The Better Angels of Our Nature (II)

Aquí vuelvo a la carga con el dichoso librito... Todavía no me lo he terminado, así que a lo mejor hay una tercera parte. Avisados estáis.

Y es que me fascina este libro. A lo mejor es por la ignorancia del tema. A lo mejor a un psicólogo o a un sociólogo le parecen obviedades, pero a mí me sorprende. Y como no tengo otra cosa sobre la que hablar... Bueno, podría hablar de que ayer estuvimos estrenando el balón de fútbol que le regalamos a J y que se enfadaba mucho cuando su hermana se movía en la portería para parar los chutes suyos, o como yo terminé con arena en el pelo de dar cabezazos al balón, pero creo que tampoco da para mucho más.

Una cosa que me quedó por comentar el otro día afecta directamente al bonitismo y es bastante curioso. Resulta que unos listos de la universidad de Groningen (ya solo el nombre da un plus de listeza...) hicieron un experimento en un aparcamiento de bicicletas que consistía en poner publicidad en todas las bicicletas de tal manera que para montarse en la bici tenían que quitar la publicidad y habían quitado las papeleras cercanas así que tenían que llevárselo a casa o tirarlo al suelo. Había un cartel que prohibía pintar las paredes e hicieron dos ensayos. Uno con la pared pintada y otro con la pared limpia. Pues bien, el doble de personas lo tiraron al suelo cuando el sitio estaba pintarrajeado que cuando estaba ordenado. Hicieron otro experimento dejando visible un sobre con un billete de 5€ asomando de un buzón. Cuando el buzón estaba grafiteado y con suciedad alrededor, el doble de personas robaron el dinero que cuando estaba limpito. El hecho de tener un entorno cuidado reduce la criminalidad, un sitio ordenado transmite el mensaje de que ese es un sitio donde se respetan las normas.

Otra cosa que se me quedó en el tintero es como nuestra percepción de lo que es intolerable ha cambiado. Como nos parece que el mundo está lleno de cosas horribles no porque haya más violencia, sino porque tenemos el nivel de aguante más bajo. Así dice en el libro: También, una gran parte de nuestra cultura intelectual es renuente a admitir que pueda haber algo bueno en la civilización, modernidad y sociedad occidental. Pero tal vez la principal causa de la ilusión sobre la violencia siempre presente surge de una de las fuerzas principales que han hecho que disminuya la violencia. El descenso de comportamientos violentos ha ido en paralelo con el descenso en actitudes que toleraban o glorificaban la violencia, y normalmente el cambio de actitudes iba por delante. Acorde a los estándares de atrocidades de masas en la historia de la humanidad, la inyección letal a un asesino en Texas o un crimen ocasional por odio hacia una minoría es algo bastante suave. Pero desde el punto de vista contemporáneo, lo vemos como símbolos de lo bajo que podemos caer y no como lo alto que se han elevado nuestros estándares.

Hay otra parte que nos afecta bastante, yo creo que a los españoles más que a otros, cuando habla sobre la represión del poder y las leyes. Así dice que "un Leviatán puede civilizar una sociedad solo cuando los ciudadanos sienten que sus leyes, el cumplimiento de la ley y otras disposiciones sociales son legítimas, de manera que no vuelvan a caer en sus peores impulsos en cuanto el Leviatán no está mirando." Esto está claro. En España tenemos una sociedad de mierda no porque tengamos unas leyes de mierda, sino porque nadie las respeta ni se siente representado o respaldado por ellas. La construcción social y el Estado es eficaz si los ciudadanos están convencidos de que eso es bueno.

Ya estoy llegando al final del libro y estos últimos capítulos tratan sobre los mecanismos cerebrales de la violencia. Es un poco técnico para mí, pero también es muy interesante. Muestra los distintos tipos de violencia que son, según él, la violencia depredadora, la dominación, la venganza, el sadismo y la ideología. Así, por ejemplo en la parte sobre la dominación habla sobre el nacionalismo indicando que el fenómeno del nacionalismo puede entenderse como una interacción entre psicología e historia. Es la amalgama de estas tres cosas: el impulso emocional que se esconde en el tribalismo; una concepción cognitiva del "grupo" como gente que comparte un idioma, un territorio, unos ancestros; y el aparato político del gobierno.

Hay otra cosa muy interesante sobre la exclusión del grupo y como algo que se creía un factor determinante era la raza, pero resulta que no, no al menos inconscientemente. Cuando se formó nuestro cerebro, las razas distintas estaban alejadas entre sí (por eso se formaron) y no hay nada en nuestro cerebro que nos prevenga específicamente contra alguien de otra raza. En cambio, sí que hay algo que pone en alerta a nuestro cerebro y es una persona con un acento distinto. El acento es uno de los más vívidos fomentadores de prejuicios: la gente no confía en la gente que habla con un acento extraño.

También habla sobre la teoría en boga en el último cuarto de siglo sobre la autoestima y como se pensaba que una baja autoestima era una causa de violencia. Esa teoría ha sido refrendada por docenas de expertos, ha inspirado programas de educación especialmente diseñados para que los niños se sientan mejor consigo mismos y se han creado grupos de trabajo para promover la autoestima. Según ha demostrado Baumeister (y cuenta en el libro) esa teoría no podía ser más espectacularmente, ridículamente y dolorosamente equivocada. La violencia es un problema no en personas que tienen poca autoestima, sino en las que tienen mucha y particularmente cuando esta autoestima es inmerecida.

Hay otra parte muy interesante que tiene que ver con el autoengaño y cómo ven los hechos el agresor (perpetator) y la víctima. Así muestra las diferencias y las justificaciones que cada uno hace de la agresión y al ver los dos relatos. Así tenemos en un experimento:

  • El relato del agresor: la historia empieza con la agresión. En ese momento tenía buenas razones para hacerlo. Tal vez estuviera respondiendo a una provocación inmediata. O estaba reaccionando a la situación de la manera en la que lo haría cualquier persona razonable. Tenía perfecto derecho a hacer lo que hice y no es justo echarme la culpa por ello. El daño fue pequeño, fácilmente reparable, y pido disculpas. Es hora de sobreponerse, dejarlo atrás y pelillos a la mar.
  • El relato de la víctima: la historia empieza mucho antes de la agresión, que fue el último de una larga serie de ultrajes. Las acciones del agresor fueron incoherentes, incomprensibles y absurdas. O eso o es un sádico anormal motivado solamente por el deseo de verme sufrir, aunque yo era completamente inocente. El daño que me hizo es de extrema gravedad e irreparable con efectos que me durarán toda la vida. Ninguno de los dos debería olvidarlo nunca.

El dilema es ¿a quién creer? y la respuesta es: a ninguno. Comparado con el experimento, y de acuerdo a terceras personas desinteresadas, tanto las víctimas como los agresores distorsionan la historia del mismo modo, pero en direcciones opuestas, cada uno omitiendo o exagerando detalles de modo que hace sus acciones parezcan más razonables y las del otro menos.

El autoengaño es algo innato en nosotros de manera que nos presentamos ante los demás mejores de lo que somos para que ellos se lo crean, no fingimos, nos lo creemos. Es alucinante.

En fin, que ya si eso otro día sigo... (ya oigo vuestro gritos pidiendo más y más... tranquilos, que habrá más... XD)

P.D: si a alguien le interesa, hay un programa de Redes en el que Punset entrevista a este señor.




Comentarios

  1. Leí tu anterior post y vi el video, pero no tenía tiempo para comentar. Ahora tampoco tengo mucho pero no quería dejar pasar de nuevo la oportunidad.

    Yo no creo que la causa raíz en la disminución de la violencia sea la mejora cultural: en mi opinión (profana pero basada en el sentido común) lo que disminuye la violencia es la empatía. Cuando no conoces a otra tribu/raza/religión/persona es difícil empatizar con ella y fácil verla como competidor / enemigo. Evidentemente la cultura facilita ese conocimiento y aumenta la empatía pero no es el único factor, la globalización, la convivencia, etc. Influyen tanto o más.

    Por otra parte no has hablado nada de las religiones ¿no dice nada el libro al respecto? Lo digo porque en mi opinión las religiones, sobre todo las monoteístas (como poseedoras de la verdad absoluta, y por lo tanto enemigas del hereje /infiel con el que les resulta imposible empatizar) han sido una las principales causa de violencia a lo largo de la historia de la humanidad hasta nuestros días.


    P.S.: Creo que aquí has tenido un lapsus calami “Pues bien, el doble de personas lo tiraron al suelo cuando el sitio estaba ordenado que cuando estaba pintarrajeado”

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  2. Ya te digo que según este señor la empatía natural se ciñe solo a las personas de tu círculo de proximidad. La empatía hacia el resto de seres humanos no aparece hasta la ilustración y de manera masiva no aparece hasta bien mediado y casi terminado el SXIX. Y según este señor, no es la cultura, sino la lectura de las historias de otros (y luego el cine, la tele, intermet) la que propició la revolución humanitaria.

    Respecto a las religiones, no habla en concreto de ellas. Hay casos en los que menciona las dificultades en ser permeables como el caso del islam en el que está prohibida la impresión de libros o imágenes. Respecto al cristianismo, a veces lo pone como ejemplo de retraso y generador de odios y otras como avanzadilla de la civilización como en las películas del Oeste.

    De todas formas, respecto a lo de la verdad absoluta, todos han creído tenerla independientemente de si la tenían o no. Las guerras de religión usaron la religión como arma política. Hay una parte en la que analiza la guerra desde el punto de vista de teoría de juegos y las de religión tenían muy mala solución porque detenerla suponía admitir la herejía o excomulgar al rey católico que firmaba un tratado con los herejes.

    Gracias por la corrección, ya lo he cambiado.

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  3. Varias cosas

    Lo del bonitismo es una verdad para mí casi absoluta: al menos yo tiendo a cuidar más lo que está ordenado y limpito que lo que no.

    Que somos una ciudadanía de mierda es un hecho. Triste. Pero es así, como diría el héroe del turducken "es lo que tiene"

    Y el autoengaño. Pues lo mismo. Somos unos jueces estupendos de nosotros mismos y siempre, siempre, siempre, está justificado lo que hacemos.

    Esperaré a la versión en español del libro, pero tiene buena pinta.

    Viste el vídeo de TED.com de lo del placer? Te gustó?

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  4. Sí, Bichejo, sí que vi el vídeo y estaba bastante bien. Era muy interesante. Eso de la percepción de la belleza en función de su historia y quién ha sido su creador, como percibimos la belleza de modo distinto.

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  5. Increíble aportación y qué cantidad de verdades salieron de las yemas de tus dedos ND.

    Me encantó y creo que haré como Bichejo, me espero a la versión en castellano.

    El tema de la violencia es algo que me atrae en demasía, básicamente porque convivo y trabajo con ella a diario.
    Hay tantas cosas inexplicables... para mí es una de ellas, por lo menos por ahora.

    Un saludo. Te doy un 10! eres un crack!

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  6. Bueno, Croke, vaya entusiasmo. Me encanta que te haya encantado!

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  7. Me gusta mucho. Esperaré, como bichejo a la traducción, por las mismas razones que bichejo pero aumentadas.

    En la primera entrega no me habías convencido, pero ahora ya sí.

    Me ha gustado mucho.

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  8. Bueno, Carmen, yo creo que merece la pena y por eso lo recomiendo, que yo comisión no me llevo... así que que cada uno haga lo que quiera!

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