El señor antena y doña interferencia

El señor antena y doña interferencia eran una pareja un tanto excéntrica que vivían su amor un tanto atolondrado. Se casaron, tuvieron dos hijos y eran felices, aunque no comían perdices porque eran un tanto caras y entre el gasto en pañales y en frutas (hay que ver la cantidad de fruta que comen los bebés!) se les iba el presupuesto para volátiles.

A raíz de una serie de cadenas de correos y de quejarse amargamente de que quedaban muy poco con sus amigos decidieron que sería una buena idea hacerse un blog en el que pusieran sus tonterías y les hiciera estar un poco más juntos. La idea era buena, pero luego resultó que los únicos que escribían con regularidad eran el señor antena y doña interferencia. Así poco a poco nuevas personas fueron entrando en su vida. Hacía ilusión ver que les seguía alguien más, que cada vez les hacían más comentarios, que subía el número de visitas, en fin ¿qué os voy a contr que no sepáis?

Esto les planteó un problema porque en su casa no tenían ordenador. Vivían alejados de la cibernética y se conectaban a las autopistas de la información en el trabajo. En casa tenían un viejo ordenador de la señora interferencia con un modem de 56kbps que usaban cuando no tenían más remedio.

Finalmente el señor antena le regaló a doña interferencia un ordenador portátil y un modem 3G con una tarifa asequible. De esta manera el blog entro en su casa y ya podían consultar, ver estadísticas y responder a los comentarios no sólo en el trabajo, sino también en su humilde morada.

El problema es que su pequeña tarifa 3G hacía que tuvieran que cortar la actualización del antivirus o ignorar los avisos tremebundos de que su sistema operativo se colapsaría si no lo actualizaban. Además el ordenador tenía la fea costumbre de intentar hacer una copia de seguridad online que consumía ancho de banda como quien come sopa. Estuvieron pensando en ponerse un router wifi como hace la gente de bien, pero investigando las redes que detectaba su ordenador vieron que había una sin seguridad y de acceso libre. Con pocos escrúpulos morales se conectaron a esta red y actualizaron su antivirus, su sistema operativo e incluso comenzaron a navegar usando esta red que tan amablemente les cedía su dueño.

Esto no era tan sencillo como pueda parecer porque había que poner tanto al ordenador como a sí mismos en unas posturas y contorsiones que amenazaban con dejarles sin ordenador y con la espalda lisiada.

Poco a poco fueron buscando sitios de la casa donde fuera más fácil la conexión y finalmente el señor antena descubrió que sentado cómodamente en su sillón podía conectarse, aunque a veces tenía problemas, principalmente cuando doña interferencia estaba por los alrededores. Además, doña interferencia estaba indignada por el mal gusto que demostraban las ondas hercianas al preferir a su marido que a ella. Su marido se disculpaba y le decía que no era cosa suya, que las ondas tienen mucho carácter y que podía ser que doña interferencia las ahuyentara leyendo el hola y la yo dona, pero doña interferencia no se quedaba satisfecha. Ella quería poder disfrutar de las ondas gratuitas a pesar de que su marido dejaba libres los suficientes megas como para que ella pudiera disfrutar del pincho 3G con total libertad, aunque sin ver vídeos, que ocupan mucho.

Viendo como solucionar el problema, el señor antena se acercó por la noche a la señora interferencia y le puso una mano en la espalda a la altura de los riñones mientras ella jugaba al buscaminas y de repente sucedió. La señora interferencia estaba conectada a la red gratuita y podía navegar sin restricciones. Así se quedaron los dos juntos y navegando hasta que al señor antena le entró sueño y se tuvo que ir a dormir. Se levantó del sofá, se fue a la cocina y doña interferencia perdió su conexión, pero ya habían descubierto que del roce nace el cariño y el internete.

Colorín colorado este cuento se ha acabado.



Comentarios

  1. ¡Primer! Jo, ND, ¡eres como un cable de red andante! Ya te pasarás por casa, que a veces ni el 3G funciona XD

    ResponderEliminar
  2. Me ha gustado mucho, más que una interferencia lo vuestro es un arco eléctrico.

    Te ha faltado decir que cuando os enfadáis os aislais en una caja de Faraday ;)

    ResponderEliminar
  3. Wifi con Jazztel y no tengo nada más que decir.

    ResponderEliminar
  4. Doctora, no he probado estos poderes más allá de nuestra casa, pero a lo mejor funciona, claro que espero que no sea para ver películas de miedo y de zombies de esas que os gustan, porque a mí me dan cierto repelús.

    Juanjo, no des ideas que lo mismo con lo de la jaula me mete en una como a un canario.

    Moli (había puesto Mili), supongo que al final tendré que ceder a pesar de mis poderes y tendremos que ponernos un router para ver vídeos y oir músicas y esas cosas. Gracias por el consejo, aunque el Jesús Vázquez me echa un poco p'atrás, me parece muy falso, pero supongo que uno no se compra la conexión en función de quién sale anunciándolo, o si?

    ResponderEliminar
  5. ND..yo es que no veo la tele, ya sabes.

    Si vas a hacerlo te recomiendo Jazztel..nosotros tenemos esa conexión desde que nos mudamos hace 5 años y ni un problema..el wifi funciona por toda la casa y sin hacer posturitas. Si quieres te paso el excel del ingeniero sobre el tema..

    ResponderEliminar
  6. Tiene un excel sobre el tema? Cada vez me siento menos ingeniero... :(

    ResponderEliminar
  7. Yo también tengo el wifi con Jazztel, y el fijo, y, toco madera, ni un problema. Cobertura por toda la casa.

    ResponderEliminar
  8. Que ocasión perdida, señor antena, de haber puesto la mano en otro sitio para que hubierais podido disfrutar los dos a la vez...la conexión me refiero...

    ResponderEliminar
  9. Pues cuando piense en ponerme wifi ya tengo referencias. Gracias, Teresa.

    Gonzalo, yo de los riñones para abajo no hablo, salvo cuando hablamos de pies, pero eso es otro tema.

    ResponderEliminar
  10. Yo hoy he tenido que comprar un T.D.T porque vienen mis padres a Madrid y no les puedo tener sin tele, la Wifi para cuando a mi hija se lo exigan en el cole.

    ResponderEliminar
  11. No sabéis la rabia que da ser la señora interferencia... Y eso que no os ha contado lo que pasa con la radio en nuestra habitación.

    En toda la semana que ha estado en Valencia solo me he podido conectar con el pincho. Imposible gorronear wifi. Él fue llegar y conectarse.

    ResponderEliminar
  12. Ya solo falta que Jazztel deje un comentario. Como el día de gallina blanca.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares