡coño! si estamos en marzo, eso es un cuarto de año) con más trabajo del que he tenido nunca. Y los mismos tres meses pensando que será solo esta semana y que cuando pase todo volverá a su ritmo normal y que podría volver a escribir algo de vez en cuando. ¡Ja! De alguna manera cada semana consigue complicarse más que la anterior. Y esta última, cuando ya de verdad, de verdad pasaba… ¡riiiing! ¡riiiing! ‘Annie, pásate por aquí chata’. La jefa. Leche, si ya han pasado las evaluaciones eso solo puede significar malas noticias. Y tan malas. Máaas trabajo (bueno, vale, podrían haber sido peores noticias: naaada de trabajo).

Así que no, no se ha pasado, seguimos igual. Pero he decidido tomármelo con un poco de calma. Total, la sensación de que no llego a nada creo que será la misma. Así que voy a intentarlo, de verdad. Buscaré un ratito para escribir con más frecuencia. Según dicen por ahí para escribir lo que hay que hacer es escribir (que parece una perogrullada, pero no lo es tanto).

Aquí dejo mi compromiso para que podáis tirarme de las orejas si no lo cumplo. O no, que seguro que ya ni me echáis de menos (no, no lo digáis, no necesito saberlo).

Comentarios

  1. No sé los demás, pero lo que es yo te echo muchísimo de menos en el blog. Porque ya estaba yo un poco hartito de tener que escribir a troche y moche. Además con el poco éxito conseguido :-(

    Los lectores de este blog te exigen que escribas, que lo sepas! ;-)

    ResponderEliminar
  2. No dejes que el blog sea unipersonal, ¿qué gracia iba a tener entonces empezar a leer una entrada pensando que es de ND y tardar 2 párrafos en descubrir que es tuya? ;)
    Ánimo, que esto son rachas. Ahora no tienes nada de inspiración y luego cuando menos te lo esperes querrás escribir dos entradas por día.

    ResponderEliminar
  3. No es por desanimar, pero ya ni mails...

    ResponderEliminar
  4. Cómo que no te echamos de menos? Serán otros...

    ResponderEliminar
  5. A ver...lo fundamental es escribir..y te lo digo yo que soy una brasas del blog, pero tampoco hay que forzarse..las rachas van y vienen. te esperamos

    ResponderEliminar
  6. Bueno, empiezo yo tirándote de las orejas: Ya ha pasado un día desde esta entrada y no has escrito otra. ;-)

    En serio, no te preocupes, va por temporadas. Las hay que escribes más, otras menos, otras no paras ... (¡jó!, aquí, dándomelas de entendido ...). En el momento en que no disfrutes escribiendo, déjalo, nunca debe ser una obligación (a no ser que el médico te lo haya prescrito, digo yo), sino un gustazo.

    Ánimo

    ResponderEliminar
  7. Pues justamente pensaba yo que donde te habias metido!!!
    que ND ha defendido el campamento como un machote...eh!!
    pero es que tanto librico de rusos, tragedias y palito palito guerra mundial me estaba empezando a estresar!!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares