Atenas, o lo que vi de ella (actualizado)
He actualizado la información añadiendo una foto del regalo que le hice a Anniehall (que hay mucho malo por el blog). Opinad, opinad.
Ha llegado el momento de hacer mis reflexiones atenienses. He de decir que desde el punto de vista cultural sólo he tenido ocasión de ir a la Acrópolis y al museo de la misma. Eso ya es mucho, pero en Atenas debe haber muchas más cosas que ver, supongo. Lo malo de ir a sitios así por trabajo es que lo valoras, pero te quedas con ganas de más.
En el vuelo de ida sobrevolamos Lepanto, ví un puente colgante impresionante y una serie de islitas y de pueblecitos costeros que tenían una pinta impresionante para ir de turismo.
Os voy a poner algunas fotos, aunque son un poco malas porque están hechas con mi teléfono que es bastante patata, pero me niego a llevarme la cámara de fotos porque las fotos buenas quiero hacerlas cuando vaya realmente de turismo con Anniehall (espero).
El hotel fue bastante malo a pesar de ser un cuatro estrellas. Se llamaba Titania y estaba al lado de la plaza Omonia en lo que viene a ser el centro de Atenas. Tuve una habitación con tres camas a cual peor. Un desastre, pero, eso sí, fue mejor que el antro de Londres. Además descubrí en el desayuno el auténtico yougur griego al que me volví adicto durante tres días. Qué bueno está!! me lo servía de un cobu con un cucharón y le echaba nueces y miel... ah! algo delicioso!
Los alrededores del hotel son para hablar largo y tendido, pero tampoco me extenderé. Simplemente voy a decir que es un lugar poco recomendable para pasear por la noche. Había una cantidad de borrachos y drogadictos bastante elevada. Había abiertos un montón de quioscos y puestos de venta de libros lo que me hace pensar que los borrachos de allí no son como los de aquí, sino que utilizan el alcohol como puerta hacia el conocimiento de grandes obras literarias.
La primera noche cenamos en el restaurante del hotel que tenía unas magníficas vistas de la Acrópolis y que debían cobrártelas porque cené un par de lomos de dorada secos y dos cervezas (me acordé de NáN y las disfruté a su salud) y me cobraron 50€.
De las reuniones no os voy a dar gran detalle porque tampoco hay mucho que contar salvo que son aburridas, pero se sacan algunas cosas en claro. Nuevamente teníamos vistas de la acrópolis y aquí os pongo una foto desde la sala de reuniones (mi teléfono no tiene zoom ni cosas de esas):
Finalmente pude ir a la Acrópolis por la tarde aunque recomiendo a quien vaya a ir el no llevar zapatos de suela. No son lo mas adecuado. La Acrópolis impresiona. Es uno de esos puntos donde la historia lleva pasando miles de años y ahí sigue, achacosa y renqueante, pero magnífica. Sigue con andamios y grúas porque tienen el tinglado montado de tal manera que cuando terminan una reconstrucción llega otro listo y dice que lo han hecho mal y que hay que volver a recolocar todas las piedras de otra manera. Os pongo otro par de fotos:
El edificio grande que se ve en la segunda foto es el nuevo museo de la Acrópolis que fui a ver el día siguiente.
Después de darnos un par de vueltas al peripatós (cual peripatéticos modernos) y estar muertos de sed intentamos escaparnos por una puerta lateral que no tenía echado el candado, pero no nos dejaron. Finalmente y tras andar un par de kilómetros llegamos al lado del sitio por donde queríamos habernos fugado. Me tomé dos cervezas sin sentir y sin acordarme de nadie, simplemente notaba como me iba rehidratando. Luego fuimos a toda prisa por Plaka, que es el barrio de los souvenirs y pequeños restaurantes, a comprar una camiseta del Hard Rock café que quería uno de los alemanes. El por qué la gente compra camisetas de hardrockcafés de distintas ciudades es algo que no he conseguido entender nunca.
Tuvimos la cena con la gente del proyecto y estuvo muy bien. Hacía una temperatura maravillosa, teníamos el Ágora y la Acrópolis como fondo. Me tomé otro par de cervezas de medio litro (esto he olvidado comentarlo, pero allí las botellas de cerveza son de medio litro. Se nota que llevan pensando desde la antigüedad). Probamos el Ouzo que es como el anís español y que tuvo bastante éxito.
Al día siguiente fuimos al museo de la Acrópolis, visita que es muy recomendable porque a pesar de todo lo que se llevaron los ingleses (y otros países porque allí hay reproducciones de trozos que están en el Louvre, en el Vaticano...) aún quedó bastante para hacer un buen museo. Hice mis compras de souvenirs que se componen de una camiseta para mí y de un cuadrito de escayola de una fachada con su ventana y sus visillos y sus tiestos para Anniehall. Pongo la foto por petición de Juanjo, para que vea lo bien que quedará al lado de vlad:
Cenamos algunos de los del proyecto juntos y probé el vino de resina. Que yo creí que sería el sitio donde lo hacían, pero no, es que le echan resina de pino al vino, no está mal. Tuve que madrugar un montón para cojer el vuelo de vuelta. Sólo dormí un par de horas. Yo tengo una total ineptitud para dormir en los medios de transporte y cerré los ojos durante varios ratitos, pero no me dormí. Estuve leyendo 'Muerte de una Heroína Roja' que es una novela policial en el Shanghai de los 90 que va teniendo buena pinta. Salí del avión, cogí el autobús y... me dí cuenta de que me había dejado mi ebook en el avión! Tuve que hacer siete llamadas, alguna de ellas a números 807, hasta dar con el departamento correspondiente. Me dijeron, contra todo pronóstico, que lo habían encontrado. Así que me eché una siestecita mañanera y me volví a por él. Ese día estuve todo el rato mal, como con resaca por la falta de sueño, pero anniehall que, no sé si lo he dicho, pero es una santa se llevó a los niños a la compra y me dejó con mi jet lag.
En resumen, he visto cosas, pero me quedo con ganas de muchas más.
Anniehall es la segunda vez que dice que nunca mais va a hacer la compra sola con los niños.
ResponderEliminarSeguro que se me olvida y hay una tercera. Seré gili.
Yo estuve 5 dias en Atenas en el 96, por tus fotos,la Acropolis sigue igual:andamios y mas andamios. En cualquier caso a mi me emocionó estar alli. Fue una sensacion inexplicable.
ResponderEliminarEl yogur inigualable, por mucho que se esfuerce danone.
Te perdiste mucho que ver, pero al menos vuelves con ganas de volver y de disfrutar del viaje la proxima vez.
Creo que Atenas bien merece mas dias.
Pues sí que tengo ganas de ver más, pero como a lo que fui allí fue a trabajar, pues tampoco me puedo quejar.
ResponderEliminarEl "cuadrito de escayola de una fachada con su ventana y sus visillos y sus tiestos" ¿es para ponerlo al lado del cuadro de Vlad? Quiero foto.
ResponderEliminarPor lo demás siento sana envidia.
En realidad, solo contribuí con una parte de 14 millones,que creo que somos los que pagamos impuestos. Pero bien a gusto, hice la contribución.
ResponderEliminarEs más, espero que mejore las condiciones de las ciencias aplicadas em el país. Que buena falta le hace.
Yo estuve allí en el paso de ecuador en 1991 y me pareció un pais de los años 60, Atenas un poco cochambroso.
ResponderEliminarComo dices ver la acropolis está bien. Nosotros tuvimos suerte y en nuestro asqueroso hotel tenia una piscina en el tejado desde el que por la noche se veía iluminada la acrópolis. Eso estuvo muy muy bien.
Después Mikonos me gustó (se aceptan bromitas). Siempre cuenta mi amigo N. que fue la unica vez que me ha visto pillar un sólo cebollón... lo malo es que me duró siete dias. Viví a cerveza y musaca una semana acompañado de carajillos de metaxa...los grigos alucinaban-.
Juanjo, eres malo, pero como aquí el comentarista siempre tiene razón ya te he puesto en el post la foto del cuadro.
ResponderEliminarA mí me parece bonito.
Consu's... todos hemos sido jóvenes alguna vez. De la experiencia se aprende, sobre todo a no mezclar. Atenas está bastante cochambrosa, sobre todo la parte menos turística.
NáN, somos 14 millones los que pagamos en España, pero en la partida destinada a I+D de España a Europa recibimos menos de lo que ponemos. Así que también le pagó parte de la cerveza a algún alemán o sueco.
¡Cáspita!, Niño desgraciaíto: no sé si enorgullecerme de mi capacidad de renta o pillarme un cabreo de mil Nibelungos y vikingos.
ResponderEliminarEl cuadro mola, ¿permitirá la rumaní que lo pongáis donde queréis?
Creo que no me he explicado...fue una sola cogorza pero ininterrumpida durante siete dias.
ResponderEliminarBueno, pues para eso hay que tener mucho arte porque estar una semana borracho sin parar no lo hace cualquiera. Normalmente el cuerpo y la cabeza dicen basta antes de eso.
ResponderEliminarMolimadre tiene una colección de ventanitas y casitas de esas....no digo más.
ResponderEliminarECDC yo creo que has estado así más veces...
ResponderEliminarN.D. nosotros tenemos en caa un rincón Kitch (si se escribe así) dónde ponemos todo junto para que chille más. Os lo sugiero.
Ya veo que la opinión mayoritaria es que no os gusta la ventanita...
ResponderEliminarPor lo menos sois educados y lo decís con cierto tacto.
Gracias por los comentarios.
A mí sí me gusta
ResponderEliminarClaro que sí, Annie, se llama arte popular. Quien haya estado allí, le valdrá mirarlo para recordar el mar de Grecia. Como le dijo el rubio Principito (por cierto, me cae fatal) al lobo (¿o era un perro?) cuando se despidió de él y el lobo (o perro) le preguntó que, como se iba a marchar y abandonarlo, qué qué había ganado conociéndolo: "por el color del trigo". (¿Entendéis por qué me cae fatal el chavalito?).
ResponderEliminarNunca había pensado en esa parte del Principito como tú. Es cierto que es cruel con el lobo...
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