El reverso tenebroso
Ayer llegué a la conclusión de que si el solterismo tiene un reverso tenebroso ese es, sin duda, la madresolterez. Cuando ND se va de gira me toca hacer mis tareas y las suyas sabiendo además que hasta el final del día no habrá quien me diga eso de anda, sientate un poco y descansa cuando me vea completamente fuera de mí después de todo el día.
Cuando estás de solterismo los horarios son casi una excentricidad de los otros. Salvo las horas obligado a trabajar, dispones del resto del tiempo como mejor te parece sin pensar en si es la hora de comer o si el resto del mundo estará despierto. Si el solterismo es premium de luxe entonces ya puedes tirar el reloj por la ventana.
En cambio, si te toca ser madre soltera el reloj será un tirano que te llevará como una loca de un sitio para otro no cuando tu rutina lo imponga, no, cuando la de los niños lo dicte. ¿Que no te da tiempo a comer entre el trabajo y el colegio, el karate o el dentista? Eso no es nada, da gracias si para cuando los acuestes esa noche todavía te acuerdas de que no has comido y ese gran vacío que notas no es que eches de menos al padre de las criaturas sino más bien que llevas todo el día aguantando con una galleta revenida de la que echaste mano al llegar a la oficina porque en casa no te dio tiempo a desayunar, demasiado ocupada estabas intentando levantarlos antes de salir pitando al trabajo.
Esta disponibilidad de tiempo cuando disfrutas de solterismo te permite planificar, o improvisarlas, un montón de actividades que sabes que disfrutarás en paz y tranquilidad. Cuando estás de madre soltera todo hay que planificarlo en torno a sus actividaes. Y todas serán objeto de protesta. ¿Qué transiges en pasar diez minutos por el parque a pesar de tener que hacer compra, pensar y preparar la comida del día siguiente y la cena de hoy? Prepárate a los ruegos y pataletas correspondientes para que los diez minutos prometidos se conviertan en media hora. ¿Que normalmente llega a casa deseando hacer los deberes? Hoy no querrá porque prefiere ver una película. ¿Que decides poner la película cuando por fin, tras tres asaltos, una tregua y muchas lágrimas ha terminado la mísera hoja de actividades? Pues entonces no se pondrán de acuerdo en qué película ver porque es que siempre elige él... jooo (esto hay que decirlo con morros y voz nasal). ¿Que para evitarte una pelea más decides hacer su cena preferida? ¡ay! pues ya no le gusta. Paz y tranquilidad, lo que yo decía.
Además los muy jodíos, para tocarte bien las nar... el corazoncito, cuando les riñes fuera de tus casillas porque ya se te ha acabado cualquier rastro de madre razonable de manual de psicopedagogo (¿o ahora son coachs?) se ponen a llorar con desconsuelo. Cuando les dices que no es para tanto, entre sollozos balbucean es que echo mucho de menos a papá... Antes me desarmaban con eso. Ahora, será que ya me he ganado el diploma cum laude de madre desnaturalizada, les espetó '¿pues sabes una cosa? que yo también, que seguro que con él no montabais este numerito'.
Si todo eso le sumas que al parecer entre los seis y los siete años se produce una etapa de rebeldía en los niños ya os he pintado el cuadro completo. (Decían los libros de Celia que siete es la edad de la razón, espero que sea verdad y que esto de ahora son los últimos estertores de la sinrazón, porque telita la niña... la mía, no la de los libros de Celia).
Supongo que con esto os hacéis una idea de a qué me refiero con el reverso tenebroso del solterismo. Y si no pues mejor, eso que os ahorráis. Aprovecho desde aquí para mandar un abrazo y toda mi solidaridad a todas las madres solteras a tiempo completo. De verdad que no sé cómo lo hacéis. Y además estáis monísimas. Al menos las que yo conozco.
Cuando estás de solterismo los horarios son casi una excentricidad de los otros. Salvo las horas obligado a trabajar, dispones del resto del tiempo como mejor te parece sin pensar en si es la hora de comer o si el resto del mundo estará despierto. Si el solterismo es premium de luxe entonces ya puedes tirar el reloj por la ventana.
En cambio, si te toca ser madre soltera el reloj será un tirano que te llevará como una loca de un sitio para otro no cuando tu rutina lo imponga, no, cuando la de los niños lo dicte. ¿Que no te da tiempo a comer entre el trabajo y el colegio, el karate o el dentista? Eso no es nada, da gracias si para cuando los acuestes esa noche todavía te acuerdas de que no has comido y ese gran vacío que notas no es que eches de menos al padre de las criaturas sino más bien que llevas todo el día aguantando con una galleta revenida de la que echaste mano al llegar a la oficina porque en casa no te dio tiempo a desayunar, demasiado ocupada estabas intentando levantarlos antes de salir pitando al trabajo.
Esta disponibilidad de tiempo cuando disfrutas de solterismo te permite planificar, o improvisarlas, un montón de actividades que sabes que disfrutarás en paz y tranquilidad. Cuando estás de madre soltera todo hay que planificarlo en torno a sus actividaes. Y todas serán objeto de protesta. ¿Qué transiges en pasar diez minutos por el parque a pesar de tener que hacer compra, pensar y preparar la comida del día siguiente y la cena de hoy? Prepárate a los ruegos y pataletas correspondientes para que los diez minutos prometidos se conviertan en media hora. ¿Que normalmente llega a casa deseando hacer los deberes? Hoy no querrá porque prefiere ver una película. ¿Que decides poner la película cuando por fin, tras tres asaltos, una tregua y muchas lágrimas ha terminado la mísera hoja de actividades? Pues entonces no se pondrán de acuerdo en qué película ver porque es que siempre elige él... jooo (esto hay que decirlo con morros y voz nasal). ¿Que para evitarte una pelea más decides hacer su cena preferida? ¡ay! pues ya no le gusta. Paz y tranquilidad, lo que yo decía.
Además los muy jodíos, para tocarte bien las nar... el corazoncito, cuando les riñes fuera de tus casillas porque ya se te ha acabado cualquier rastro de madre razonable de manual de psicopedagogo (¿o ahora son coachs?) se ponen a llorar con desconsuelo. Cuando les dices que no es para tanto, entre sollozos balbucean es que echo mucho de menos a papá... Antes me desarmaban con eso. Ahora, será que ya me he ganado el diploma cum laude de madre desnaturalizada, les espetó '¿pues sabes una cosa? que yo también, que seguro que con él no montabais este numerito'.
Si todo eso le sumas que al parecer entre los seis y los siete años se produce una etapa de rebeldía en los niños ya os he pintado el cuadro completo. (Decían los libros de Celia que siete es la edad de la razón, espero que sea verdad y que esto de ahora son los últimos estertores de la sinrazón, porque telita la niña... la mía, no la de los libros de Celia).
Supongo que con esto os hacéis una idea de a qué me refiero con el reverso tenebroso del solterismo. Y si no pues mejor, eso que os ahorráis. Aprovecho desde aquí para mandar un abrazo y toda mi solidaridad a todas las madres solteras a tiempo completo. De verdad que no sé cómo lo hacéis. Y además estáis monísimas. Al menos las que yo conozco.
si es que te lo montas fatal....la unica manera de disfrutar del solterismo es tenerlos acostados pronto...ahi empieza lo bueno. El resto es agónico como siempre...
ResponderEliminarah y del chantaje emocional hay que pasar olimpicamente....
ResponderEliminarA las nueve están en la piltra, listilla pero es que para entonces ya han podido conmigo. Y esto no es solterismo, eso es así.
ResponderEliminarjijijijiji...me encanta lo de listilla...efectivamente no llevas bien el solterismo...
ResponderEliminaránimo que ya sabes que estoy contigo...
Si es con niños NO es solterismo.QUE NO. Sé que me entiendes aunque me pinches.
ResponderEliminarAhora mismo en sus pantallas, gran drama. No me sale tirar la peonza. Terrible.
¡¡¡¡Eres La Parienta!!!! Cariño, no sabía que tenías un blog....¿quien es ND?
ResponderEliminarMira, hoy has estado bien, Gonzalo XD
ResponderEliminarMira, hoy has estado bien, Gonzalo XD
ResponderEliminarOtra consecuencia del solterismo es que escribes un post cada dos días...
ResponderEliminar...y te queda tiempo para la reposterexia...
ResponderEliminarBueno, a mí me llena de satisfacción que se note mi ausencia, aunque esto me toca a regañadientes y no me guste nada la idea de trabajar fuera.
ResponderEliminarMe siento culpable cuando me voy, aun siendo trabajo.
Bueno, Carmen, otras veces se va y no escribo. No sé si hay relación causa-efecto.
ResponderEliminar¡Sí, Bich! ¿Has visto mis macarons?
ND, bastante tienes con las noches de trabajo bajo la lluvia. No te sientas culpable además.
Uno no elige por qué sentirse culpable. Al menos yo no, lamentablemente. Hay gente con mayor facilidad para la auto justificación.
ResponderEliminarClaro que he visto los macarons y estoy flipada, qué artista eres!
ResponderEliminarLo de la galleta revenida ha sido un recurso espectacular, casi te he visto trabajando harapienta. Pobre.
ResponderEliminarYo caigo en el reverso tenebroso casi cada día, y eso que no tengo madresolterismo. El año pasado, que mi santo llegaba cuando los niños estaban ya cenando, estuvieron a punto de dejarme de querer....
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