Flor de estufa

Soy bastante de interior, creo. A ver, no, nací en la costa cantábrica, sí, y viví dieciocho años por allí. No me refiero a eso. Me refiero a que soy más de actividades de interior. En general.

Por ejemplo, Tochi, no pierde ocasión de cachondearse de mí porque jamás voy al campo desde que descubrió horrorizada que no tengo calzado campestre. Que digo yo, si no voy al campo ¿para qué demonios lo quiero?

Tampoco soy deportista. Bueno esto tampoco es muy definitorio de mi predilección por los interiores, podría hacer halterofilia o futbol sala (por poner dos ejemplos que me pegan mucho) que son bien de interior. El caso es que no salgo a correr, ni a montar en bici o patinar… Nada de eso.

No tengo un jardín que cuidar y, si lo tuviera, me horrorizaría tener que cuidarlo. Claro que de las plantas de interior mejor no hablamos tampoco, que os cuente ND si no le da mucha pena.

En fin, eso, que me gusta más estar dentro que fuera de los sitios. Pero si te gusta la playa, diréis. Pues sí. Y pasear por las ciudades que visitas. Pues también. De hecho cada vez me gusta más eso que ir a los museos, iglesias o similares cuando voy de viaje. Pero me gusta pasear por ellas, no quedarme quieta en la arena.

Y todo esto a qué viene, diréis. Bueno, pues para empezar porque hace mucho que no publico y de algo hay que hablar. Y también a que no entiendo el éxito de terrazas y chiringuitos. Si me dan a elegir yo siempre prefiero comer dentro.

Fuera entiendo una cerveza o un aperitivo en esos primeros días de la primavera cuando empieza a hacer sol y antes de que empiece el infierno veraniego. Pero solo si la vista lo merece. Por ejemplo, me parece una delicia tomar el aperitivo en el porche de la casa de mis padres los días de sol. Viendo el jardín, que ya tiene árboles grandes, y disfrutando del solecito. O tomarme una caña en el Grande de Ávila, viendo las murallas. O en una de las múltiples plazas que optan a más bonita plaza mayor del mundo (aquí que cada uno ponga la que quiera: Grand Place, Salamanca, Madrid, su pueblo o ciudad…, no he venido yo a pelearme por eso hoy), de cara a una playa espectacular o cualquier otro paisaje de quitar el hipo. Me vale, sí, por un ratito y si no hay mucha comida.

Lo del chiringuito me parece comprensible, claro, pero no lo más deseable. Es decir, estás en la playa, no tienes comida, quieres seguir en la playa por la tarde. Vale, se admite chiringuito. Entiendo que sea una opción de comodidad. Pero ya.

Lo que me cuesta mucho más entender son esas terrazas en la acera, al borde de la calzada por donde están pasando coches constantemente, en mitad de una calle anodina, a treinta grados a la sombra. La terraza abarrotada (que esa es otra) y el local vacío. ¿Por qué prefieres tomarte la caña ahí fuera en lugar de dentro? Dentro no tienes el humo de los coches y suele haber temperaturas compatibles con la vida inteligente. La vista puede que sea igual o peor sí (esas decoraciones de los bares, Chicote, no has hecho ningún bien en eso por mucho que tú creas que sí), pero al menos no te van a cobrar el extra de servirte en la terraza ¿cómo es posible que te cobren más por eso?

Si de lo que hablamos además es de comer (o cenar, vaya), ahí soy radical. Si me preguntan, dentro, siempre dentro. Es que no le veo la gracia. Las sillas suelen ser más incómodas, es muy posible que el sol se te esté metiendo en el ojo durante toda la comida, tendrás frío o calor casi seguro, te pasarás la comida espantando moscas y avispas, la gente que pasa por la calle se te quedará mirando como si fueras un bicho del zoo… Y si además eres como yo, con el súper poder de quemarte con tres rayitos de sol durante cinco minutos mejor lo dejamos. Que una comida es más larga que un aperitivo y además es mucho más difícil moverse según se mueve el sol arrastrando platos, cubiertos, a los demás comensales... Es que no le veo la gracia, oye.

El paisaje, me diréis. Pues mira, el paisaje lo ves antes o después ¿o es que llegas al sitio con los ojos vendados? Que, además, comer es una cosa muy seria y no hay que distraerse con el panorama. He dicho. (Y si Tochi no estuviera de vacaciones me llamaría abuela cebolleta y me cantaría papasconarrozbonitocontomate… después de esto, ya me lo canto yo).

Que lo mismo me lo explicáis y lo entiendo… bueno, no creo, que ya tengo manías de señora de mediana edad.

Comentarios

  1. Pues a mí todo lo contrario.
    Sólo coincido en una cosa. El chiringuito playero es para tomar cañas y picar algo. No me gusta comer en un chiringuito ( moscas, avispas, calor.... )Pero, por contra , cenar ahi si me gusta.
    Llámame rara. ;-)

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    1. Suscribo, no es por dar envidia (¿o si?) pero ayer cené yo en un chiringuito (con aspiraciones de restaurante), viendo la puesta de sol en una playa de Cádiz, y si el presupuesto me lo permitiese no me importaría repetir todas las noches.

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    2. Que no es por dar envidia!?

      Pues a mí me la has dado, y mucha!?

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    3. Es de dar mucha envidia, sí. Mira, en Cádiz y con unas buenas tortillitas de camarones lo mismo hago una excepción... ay, el Manguita :_____(

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  2. Yo estoy contigo. Las terrazas y los descapotables son para climas fríos donde en verano hace 20 grados. Cañita con 35 a la sombra? Semáforos en rojo a 37 grados en la Castellana con la capota quitada? NO. Mejor dentro.

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  3. Uf, yo no lo tengo muy claro. Depende del sitio, de la temperatura, de la gente que haya... Hay terrazas insufribles e interiores insoportables, así que yo soy de la que cuando te dicen "¿dentro o fuera?" empiezo "no, dentro. No, no, fuera. No, mejor dentro". Y me miran raro.

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  4. Mas urbana q un parquimetro es lo q tu eres... yo casi siempre fuera, salva calor insoportable o terraza al borde de calle con trafico, q eso tampoco lo entiendo..
    Ya de comida campestre con manta y tupper de filetes empanados, ni hablamos no?. Total, tendria q llegar con unas bailarinas....

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  5. Mas urbana q un parquimetro es lo q tu eres... yo casi siempre fuera, salva calor insoportable o terraza al borde de calle con trafico, q eso tampoco lo entiendo..
    Ya de comida campestre con manta y tupper de filetes empanados, ni hablamos no?. Total, tendria q llegar con unas bailarinas....

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  6. Ay, cuqui...de acuerdo en casi todo. La única diferencia es que soy un bicho playero-piscinero y me encanta estar al sol.

    Comer en la calle es el horror, como mucho picoteo. Y tú sigue pregonando lo de papasconarrozbonito...que no va a ser sólo Tochi la que te lo cante...es un post un poco mundo viejuno, que lo sepas. Muy de señora rara y maniática...

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  7. He dicho que me gusta la playa. Mucho. Pero para pasear.

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  8. Esta entrada parece que la hubiera escrito, por lo menos en un 94 %.

    Viví en una casa con jardín y tuve que cuidarlo, y me pareció bastante horrible y por cierto, lo de la huerta es bastante peor.

    La playa sí me gusta, incluso para estar leyendo sin más, pero sin el estrés de tener de madrugar para coger sitio y no poder echarte una siesta para volver a fichar. Vamos, a mi aire, sin pasarse.

    Y el amor a la terraza al lado de una calle ruidosa y llena de humo, con un sol matador... pues tampoco lo entiendo. Hombre, a cambio están esas sillas tan incómodas, eso sí.

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  9. A mí las terrazas me parecen muy agradables, si son terrazas. Lo que pasa es que con lo de no dejar fumar, ahora ponen cuatro sillas fuera en cualquier acera, para arañar clientes. Las aceras se han llenado de mesas y sillas, y todo es más incómodo y más ineficiente. Me dirás que ahora se respira mejor en los bares, y estoy de acuerdo, pero con la ley anterior, un bar frente a mi casa que eligió no fumador estaba sienpre lleno, y ahora ya no se puede difrenciar del resto, y te podría contar casos de buenos restaurantes en donde estaban los espacios perctamente diferenciados. Quieren arreglar una cosa, y entonces estropean otra, como son los espacios comunes, las aceras y hasta las verdaderas terrazas.

    Yo te llevo al campo este otoño, ya verás qué bonito es el paso.

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    1. A ver, no he dicho que no me guste el campo nada de nada de nada. He dicho que en general soy más de actividades de interior. Que si voy de paseo al campo lo disfruto, claro que sí. A lo que no le encuentro el gusto es a comer en una terraza. Lo creeréis o no pero he hecho picnics y todo.

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