Mi jefe
Hoy voy a hablar de mi jefe. He hablado tangencialmente de él y de los embrollos en los que me mete, pero no he dedicado una entrada a hablar sobre él. Ha llegado el momento.
Mi jefe es un tío muy listo, inteligentísimo, de las personas más listas que conozco. Tiene un dominio sobre lo que sabe totalmente apabullante. Es capaz de acordarse de códigos que programó hace más de diez años e indicarte dónde tienes que mirar sin releerse el código. Es un experto en muchísimos campos ferroviarios. Su padre fue ferroviario y los trenes para él son su pasión y su trabajo.
Tiene el don de salir prácticamente siempre victorioso de las reuniones. Cuando voy con la sensación de que vamos al matadero a que nos canten las cuarenta de lo mal que lo hemos hecho, llega él en plan Houdini, hace un par de trucos, se pone a hablar de otro tema y consigue salir de allí entre vítores y aplausos.
Por supuesto que tiene un lado oscuro y es mucho más grande que el lado bueno. Es imposible para él decir que no sabe de algo. De todo sabe y de todo opina lo que hay veces que te provoca cierto embarazo cuando ves que ni una de las cosas que dice es verdad en reuniones en las que estás presente. Es un mentiroso compulsivo. Miente a cerca de todo y a cada uno le cuenta una versión distinta, lo cuál es muy embarazoso cuando vas a sustituirle a una reunión y te preguntan por él tipo 'cómo está de lo suyo?' y no sabes qué es lo que habrá contado. Recuerdo una vez que me fui a Copenhague ida y vuelta en el día para asistir a una reunión en la que me dijo que si no me importaba sustituirle porque su hijo estaba mal. Le dije que no había problema y hablé con él mientras me iba y me contó que a su hijo le estaban haciendo en ese momento una diálisis. Cuando volví, llamé a un compañero del trabajo y le pregunté que había pasado y me dijo que nada, que ni diálisis ni nada. Hablé con mi jefe y me contó lo mismo, que no había sido nada, que ni siquiera lo habían ingresado... Yo como soy de natural apocado y educado no le dije nada, pero eso se me ha quedado grabado. Además, aprovechó mi viaje a Copenhague para contarle a otro tío que no podía ir a una reunión y que iría yo porque le había dado una lumbalgia yendo a Copenhague. Tío con el que me encontré en la reunión y me preguntó que qué tal estaba mi jefe de su lumbago del viaje a Copenhague...
Tampoco voy a decir que yo sea una persona íntegra. Yo también he contado mentiras, pero son más del tipo 'si eso te lo mandé ayer... ¿no lo has recibido? pues te lo vuelvo a mandar, no sé que habrá pasado!!' Aunque hay que reconocer que muchas de las veces ha sido por cubrirle las espaldas a mi jefe o por que él ha prometido algo que era incumplible.
Tiene tendencia a dar la espantá en cuanto pinta negro y debe ser, de creer sus palabras, la persona de España que más tiempo pasa en los hospitales, más que los que trabajan allí.
Tiene un afán desmedido por aparecer en todos los papeles, salvo en los que son comprometedores, de ahí desaparece diciéndo que él es incompatible por su cargo de profesor. Ahora mismo quiere aparecer él como nuestro representante en un stand de una feria en Francia y, como no le gusta viajar, quiere que vayamos cada día uno (billete de avión ida y vuelta a Francia en el día) para hacernos pasar por él.
Como gestor es un desastre. Quiere aparecer en todos los correos, quiere ser la cara del departamento para todos los asuntos y es quien tiene que autorizar y firmar todos los gastos. A eso se uno que más de la mitad de los días no está aquí lo que hace que vivamos en un caos total. Cualquier crítica es algo que se toma de manera personal. A la mitad de las reuniones a las que te envía no te dice de qué son hasta unos minutos o, como mucho, un día antes. Se compromete a plazos absurdos y vamos pasando de proyectos estables de largo plazo a ñapas de aquí te pillo, aquí te mato que, además, cobra a precios ridículos. Se está quejando todo el día de que somos muy caros y se ha recortado en todo, se ha ido yendo gente y no se han contratado a nadie nuevo, se ha ahorrado hasta el ridículo en material de oficina y en control del gasto. Por ejemplo, para que me paguen un billete de cercanías para ir a visitar a un cliente, hay que hacer una hoja de gastos que debe ser firmada por mí, por mi jefe y presentada a su jefe para que se me paguen los 2,90 €. Casi te dan ganas de no pasarlo... Eso sí, para que cada día vaya uno al stand de Francia, para eso sí hay dinero...
Es cierto que nos da bastante manga ancha en otros aspectos, yo creo que por sentimiento suyo de culpabilidad, y nos permite ausentarnos siempre que tengamos algún motivo y no nos hace recuperar las horas. Por ejemplo, cuando tuve que ir antes de ayer al hospital para pedir cita para J, no tuve ningún problema.
En fin, es el jefe que me ha tocado esto años. Seguro que los hay mejores y seguro que los hay peores, pero no estoy muy contento con él. Me dejo en el tintero cientos de situaciones absurdas como cuando nos hizo ir a todos a unos grupos de trabajo en el que todos aparecíamos con su nombre (como quince o veinte) o la que ya conté referente a un compañero de trabajo.
Mi jefe es un tío muy listo, inteligentísimo, de las personas más listas que conozco. Tiene un dominio sobre lo que sabe totalmente apabullante. Es capaz de acordarse de códigos que programó hace más de diez años e indicarte dónde tienes que mirar sin releerse el código. Es un experto en muchísimos campos ferroviarios. Su padre fue ferroviario y los trenes para él son su pasión y su trabajo.
Tiene el don de salir prácticamente siempre victorioso de las reuniones. Cuando voy con la sensación de que vamos al matadero a que nos canten las cuarenta de lo mal que lo hemos hecho, llega él en plan Houdini, hace un par de trucos, se pone a hablar de otro tema y consigue salir de allí entre vítores y aplausos.
Por supuesto que tiene un lado oscuro y es mucho más grande que el lado bueno. Es imposible para él decir que no sabe de algo. De todo sabe y de todo opina lo que hay veces que te provoca cierto embarazo cuando ves que ni una de las cosas que dice es verdad en reuniones en las que estás presente. Es un mentiroso compulsivo. Miente a cerca de todo y a cada uno le cuenta una versión distinta, lo cuál es muy embarazoso cuando vas a sustituirle a una reunión y te preguntan por él tipo 'cómo está de lo suyo?' y no sabes qué es lo que habrá contado. Recuerdo una vez que me fui a Copenhague ida y vuelta en el día para asistir a una reunión en la que me dijo que si no me importaba sustituirle porque su hijo estaba mal. Le dije que no había problema y hablé con él mientras me iba y me contó que a su hijo le estaban haciendo en ese momento una diálisis. Cuando volví, llamé a un compañero del trabajo y le pregunté que había pasado y me dijo que nada, que ni diálisis ni nada. Hablé con mi jefe y me contó lo mismo, que no había sido nada, que ni siquiera lo habían ingresado... Yo como soy de natural apocado y educado no le dije nada, pero eso se me ha quedado grabado. Además, aprovechó mi viaje a Copenhague para contarle a otro tío que no podía ir a una reunión y que iría yo porque le había dado una lumbalgia yendo a Copenhague. Tío con el que me encontré en la reunión y me preguntó que qué tal estaba mi jefe de su lumbago del viaje a Copenhague...
Tampoco voy a decir que yo sea una persona íntegra. Yo también he contado mentiras, pero son más del tipo 'si eso te lo mandé ayer... ¿no lo has recibido? pues te lo vuelvo a mandar, no sé que habrá pasado!!' Aunque hay que reconocer que muchas de las veces ha sido por cubrirle las espaldas a mi jefe o por que él ha prometido algo que era incumplible.
Tiene tendencia a dar la espantá en cuanto pinta negro y debe ser, de creer sus palabras, la persona de España que más tiempo pasa en los hospitales, más que los que trabajan allí.
Tiene un afán desmedido por aparecer en todos los papeles, salvo en los que son comprometedores, de ahí desaparece diciéndo que él es incompatible por su cargo de profesor. Ahora mismo quiere aparecer él como nuestro representante en un stand de una feria en Francia y, como no le gusta viajar, quiere que vayamos cada día uno (billete de avión ida y vuelta a Francia en el día) para hacernos pasar por él.
Como gestor es un desastre. Quiere aparecer en todos los correos, quiere ser la cara del departamento para todos los asuntos y es quien tiene que autorizar y firmar todos los gastos. A eso se uno que más de la mitad de los días no está aquí lo que hace que vivamos en un caos total. Cualquier crítica es algo que se toma de manera personal. A la mitad de las reuniones a las que te envía no te dice de qué son hasta unos minutos o, como mucho, un día antes. Se compromete a plazos absurdos y vamos pasando de proyectos estables de largo plazo a ñapas de aquí te pillo, aquí te mato que, además, cobra a precios ridículos. Se está quejando todo el día de que somos muy caros y se ha recortado en todo, se ha ido yendo gente y no se han contratado a nadie nuevo, se ha ahorrado hasta el ridículo en material de oficina y en control del gasto. Por ejemplo, para que me paguen un billete de cercanías para ir a visitar a un cliente, hay que hacer una hoja de gastos que debe ser firmada por mí, por mi jefe y presentada a su jefe para que se me paguen los 2,90 €. Casi te dan ganas de no pasarlo... Eso sí, para que cada día vaya uno al stand de Francia, para eso sí hay dinero...
Es cierto que nos da bastante manga ancha en otros aspectos, yo creo que por sentimiento suyo de culpabilidad, y nos permite ausentarnos siempre que tengamos algún motivo y no nos hace recuperar las horas. Por ejemplo, cuando tuve que ir antes de ayer al hospital para pedir cita para J, no tuve ningún problema.
En fin, es el jefe que me ha tocado esto años. Seguro que los hay mejores y seguro que los hay peores, pero no estoy muy contento con él. Me dejo en el tintero cientos de situaciones absurdas como cuando nos hizo ir a todos a unos grupos de trabajo en el que todos aparecíamos con su nombre (como quince o veinte) o la que ya conté referente a un compañero de trabajo.
Grandísimo artículo, nada que añadir.
ResponderEliminarEso sí, como anécdota, hay otros a los que ni siquiera nos ha dejado pasar el ticket de 3€ de tres cafés por "ser ruines", pero se lo ha quedado.
Es un impresentable. Y a mí lo que me alucina es que nadie se dé cuenta de lo elemento que es. Nadie que tenga autoridad sobre él quiero decir.
ResponderEliminarEliahh, qué bien que comentes.
ResponderEliminarNo, Eliahh, si anécdotas hay para un blog dedicado con varias entradas al día...
ResponderEliminarY entre sus virtudes no tendrá la de leer solo el principio de los textos, no?
ResponderEliminarMás te vale..
Aunque al principio digas lo contrario, muy listo no parece: antes se pilla a un mentiroso que a un cojo.
ResponderEliminarDe todas formas me alucina vuestro valor cuando publicais cosas ¿no os da yuyu que lo que aquí escribís no acabe llegando donde no debe? ¿O es que sois muy maquievélicos y lo haceis precisamente para eso?
Yo creo que ND sería capaz de mantener con sus compis una convesación de 7 horas sobre blogs, sin soltar que él tiene uno.
ResponderEliminarYo lo soltaría en el minuto 0.
En mi caso, salvo alguna excepción muy de fiar, en el trabajo estoy de incógnito, nadie sabe que mi identidad real es Anniehall.
ResponderEliminarPues debe ser que hay muchos jefes así...o parecidos...de hecho aqui hay un par y si, pienso como Hermano E., si esto lo leyera alguien que os conociera a los dos, no sé....ya sabes, hay pa' to'
ResponderEliminarBueno, casi todos los del trabajo, por no decir todos piensan lo mismo que yo. La posibilidad de que mi jefe encuentre el blog está ahí, es cierto.
ResponderEliminarVarios compañeros del trabajo leen los posts, aunque lo mantuve en secreto bastante tiempo, es verdad. No por nada, supongo que por pudor.
Mmmm, por el sector en el que sospecho que trabajas, no creo un profesor experto en trenes sea una persona que se vaya a jubilar pronto. Máxime si tiene tan alto concepto de sí mismo. Te toca aguantar me temo.
ResponderEliminarLos compañeros del trabajo lo saben desde hace poco, sí.
ResponderEliminarY molinos, entre sus virtudes no está esa, está la de leer en diagonal, que es infinitamente más útil ;)
Un saludo, Aniehall.
Me ha sonado taaaaanto :).
ResponderEliminarMe gusta mucho tu blog. Te visitaré a menudo. Saludos :)
Pues muchas gracias, Avería. Me pasaré también por el tuyo ;-)
ResponderEliminarBufff, jefes. Ya veo que el tuyo es una auténtica joyita. Es una pena que haya gente así en las empresas; ellos solitos son capaces de cargarse la motivación de cualquiera. Por cierto, casi se me olvida decíroslo, me encanta vuestro nuevo look.
ResponderEliminarPues gracias por decir que te gusta el nuevo look. A nosotros nos gusta mucho, pero han surgido enconados detractores...
ResponderEliminarOh! se parece tanto a mi jefe de la empresa patera!!!!
ResponderEliminarEra el mayor mentiroso que he conocido, pero claro, existe un basto universo que desconozco, a lo mejor tiene competencia.
A éste un día le llamo un cliente hasta las narices porque no suministrabamos un tanque para hacer tomate frito, creo que los pobres son ahora de nueva rumasa y están en suspensión de pagos. Pues bueno, tuvo los santos cojones de culpar a un subproveedor ficticio y darles su teléfono para que se quejasen. Un teléfono que era una línea RDSI también nuestra y a la que contestó tan pichi fingiendo la voz.
Genio y figura, que le vaya bonito