Había (hubo) una vez un blog...
...que alegraba siempre el corazón. Lleno de color, un mundo de ilusión pleno de alegría y emoción.
Había, o más bien hubo. Hubo una vez un señor que empezó participando en este blog y que luego decidió donarnos sus acciones blogueriles e irse a fundar una nueva empresa de ocurrencias. Desde luego era un tío con un montón de ellas. Listo, divertido, irónico. En fin, que lo tenía todo para triunfar en el mundo bloguerístico. De hecho triunfó como pocos lo han hecho con sus dos primeros posts. Blogueros de prestigio comentaron en esos prometedores posts. Tuvo un número de comentarios que en nuestro blog no se alcanzan a no ser que hablemos de política o de cosas serias.
Prometió (hace más de dos años) un post sobre la ciudad de las calles sin nombre. Un post, que ya solo con el título tenía la mitad hecho. Un post que no nos gustaba a nadie, pregunte, pregunte.
Dado que este individuo es una persona muy ocupada le sugerimos que se hiciera una cuenta de twitter para por lo menos saber algo de su vida. Lo cogió con mucho impulso e incluso nos retransmitió casi completo el parto de su primera hija a través del móvil, incluso nos puso alguna foto. Incluso apareció sheldonwoman como ente twitero, aunque con mesura.
Es cierto que sus obligaciones paternales le han de quitar mucho tiempo, pero eso no es óbice para que las únicas señales de vida que de sean para confirmarme que a él también le clavaron al cambiar las escobillas de los limpiaparabrisas. Lo digo desde el cariño y el respeto, pero hazte más presente, coño! Escribir un tuit no cuesta nada y un post de vez en cuando, aunque sea para limpiar las telarañas tampoco estaría mal...
Anímate, cuéntanos tus experiencias paternales, si viste o no el partido del Madrid, si se te ha vuelto a caer el iphone dentro del motor del coche o si tienes una nueva aplicación. Si te han vuelto a denunciar los sindicatos, si se te ha roto otra botella de vino o si se va a celebrar san canelón en la ciudad de las calles sin nombre. Que conste que este deseo, casi exigencia, también se lo transmito a Sheldonwoman. Que escriba, que comente, que dibuje. Manifestaos. Contadnos alguna cosilla para saber que seguís vivos. Os echamos de menos, al menos en esta que fue vuestra casa y lo será siempre que queráis.
Así que deja de ser huevón y escribe!! (o es que no hay huevos...)
Había, o más bien hubo. Hubo una vez un señor que empezó participando en este blog y que luego decidió donarnos sus acciones blogueriles e irse a fundar una nueva empresa de ocurrencias. Desde luego era un tío con un montón de ellas. Listo, divertido, irónico. En fin, que lo tenía todo para triunfar en el mundo bloguerístico. De hecho triunfó como pocos lo han hecho con sus dos primeros posts. Blogueros de prestigio comentaron en esos prometedores posts. Tuvo un número de comentarios que en nuestro blog no se alcanzan a no ser que hablemos de política o de cosas serias.
Prometió (hace más de dos años) un post sobre la ciudad de las calles sin nombre. Un post, que ya solo con el título tenía la mitad hecho. Un post que no nos gustaba a nadie, pregunte, pregunte.
Dado que este individuo es una persona muy ocupada le sugerimos que se hiciera una cuenta de twitter para por lo menos saber algo de su vida. Lo cogió con mucho impulso e incluso nos retransmitió casi completo el parto de su primera hija a través del móvil, incluso nos puso alguna foto. Incluso apareció sheldonwoman como ente twitero, aunque con mesura.
Es cierto que sus obligaciones paternales le han de quitar mucho tiempo, pero eso no es óbice para que las únicas señales de vida que de sean para confirmarme que a él también le clavaron al cambiar las escobillas de los limpiaparabrisas. Lo digo desde el cariño y el respeto, pero hazte más presente, coño! Escribir un tuit no cuesta nada y un post de vez en cuando, aunque sea para limpiar las telarañas tampoco estaría mal...
Anímate, cuéntanos tus experiencias paternales, si viste o no el partido del Madrid, si se te ha vuelto a caer el iphone dentro del motor del coche o si tienes una nueva aplicación. Si te han vuelto a denunciar los sindicatos, si se te ha roto otra botella de vino o si se va a celebrar san canelón en la ciudad de las calles sin nombre. Que conste que este deseo, casi exigencia, también se lo transmito a Sheldonwoman. Que escriba, que comente, que dibuje. Manifestaos. Contadnos alguna cosilla para saber que seguís vivos. Os echamos de menos, al menos en esta que fue vuestra casa y lo será siempre que queráis.
Así que deja de ser huevón y escribe!! (o es que no hay huevos...)
Yo también me atrevo a conminarte a que te dignes a pasarte por aquí o por tu otro blog. A pesar de que en cualquier momento me van a escribir algo parecido a mí, que llevo una (mala) racha...
ResponderEliminarEs lo que tiene, la paternidad
ResponderEliminarYo creo que algo tiene que ver, pero también está la especial condición de Sheldon para hacerse el remolón...
ResponderEliminarYa lo predijo Moli. Muerte de éxito. Y moli sabe mucho de blogs...
ResponderEliminar¡Que bonitas nuevas imágenes veo! ¿Quién les hizo las caricaturas? Muy monas.
ResponderEliminarNuestra C a sus cuatro añitos y medio (sí, es baba eso que notas)
ResponderEliminarMenudo toque!
ResponderEliminarRespecto al twitter, reconozco que soy un huevón de 3 pares y no hay excusa para desaparecer así del mapa. Ni paternidad, ni otro motivo, huevos gordos y pesados son la causa. Mea culpa.
Respecto al blog, ya avisé. Esto no es lo mío. Tener y mantener un blog requiere varias características de las que carezco.
En cualquier caso, acepto el guantazo y me comprometo a escribir ese post sobre este peculiar rincón de la España profunda que es el pueblo de las calles sin nombre.
Acabó de ver las caricaturas. Meeeennnnncaannntaannnnn.... viva C!
ResponderEliminarSheldon, es que no es por nada, pero ese post dijiste que lo ibas a escribir hace casi dos años...
ResponderEliminarPues me alegra que te gusten, Tochi. Nosotros estamos encantados.
ResponderEliminarMi pequeñita también tiene cuatro años así que entiendo perfectamente las babas. Las imágenes son un éxito.
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