El Jamón
Hoy voy a comprar un jamón. Yo hay una sentencia que sigo al pie de la letra que es "una casa con jamón es una casa feliz". Creo que se lo oí en alguna ocasión a Carmen Rigalt, pero puede que fuera otra persona. El caso es que creo firmemente en esa afirmación.
Me da un poco de pena el reparo que sienten mis hijos de temporada jamonera a temporada jamonera cuando se les ofrece jamón 'del bueno' y prefieren el de york. La verdad es que en casa no tenemos siempre jamón. A partir de mayo hace mucho calor y hay que terminarlo antes de Navidades porque no las pasamos en Madrid y se nos pone duro como una piedra.
Además, jamón que vuela, a la cazuela, no es así ni pienso meter un jamón en una cazuela, pero hay que aprovechar las oportunidades porque dentro de unos años me parece que va a ser algo prohibitivo para todos nosotros. No es que ahora sea barato, pero de vez en cuando se puede hacer un exceso. Ese interés en exportarlo... pero ¿estamos tontos o qué? Aquí mi liberalismo se me viene abajo. No juguemos con el jamón...
Una de las noches más surrealistas y felices de mi juventud la pasé en las fiestas de Guijuelo. Dormimos en la fábrica de jamones del padre de mi amigo rodeados de 40.000 jamones. Podéis haceros una idea de lo que se puede salivar ahí. El caso es que llegamos bastante borrachos y nos pusimos a partir jamón, aunque yo creo que más bien lo masacramos. Al día siguiente las miradas del padre de mi amigo no podían ser más explícitas.
En nuestra boda hubo jamón, aunque eso lo deben saber mejor los invitados que nosotros. Al cortador de jamón sólo lo vimos en fotos y sólo conseguimos pillar un par de trocitos al vuelo mientras nos hacían las fotos de rigor... bueno, casi de rigor mortis porque yo estaba deseando matar al fotógrafo y a la mitad de parientes que no conocía de nada y de los que no iba a guardar testimonio gráfico a pesar de estar posando con mi mejor sonrisa impostada.
En mi casa, bueno, en casa de mis padres, porque ahora mi casa es otra, siempre ha habido jamón. El jamón es algo maravilloso. Te soluciona la cena en un pispás. El mayor problema es partirlo. Nunca he sido muy ducho en la materia, aunque con el último que compramos mejoré espectacularmente debido a internet. Internet sirve igual para un roto que para un descosido. Encontré un dibujo que muestra por dónde van los juesos del jamón que ahora me pongo de chuleta al lado del susodicho y me sirve bastante.
En fin, que ya lo sabéis, que estamos de enhorabuena y que si queréis visitar a la familia Anijol, este es un buen momento. Además tenemos queso zamorano y chorizo y salchichón salmantino...
P.D: Mientras escribía esto he visto un mensaje de Anniehall conminándome a poner otro post por no sé qué cosas de unas pelucas o no sé qué. Sirva este post como homenaje a todos los cortadores de jamón con peluca.
Me da un poco de pena el reparo que sienten mis hijos de temporada jamonera a temporada jamonera cuando se les ofrece jamón 'del bueno' y prefieren el de york. La verdad es que en casa no tenemos siempre jamón. A partir de mayo hace mucho calor y hay que terminarlo antes de Navidades porque no las pasamos en Madrid y se nos pone duro como una piedra.
Además, jamón que vuela, a la cazuela, no es así ni pienso meter un jamón en una cazuela, pero hay que aprovechar las oportunidades porque dentro de unos años me parece que va a ser algo prohibitivo para todos nosotros. No es que ahora sea barato, pero de vez en cuando se puede hacer un exceso. Ese interés en exportarlo... pero ¿estamos tontos o qué? Aquí mi liberalismo se me viene abajo. No juguemos con el jamón...
Una de las noches más surrealistas y felices de mi juventud la pasé en las fiestas de Guijuelo. Dormimos en la fábrica de jamones del padre de mi amigo rodeados de 40.000 jamones. Podéis haceros una idea de lo que se puede salivar ahí. El caso es que llegamos bastante borrachos y nos pusimos a partir jamón, aunque yo creo que más bien lo masacramos. Al día siguiente las miradas del padre de mi amigo no podían ser más explícitas.
En nuestra boda hubo jamón, aunque eso lo deben saber mejor los invitados que nosotros. Al cortador de jamón sólo lo vimos en fotos y sólo conseguimos pillar un par de trocitos al vuelo mientras nos hacían las fotos de rigor... bueno, casi de rigor mortis porque yo estaba deseando matar al fotógrafo y a la mitad de parientes que no conocía de nada y de los que no iba a guardar testimonio gráfico a pesar de estar posando con mi mejor sonrisa impostada.
En mi casa, bueno, en casa de mis padres, porque ahora mi casa es otra, siempre ha habido jamón. El jamón es algo maravilloso. Te soluciona la cena en un pispás. El mayor problema es partirlo. Nunca he sido muy ducho en la materia, aunque con el último que compramos mejoré espectacularmente debido a internet. Internet sirve igual para un roto que para un descosido. Encontré un dibujo que muestra por dónde van los juesos del jamón que ahora me pongo de chuleta al lado del susodicho y me sirve bastante.
En fin, que ya lo sabéis, que estamos de enhorabuena y que si queréis visitar a la familia Anijol, este es un buen momento. Además tenemos queso zamorano y chorizo y salchichón salmantino...
P.D: Mientras escribía esto he visto un mensaje de Anniehall conminándome a poner otro post por no sé qué cosas de unas pelucas o no sé qué. Sirva este post como homenaje a todos los cortadores de jamón con peluca.
El post de la peluca bien vale la donación de tus próximas 10 raciones a Anniehall ;)
ResponderEliminarYo llevo 8 meses sin probarlo (ni el lomo, ni el fuet...) :( Eso sí, tengo entrenado a mi marido en cortar y preparar para cuando salga del paritorio, porque me pienso meter un bocata entre pecho y espalda que voy a ser la envidia (otra vez) de las teutonas compañeras de habitación y varias enfermeras... Porque yo lo valgo!
Ay, la peluca! me perseguirá toda la vida.
ResponderEliminarYa le hago a Anniehall unas tostas de jamón con aceite y tomate ralladito que son de escándalo. Tampoco iré más allá porque podría considerarse sadismo frente a alguien que no lo puede tomar.
A Anniehall le salió negativo lo de la toxoplasmosis, pero mi padre, que es ginecólogo, le dijo que estando controlada no había ningún problema en que tomara jamón.
Me puedo imaginar lo bien que deben saber esos bocadillos postparto...
Mamá en Alemania, resístete, que después de comer jamón los dos embarazos me he enterado de algún caso que pasó la toxoplasmosis en el embarazo y me ha hecho sentir de un culpable... menos mal que los niños salieron sanos.
ResponderEliminarNosotros tenemos jamón siempre porque Jefe supremo siempre me regala varios ( es muy espléndido) en Navidad..tiene tantos que no sabe que hacer con ellos.
ResponderEliminarEl ingeniero sería feliz sacando el dibujito que comentas ND y cortando el jamón pero no le doy opción, los llevo a lonchear al vacio y a la nevera..todavía me queda de las últimas navidades.
Que lo disfruteis.
Jamón, chorizo, queso, pasteles franceses, foie...¡creo que me voy de visita a Madrid! Jejejeje. Me ha hecho gracia el refrán, mi abuelo lo decía mucho "Todo lo que corre, nada o vuela a la cazuela".
ResponderEliminarDoctora Anchoa, usted y su El Ese están invitados cuando quieran. Eso sí, a cambio quiero anchoas de esas que ya no se venden.
ResponderEliminarLos pasteles franceses no os han esperado. Qué buenos. Pero todavía tenemos el foie por estrenar.
Annie...yo te llevo anchoas de esas...en Casa Santoña las venden.
ResponderEliminarAy, qué maja. El viernes de camino a Ávila adelantamos a una furgoneta de Casa Santoña y nos acordaos de ti. Debió de ser a la altura de Torrelodones o así.
ResponderEliminarTenemos que probar el Casa Santoña, ya me lo he dicho muchas veces pero me da un poco de reparo invadir tu territorio.
La furgoneta sería la del reparto de anchoas e iría a la fábrica que está en Guadarrama.
ResponderEliminarHan abierto otro Casa Santoña en Nuñez de Balboa entre General Oraa y María de Molina..por si os pilla mejor..que creo que si.
Y se pueden comprar anchoas.
Investigaremos. Creo que daré tu nombre a ver si nos hacen un descuento. O te lo hacen a ti en la próxima visita por recomendar a gente :)
ResponderEliminarSi vais al de Nuñez de Balboa..decidle al encargado que sois amigos mios..con mi nombre de verdad eh..con la identidad secreta no creo que me reconozca...
ResponderEliminarOk. Anchoas de Santoña a tutiplén. Digamos que mi familia política tiene contactos...
ResponderEliminarYo también quiero anchoas...
ResponderEliminarAcepto a cambio pedidos de foie para Navidad.
Creo que voy a hacer negocio aquí...jijijiji
ResponderEliminarOhhh! Un Jamón. Va siendo hora de que alguien le diga a mamy que ha llegado el invierno.
ResponderEliminar"Dormimos en la fábrica de jamones..."
¡Ese, ese es uno de mis sueños!!
Bueno, pues ya tengo aquí el jamón a mi lado. He limpiado un poco la mesa porque ante tan digno invitado me parecía un poco innoble mi sitio de trabajo.
ResponderEliminarAhh, las anchoas!! son magníficas!!
Pero es mejor tener menú degustación con jamón, foie y anchoas. Va a haber que montar una fiesta blogueril en la que cada uno contribuya con algún manjar!!
mmmmm... yo tengo queso del Roncal, y me voy a París este puente (ay! cómo me gusta decirlo). Me invitais???
ResponderEliminarTochi
En Salamanca las casas vienen con jamón y plato de embutidfo de serire, como en otros sitios vienen con bidé o calefacción
ResponderEliminarPor tanto, me gusta el jamón y el embutido, pero creo que he comido el suficiente para 2 o 3 vidas
En mi casa de Madrid hemos traído una pequeña representación del plato de embutido salmantino que con el embarazo de mi mujer gestiono en exclusividad.
Por cierto, el otro día ví un regalo para embarazadas que era una cajita con jamón ibérico al vacío y unos picos al precio de medio jamón en guijuelo o La Alberca ..Cada listo que hay por ahí
Entonces queda aprobada por unanimidad la merienda/cena, lo que sea, blogeril. Los cargos se distribuyen del siguiente modo:
ResponderEliminarTeresa pone el foie
ND, Anniehall y Peter, los embutidos
Tochi encargada del Champagne (se comprobará la etiqueta a fin de que no sea comprado en el mercadona jiji)
Dra y Yo, aunque va a ser duro y tengamos que mover nuestras influencias en el mercado negro, pondremos las anchoas y como nos caeis bien, UNA QUESADA.¿ Alguien más quiere contribuir a la cuchipanda?
Mmmm, quesada...
ResponderEliminarSi la cuchipanda es virtual (de mentirijillas), hago una paella alicantina.
ResponderEliminarLo siento pero no me gusta nada el jamón. Yo también prefiero el york como los niños.
ResponderEliminarPues más para todos. Yo te llevo el de York.
ResponderEliminarAsí que existe alguien a quién no le gusta el jamón!
ResponderEliminarCosas veredes.
Un chico checo que vino de intercambio a casa de un compañero del trabajo cuando vio en el garaje de la casa la pata de jamón colgada, vomitó.
A una compañera mía de trabajo no le gustaba el chocolate. Eso es raro, lo del jamón entra en la normalidad.
ResponderEliminarEl jamón está rico, sí, pero donde se ponga la mortadela de aceitunas...
ResponderEliminarLa única vez que hemos tenido un jamón en casa tardamos tanto en comérnoslo, que se nos llenó de hormigas.
Hombre, ND, hay cosas a las que te acostumbras de pequeñito o necesitas coraje. Una pata de cerdo colgando parece un poco "bestia". Luego, cuando se come, lo empiezas a llamar "alta cultura del paladar".
ResponderEliminarSí, si lo entiendo. Sólo contaba la anécdota.
ResponderEliminarLo que no había encontrado nunca era a nadie que no le gustara el jamón.