Cara de bobo
Supongo que la mayoría lo sabéis, nuestro hijo J. está yendo a sesiones de logopedia. En la primera evaluación que le hicieron en la consulta nos dijeron que estaba muy bien y que no entendían por qué lo habían mandado allí. Su logopeda nos decía al terminar las sesiones que estaba muy bien e incluso le cambió a otro nivel más avanzado del que le correspondía. Esa logopeda se ha ido y la sustituta considera que está bien.
Así que nos mandó a revisión con otra logopeda hoy por la mañana. Nos presentamos allí J. y yo y le comento a la médico que creemos que él está bien, pero que si hay que seguir viniendo que vendremos. Ella nos dice que el tratamiento es voluntario y que quién tiene que dar la baja es el hospital. A esto le pregunto que como va a saber el hospital si tiene que dar la baja si no saben nada de como está J. Y me reponde que ese es el procedimiento, palabra mágica en este país de memos.
Ante mi insistencia me ha dicho que le dirá a su logopeda que nos de un volante para pedir cita en el hospital. Al final parece que soy yo el que no quiere que vaya. Coño! yo le llevo al médico porque me lo han prescrito, pero los que me tienen que decir si está bien o no está bien son ellos y si está bien que me digan que pida cita en el hospital!
Visto lo visto, si no digo nada seguiríamos yendo a la consulta hasta que J. estuviera en la Universidad! Si los de la consulta tienen que esperar a que el hospital dé el alta y los del hospital no lo dan hasta que la consulta les mande el informe...
En fin, que así estamos, que he perdido una mañana de trabajo para nada, que la médico no sabía por qué estaba allí, ni se sabe quién es el que tiene que actuar primero. Al final quedaré como el padre loco que abandona los tratamientos a la mitad, cuando no es lo que quiero. Lo que pido es racionalidad, si hace falta que vaya, pues vamos y si no, pues no, pero no soy yo el que tengo que decidir porque no soy médico, aunque parece que más criterio que otros sí que tengo.
Pues eso, un horror. La burocracia absurda está agazapada y salta cuando menos te lo esperas...
Así que nos mandó a revisión con otra logopeda hoy por la mañana. Nos presentamos allí J. y yo y le comento a la médico que creemos que él está bien, pero que si hay que seguir viniendo que vendremos. Ella nos dice que el tratamiento es voluntario y que quién tiene que dar la baja es el hospital. A esto le pregunto que como va a saber el hospital si tiene que dar la baja si no saben nada de como está J. Y me reponde que ese es el procedimiento, palabra mágica en este país de memos.
Ante mi insistencia me ha dicho que le dirá a su logopeda que nos de un volante para pedir cita en el hospital. Al final parece que soy yo el que no quiere que vaya. Coño! yo le llevo al médico porque me lo han prescrito, pero los que me tienen que decir si está bien o no está bien son ellos y si está bien que me digan que pida cita en el hospital!
Visto lo visto, si no digo nada seguiríamos yendo a la consulta hasta que J. estuviera en la Universidad! Si los de la consulta tienen que esperar a que el hospital dé el alta y los del hospital no lo dan hasta que la consulta les mande el informe...
En fin, que así estamos, que he perdido una mañana de trabajo para nada, que la médico no sabía por qué estaba allí, ni se sabe quién es el que tiene que actuar primero. Al final quedaré como el padre loco que abandona los tratamientos a la mitad, cuando no es lo que quiero. Lo que pido es racionalidad, si hace falta que vaya, pues vamos y si no, pues no, pero no soy yo el que tengo que decidir porque no soy médico, aunque parece que más criterio que otros sí que tengo.
Pues eso, un horror. La burocracia absurda está agazapada y salta cuando menos te lo esperas...
Además del ejemplo que esto representa sobre la buena gestión de los recursos de los contribuyentes. Porque se te ha olvidado mencionar que el sitio donde va J es privado pero concertado con el hospital, que es público. Un despropósito, no lo del concierto sino lo mal que lo gestionan.
ResponderEliminarY como siempre... los más perjudicados, los niños!... ánimo... es lo que nos toca vivir en éste NUESTRO PAÍS.
ResponderEliminarBurocracia... quién la necesita??? Si al menos funcionara bien... pero al parecer, en este país, nada funciona como debería hacerlo. Es una auténtica pena!!!
ResponderEliminarNo merece la etiqueta de "tonteridas" este post, me parece a mí.
ResponderEliminar¡Otro ejemplo de desorganización!
Flipante, algunos si les ponen en un papel que tienen que salir por la ventana lo siguen al pie de la letra, aunque estén en el piso 23 de un rascacielos.
ResponderEliminarÁnimo y decidle al chaval que os deje de tomar el pelo y se suelte, que o creo que os está tomando el pelo.
No, si el probre chaval ya habla muy bien, los que nos toman el pelo son los del centro este...
ResponderEliminarAunque no tanto, ayer por la tarde nos dieron el famoso papelito que nos da dereche a pedir cita premium en el hospital!! yujuuu
Seguiremos informando.
Bueno, sí, nos dieron el papel, pero ahora hay que ir otra mañana al hospital para conseguir cita para otra mañana dentro de tres semanas...
ResponderEliminarAlucinante, aunque no me sorprende.
ResponderEliminarNosotros vivimos a 200 metros de un Hospital, pero tenemos asignado uno que está situado entre nuestra población y la de al lado. Una vez me hice un corte y fuimos corriendo a las Urgencias del que está al lado de casa. Tendríais que ver las caras que ponían los de la recepción de Urgencias cuando comprobaron que teníamos asignado el otro Hospital. Como si fuéramos delincuentes
Soy incapaz de ver/oir la palabra burocracia y no acordarme de la tortuga de Mafalda!!
ResponderEliminarEs alucinante que a estas alturas de la vida los trámites para cualquier cosa sean tan complicados...mucho DNI electrónico y mucha leche, pero al final hay que hacerlo todo en persona, y en horario de trabajo, claro.
¿Pides racionalidad?¿En España? Mucho pides tú me parece a mi. Ánimo con ese logopeda... A mi PLANETA en tres meses le enseñaron a decir trabalenguas y todo!!!
ResponderEliminarPor pedir, Mara...
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