El Diablo se viste de Pr...ivalia
Este es un post para prevenir sobre internet. En principio puede parecer que es algo bueno, que te permite comunicarte con gente, que te lleva a conocer nuevas personas, que te facilita la vida ahorrándote colas en el banco, que te permite consultar la wikipedia, que te hace más llevadero el trabajo y, en fin, que te entretiene.
Voy a mencionar un lado oscuro, un reverso tenebroso que se presenta como un pastel, cremoso y apetecible, pero que puede tener un regusto bastante amargo.
Yo mismo utilizaba internet para hacer compras, pero mis compras eran necesarias, lo hacía por el bien del universo y principalmente por el bien de los que me rodean. Ya os he contado como ya he comprado los regalos de Navidad. Bueno, me faltan algunos, pero es un uso de internet totalmente legítimo y beneficioso para todos. Bueno, es cierto que también me compro cosas para mí, pero totalmente necesarias... En fin, que no me lieis, que no he venido aquí a hablar de mí ni de mi libro... (precioso, por cierto)
Quiero referirme a algo mucho más terrible, un vórtice de maldad que emana del ciberespacio, las autopistas de la comunicación están infectadas con una serie de portales malignos sobre los que quiero preveniros, pero habéis de saber, antes de nada, que sus enviados están ya entre nosotros haciendo su labor de lavado de cerebro. Es una labor que pasa desapercibida. Es como la gota de agua que horada la roca. Son seres aparentemente normales, como los que un día hacen una locura y luego todos los vecinos salen diciendo que eran unos tíos encantadores. Estos emisarios del mal puede que se camuflen de amigos superenrrollados que hacen quedadas blogueras. Tratan de granjearse la confianza de la gente, pero en cuanto menos te lo esperas... ZÁS!!! LE HACEN A TU MUJER CLIENTA DE MEDIA DOCENA DE TIENDAS DE INTERNET!!!
Sí, señores, sí. Esos seres existen y esos portales existen. Tienes todos los días puntualmente en tu correo multitud de correos con ofertas y descuentos impresionantes a las que las nuevas captadas no pueden decir que no. Necesitan su ración diaria para quitarse el mono. Están enganchadas a las ofertas y los malignos seres que regentan estas nuevas babilonias tienen un conocimiento del alma humana, y especialmente del alma femenina, que hace que una vez captadas vayan ejerciendo el proselitismo en sus distintos grupos de amigas. Incluso - sí, amigos, hasta allí llega su osadía - entre el sacrosanto círculo de madres esperando a la salida del colegio.
Una de sus tácticas más perversas es poner en un sitio bien visible y grande no lo que llevas gastado, no, sino lo que llevas ahorrado!! Yo probé esa forma de engaño en Nueva York hace dos veranos y he de decir que es de una efectividad impresionante. Por ejemplo, me compré un jersey que ponía que costaba 500 dólares por 50. A lo mejor siempre costó 50, pero te vas supercontento. Y es que el mal no descansa nunca y ahora el mal se ha internetizado.
Dentro de esta perversa espiral de depravación, la última afrenta la puedes sufrir de una manera dolorosamente inhumana que es haberle facilitado en un descuido a tu señora esposa tu clave de paypal y recibir en tu correo a modo de guantazo los cargos de sus innúmeras compras cibernéticas. Podría cambiar la clave, pero, sinceramente, ¿vosotro os atreveríais? Yo no.
Que estas palabras sirvan de aviso. El mal habita entre nosotros al modo de telefilme con amish de Antena3 y con un título compuesto de dos palabras en el que una de ellas ha de ser justicia, deseo, traición, sospecha... y la otra un adjetivo del tipo: incompleta, mortal (o letal), ciega o algo así.
Puede haberos parecido divertido, pero, al igual que un buen telefilme siestero, está basado en hechos reales.
PRIMER!!!!!
ResponderEliminarLuego me leo el post cuando salga de la megaestúpida reunión con los Texanos :P
Qué ilusión!! un comentario sólo para decir prímer!!!
ResponderEliminarTenemos un groupie del blog... :)
Pues a mí me parece trampa.
ResponderEliminarTiembla ND (o cambia rápido la contraseña), acabo de ver unas botas súper rebajadas... merecerías que me las comprara solo por este post. Pero me da tanto miedo comprar zapatos on line.
Eso sí, divertido te ha quedado.
Rebajadas 275 euros!!!!!!!
ResponderEliminarEl aviso llega tarde...
ResponderEliminarUn consejo, ponle un cartel bien grande al lado del ordenador que diga:
Por favor, Parienta, los calzoncillos no.
Avisado quedas.
Si hablar con la chusma del parque es caer en el lado oscuro, esto qué es? eh?
ResponderEliminarVaya birria de precio, Annie, con lo bonitas que deben ser. Encarga, por lo menos, 3 pares de distinto color, que luego la oferta se termina y te arrepientes.
ResponderEliminarEso de los calzoncillos parece peligroso... lo tendré en cuenta. Gracias, Gonzalo.
ResponderEliminarNo entiendo, Anniehall, que busques excusas en mi post para comprarte unas botas. Ni siquiera me sirve como excusa que las tuyas se hayan roto porque otra cosa no habrá en casa, pero zapatos y botas!!!
No entiendo tu reproche, Tochi. Necesito aclaraciones.
No enredes, NáN, no enredes.
ResponderEliminar¡Pues yo estoy con Anniehall! Seguro que si fuera una tienda de cachivaches para machotes te molaba más... ¡Entonces escribiría Annie la entrada!
ResponderEliminarDoctora, la entrada ya está escrita. Solo que por ND, revisa los enlaces en esta.
ResponderEliminarAy, doctora, ya veo que eres otra numeraria de las sectas internáuticas, otro caso perdido... en fin, qué se la va a hacer!
ResponderEliminarEn todos lados cuecen habas...
En cuanto a los cachivaches electrónicos... ya he dicho que eso son cosas absolutamente ¡necesarias!
Tienes razón, ND. Perdona. Me pasé tres pueblos. Y entre hombre hemos de ayudarnos.
ResponderEliminar¡Anniehall, ni se te ocurra comprar más de dos pares! ¡Hump! ¿Bráse visto?
Eh1 que yo ya estaba aquí justo después de los socios fundadores, me apetecía hacer la tontada :)
ResponderEliminarY sigo sin haberlo leido, me voy a casa y lo dejo para después de la siesta que estaré más lúcido
Ayyy... pero vaya defensor del libre mercado que ha resultado NáN!!!
ResponderEliminarEl caso es hacerme rabiar aunque sea a costa de los principios y de las emisiones de CO2!!!... me gusta.
Juanjo, nada, ahí va a estar el post para cuando quieras (o puedas) leerlo.
Es curioso que nadie se haya sentido aludido como inductor... Qué discreción!!
Ya está, pero es muy fácil, dile a tu vecino que active la contraseña de la wifi :)
ResponderEliminarEn el trabajo pondré espías, por menos del 10% de lo que se gastaría creo que puedo contratar a su compañero de al lado.
No creo que sea una buena solución, Juanjo. Además, no creo que sea tan inconsciente de comprar en una red sin seguridad.
ResponderEliminarTiene intrnet hasta en el móvil... lo mío ya no tiene solución. Puedo aspirar a que no me compre calzoncillos gracias al aviso de Gonzalo, pero poco más.
He tenido que buscar en el Google lo que era "Privalia"...
ResponderEliminarCielos, me estoy asilvestrando...
Teresa, yo también tuve que buscar lo que era privalia cuando me llegaron las facturas...
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