El Regalo Inescaqueable
Entre los riesgos de volver de vacaciones muchos de vosotros pondríais que serían las carreteras, el estrés post vacacional, la vuelta al cole...
Está bien, todos éstos son terribles, pero hay uno en el que uno no piensa hasta que le cae encima sin tiempo de reacción: el regalo inescaqueable.
A todos nos han hecho regalos que no nos gustan ya sea en la boda, en navidades, en realidad por cualquier motivo. Esos regalos son generalmente, como dicen en bricomanía, escamoteables. Es decir, que no tienes que tenerlos en casa y como mucho los pones en un lugar preferente cuando viene de visita quién te lo regaló.
Hay una excepción: cuando la que te lo regala es tu asistenta. En ese caso no hay salvación posible porque ella es la que ordena tu casa y, en caso de que no hayas escogido un sitio suficientemente noble, te lo pondrá donde ella cree que merece estar.
También en esto hay excepciones como cuando nos regaló una botella de vino rumano y otra vez una de coñac rumano. Con no hacer mucho caso y que desaparezcan en verano está solucionado. También es posible cuando te regala una colonia de calidad dudosa, con irla espolvoreando en el váter cada cierto tiempo se soluciona el problema. Podría hablar de los bombones rumanos, pero acabo de comer y no quiero que se me corte la digestión.
Los mayores problemas empiezan cuando te regala elementos no consumibles. El primer paso fue una foto de la boda de su hija. Nos la trajo y nos la puso en un lugar preeminiente junto a la enciclopedia. Hay que señalar que nosotros no tenemos enmarcada en casa ninguna foto de nuestra propia boda. El caso es que el marco que trajo no le parecía lo suficientemente bueno y ahí la tenemos con un marco de madera a juego con la estantería.
A continuación nos trajo un jarrón de madera típico de Rumanía que no está tan mal aunque no pega con nada de nuestro salón, pero ahí está con sus labrados de piñas y arquivoltas.
Más tarde vino un bucólico recuerdo campestre también en madera que representa un pozo y una especie de banco-cenador con un techado de paja. Lo tenemos en nuestro dormitorio y juegan con él los niños. A ver si algún día sufre algún percance! Os dejo un documento gráfico para que veáis de qué estamos hablando:
Está bien, todos éstos son terribles, pero hay uno en el que uno no piensa hasta que le cae encima sin tiempo de reacción: el regalo inescaqueable.
A todos nos han hecho regalos que no nos gustan ya sea en la boda, en navidades, en realidad por cualquier motivo. Esos regalos son generalmente, como dicen en bricomanía, escamoteables. Es decir, que no tienes que tenerlos en casa y como mucho los pones en un lugar preferente cuando viene de visita quién te lo regaló.
Hay una excepción: cuando la que te lo regala es tu asistenta. En ese caso no hay salvación posible porque ella es la que ordena tu casa y, en caso de que no hayas escogido un sitio suficientemente noble, te lo pondrá donde ella cree que merece estar.
También en esto hay excepciones como cuando nos regaló una botella de vino rumano y otra vez una de coñac rumano. Con no hacer mucho caso y que desaparezcan en verano está solucionado. También es posible cuando te regala una colonia de calidad dudosa, con irla espolvoreando en el váter cada cierto tiempo se soluciona el problema. Podría hablar de los bombones rumanos, pero acabo de comer y no quiero que se me corte la digestión.
Los mayores problemas empiezan cuando te regala elementos no consumibles. El primer paso fue una foto de la boda de su hija. Nos la trajo y nos la puso en un lugar preeminiente junto a la enciclopedia. Hay que señalar que nosotros no tenemos enmarcada en casa ninguna foto de nuestra propia boda. El caso es que el marco que trajo no le parecía lo suficientemente bueno y ahí la tenemos con un marco de madera a juego con la estantería.
A continuación nos trajo un jarrón de madera típico de Rumanía que no está tan mal aunque no pega con nada de nuestro salón, pero ahí está con sus labrados de piñas y arquivoltas.
Más tarde vino un bucólico recuerdo campestre también en madera que representa un pozo y una especie de banco-cenador con un techado de paja. Lo tenemos en nuestro dormitorio y juegan con él los niños. A ver si algún día sufre algún percance! Os dejo un documento gráfico para que veáis de qué estamos hablando:
Pero lo que ya es el no-va-más es lo de este año. No sé qué pensará la gente que venga a nuestra casa y vea el plato del castillo de Vlad el empalador con el busto del susodicho en relieve y en colores fosforescentes!! Es de auténtico museo de los horrores y ahí está, en el aparador del salón... Os pongo la foto. Aunque no se aprecia el relieve, puede dar una idea de de qué estamos hablando:
Además, no se contenta con traernos regalos a nosotros. También trae para nuestros padres, pero ellos no tienen el problema de la omnipresencia de la regalante.
En fin, ante tamaña avalancha de regalos ¿qué se puede decir...?
Gracias.
Ya imaginaréis que si soportamos estoicamente todo esto es porque es una persona muy buena que quiere mucho a los niños y que nos tiene la casa en perfecto estado de revista... de revista rumana!!
En fin, ante tamaña avalancha de regalos ¿qué se puede decir...?
Gracias.
Ya imaginaréis que si soportamos estoicamente todo esto es porque es una persona muy buena que quiere mucho a los niños y que nos tiene la casa en perfecto estado de revista... de revista rumana!!
Ruedo por el suelo agarrándome la barriga de risa. Bueno, para no mentir: "rodé"; y ahora estoy sentado, escribiendo.
ResponderEliminarSolo falta que conozca el blog y lea esto.
Y es que creo que se puede explicar que la decoración de la casa es algo muy personal... No, la verdad es que no se puede, pero vale más una colorado que ciento amarillo.
Sí, habría que agradecérselo y decirle que se ahorre el dinero. El problema es que cualquier mínima crítica se lo toma como algo personal y termina llorando como una magdalena.
ResponderEliminarQué risa, Dios.
ResponderEliminarNo sé qué grado de confianza mantienen o desean mantener ustedes con la chica de servicio, pero vamos, sea el que sea, no justifica de ninguna manera la exhibición en su casa de semejantes horteradas. No caigan en la trampa del chantaje emocional o su hogar acabará pareciendo un museo rumano del peor gusto.
Cuando os muráis, dentro de ciento treinta o ciento cuarenta años, iréis al cielo directos como un misil tierra-aire, visto y no visto, zzzzzum.
ResponderEliminarJó, lo que me he podido reír. (¿Una foto de la boda de su hija? ¡Já, já, já!)
ingratos señores...he descubierto blog en pc de su casa.
ResponderEliminarA mi gustar regalos, a mi gustar señores yo haser regalos. Utedes ingratos.
Romperé juego de tasones que señor regalar a señora en su viaje.
Dejare bolisas corriendo por pasillo como película del oeste.
Y pondré su foto en mi blossss, bonito castillo de mi pais, bonito poso... pondré sopa que mando en plato para que mar suu lengua...
La rumana enfadada.
El plato es de impresionar...
ResponderEliminarYo publiqué una serie de post sobre los "horror souvenirs" y un concurso al respecto. El plato podría concursar, fijo.
Me alegra que nuestras desgracias os alegren la vida.
ResponderEliminarPero además de reiros deberíais tomároslo como un aviso...
Juas juas...
ResponderEliminarImaginar a la glamourosa Annie cenando bajo el retrato del empalador, ella, que tiene tanta fobia a los retratos "que te miran", supera todo lo imaginable. Penita no haber visto su cara cuando os lo dio.
El famoso empalador es el personaje que dio origen al mito de Drácula.
ResponderEliminarComo dice Jesús, que vuestro "ajuar" rumano siga aumentando, no es sino muestra de lo buenas personas que sois.
ResponderEliminarSiempre os queda la opción de "Hemos guardado el plato porque lo reservamos para las grandes ocasiones, y no queremos que ande rodando y los niños lo tiren jugando".
Aysss que me parto la caja. Lo que yo no me explico es cómo habiendo estado en Portugal y viéndola venir no la habéis traído ese pedazo de plato de porcelana con una cigala encima de un puñado de arroz, son peores que el del Drácula con diferencia. A nosotros nos pasa más o menos lo mismo. Lo peor es cuando ya vamos a regalos personales, a mí unos Reyes me regaló una bufanda (yo no las uso, para empezar) que era claramente de señora.
ResponderEliminarRubén, es que no estábamos preparados para algo de esa magnitud.
ResponderEliminarPensábamos que ya se le habría acabado el fuelle y que entraría en razón y que vería que en ninguna casa hay recuerdos de sitios donde nunca has estado, pero no...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEn el caso de mi madre la señora hace tapetes de ganchillo, y cada foto, plato, reposabrazos, reposanucas, sofá de mi casa tiene su tapete de ganchillo
ResponderEliminarAdemás en estos casos las indirectas no funcionan , porque mira que mi madre le ha dicho veces "No mujer, no se moleste, si además esto luego da mucho trabajo para colocarlos todos los días y se manchan ... "
lo que pasa es que se quiere sentir como en su casa, y es la vuestra. ¿no tenéis ninguna mascota que se lo pueda cargar?. El plato es tremendo!!
ResponderEliminarHoy han llegado los niños que habían estado unos días con los abuelos y J. cuando lo ha visto se ha llevado las manos a la cabeza y ha dicho !!!ehh shushto!!! (qué susto)
ResponderEliminarLa verdad es que es para tener pesadillas con el drácula auténtico.
Qué graciosos todos. Como se nota que no es vuestra casa.
ResponderEliminarGracias Teresa y Jesús, algún consuelo tenía que haber.
Anónimo destápate que nos ha encantado el comentario.
Bienvenido (¿o bienvenida?), Peque, hay que reconocerte el esfuerzo teniendo en cuenta la decoración.
Se me olvidaba Peter, no sé qué es peor si lo nuestro o lo del ganchillo. Al menos el plato se puede caer accidentalmente.
ResponderEliminarPor favor invitadme a merendar y me dais un paseo por el parque temático :)
ResponderEliminarJuanjo, tú ya estuviste en el parque temático. Bien es cierto que no has probado las nuevas atracciones de este año. Como comprenderás intentamos que nuestros invitados no mueran de apoplejía ante tamaño despropósito.
ResponderEliminarLo cual no es óbice para que te reinvitemos cuando quieras y puedas observar en vivo y en directo la magna obra de arte.
(No, si al final vamos a cobrar entrada y le vamos a sacar un beneficio!)