Algo va mal

"Si yo no tuviera ninguna idea propia, se las copiaría todas a Judt".
Enric González, aquí.

Bueno, este mes hemos elegido para el Club de Lectura 2.0 este libro de Tony Judt. Bueno, lo ha elegido Bichejo. Y supongo que tendremos para debatir largo y tendido, aunque supongo que discutiremos de todo menos de literatura, creo.

Es el cuarto libro que me leo de Tony Judt y es el que menos me ha gustado. Con diferencia. Yo lo califico como tramposo en algunos aspectos. Deja de lado sus consideraciones académicas y se dedica a indicar lo que no le gusta de la sociedad, principalmente de la americana y de la inglesa, y cómo podrían solucionarse los males del mundo. Según él, todos deberíamos aspirar a vivir en socialdemocracia con un Estado que se encargue de proporcionar bienes y servicios a los ciudadanos y que se preocupe por la igualdad. Pone como ejemplo a Europa (continental) frente a Reino Unido y América donde ha prendido con mayor fuerza el relato neoconservador de que menos Estado es mejor.

Parte confundiendo al lector, y creo que voluntariamente, sobre lo que es un Estado fuerte. Para él, un Estado fuerte es el que gasta mucho, el que se atribuye un montón de responsabilidades y el que se mete en la vida de sus ciudadanos proporcionándoles lo que él cree que es mejor para ellos: "The Scandinavian model followed a more selective but also more ambitious program: its goal, as articulated by the influential Swedish sociologist Gunnar Myrdal, was to institutionalize the state’s responsibility to “protect people against themselves”. Neither Americans nor British had any such ambitions. The idea that it was the state’s business to know what was good for people—while we accept it uncomplainingly in school curriculums and hospital practices—smacked of eugenics and perhaps euthanasia". Con un par. ¿Quién va a saber mejor que el Estado qué es lo que necesitas? ¿Quién mejor que el Estado para saber dónde invertir tu dinero? ¿Quién mejor que el Estado para decidir si puedes o no tener hijos? Porque se va cediendo a los lumbreras que saben lo que es bueno para ti y ¿dónde se para? Podemos hacer como Los del Río y votar sí sin haber leído la constitución. Sobre las bondades de la socialdemocrácia sueca podéis leer algo aquí y aquí.

Un Estado fuerte es aquel que cumple y hace cumplir las leyes y extiende su poder para que los ciudadanos puedan vivir con seguridad. Seguridad jurídica y personal. Un Estado que garantice eso y que persiga y castigue los delitos y tenga una clara separación de poderes es un Estado fuerte. Además debe ser garante de las libertades individuales (el derecho a la vida, a la integridad personal, a la libertad individual, a la libertad de expresión, a la libertad de reunión, a la igualdad ante la ley, derecho a la propiedad). Un Estado no es más fuerte porque financie operaciones de cambio de sexo o porque reparta subvenciones agrícolas. Y desde luego, no es más fuerte por dejar en manos del Estado los criterios de inversión. Aquí tenemos el caso de España en el que no hay poblachón que no tenga su piscina climatizada, su polideportivo de relumbrón y un centro cívico para solaz de los vecinos. Tampoco hay capital de provincia sin aeropuerto y tenemos fantásticas líneas de tren entre Toledo y Albacete que han tenido que cerrarse por falta de pasajeros. El que no podamos pagarlas y el que entre 2001 y 2007 se incrementara el gasto del Estado en 150.000 millones de euros son simples anécdotas. El pueblo es soberano. "Todo lo hicimos por los votos", dirán los políticos. "Nosotros no sabíamos", dirán los ciudadanos.

Por otro lado, también confunde lo que es la anarquía frente a la reducción de impuestos y servicios entregados por el Estado y pone como ejemplo la Europa de entreguerras. Allí el problema fue justamente la falta de seguridad y de defensa de los ciudadanos por parte del Estado, el Estado desapareció, el dinero que recaudaba no servía para nada y la máquina de imprimir billetes se les quedó pequeña por la hiperinflacción. Ese fue el problema, no el que el Estado no pagara la ortodoncia a los niños. De igual manera, en el libro se dice que la falta de Estado lleva hacia la tiranía, pero nuevamente es cuando el Estado deja de ser el Leviatán que definió Hobbes cuando eso sucede y casos al contrario, en los que el Estado lo era todo y, además, tirano los tenemos a cascoporro.

Entonces ¿qué pasa? Pues que todas las partes tienen razón (o al menos parte) que es algo que Judt dejaba claro en todos los otros libros suyos que me he leído y que en este no. Es justo que el Estado provea una serie de servicios cuando lo hace de una manera más eficiente y equitativa que el sector privado, incluso cuando no es tan eficiente. Es justo que garantice una educación con ánimo de excelencia y como herramienta de promoción social, pero ya os hablé aquí de que en el caso de España gastamos más que nadie en educación (en % del PIB) y vamos de culo. Es justo que se encargue de pagar parte de los medicamentos y operaciones (o de todo si así lo elige cada ciudadano) porque uno no elige ponerse enfermo. Es justo que provea un servicio de sanidad. Todo eso con eficiencia porque el dinero público que no es de nadie, es de todos; gente que trabaja todos los días para construirse su vida y a la que se le 'extrae' una parte importante de su sueldo para pagar los servicios del Estado. Pero también es justo que se contemplen posibilidades como el cheque escolar, la reducción de las subvenciones directas, la prohibición de subvención a energías no rentables, la posibilidad de planes de pensiones personales al margen del Estado, y el considerar que tres millones de funcionarios son una pasada. En este gráfico tenéis un esquema de en qué se gastan, a grandes rasgos, nuestros impuestos. Lo que yo considero servicios básicos del Estado son una parte muy pequeña del total. Y hay capítulos como fomento del empleo que cuestan más que el gasto en sanidad (supongo que será solo la parte estatal)...

 En fin, tampoco le echo la culpa a Judt porque su punto de vista tiene bastante que ver con el mío. A todos nos gustaría más vivir en un Estado tipo Suecia que tipo España. Ya hablé hace poco del concepto de libertad de John Stuard Mill y el principal roce entre esa forma de ver la esencia del ser humano y de su vida social y la del libro de Judt es la de que en las cosas que solo le incumben a uno el Estado no tiene que meterse. Ese 'proteger a la gente de ellos mismos' da mucho miedito.

Estoy de acuerdo con él en que las sociedades más igualitarias tienen menos crímenes y hay un ambiente mayor de confianza en el vecino, es más fácil empatizar con alguien que no es ni mucho más rico ni mucho más pobre que tú y también si el nivel formativo y cultural es similar.

Hay cosas que no consigo entender como cuando dice que "Social democrats are characteristically modest —a political quality whose virtues are overestimated. We need to apologize a little less for past shortcomings and speak more assertively of achievements" (los socialdemócratas se caracterizan por la modestia  —una cualidad política cuyas virtudes están sobrevaloradas. Necesitamos disculparnos menos por errores pasados y hablar más convincentemente de los logros). Yo no sé en otros países, pero si en España tomamos al PSOE como ejemplo, tienen que trabajar uno poco más la parte de la modestia y de la disculpa de errores, creo yo.

El libro tiene otras partes que me han gustado más, no voy a decir que no me haya gustado. Me parece interesante y muy ameno de leer y coincidimos en una parte importante de sus percepciones. Por ejemplo, en el que hace falta buena gente para que las cosas funcionen. Que muchas de las cosas que damos por sentado, no son estables ni mucho menos. Que la sociedad requiere de la confrontación de ideas para mejorar y que hay que defender las discrepancias con mayor fuerza que las ideas preponderantes. Al final esas buenas personas, esos dirigentes con ética y con bonhomía que reclama Judt surgen de una sociedad que permite a las buenas personas llegar al poder. En nuestro caso tenemos justo todo lo contrario: una sociedad corrupta que hace que nuestros dirigentes también lo sea. Grandes personas son la consecuencia de una gran sociedad y no al revés; al menos eso creo yo.

Tiene además una parte en la que hace una defensa del ferrocarril que es muy bonita. Creo que voy a hacer un post poniendo lo que tengo subrayado de esa parte.

En fin, que todos los otros libros de Judt me han gustado más, que considero totalmente lícito que defienda la socialdemocracia, faltaría más. No es el tipo de Estado al que aspiro, pero dentro de lo que cabe no está tan mal. También me parece algo tramposillo al decir que menos Estado es más anarquía porque eso pasa cuando quitas los servicios esenciales del Estado como seguridad y justicia, no cuando reduces otros servicios como inversión en nuevas infraestructuras o  todo lo que aparece en el gráfico que os puse antes como actuaciones económicas y actuaciones generales que son un tercio largo del gasto en España.

Tenéis reseñas del mismo libro en los blogs de Carmen, Livia y Bichejo y durante todo el mes estaremos hablando de él en el Club de Lectura 2.0.

Comentarios

  1. ¿Soy la primera? Hay que ver lo que consigue de mí el día del Trabajo...

    Como siempre, una reseña muy completa y muy bien hecha. Yo coincido contigo en lo que dices, el libro se hace un poco decepcionante.

    Entre lo que tú defines como Estado fuerte, hay la idea de libertad y su aplicación. Judt apenas habla de libertades, sino que considera la libertad como una consecuencia de la igualdad. Y no tanto de la igualdad ante la ley como de la igualdad en el disfrute y disposición de la riqueza. Son esas trampas, esos brochazos, los que no me han gustado del libro.

    Si quieres ejemplos de un poblachón equipado con servicios públicos estupendos, pero sin un mal cine,, yo tengo uno muy desolador.

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  2. Bueno, no me tomaré lo del día del trabajo como que leer mi post ha sido un trabajo arduo... XD

    Gracias por los elogios al post. Creo que me ha quedado bien, aunque siempre hay que dejar cosas fuera y más en este libro que tiene tantas cosas de qué hablar.

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    1. ¡Noooo! ¡Lo decía por lo de comentar a las 10 de la mañana! XD
      Sí, te ha quedado muy bien.

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  3. Pues sí va a haber discusión sí... pero porque estamos de acuerdo en qué es un estado fuerte pero ese estado fuerte es el estado del bienestar y desde todos los marcos teóricos eso es socialdemocracia, no liberalismo.
    El problema, desde mi punto de vista, es que se nos hace muy cuesta arriba pensar que la socialdemocracia es buena si ponemos de ejemplo lo que ha pasado en este país, cuando lo que se ha hecho con la socialdemocracia en este país no tiene nombre. Me viene a la mente Todo lo que era sólido de AMM donde explica qué hemos hecho y las bofetadas que la izquierda merece desde la izquierda, pero si abrimos un poco el ángulo de visión podemos discutir que Reino Unido, la primera casi en bajarse del carro, ha hecho de la desigualdad un arte porque había cosas que por supuesto había que hacer, lo que Thatcher se encontró no tenía nombre, pero en lugar de arreglar los errores fue un paso más allá e hizo que la city fuera rica a costa del resto del Estado...
    Y ya me callo, que el tema es fascinante para entrar a fondo ¡abre un tema! XD

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  4. Por supuesto que habrá debate! A mí nadie me llama socialdemócrata sin más ni más! XD

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  5. Va a estar bien porque entre liberales y socialdemócratas (de mayor o menor intensidad) va a estar la cosa.

    La reseña, como siempre, muy buena. Pero majo, las citas en inglés son ya de un erudito brutal...y además traducidas, eres la caña. XDDD

    Igual no tiene mucho que ver pero lo que he pensado al leer tu reseña es el tema del dinero público: que parece que es de todos y no es de nadie. Y que el estado del bienestar es genial, pero que no se paga solo...y cada vez somos menos los que pagamos, y cada vez pagamos más. Muy preocupante.

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  6. Seguiremos hablando, Bichejo. Es preocupante la confusión que hay entre responsabilidad y derechos, impuestos y déficit...

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