Mi cabecita loca
Mi cabeza tiene conexiones absurdas. No sé si eso lo explicará el señor Medina en su libro, pero debería.
Las peores son las centrifugaciones. Esos momentos de angustia que yo solita me creo a partir de la nimiedad más insignificante, valga la redundancia. Pongamos por caso que un día, ND, que suele llamar al salir del trabajo para preguntar cuál es el plan, si hay que comprar algo (o lo compra sin preguntar, es un amor, sí)… no me llama. Bueno, pues en cuanto han pasado unos quince minutos yo pongo en marcha la lavadora y cinco minutos después ya tengo toda la situación resuelta. ND resbaló por las escaleras del trabajo, se ha dado un golpe fatal en la cabeza del que puede que nunca se recupere y yo tengo que hacer de madre coraje y cuidar de mi dos criaturas pequeñas y mi criaturita mayor postrada de por vida. Eso es la versión light. En la fuerte me veo llorando en su entierro toda vestida de negro con un velito por la cara y secándome con un pañuelito blanco, como en cualquier mal telefilme que se precie (o tv-movie que dicen ahora las moderrrrnas). Viudita pa' toda la vida. Y no solo eso, es que ya me imagino todos los detalles de mi vida 'después de' y volviendo a casa de mis padres porque, pobre, no puedo yo sola con todo… En fin, un horror.
Sin embargo este cerebro mío tan tontuno también tiene su parte divertida. Hay frases que hacen saltar automáticamente ciertos resortes de mi cabeza. Un ejemplo. Si alguien dice ‘veo menos que Pepe Leches’ no puedo evitar reírme sin control, me hace muchísima gracia aunque lo haya oído cientos de veces. Si lo intento decir yo es peor porque me da la risa floja según lo digo. Y queda muy ridículo. Me pasa lo mismo con ‘darse un guarrazo’. Risas y algunos momentos absurdos, pero es divertido.
Luego hay otras cosas que me hacen saltar automáticamente a otro pensamiento. Ejemplo. Siempre, siempre, siempre que oigo decir (o digo yo) ‘se acabó’ digo para mis adentros, o para mis afueras si el público es de confianza, ‘porque yo me lo propuse y sufrí… como nunca había sufrido y mi piel se quedó vacía y sola, desahuciada en el olvidó…’ y viene a mi cabeza María Jiménez y todo su sentimiento. Absurdo, sí, pero me pasa.
Las peores son las centrifugaciones. Esos momentos de angustia que yo solita me creo a partir de la nimiedad más insignificante, valga la redundancia. Pongamos por caso que un día, ND, que suele llamar al salir del trabajo para preguntar cuál es el plan, si hay que comprar algo (o lo compra sin preguntar, es un amor, sí)… no me llama. Bueno, pues en cuanto han pasado unos quince minutos yo pongo en marcha la lavadora y cinco minutos después ya tengo toda la situación resuelta. ND resbaló por las escaleras del trabajo, se ha dado un golpe fatal en la cabeza del que puede que nunca se recupere y yo tengo que hacer de madre coraje y cuidar de mi dos criaturas pequeñas y mi criaturita mayor postrada de por vida. Eso es la versión light. En la fuerte me veo llorando en su entierro toda vestida de negro con un velito por la cara y secándome con un pañuelito blanco, como en cualquier mal telefilme que se precie (o tv-movie que dicen ahora las moderrrrnas). Viudita pa' toda la vida. Y no solo eso, es que ya me imagino todos los detalles de mi vida 'después de' y volviendo a casa de mis padres porque, pobre, no puedo yo sola con todo… En fin, un horror.
Sin embargo este cerebro mío tan tontuno también tiene su parte divertida. Hay frases que hacen saltar automáticamente ciertos resortes de mi cabeza. Un ejemplo. Si alguien dice ‘veo menos que Pepe Leches’ no puedo evitar reírme sin control, me hace muchísima gracia aunque lo haya oído cientos de veces. Si lo intento decir yo es peor porque me da la risa floja según lo digo. Y queda muy ridículo. Me pasa lo mismo con ‘darse un guarrazo’. Risas y algunos momentos absurdos, pero es divertido.
Luego hay otras cosas que me hacen saltar automáticamente a otro pensamiento. Ejemplo. Siempre, siempre, siempre que oigo decir (o digo yo) ‘se acabó’ digo para mis adentros, o para mis afueras si el público es de confianza, ‘porque yo me lo propuse y sufrí… como nunca había sufrido y mi piel se quedó vacía y sola, desahuciada en el olvidó…’ y viene a mi cabeza María Jiménez y todo su sentimiento. Absurdo, sí, pero me pasa.
Muy parecido a cuando alguien habla de un puma o llaman a un José Luis Rodríguez por megafonía o donde sea. Inmediatamente me pongo a cantar ‘pavo real, uhhhh, pavo real, uhhhh… numera… numera… viva la numeración quiéeeeen ha visto un matrimonio sin una amonestación’. También inmediatamente me pregunto si se habrá escrito jamás otra letra más absurda.
Y sé que tengo más pero ahora no me acuerdo. Esto es para que veáis que dentro de mi cabalismo cabe también mucha locura. Decidme que a vosotros también os pasan cosas parecidas. Por favor.
Y sé que tengo más pero ahora no me acuerdo. Esto es para que veáis que dentro de mi cabalismo cabe también mucha locura. Decidme que a vosotros también os pasan cosas parecidas. Por favor.
A mí me pasaba en el piso que estaba antes, y eran dar las 00:00 y me daba todo mucha risa. Cualquier anuncio, cualquier chorrada, me daba la risa floja y no podía parar.
ResponderEliminarEn mi vida normal me pasa con un señor que llama que se llama "Andrés Mier" y no puedo dejar de pensar ¡da!
o cuando alguien tiene un apellido como Tarantino o Bush (o Woods, o lo que sea), si no que te cuente ND.
Espero que sea síntoma de salud porque si no vamos mal... ;)
Un saludo.
Este es el CUQUI más grande de la historia de todos los CUQUIS: me imaginaba perfectamente el entierro de N. (después de su muerte en la avioneta sobrevolando el Gran Cañón), desde pequeña mi hermano y yo nos hemos reído al oir el nombre de Jordi Pujol, que nos parece un nombre como de coña.
ResponderEliminarY N. y yo cantamos montones de canciones, entre ellas el “se acabó”.
Me he reído mucho con el post, que lo sepas.
Le tendré que preguntar sí, porque no lo entiendo mucho Eliahh ¿te da la risa con Tarantino o nombres así?
ResponderEliminarBichejo, dime que también te imaginas en plan viuda de telefilme con pamela y todo.
Pues claro...acaso hay otra manera aceptable de ir de viuda?? Y con velito!!
ResponderEliminarSiento que te aburras tanto :(
ResponderEliminarjajaja a mí me pasa (y creo que a todos) cuando alguien pregunta y la respuesta es: Depende, a cantar se ha dicho.
ResponderEliminarO cuando empiezo a hilar ideas y de repente comento algo que no tiene nada que ver, pero que en mi cabeza tiene una lógica indudable.
No has terminado contando que yo te había llamado, al menos yo estoy convencido de eso. Claro, que a lo mejor con este teléfono tan moderno te llamé al trabajo...
ResponderEliminarTú tienes centrifugaciones que siempre terminan en la peor de las opciones. Por un lado eso es bueno porque la realidad siempre es mejor, pero por otro lado, ya te has puesto en lo peor...
No compensa.
Hablaba en general ND, no de ayer. Sino de cualquier situación similar. Hipotéticamente...
ResponderEliminarYo comparto una amiga con Anniehall que cada vez que oye la palabra "cebolla" tiene que soltar "¡pa´que te crezca la polla!". No se puede contener, es graciosísimo.
ResponderEliminarJooooooooooooo, me había currado un comentario larguísimo y no ha salido. Resumo:
ResponderEliminarLo de "Se acabó"
El inicio del rey león al sacar a los niños de la bañera "Guaaaaa, chigüeinaaaaaa"
"The hills are in life" con coreografía cada vez que veo un prado verde (y discreto).
También canto cualquier cosa que cuadre del cantajuego, pero eso es demasiado vergonzoso
A mi me pasa igual con lo de las centrifugaciones... siempre me pongo en lo peor, un sinvivir y luego pa na!
ResponderEliminarY la mayoría de asociaciones las hago con nombres; Si alguien (o yo) dice Carmen en mi cabeza retumba el "aquí Carmen" de las niñas de las ovejitas con Carmen Sevilla o en el caso de Gloria que pienso en el "por la Gloria mi madre" de Chiquito.. vamos, lo peor.
He logrado referenar muchas de mis hilvanadas mentales, pero hay una que se me resiste, quizá por lo cerda que es y porque me la aprendí de forma clandestina en un colegio de monjas.
ResponderEliminarAsí que me viene de una tacada, este mini relato al oír cojones: "dijo la marquesa poniendo las tetas sobre la mesa. Está bien que os folléis a las putas de mis hijas pero que os limpiéis la chorra con la cortina que me regaló el conde pichina..."
En fin!!!
Me parrtoooo!!! A mi también me pasa con el "Se acabó" y pensé que era la única del mundo... Y cada vez que alguien dice "Orujo"... me sale directamente un "por el culo te la estrujo!"... Qué fina!
ResponderEliminarA mí me pasa lo de "se acabó" también. Y a mis hermanas. Pero lo del pavo de José Luis Rodriguez no se me hubiera ocurido nunca. Qué bueno.
ResponderEliminarUff, creo que a mí me pasa todo y mucho.
ResponderEliminarLas premoniciones macabras, las risas absurdas de pronto (alguna vez incluso me he despertado de un sueño por la carcajada) y los resortes musicales.
Espero que nos aislen en campos de tratamiento múltiple. A lo mejor no consiguen curarnos, pero nos lo pasaremos en grande.
A mi también me pasa con "Se acabó" y todo porque con unas amigas, de adolescentes, conocimos la canción por Menudas Estrellas y una imitación de María Jimenez, y cambiamos la letra.. Se acabó, porque ahora quiero a otro joder... y ahí llegó nuestra inventiva.. Pensaba que era la única, pero oye, un blog y ya nos pasa a varias!
ResponderEliminarMe pasa siempre con Juan Pablo (segundo, te quiere todo el mundo), y me he dado cuenta de que hay muchos Juan Pablos porque lo digo muy a menudo!
Y cuando alguien dice, Suerte! yo pienso en Callejeros y un monólogo de Goyo Jimenez..
Por cierto, he descubierto hoy el blog viniendo de Molinos, me lo quedo!
Saludos